Basado en Efesios 5:1-7 (Versión Reina Valera 1960)
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos.
Hoy en día, hay un gran error que se ha propagado a través del mundo, e inclusive dentro de muchas iglesias, el error o el pecado de que el amor significa justificar y hasta luchar por el pecado. Esta gran contradicción la están apoyando un gran número de personas, y cada vez crece más, y se ponen cosas que son pecado como ejemplos de amor. Sencillamente, en la sociedad de hoy, y dentro de muchas iglesias, lo malo se ve como bueno y lo bueno como malo; como estoy muy seguro de que posiblemente muchos se ofenderán al leer este mensaje, y dirán que esto es un mensaje malo, y posiblemente, digan que es hasta blasfemo, pero este ministerio, por la gracia de Dios, está dedicado a compartir a Jesucristo y Su Verdad con el mundo, y no a propagar otra cosa (que Dios nos ayude a seguir fieles).
Por lo tanto, veamos más claramente el asunto de definir el pecado y lo que hace. Dios define el pecado a través de la Palabra para el bien del hombre, porque Dios desde el principio ha tratado de evitar el mal para el hombre. Desde que Dios le dijo al primer hombre que no debiera comer del árbol prohibido, no fue para esconder algo bueno de él, ni por gusto, sino porque el hombre iba en realidad a morir a causa de la desobediencia. Y gracias a esa desobediencia, tenemos lo que tenemos hoy en este mundo, tenemos la muerte. No importe lo que trate de hacer el hombre por si mismo, sea que hasta encuentre la cura para todas las distintas enfermedades y plagas que existen; todo ser humano va a morir en algún punto, sin excepción. Ningún ser humano va a vivir para siempre. Ese es le gran legado que ha dejado la desobediencia. Este es la sencilla consecuencia del pecado, como está escrito: Porque la paga del pecado es muerte… Romanos 6:23a. Y también dice la Palabra: Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Santiago 1:13-15. Esta es la verdad del pecado. No importa lo que una persona quiera creer, de que no pasa nada, o que Dios esta equivocado, el pecado mata, y mata de la manera más definitiva, mata el cuerpo y el alma del hombre. El pecado es lo que hace que muera una persona físicamente, y también, para siempre, eternamente separado de todo lo que es vida por toda la eternidad. Este es el mal que Dios le ha tratado de evitarle al hombre desde que el hombre fue creado.
Ahora bien, ahondemos un poco en lo que Dios dice en el pasaje de hoy que es pecado, y lo que no solamente es pecado, pero que hace lo mismo para que una persona no pueda tener herencia en el reino de Cristo y de Dios, si lo practica, es la fornicación, la inmundicia, y la avaricia que es idolatría. Porque para comenzar, la fornicación consta de tener sexo fuera del matrimonio. Sean pareja (como lo llaman hoy), o encuentros sexuales casuales, o el acto sexual aparte o fuera del matrimonio (y con referencia al matrimonio, hablamos de una unión entre un hombre y una mujer, tal como los creo Dios), todo esto es fornicación. La inmundicia se refiere en el contexto de este pasaje a cosas inadecuadas relacionadas a la fornicación y también lo que explica la ley de Dios como cosas o actos inmundos voluntarios (innaturales). Por ejemplo, allá sido que el coronavirus exista porque en la China allá habido un problema con murciélagos y comestibles, o un laboratorio estelarizado donde se llevaban a cabo pruebas o experimentos con bacterias o virus, todo eso delante de Dios es considerado inmundo. Y con referencia a la avaricia, la Biblia dice muy claramente que el amor al dinero es pecado, y lo relaciona aquí también con la idolatría, lo cual define todas las cosas que se anteponen a Dios, como el dinero, la familia, etc., cualquier cosa que se ponga o se le de prioridad antes que a Dios es idolatría. Si se practican estas cosas, convirtiéndolos en su estilo de vida, sencillamente los que viven de esta manera no heredarán el reino de Cristo (esto es lo que dice la Biblia).
Tratemos de ver esto para poder entender lo práctico del asunto. Si yo tengo un hijo o una hija, y ese hijo o esa hija desean jugar con una serpiente venenosa, ¿Qué debiera hacer yo como padre si deseo su bien? ¿Debiera conseguírsela para que jueguen con ella? ¿Debiera apoyarlos en su búsqueda? ¿Debiera decirles que, si lo hacen, que lo hagan con cuidado? O mas bien, al desear yo su bien y que no corran ningún peligro, ¿no debiera yo mejor explicarles el peligro y que lo debieran evitar por su propio bien, para que ni siquiera tengan de que preocuparse? Esto es lo que Dios trata de enseñarnos a través de Su Palabra, para que no solamente no nos metamos en asuntos peligrosos, sino hasta evitar el riesgo de morir. Pero desgraciadamente, muchos no piensan así porque no entienden, o porque no quieren aceptar que la consecuencia natural del pecado es producir la muerte, tal como cuando una víbora venenosa muerde a un ser humano, e inyecta su veneno, y solo es cuestión de tiempo que una persona muera. Muchos piensan que, porque no caen muertos enseguida o algo humanamente catastrófico no pasa enseguida, creen que el asunto del pecado y que produce algún tipo de mal es mentira, que es una fábula o una exageración. En fin, creen lo mismo que el diablo le dijo a Eva: no moriréis. La mentira del diablo sigue siendo la verdad para muchos, y desgraciadamente, hasta para muchos supuestos creyentes, que inclusive creen que, ya teniendo la gracia de Cristo, todo va a ser perdonado, y que no hay nada de que preocuparse. El adoptar un estilo de vida de pecado produce el mismo mal fuera de la gracia de Dios, y aún dentro de la gracia de Dios. Eso es lo que enseña la Palabra de Dios.
Entonces, ¿Qué finalmente es el amor real? El único que sabe amar perfectamente es Dios, porque Dios sí es amor. El verdadero amor jamás va a apoyar el pecado porque Dios nunca apoyará lo que produce la muerte y la destrucción en un ser humano. Y si uno en realidad quiere amar a alguien, hay que hacer lo mismo que hace Dios, darles a conocer la verdad para que puedan lograr tener lo que Cristo vino a dar, como está escrito: …yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10b. Porque Dios nos ama, El solo desea que vivamos eternamente, y por lo tanto, nos enseña a que hagamos cosas que produzcan vida, no las cosas que causan la muerte, más tarde o más temprano. Así que, ¿Qué existe en tu vida, el amor verdadero de Dios, o una mentira que puede producir la muerte y destrucción eterna? ¡Qué el Señor les bendiga! John