Basado en 2 Reyes 19:1-20, 32-37 (Versión Reina Valera 1960)

 

Cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestidos y se cubrió de cilicio, y entró en la casa de Jehová. Y envió a Eliaquim mayordomo, a Sebna escriba y a los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaías hijo de Amoz, para que le dijesen: Así ha dicho Ezequías: Este día es día de angustia, de reprensión y de blasfemia; porque los hijos están a punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas. Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras del Rabsaces, a quien el rey de los asirios su señor ha enviado para blasfemar al Dios viviente, y para vituperar con palabras, las cuales Jehová tu Dios ha oído; por tanto, eleva oración por el remanente que aún queda. Vinieron, pues, los siervos del rey Ezequías a Isaías. E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así ha dicho Jehová: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria. He aquí pondré yo en él un espíritu, y oirá rumor, y volverá a su tierra; y haré que en su tierra caiga a espada. Y regresando el Rabsaces, halló al rey de Asiria combatiendo contra Libna; porque oyó que se había ido de Laquis. Y oyó decir que Tirhaca rey de Etiopía había salido para hacerle guerra. Entonces volvió él y envió embajadores a Ezequías, diciendo: Así diréis a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, para decir: Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria. He aquí tú has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las tierras, destruyéndolas; ¿y escaparás tú? ¿Acaso libraron sus dioses a las naciones que mis padres destruyeron, esto es, Gozán, Harán, Resef, y los hijos de Edén que estaban en Telasar? ¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, y el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena y de Iva? Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías delante de Jehová. Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra. Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente. Es verdad, oh Jehová, que los reyes de Asiria han destruido las naciones y sus tierras; y que echaron al fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y por eso los destruyeron. Ahora, pues, oh Jehová Dios nuestro, sálvanos, te ruego, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Jehová, eres Dios. Entonces Isaías hijo de Amoz envió a decir a Ezequías: Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Lo que me pediste acerca de Senaquerib rey de Asiria, he oído.

 

Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo. Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos. Entonces Senaquerib rey de Asiria se fue, y volvió a Nínive, donde se quedó. Y aconteció que mientras él adoraba en el templo de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer sus hijos lo hirieron a espada, y huyeron a tierra de Ararat. Y reinó en su lugar Esar-hadón su hijo.

 

La vida está llena de desafíos. Y aún cuando confiamos y seguimos al Señor con todo nuestro corazón, los desafíos vendrán igual. A veces, los desafíos pueden ser más difíciles, especialmente cuando tratas de hacer aquellas cosas que complacen a Dios. Cuando escogemos por Cristo, estamos yendo en contra del príncipe de este mundo (Satanás) y su influencia que está sobre las distintas personas que le pertenecen (las personas que no han nacido de nuevo en Cristo, al rendir completamente sus vidas a Él. Están todavía bajo la influencia de Satanás y completamente susceptible a los malos deseos de su carne. Y a veces, si no seguimos cuidadosamente al Señor como creyentes, Satanás puede aún influenciar y tentar a aquellos que si tratan de seguir a Cristo; por eso que tenemos que seguirle de cerca. Porque Jesús tuvo que reprender a Pedro en algún punto porque estaba escuchando más el deseo de Satanás que seguir los designios de Dios).

 

El mundo te enseña que necesitas desarrollar maneras de cómo lidiar con el stress y los desafíos. La sociedad tiene distintas maneras de cómo lidiar con la dificultad diaria. Y en toda actualidad, aquellos que se ven como “intelectuales” te dirán que tú eres suficientemente fuerte para enfrentar solo cualquier cosa; y que el creer en Dios es una muestra de debilidad y de falta de educación. Es como si el poner tu fe en Dios te hace menos como persona, o supersticioso. Las personas pueden encontrar maneras de cómo lidiar con circunstancias difíciles, pero hasta cierto punto. Al final del día, hay distintas soluciones para distintos problemas, pero no significa que son la mejor solución. ¿Cómo puedes lidiar con un desafío que está totalmente fuera de tu control? Personas muy ricas y afluentes mueren a diario porque el dinero tiene su límite. Personas con un poder humano o militar se encuentran indefensos en distintas circunstancias. La ciencia, aunque haya avanzado mucho, todavía tiene sus limitaciones. ¿Dónde puede la tecnología encontrar la respuesta a la vida eterna? A mí me gustan las computadoras y los teléfonos inteligentes, pero los circuitos y la conectividad inalámbrica te llevan hasta cierto punto. Si somos realistas, necesitamos entender que somos realmente limitados. La vida humana es frágil. Solo conocemos detalles insignificantes del universo. Puede que haya una ecuación matemática que atenta explicar cómo los planetas sostienen sus posiciones, o un algoritmo que le da a un objeto inanimado el semblante de la vida y de inteligencia; pero somos realmente impotentes.

 

El rey Ezequías nos da un patrón para seguir cuando se tiene que lidiar con grandes desafíos. Él se enfrentó con la amenaza de ser totalmente aniquilado por un poder militar que había conquistado mucho del mundo conocido. Pero en vez de confiar en su propio conocimiento, en su ejército, en sus riquezas como rey, en otros dioses o reyes, o sencillamente rendirse; el tomo la decisión de humillarse y buscar del Señor Dios Todopoderoso, el Creador de los Cielos y la Tierra. Y a través de esa decisión de buscar por el Señor, honrándole sobre todas las cosas, el rey Ezequías presencio un milagro. Y ni siquiera tuvo que mover un dedo. Dios nunca te fallará cuando te sometes a Él; le sigues; le obedeces; y confías en El.

 

Así que, ¿Estás viviendo de una manera que estas dejando que Dios lidie con tus desafíos? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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