Basado en Juan 21:15-25 (Versión Reina Valera 1960)
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; más cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme. Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero. Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.
Tomas Jefferson una vez dijo: ¿Quieres saber quién eres? No preguntes; ¡Actúa! La acción te delineará y te definirá. Hay incontables otras citas que tienen que ver con la acción. Creo que la razón porque hay tantas citas es porque podemos estar de acuerdo que la acción es el aspecto crucial más definitivo de cada ser humano. No hay nada más importante que lo que una persona termina haciendo. Esto es a lo mejor lo mas desanimante en la vida; que muchos no cumplen lo que dicen (cuando prometen cosas buenas, por supuesto). Eso es lo que hace tan difícil el poder confiar; porque muchos prometen y dicen muchas cosas, pero pocos cumplen.
La acción es necesaria en cada aspecto de la vida de una persona. Sin acción nada es realmente posible. Desde la concepción, en lo profundo del vientre de nuestra madre, la acción era requerida en nuestras vidas y dependíamos de las acciones de alguien. Por ejemplo, si nuestras madres no hubieran querido tenernos o cuidarnos, no hubiéramos nacido. Es un comentario obvio, pero no muchos niños nacen o son cuidado por los padres, hoy en día (así que, a lo mejor no es tan obvio). Hubo acciones involuntarias de nuestra parte con nuestro desarrollo. Nuestra columna se desarrolló y creció. Nuestros cerebros se desarrollaron y crecieron. Muchas cosas sucedieron como resultado del cuidado materno y de nuestro desarrollo como feto. Finalmente vino el día del nacimiento. Era algo que no tuvo mucha conversación; sino más bien, mucho dolor y fuerza. Y desde ese punto, seguimos dependientes del cuidado de nuestras madres, el cuidado familiar con la comida, la medicina cuando era necesario, etc.
Cuando llegamos a cierta edad, fuimos a la escuela y hubo estudios, el tomar pruebas; todo envolvió acciones. Después de la escuela, entro la acción del trabajo. Y cuando tienes un trabajo, el poder recibir un pago depende mucho de las acciones que desempeñamos. No nos pagan por no hacer nada. Hay mucho esfuerzo envuelto solo con llegar al trabajo, a veces trabajamos estando enfermo, aguantando a jefes difíciles, clientes difíciles, etc. Y por supuesto, hay una tremenda cantidad de acción cuando tienes: un trabajo o una carrera, pagando las cuentas; teniendo una familia, un conyugue, niños, familiares y amistades, etc. Y estas son las cosas comunes de la vida. ¿y qué sucede cuando una o algunas cosas salen mal? Cuando lo meditas, hay mucha acción en la vida, ¿no?
En nuestro pasaje de hoy, Cristo buscaba una acción en Pedro basada en su amor por Dios, y que no se preocupara en compararse a los demás. Jesús estaba ayudando a Pedro a darse cuenta que el amor hacia Él debe ser demostrado con hechos, y aún más claro, con obediencia. Jesús le dijo a Pedro que sí le amaba de verdad, él debía cuidar de los demás; así que, está la implicación de obediencia; donde es revelado el origen de la acción. El Señor mismo en Su carne obedeció al Padre. Ese era el propósito de Su misión en la tierra. Y como resultado, para aquellos que le “obedecen” a Dios, al creer y aceptarle como el Señor de sus vidas, hay salvación. Porque escrito esta: Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen. Hebreos 5:7-9. La Biblia explica aún más: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mateo 7:21. Así que, está claro que las palabras o frases especiales sobran. Lo que importa es que “hagamos” la voluntad del Padre. Tenemos que seguir y obedecer a Cristo si queremos llegar a alguna parte. Porque Maria (Su madre carnal) dijo: Haced todo lo que os dijere (John 2:5b), hablando de Jesús. Pablo nos enseña acerca de la obediencia y como debemos ocuparnos en nuestra salvación, porque dice: Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor. Filipenses 2:12.
Así que, si queremos hacer una diferencia aquí y en la eternidad, debe haber obediencia a Dios; a Su Palabra, donde está contenido todo Su consejo para nosotros. Jesús de nuevo reitero en una ocasión: Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Juan 17:4. Esto implica que Dios fue glorificado por Sus acciones como el Hijo de Dios. También fue escrito: En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Juan 15:8. Al final, Dios a través de Jesucristo no nos llamó para que seamos necesariamente cristianos (solo es un simple identificador que sacaron para demostrar a aquellos que siguen a Cristo). Dios nos llamó a ser discípulos; lo que significa ser un fiel y devoto seguidor de Jesús; viviendo nuestra fe en Él a través de cada aspecto de nuestra vida. Al hacerlo así, esto nos pondrá en un lugar donde estamos “haciendo” la voluntad del Padre.
Así que, ¿está tu amor por Dios produciendo acciones visibles y genuinas que le traen gloria a Dios? ¡Qué el Señor les bendiga! John