Basado en Isaías 11 (Versión Reina Valera 1960)

Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura. Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar. Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa. Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra. Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín; sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán. Y secará Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias. Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.

Las promesas pueden ser increíbles, pero cuando se cumplen. Esto es unas de las cosas que hace este mundo difícil de vivir en él; muchas promesas rotas. Muchos no guardan sus promesas. Esto, por supuesto, destruye la confianza en muchos. Y lo difícil es que cada persona en este planeta necesita depender de las promesas (directa o indirectamente), quieran o no. No importa cuánto piensen las personas que pueden ser completamente independientes, pero eres muy dependiente en muchas personas. La única manera que yo creo que puedes “tratar” de no necesitar a nadie, es al vivir en algún tipo de caverna (solo) y crecer y hacer tu propia comida y ropa. Y, aun así, todavía hay algún tipo de dependencia en las promesas de alguien.

Asumamos que decides vivir tu vida como un ermitaño en alguna parte del planeta. Todavía dependes de las promesas hechas por otras personas para que puedas vivir en ese desolado lugar. Para comenzar, se estableció un gobierno donde prometieron guardar a un grupo de personas a salvo, y dieron fondos para algún tipo de poder militar y cuerpo policial para poder cumplir la promesa de mantener a sus ciudadanos seguros (incluyéndote a ti, si escoges vivir allí). Por eso que los impuestos no son malos (no importa cuantos reclamen). Los impuestos mantienen al gobierno; la fuerza y protección militar; los servicios y protección civil, como la policía, los bomberos, etc. Todos estos fueron establecidos y están llenos de personas que han prometido hacer lo mejor posible para darte la oportunidad de vivir dentro de su protección (asumiendo que estés siguiendo sus leyes, por supuesto). Así que, tú te estarías beneficiando y dependiendo de todas esas personas que prometieron (o juraron) hacer su trabajo, lo cual afecta tu vida diaria directamente.

Habiendo dicho esto, todos necesitamos hacer promesas a muchos, a nuestro alrededor. Estas promesas circulan alrededor del empleo, trabajo voluntario, relaciones personales, etc. Un ejemplo donde una promesa es la base suprema para que la relación exista: es el matrimonio. Es la relación más íntima que cualquier ser humano puede tener con otro. Y sin una persona prometerle a otra (y viceversa) su amor, cuidado, respeto, y lealtad, la relación del matrimonio no seria posible. Y cuando se rompe la promesa, un matrimonio se rompe.

Aquí es donde todo se comienza a juntar, y al continuar usando el matrimonio como ejemplo. La promesa que es hecha como parte del matrimonio es inmerecida. No hay nada que debiera forzar a dos personas a que se unan o se mantengan unidas en una relación tan profunda. Es una relación fundada sobre una promesa con libre albedrio. No obstante, un matrimonio puede romperse cuando la promesa no se cumple por una o ambas personas. Por ejemplo, ninguno de los dos debiera aprovecharse de la promesa de amor del otro. Un matrimonio necesita ser mantenido a diario, no como tarea, sino como la relación de amor que es. Eso incluye el compartir los tiempos buenos y malos; cuando todo está bien, o mal. Incluye dejar a un lado deseos egoístas, y poner los deseos de la otra persona primero. Nunca debiera consistir de lo que la otra persona me “debe”, o de expectativas. Las expectativas es una de las cosas que más matan los matrimonios hoy. Porque el amor se trata de dar, no de recibir. Y en un matrimonio, ambos deben dar; no del interés de sacarle a la otra persona. ¡Eso está mal! ¡No se deben usar a las personas!

Dios nos promete muchas cosas maravillosas a través de toda Su Palabra. Pero, al igual que el matrimonio, una relación con Dios no se debe fundar sobre Dios cumpliendo todas Sus promesas, y nosotros no haciendo nada. Y aun peor, abusando de Su gracia. ¡Si! Todo está basado en la gracia de Dios, pero, debemos aprender a amar a Dios como una respuesta natural a Su gran e inmerecida bondad que Él ha demostrado a través de Su Hijo Jesucristo (el Mesías): la oportunidad de la vida eterna. Hay muchos pasajes en las Escrituras que muestran una relación condicional para poder recibir las grandes cosas que Dios tiene para nosotros. Hay tal cosa como abusar de la gracia de Dios; y Dios juzgara la maldad. Dios es amor, pero también es Santo. Él es ambas cosas. Dios no rompe Sus promesas para con nosotros; pero nosotros podemos cancelar Sus promesas. ¡No trates de usar a Dios!            

Así que, ¿estás viviendo tu vida de una manera que Dios derrame sobre ti todas sus maravillosas promesas que Él tiene guardadas para aquellos que le aman y le obedecen? ¡Qué el Señor les bendiga! John

 

Comment