Basado en Génesis 2:8-25 (Versión Reina Valera 1960)

Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates. Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.

Kirk Cameron dijo una vez: La historia del mundo es la historia de las personas perdiendo su curso. Hoy leímos como fueron al comienzo las cosas. Dios había hecho al mundo y todo lo que en él había. Y dice la Palabra que había visto que era bueno. Y hacia el final de la creación, Dios hizo al hombre y a la mujer. Hasta ese momento, no había ningún problema. No existía ni la muerte, ni la guerra, ni las enfermedades. Adán y Eva literalmente tuvieron al paraíso en sus manos. ¿Qué fue lo que paso? Por lo que podemos ver y observar, todo lo creado, aún lo celestial, tiene la potestad de escoger. En la Biblia se nos explica hasta la caída de Lucero y la tercera parte de los ángeles (los cuales ahora son conocidos como Satanás y sus demonios), y como escogieron. Dios también hizo al hombre con la misma capacidad. Todo ser con la capacidad de razonar (lo que tiene alma), tiene la habilidad de escoger, porque Dios desea que la base de todo sea el amor. Y el amor es una elección. En el amor no existe la obligación, el deber, o la esclavitud. Dios desea que todo ser escoja lo que quiera ser o hacer, porque es un Dios de libre albedrio. De otra manera, el amor no puede funcionar.  

Entonces, ¿qué fue lo que paso con Adán y Eva? Antes que apareciera Satanás en la escena, podemos deducir que algo ya estuvo ocurriendo en el corazón del hombre (por sus frutos los conoceréis), y tristemente, es algo que sigue produciéndose aún hoy; y a lo mejor, más que nunca. El hombre perdió la facultad de agradecer y valorar lo que Dios había hecho por él. No se ve un contacto o comunicación con Dios, y eso que Dios los había creado, y que no conocían nada más. Se envolvieron en sus tareas y en ellos mismos. En vez de acercarse más a Dios para aprender quien era Él, y como había hecho las cosas; hubo un apartarse, y un enfocarse en otras cosas.

Hoy pasa lo mismo. La mayoría de las personas se olvidan de Dios. No agradecen lo que Él ha hecho, y lo que sigue haciendo día a día. En vez de buscar al Creador al ver la creación, se enfocan en la creación y en sí mismo para poder comprobar como no existe Dios. Prefieren creer en un accidente antes de ver que existe un Dios que les ama; Él cual ha hecho todas las cosas. Y no solo eso, entrego hasta lo más preciado para que fuésemos salvos; a Jesucristo, el Unigénito Hijo de Dios. Hay seres que convierten su raciocinio en algo más bajo que los animales; porque hasta los animales que no tienen alma saben agradecerle al que les da de comer.   

Y el problema que sucede es que nada puede trabajar sin Dios. Es simplemente una mecánica del universo. Dios es la clave para todo en la vida. Sin Dios, nada puede ser bueno, nada puede durar, y nada se puede conseguir en la eternidad. Si recordamos la historia de la caída del hombre, vemos que Adán y Eva estaban separados en el momento que Satanás tentó a Eva. Y cuando leemos lo que paso, vemos que Dios no era una prioridad en la vida de ninguno de los dos. Prefirieron creerle a un animal que no les había dado nada antes de recordar las palabras del Omnipotente que les había dado todo, hasta el aliento de vida. Nunca ni siquiera paso por la mente de ellos que no podían defraudar a Dios. No se relata ningún sentimiento hacia Dios. Todo lo contrario. Fueron tentados con la idea de ser como Dios. ¡Lo envidiaban!

¿Cómo podemos evitar tal caída y enfriamiento en nuestra vida? El amor a Dios es todo. Es lo primordial. Porque escrito esta: Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Mateo 22:37-40. No puedes perder el foco de que Dios tiene que ser primero. Al no poner a Dios en primer lugar, conviertes las bendiciones y bondades de Dios en maldición para tu propia vida, como lo hicieron Adán y Eva, al enfocarse más en el paraíso y en sí mismo, en vez de buscar del Creador. Tener una familia es bueno. Tener una carrera y un trabajo es bueno. El poder tener posesiones y dinero es bueno también. Pero no se puede amar más a esas cosas que al que te las dio: a Dios. No te puedes olvidar que todo lo que tienes y eres es por Él. El Señor también enseño esto: El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. Mateo 10:37-38. Pablo también dijo: Yo, Pablo, os escribo esta salutación de mi propia mano. El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene. 1 Corintios 16:21-22.

Sino mantienes a Dios primero, traerás la destrucción y la maldición a tu vida y a todo lo que Dios te ha dado. ¿Estas manteniendo a Dios en primer lugar en tu vida? ¿Amándole, y buscándole diariamente? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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