Basado en Génesis 47:1-12 (Versión Reina Valera 1960)
Vino José y lo hizo saber a Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán, y he aquí están en la tierra de Gosén. Y de los postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y los presentó delante de Faraón. Y Faraón dijo a sus hermanos: ¿Cuál es vuestro oficio? Y ellos respondieron a Faraón: Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros como nuestros padres. Dijeron además a Faraón: Para morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Canaán; por tanto, te rogamos ahora que permitas que habiten tus siervos en la tierra de Gosén. Entonces Faraón habló a José, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido a ti. La tierra de Egipto delante de ti está; en lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos; habiten en la tierra de Gosén; y si entiendes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos por mayorales del ganado mío. También José introdujo a Jacob su padre, y lo presentó delante de Faraón; y Jacob bendijo a Faraón. Y dijo Faraón a Jacob: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida? Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación. Y Jacob bendijo a Faraón, y salió de la presencia de Faraón. Así José hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés, como mandó Faraón. Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, con pan, según el número de los hijos.
John MacArthur dijo una vez: Tu eres la única Biblia que algunos incrédulos leerán, y tu vida está bajo el escrutinio diario; ¿Qué aprenden los demás de ti? Y ¿Ven una imagen precisa de tu Dios? No sé cuántos de Uds. recordaran la vida de Jose (el hijo de Jacob), él no siempre fue una vida de grandezas, felicidad, y prosperidad como leemos en el pasaje de hoy. Para aquellos que no conocen la vida de Jose: Él fue vendido por sus hermanos como esclavo cuando era muy joven (se cree que era un adolescente), porque le envidiaban. Y para poder esconder la maldad que hicieron, le dijeron a su padre Jacob que había sido muerto por un animal salvaje.
Y bueno, cuando una persona era esclava, especialmente en esos tiempos, no tenían ningún tipo de derecho. No existían los derechos humanos, o alguna organización del gobierno que velará por el bienestar de todas las personas. No tenían vacaciones, plan de retiro, seguro de salud, posesiones, etc. Inclusive, en esos tiempos, dependiendo de la nacionalidad o trasfondo, podían tener menos valor que un animal. Los esclavos eran golpeados, encarcelados, abusados, y hasta muertos, sin ningún tipo de represalia, porque eran de su propiedad. Un esclavo no tenía mucho valor; sino solamente un uso. Esa fue la realidad de Jose por muchos años, antes que Dios permitiera que fuese levantado para ser segundo en Egipto, después de Faraón, se cree que fue el hombre más poderoso del mundo durante esa época. Puedo creer que Jose nunca se imaginó que llegaría donde llego. No creo que se lo imagino mientras estaba con su padre y sus hermanos, antes que fuere vendido. No creo que se lo imagino mientras fue comprado como esclavo; ni mientras fue esclavo. Ni menos se lo imagino cuando fue encarcelado por un mal que no cometió. Ni siquiera creo que se lo imagino en el momento cuando le interpreto el sueño a Faraón, lo cual fue lo que Dios uso para poder darle la autoridad que finalmente obtuvo. El solo pudo ver las cosas claras mientras sucedían, pero no porque sabía cómo exactamente iban a suceder. Lo único que vio fue un sueño que tuvo donde vio que los manojos de sus hermanos se inclinaban al de él (Génesis 37).
En esta vida, es demasiado difícil saber lo que sucederá en el futuro con cada persona. Hay personas que piensan que siempre estarán bien, y que tendrán de todo, y algo pasa en el camino que les cambia el rumbo por completo. Hay personas que piensan que nunca saldrán de la desdicha, que nunca verán un mejor mañana. Esta vida está llena de sorpresas; buenas y malas sorpresas. Es impredecible. La persona que entiende algo de la realidad sabe que no hay nada seguro aquí, y que cualquier cosa le puede pasar a cualquiera, en cualquier momento.
Pero, si vamos aún más profundo. ¿Qué repercusión tendrán nuestras acciones? Sabemos que las cosas de gran escala ya están fijadas, hagamos lo que hagamos. Dios si ha establecido el correr del universo bajo un orden supremo o una estructura previamente dictada, y no hay nada que se pueda hacer con eso. Eso nadie lo puede cambiar, ni siquiera Satanás. Pero dentro de las piezas grandes e inconmovibles existe cierto nivel o dimensión que si deja muchas cosas movibles y ajustables. Y ahí es donde necesitamos llegar a entender ciertas cosas muy importantes, cómo lo pudo entender Jose.
Jose pudo llegar a donde llego, no solo porque Dios ya se lo estaba mostrando antes que sucediera, sino también porque mantuvo su curso y su disposición para con Dios para poder llegar a donde tenía que llegar. Lo que Jose logro no fue por accidente, sino fue el complemento de la obra de Dios con su determinación para poder permanecer fiel al Dios que él seguía. Jose no se rindió en su fe ni cuando fue vendido como esclavo, ni cuando fue acusado injustamente, ni cuando estuvo en la cárcel, ni menos cuando llego a ser grande. Se mantuvo fiel y firme en su fe hacia su Dios. Hizo lo correcto durante los tiempos buenos y malos. La gracia de Dios nunca lo dejo por eso mismo. Y porque se mantuvo fiel a Dios, pudo bendecir a su padre quien nunca lo dejo de amar, a una nación entera, e inclusive, a sus hermanos que solo le habían producido dolor. Y con eso, pudo formar parte del rompecabezas que Dios estaba armando mientras pasaba el tiempo. Las acciones de Jose siguen repercutiendo hasta hoy, y seguirán mientras permanezca la Palabra de Dios, para siempre.
Lo que tenemos que mantener en mente, es que nuestras acciones pueden tener repercusiones increíbles. Hay muchas veces que puede que nos preguntemos: ¿Qué hago aquí? ¿Cuál es mi propósito? Y lo cierto es que no importa donde estemos, si permanecemos fiel al Señor, haciendo como a Él le agrada, podemos tener un impacto increíble e incalculable, el cual no se puede imaginar. Todo depende de cómo actuemos, si decidimos ser sal y luz en el mundo, a pesar de nuestras circunstancias. Pero si te conviertes al mundo que te rodea, oscuro e insípido, pasarás al olvido y nadie tendrá memoria de ti, ni siquiera Dios. Mi pregunta es esta para ti: ¿Formas parte del propósito más grande de Dios al permanecer fiel a Él, aun en los tiempos malos? ¡Qué el Señor les bendiga! John