Basado en Amos 4 (Versión Reina Valera 1960)

 

Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos. Jehová el Señor juró por su santidad: He aquí, vienen sobre vosotras días en que os llevarán con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescador; y saldréis por las brechas una tras otra, y seréis echadas del palacio, dice Jehová. Id a Bet-el, y prevaricad; aumentad en Gilgal la rebelión, y traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres días. Y ofreced sacrificio de alabanza con pan leudado, y proclamad, publicad ofrendas voluntarias, pues que así lo queréis, hijos de Israel, dice Jehová el Señor. Os hice estar a diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. También os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió, se secó. Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os herí con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová. Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, con cautiverio de vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os trastorné como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel. Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y anuncia al hombre su pensamiento; el que hace de las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová Dios de los ejércitos es su nombre.

 

El pasaje de hoy provee amplia advertencia para aquellos que se consideran creyentes, pero que no siguen o buscan de Dios como debieran. El mensaje de hoy es para aquellos que profesan conocer a Dios y haber estados expuestos a la Verdad de Dios para la salvación de sus almas. Luce que muchos no se dan cuenta que son responsables por la Verdad. De acuerdo a la Biblia, cuando una persona ha sido expuesta a la Verdad, son responsables por ella. En otras palabras, si conoces el bien, pero decides no hacerlo o seguirlo, entonces traerás sobre ti mismo las consecuencias que esas acciones acarrean. Hago énfasis en la palabra “Verdad” porque las personas están asentadas en la idea de que su opinión es la verdad. Y como lo he compartido antes, la opinión no tiene ningún efecto sobre la realidad, a no ser que esté basada en la Verdad. Así que, las personas se pueden lavar el cerebro, y escuchar a predicadores mentirosos todo lo que quieran; la Verdad es incambiable. La Palabra de Dios es suprema Verdad, y nunca se contradice a sí misma. Muchos predicadores selectivamente escogen y usan pasajes para enseñar lo que quieren, y finalmente decirles a las personas lo que quieren escuchar; no necesariamente compartiendo la Verdad de Dios.

 

Un problema grande doctrinal que se ha infiltrado en la iglesia universal de hoy es el concepto de la “seguridad eterna”, en el sentido que Dios no toma en cuenta lo que haces después de ser salvo; y que puedes seguir haciendo lo que quieras sin preocuparte de tus acciones, porque Dios te ama y perdonara todo. El problema con ese concepto es que a Dios si le importa lo que haces después de llegar a Cristo. Estamos eternamente seguros en Cristo, si seguimos fielmente a Dios, haciendo lo que le agrada. Pero si las personas escogen practicar el pecado (no solo cometer pecado: hacer algo sin intención, o algo que no se vuelva en costumbre o estilo de vida), entonces Dios sí tiene un gran problema con eso. Porque escrito esta (en el NUEVO TESTAMENTO):Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!Hebreos 10:26-31. También enseña (en el NUEVO TESTAMENTO): Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5:19-21.

 

Algunos dirán: Bueno, John, entonces estoy bien porque yo no practico esas cosas. Y eso es grandioso si es el caso. ¡Gloria a Dios! Pero aquí hay uno que atrapa a muchos, y de una manera muy sutil: el amor al dinero (idolatría). El dinero por sí mismo no es malo. Pero aquí está el problema:

Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1 Timoteo 6:9-10. Aquí está la prueba: ¿Cuántos dirían que solo necesitan un poco más para estar bien? Creo que, si son sinceros, muchos dirían que este es el caso. El problema con eso es la falta de contentamiento. El querer siempre “un poco más” es una señal. Hay algunos que dirán: Tengo deudas y por eso que necesito el dinero. Bueno, piensa como llegaste a ese punto. ¿Cuál fue la verdadera razón porque llegaste a eso? Algunos jóvenes se meten en deudas por la universidad, lo cual está perfectamente bien. Pero, ¿Cuál fue la meta para tener la carrera? ¿La meta final era para lograr algo que te permitiera tener mucho dinero? Si el idealismo o la pasión no era la motivación principal, entonces el amor al dinero fue lo que motivo el sacrificio. ¿Cómo sabes? ¿Estas realmente contento haciendo lo que haces; no solo contento por el dinero que ganas para comprar o hacer cosas que siempre quisiste hacer? ¿Quieres probar? Piensa, ¿pudieras hacer tu trabajo de gratis? ¿Podrías todavía estar contento hacer tu trabajo sin recibir pago? La idolatría tiene distintas caras.

 

La verdad es que todos daremos cuenta por lo que hacemos, especialmente los creyentes. Así que, la pregunta es: ¿Estás dispuesto a encontrarte con Dios ahora, volviéndote de lo que estés haciendo para que Él sane tu vida eternamente? O ¿Seguirás haciendo lo que haces para encontrarte con Dios en un futuro cercano ante un trono de juicio, aprendiendo por ti mismo, “a las malas”, que Dios si juzgara a Su pueblo? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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