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Basado en Juan 10:1-6 (Versión Reina Valera 1960)

De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.

Hoy en día, hay probablemente muchas más voces (por decir) que antes, en el sentido que hay todos tipos de medios que nos están bombardeando a cada momento. Hoy, gracias a la tecnología, tenemos material impreso como los libros, los periódicos, etc. Tenemos la radio donde se transmite la música, comentarios, opiniones, etc. Tenemos la televisión que no solamente hace lo que la radio hace, pero también, nos muestra visualmente sus distintos mensajes. Y claro, ahora tenemos el internet con millones de sitios web. De acuerdo a una encuesta de Netcraft hecha en enero del 2018, se estima que hay más de 1.8 billones de sitios web en el internet. Y a través del internet, uno tiene todo lo que el mundo impreso, la radio, y la televisión combinado pueden ofrecer, y aún más, a la punta de sus dedos. ¡Bienvenido al mundo de los medios y las comunicaciones! Y todos estos medios te están constantemente diciendo que debes hacer, como debes vivir la vida, un sinfín de consejos, opiniones, etc. La mayoría de los medios te tratan de controlar hasta lo que crees, lo que piensas, cual debiera ser tu preferencia sexual, por quien debes votar, lo que es una familia, etc., etc. ¡Hay mucha información que nos trata de penetrar por donde sea posible! Con tanta información, tanto como lo que se recibe personalmente o a través de los distintos medios, ¿Cómo poder descifrar lo que es verdad o no, lo que sirve o no sirve, y a lo que debo prestarle atención e ignorar?

Para poder enfocarnos un poco más, hay que asignarle el valor apropiado a lo que se debe buscar, lo que nos ayude a llegar y crecer en la Verdad de Dios. Hay muchas cosas que pueden que sean buenas e importantes, pero nada puede darte la vida eterna y la sabiduría para poder vivir esa vida que no tiene fin como la Verdad de Dios. La Verdad de Dios es lo único que nos ayuda a llegar a las cosas que en realidad llenan, que cambian nuestra vida, y que nos enseña a como tratar a nuestros semejantes. Pero de nuevo, con todo lo que existe, con todas las distintas fuentes de información, ¿Cómo uno sabe lo que realmente proviene de Dios? ¿Cómo uno puede saber si lo que está leyendo, o escuchando, o viendo es parte de la Verdad de Dios?

Ahora bien, ¿Dónde esta la Verdad de Dios? La Verdad de Dios se encuentra en la Santa Biblia, lo cual es la inerrante e infalible Palabra de Dios. Necesitamos tener un tiempo a solas con Su Palabra para poder leerla, meditarla, estudiarla, y dejar que el Señor nos hable a través de ella. Nosotros tenemos que cultivar nuestra propia relación directa con el Señor para poder entenderle y escucharle claramente. Cuando escuchamos, o leemos, o vemos a algo o alguien, uno tiene que verlo con cuidado, si es que concuerda con la Palabra de Dios o no. Las Escrituras nos da un ejemplo de como hacer las cosas, donde dice: Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Hechos 17:11. A pesar de que eran los mismos Apóstoles que le estaban ministrando, y con señales, milagros, y prodigios, hechas a través de la obra del Espíritu Santo, tuvieron el celo para poder discernir si lo que se les enseñaba estaba bien o no, si concordaba con las Escrituras o no. Es por eso que todo lo que yo mismo comparto siempre lo trato de hacer inspirado y basado en las Escrituras, y no usando las Escrituras para poder apoyar lo que yo quiero decir (como ejemplo). Todo se tiene que ver con mucho cuidado, porque hay de todo. No todo lo que se dice ser bueno, es bueno.

Lo otro lo que hay que tener en mente es que el enemigo de nuestra alma de disfraza con cosas que lucen ser bonitas, y agradables, y atrayentes, y hasta buenas. Satanás nunca se va acercar con su real apariencia, para tratar de tentarte a seguir algo falso. Todo lo que él usa para engañar suena como la verdad, parece verdad. Esto es lo que la Biblia dice al respecto: Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. 2 Corintios 11:14-15.

Tenemos que tener mucho cuidado a quien escuchamos. Desgraciadamente, hay mucha maldad, muchas personas que solo buscan aprovecharse de los demás, buscan su propia conveniencia o interés. Pero el Señor nos advirtió de los problemas que sucederían, y nos dio clave para poder cuidarnos de los tales, porque escrito esta: Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:15-23. Entonces, hay que sencillamente ver su conducta, su estilo de vida, por lo menos, cuando sea posible.  

Hay que tener mucho cuidado con la falta de conocimiento, porque también escrito esta: Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Oseas 4:6. La Palabra de Dios está al alcance de cada uno de nosotros. Pero si la desechamos, la consecuencia natural es que estaremos desechando lo único que nos puede guiar a todo lo que es bueno.

Entonces, ¿estás buscando del conocimiento y siguiendo fielmente al que murió por ti (a Jesús) para que pudieras tener vida, y tenerla en abundancia? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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