Basado en Deuteronomio 12:29-32 (Versión Reina Valera 1960)
Cuando Jehová tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra, guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré. No harás así a Jehová tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aún a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses. Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.
Hay muchas personas piensan que el Dios del Antiguo Testamento (por decir) era cruel, duro o severo, y lo creen como tal porque El mandó destruir a naciones enteras, incluyendo a los niños y hasta a los animales. Y lo juzgan de la siguiente manera: ¿Cómo un Dios de amor puede mandar a hacer tales cosas? Pero cuando entiendes Sus razones, y de lo que realmente se trataba la situación, entenderías y hasta estarías muy de acuerdo. En aquel entonces, y a lo que estamos llegando hoy también, por desgracia, el mal estaba tan arraigado en las personas, que hasta sus generaciones y sus bienes también estaban completamente saturados con el mismo mal (porque el mal espiritual también afecta lo físico). Uno pudiera decir: ¿Qué culpa tenía un niño de las iniquidades de sus padres? El asunto es que Dios lo sabe y conoce todo, y sabía que, aunque le diera la oportunidad de la vida, sabía que aún lo que lucía como inocente, sería también de gran mal, igual a sus padres, y esta era la manera que Dios traía juicio y controlaba la maldad del mundo. Por desgracia vamos camino a ese mismo mal donde la dispensación de la gracia de Dios tendrá Su límite, por el exceso de maldad, tanto como en el hombre que existe hoy, como en su descendencia. Dice la Palabra: Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Mateo 24:36-37. Y ¿Cómo eran las personas antes del diluvio? Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Genesis 6:5-6. A ese fin va este mundo, y de una manera muy apresuradamente.
Hay personas que también dirían: ¿El mundo en realidad es tan malo? Dios no pesa la maldad por lo que el hombre piensa que es malo, ni se deja llevar por la opinión de la sociedad. El pecado lo define Dios. El estándar le pertenece a Dios. Por eso que no debiéramos dejarnos llevar por nuestra opinión, y dejarnos llevar por cosas y personas que hoy están y mañana dejan de existir, los cuales no tendrán parte en decidir donde pasaremos la eternidad. Ni ellos tampoco son nada delante de Dios. Si una persona tiene algún tipo de raciocinio, ni siquiera un alto intelecto o sentidos especiales son necesarios, razonarían que nos conviene dejarnos llevar por Aquel que es más poderoso que todo, y que juzgará todo lo que hacemos, sea bueno o sea malo, y que juzgará no según lo que pensamos, sino según lo que El mismo ha establecido. Esto dice la Palabra acerca del conocimiento de Dios: Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Romanos 1:20. Todo ser humano puede saber que Dios existe a través de todo lo que El mismo creo, comenzando por sus propias existencias. Nada de esto es producto de un accidente cósmico, como quisieran que todos creyeran los que rehúsan aceptar la realidad de la existencia de Dios. Dios es Dios, y existe, y reina, y juzgará a todo ser humano, y nada ni nadie puede cambiar esa realidad.
Y esto nos conlleva a lo que leímos al comienzo. ¿Qué estaba Dios haciendo con lo que sencillamente mandó a que no se hiciera, el asunto de buscar los dioses de los pueblos que El mismo mando a destruir? ¿Dios estaba buscando la destrucción de Su pueblo y por eso lo mandó? ¿Dios estaba escondiendo algo que era bueno para ellos? ¿Dios estaba solo lidiando con un celo personal? Para comenzar a ver este punto, es necesario usar algo de lógica y sentido común. Esto lo entiende hasta un niño. Si Dios mismo destruyó a través de la mano de Su pueblo a estos pueblos paganos, junto con todas sus creencias y supuestos dioses, ¿Qué nos dice eso a nosotros? Que Dios es más poderoso que estos llamados dioses ajenos que ni siquiera pudieron liberar a sus seguidores de Israel. Entonces, si esos pueblos paganos no ganaron nada, ni sus dioses pudieron liberarlos, ¿De qué sirven? ¿De qué les sirvió a estas personas hasta quemar a sus propios hijos para poder encontrar favor delante de sus dioses? Y aún peor, ¿Dónde están esos pueblos hoy? Si sus dioses no pudieron liberarlos de la mano de Dios, ¿creen que pudieron darles vida eterna? Imposible. Esos pueblos perdieron aquí, y aún peor, perdieron en la eternidad, y ahora están siendo atormentados por toda la eternidad por su rebelión y odio por Dios.
Ahora bien, puede que algunos digan: Yo no creo que hay tal cosa hoy, de personas que sigan tales dioses. Y les tendría que decir que siguen tantos o peores dioses e ídolos, y terminarán hasta peor que los pueblos que Dios mismo mandó a destruir. ¿Cuál es el dios de este siglo? El que más enseña la sociedad hoy es el dios de tu persona. Tu eres tu propio dios. ¿Cómo es esto? Desde el momento que una persona desea cumplir su voluntad y no la de Dios es porque se siente dios. Y muchos llamados cristianos caen con este mismo falso dios porque atentan usar a Dios y por eso le buscan, y nada más. Piensan que Dios existe para que les sirva, para que El haga como ellos quieren, y le ponen hasta el membrete de “fe” a esta idolatría. ¿Piensan que fue un horror que esta gente sacrificaron a sus propios hijos a los ídolos? ¡Sí, fue horrible! Pero ¿qué hace una mujer que aborta a su propio hijo o hija con tal de cumplir su voluntad? De acuerdo con un artículo que publicó Brookings antes de las elecciones presidenciales del 2024 en EEUU, aproximadamente el 95% de los abortos se han hecho solamente porque eran niños no deseados, porque estos embarazos interferían con sus planes, de alguna manera u otra. ¿La gente sacrifica a los ídolos hoy, hasta sacrificar a sus hijos? Sí. Los ídolos y dioses de hoy son otras personas, o el materialismo, o hasta sus propias personas, y hasta sacrifican para complacerlos. Y esto no fue perdonado antes, ni tampoco será perdonado hoy.
Entonces, ¿para qué Dios da finalmente Su instrucción? Este es el deseo de Dios: El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 1 Timoteo 2:4. Lo que El enseña es para nuestro bien, tanto como para el presente, pero aún más, para el futuro, para que podamos tener vida eterna. Como le declaró el Apóstol Pedro al Señor: …Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Juan 6:68b. Esto también dice la Palabra: Mas el que peca contra mí [Dios], defrauda su alma; todos los que me aborrecen aman la muerte. Proverbios 8:36. Finalmente, ¿Qué bien hay en la muerte, en la perdición eterna? Entonces, ¿sirve de algo confiar en ídolos y dioses que son mucho menos que el Dios Todopoderoso que un día juzgará a todo ser humano por sus hechos según Su estándar? ¡Qué el Señor les bendiga! John ¡Dios bendiga a Israel!