Basado en Juan 8:31-47 (Versión Reina Valera 1960)
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre. Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais. Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
¿Qué es lo que hace la verdad, una verdad? En la sociedad de hoy, se enseña que la verdad es relativa, o sea, que lo que es verdad para una persona no necesariamente puede ser verdad para otra persona; que la verdad esta basada desde un punto de vista. Esta idea claramente no es nada nuevo. Todos los grandes filósofos de la antigüedad creían algo parecido, los cuales proponían ciertas teorías sobre la verdad; porque ellos también no creían en una verdad absoluta.
También existe la idea de que todas las religiones llevan al mismo Dios, y hay muchas personas que creen esto. Por ejemplo, hay muchos que dirán que Ala, Jehová, y Buda son la misma deidad, y que distintas personas han sencillamente usado diferentes nombres para El. Pero la idea es que, si seguimos a cualquiera de ellos fielmente, se llegara al mismo sitio porque total, es la misma persona.
Ahora, también se ha creado un relativismo religioso, o sea, personas que han juntado el asunto de como se define la verdad (como lo vimos hace un momento) con la idea de que todas las religiones llevan al mismo lugar. Por ejemplo, si eres una persona que crees en un dios, y eso te cae bien, entonces síguelo. Y si eres una persona que crees en muchos dioses, y eso te place, entonces también, sigue haciéndolo. En rendidas cuentas, si una persona se siente bien con lo que cree, entonces esa es su preferencia, y está bien, porque la realidad está definida por las creencias de una persona. Y bueno, hay muchas otras ideas para todos tipos de persona.
El asunto es que, si en realidad se define la verdad como verdad, entonces solo puede haber una sola verdad. Es igual como la idea de la perfección, que no puede haber muchas versiones de la misma perfección. El grave problema con las ideas que se mencionaron antes es que nuestra opinión no define la realidad. La realidad no es relativa porque la realidad es algo que no depende de nosotros. Por ejemplo, si yo decido creer que la gravedad no existe en este planeta, no quiere decir que la gravedad deja de existir. Entonces, si yo me lanzo de un avión, sin ningún tipo de paracaídas, puede que por el momento de mi descenso luzca como si estuviere volando. Pero, la realidad es que estoy cayendo a ración de aproximadamente 122 mi/h (195 km/h), y por mucho que yo piense que la gravedad no existe, me voy a dar cuenta bien rápido que si existe, cuando azote el piso a esa velocidad mi cuerpo. Y si ese momento sucediere, también podre confirmar rápido que Dios es real. Entonces, si la verdad es verdad, y es algo que esta mas allá de nosotros, que no depende de nosotros, sino de algo más grande, la lógica dictaría que nuestra opinión no puede definir la realidad. Hay que buscar algo o alguien que va más allá de nosotros.
Ahora bien, el Señor dijo que El era la Verdad, y que El nos hará libres. Sé que es algo ultra definido, lo cual a mucha gente no le gusta, o a lo menos, le cuesta creer, pero se debiera considerar la fuente. Una persona lógica debiera por lo menos pesar todo lo que el Señor hizo; sano enfermedades incurables, hizo milagros que nunca antes se habían visto, levanto hasta los muertos, etc., etc. Y como muestra de Su amor, murió por todos nosotros, para que pudiéramos tener vida eterna. Pero no solamente murió, sino también, fue resucitado de entre los muertos, porque Su tumba esta vacía. Hay hechos históricos irrefutables que hablan de esta verdad, o realidad. Nadie ha podido hacer las cosas que hizo el Señor aquí en la tierra.
El otro punto que debemos tener en mente es que, la realidad del Señor transciende los tiempos, o sea, que sigue siendo hoy una realidad. Y la manera que sigue siendo una realidad en nosotros (no porque nosotros lo definimos) es cuando se trata de seguir el camino que El trazo a través de Su Palabra. Si en realidad un grupo de personas tienen al Señor en sus vidas, y ese grupo de persona trata de seguir fielmente lo que El enseñó, habrá una unidad que traspasa las razas, los lenguajes, las distancias, y toda otra cosa que pueda existir. La Palabra nos enseña esto: ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? Amos 3:3. El Señor también dijo esto: Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:20-21. Entonces, si seguimos al mismo Señor, y tratamos de hacer las cosas que El enseño, habrá una unidad inalterable, porque existirá una afinidad entre nosotros basada en el Espíritu y la Palabra de Dios.
Jesús y Su Palabra son la Verdad. Entonces, ¿has conocido la Verdad de Dios que te hace libre y crea una afinidad inquebrantable con El y con los que le siguen fielmente? ¡Qué el Señor les bendiga! John