Basado en Romanos 5:12-21 (Versión Reina Valera 1960)

Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; más cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.

¿Qué es la fuerza más destructiva de este mundo? ¿Serán las enfermedades, donde cientos o hasta miles de personas han muerto en un corto lapso, afectando a ciudades y países enteros? ¿Será el hambre en el mundo donde cientos y hasta miles de personas esperan la muerte, sentados en la tierra, abrazados de sus seres queridos, mirando como lentamente se va desvaneciendo la vida de una persona? ¿Será la guerra, donde se podría emplear armas nucleares, con la capacidad de estallar y quemar a miles de vidas en cosa de segundos (como lo que desea Corea del Norte hacer con los Estados Unidos, probando regularmente el alcance de sus misiles)? Todas estas cosas son horribles y devastadoras, pero, hay algo mas destructivo y horrendo que estas cosas: el pecado.

Lo increíble es que el pecado esta relacionado a todas las cosas mencionadas antes, como la guerra, las enfermedades, y el hambre. Las fuerzas destructivas que existen en este planeta son producto del pecado. El pecado es lo que hace posible estas cosas que son muy horribles, con la capacidad de terminar la vida de muchos seres humanos. Pero lo que hace más horrible el pecado con resultados más devastadores es que no solamente tiene el poder de terminar con la vida humana y carnal, pero aun peor, termina con la eternidad de una persona. Si una persona muere en su pecado, pierde tanto la vida física como la vida eterna. Esto es lo que hace tan serio el pecado, que no se debiera tomar tan a la ligera, o pretender que es solo una fábula, un mito, o que no existe. Eso es lo que el diablo desea que tu creas. ¿Por qué será esa su meta?

Bueno, hay algo fundamental que hay que entender para poder llegar a comprender cosas un poco más complejas, o más bien, poder descubrir aquellas cosas escondidas y encubiertas. Alguien una vez dijo: Cuando entiendes la naturaleza de algo, entonces puedes entender de lo que es capaz. Desde el principio del hombre, el diablo quiso la destrucción del hombre. Por eso le tentó, y desgraciadamente, lo hizo caer, y con eso, nos afectó a todos nosotros. La Biblia nos enseña esto acerca del diablo: …Él (el diablo) ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Juan 8:44b. No era la voluntad de Dios que el hombre cayera. El enemigo (nuestro enemigo) se interpuso cuando el hombre, Adán y Eva se alejaron de la presencia de Dios. Esto lo que muchos tienen que entender todavía: Dios no fuerza a nadie; todo es libre albedrio, aún ahora en la dispensación de la Gracia de Dios. Y aunque Dios sabe todas las cosas, Él permite que cada ser humano elija su camino; para bien o para mal. Por algo existe un juicio.

Pero, como explica el Apóstol Pablo, para poder deshacer la mala obra del hombre, tuvo que interceder Dios. Y la única manera que tal mala obra se podría deshacer no podía ser solo a través de un hombre, sino a través de Dios mismo: Jesús, el Unigénito Hijo de Dios. Tenia que ser Alguien mas poderoso que la muerte misma para poder deshacer la obra de Satanás y la caída del hombre. Y para poder deshacer esta obra maléfica, tenía que vencer Dios a través del mismo producto que produjo el mal: a través de la carne. Al Señor poder vencer toda tentación del diablo, tomando todo nuestro pecado sobre si, muriendo y enterrando ese pecado, y triunfando sobre la muerte al tercer día, es que nosotros podemos también tener la esperanza que seremos liberados de la paga del pecado, y escapar del horror del infierno. ¡Era realmente una obra imposible que Dios solo pudo cumplir! Porque para Dios, nada es imposible.

Pero, para poder tomarle el peso de lo que se hizo, se tiene que entender el horror del pecado; el poder de la muerte; y lo que significa el infierno. El infierno es un lugar real, que esta reservado para aquellos que rehúsan entrar en obediencia ante Dios. La Biblia describe el infierno como un lugar de constante y eterno sufrimiento y tormento. Y lo peor del infierno es que es un lugar donde esta ausente la presencia de Dios. Sin Dios, no puede haber paz, gozo, y todas las demás cosas que son parte de Dios. Cada persona que rehúsa creer, pertenecerle, y obedecerle a Dios a través de Jesucristo, desgraciadamente se esta destinando por si mismo a ese lugar. Dios quiere evitarle ese castigo a cada ser humano. Porque escrito esta: Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. 1 Timoteo 2:1-6. ¡La gracia de Dios se extiende a cada persona!

Así que, ¿entiendes quién es Dios y la maravillosa gracia que Él te ofrece a través de la maravillosa persona de Jesús? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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