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Basado en Juan 6:16-26 (Versión Reina Valera 1960)

Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar, y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos. Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba. Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo. Mas él les dijo: Yo soy; no temáis. Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban. El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos. Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor. Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús. Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.

¿A qué realmente vino el Señor a la tierra? A través de los Evangelios vemos que el Señor hizo muchas cosas. El sanó a los enfermos, liberó a los endemoniados, hizo prodigios y señales, alimento a miles de personas, enseño muchas cosas, y hasta resucitó a algunas personas. Juan también nos explica que se escribió solo alguna de las cosas que hizo el Señor, como explica en el siguiente pasaje: Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén. Juan 21:25. Así que, solo sabemos lo necesario nada más a través de las Escrituras.

Aunque todas esas cosas son buenas, y parte de la manifestación del Mesías, lo principal para que vino el Señor a este mundo es para tomar nuestra forma carnal, derramar Su sangre y morir en la cruz, y ser resucitado de entre los muertos. ¿Por qué? Porque esta era la única manera que nosotros podíamos tener la salvación de la cual nos enseñó, el poder nacer de nuevo en el Espíritu. Y en conjunto con eso, era la única manera en que Dios mismo puede venir a morar dentro de nuestro ser por medio de la fe en Jesús. De otra manera, Dios no puede convertirnos en Sus templos, los que no son hechos con manos humanas.

¿Por qué es tan importante que Dios venga a morar dentro de nuestro ser? Uno de los problemas que tuvieron los discípulos, y todos aquellos que fueron antes de la resurrección del Señor, es que Dios no podía habitar dentro de sus vidas, porque no existía el perdón de pecados. Los sacrificios y el seguir la fe en el Señor solo permitía el cubrir los pecados. Y el Espíritu de Dios solo podía estar sobre, o con una persona, pero no dentro. En este mismo pasaje vemos que los discípulos pasaban tiempo separados del Señor, aunque le estaban siguiendo. En este pasaje no vemos el detalle de que el Señor mismo les dijo que se adelantaran e ir sin El. Tanto Mateo 14:22 y Marcos 6:45 nos da parte del recuento de que el Señor si les mando que fuesen sin El. Así que, no partieron sin El porque querían.

El asunto es que hay una gran diferencia entre Dios estar con uno y alrededor de uno, a que este dentro de nuestro ser. El Señor solo puede venir a morar dentro de nosotros cuando nos damos, o nos rendimos totalmente a El. Así es que le llegamos a pertenecer, y no de otra manera. Y por virtud de que El mora dentro de nosotros, Su Espíritu Santo puede obrar dentro de nuestra intimidad, en los lugares mas profundos dentro de nosotros, los cuales que ni siquiera nosotros mismo estamos muy atentos a ellos. Entonces, cuando le invitas a estar dentro de ti por fe, no tienes que preocuparte si lo llevaste a alguna parte, si lo tuviste que dejar en algún lado porque El esta haciendo otras cosas, etc. El estará dentro de ti adonde quiera que vayas. Porque escrito esta: …El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. Juan 14:23b.

Ahora, ¿que tratan de hacer las personas con el Señor? Increíblemente, muchos no buscan tener al Señor dentro de si, y por muchas razones. Por lo que vemos en este pasaje, hay personas que sencillamente buscan del Señor para recibir cosas, para lograr lo que quieren, y cumplir sus deseos. No desean una relación personal con El, o aún menos, un compromiso. La gran mayoría buscan resolver sus problemas, tanto como ayuda económica, por sanidad, por muchas distintas cosas, casi todas las razones son por cosas temporales. No es que estas cosas sean malas y que no debamos pedir por ellas, pero no puede ser la razón principal por lo cual se busca al Señor, o aun peor, que estas cosas sean la única razón por lo cual se le busca.

Hay algo que todos conocemos que aplica con este concepto, y este es: la regla dorada. La regla dorada fue dicha por el Señor, y esta es: Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Lucas 6:31. Esta regla también aplica a Dios, y se puede decir de esta manera: Y como queréis que haga Dios con vosotros, así también haced vosotros con Dios. Por ejemplo, ¿a ti te gustaría que tus seres queridos solo te busquen porque quieren algo de ti? ¿Te gustaría que te traten de manipular para conseguir otras cosas de ti? ¿Te gustaría que estuvieran contigo solo porque les das en el gusto? ¿Te gustaría que te fingieran amor para utilizarte? Creo que todos queremos ser amados genuinamente, y que los que están nosotros estén porque desean estar con nosotros, a pesar de las circunstancias. Entonces, si nosotros deseamos real amor y lealtad, ¿no creen que Dios merece lo mismo, especialmente considerando todo lo que El ha hecho, y hace, y promete hacer por nosotros en el futuro?  

Entonces, la gran pregunta es: ¿Qué es lo que estas tratando de hacer con el Señor? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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