Basado en Mateo 23:27-39 (Versión Reina Valera 1960)
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Creo que una de las cosas que muchos usan para no creer en Dios es cuando se atreven a juzgar a Dios, y le acusan de ser un Dios injusto, o un Dios que no tiene ningún control sobre este mundo y sobre la maldad que hacen las personas. Muy comúnmente he escuchado esto: Si Dios es tan bueno, tan poderoso, y justo, ¿Por qué El permite que el mundo sea tan malo como es? Muchos han sido los que se han atrevido a decir esto, o en lo más mínimo, a pensar esto. Y bueno, se han sentido con el derecho de acusar, juzgar, y hasta sentenciar nada menos que al Dios del universo. Y claro, dentro de sí, la sentencia que le han dado a Dios es la muerte; lo han matado dentro de sí como escarnio hacia El por lo que El es, y porque El no ha hecho según lo que a ellos les parece. ¿Por qué un Dios justo permite la injustica?
Muchas veces, convertimos lo elemental en algo inalcanzable, y así no vemos las respuestas. Así que, la respuesta es muy sencilla. Dios permite que suceda la injusticia en este mundo por una razón muy sencilla: Juicio. Y como vinculo irrefutable con el juicio, existe tal cosa como la responsabilidad; algo que Satanás está tratando de borrar. Nadie quiere sentirse responsable por nada. Si hicieron algo malo, no era culpa de ellos, sino que, las circunstancias lo llevaron a hacerlo, o era inevitable, o alguien más los hizo hacer el mal, etc. La psicología es el arma principal que se usa para quitarle la responsabilidad a una persona. Por ejemplo, si una persona mata a otra persona, fue por razones que superaron al individuo, y así viene la excusa. Pasa lo mismo con tantas otras cosas, como cuando escucho que: el sistema le fallo a esa persona, así que, es un producto del sistema. El asunto es que cada uno de nosotros somos responsables ante Dios por lo que hacemos, y Dios tiene que permitir que las personas hagan el mal para poder llevar acabo el juicio que viene. Porque, ¿cómo se le puede enjuiciar a alguien si no ha cometido pecado? Sería injusto, ¿No? Entonces, cada uno de nosotros tenemos tal cosa como libre albedrio, y el juicio que enfrentaremos todos tiene que ver con lo que hicimos con ese libre albedrio, para bien o para mal, y principalmente, si escogimos creer y hacer lo que El nos manda.
La Biblia nos explica que toda persona que no ha escogido al Señor tendrá que comparecer delante del trono de Dios, como está escrito: Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 20:11-15. Así que, para el incrédulo, el asunto es muy sencillo, si no quiso creer y aceptar a Jesús como el Señor de su vida, se ha trasado por su propia voluntad el camino hacia la muerte eterna. No es lo que Dios quiere hacer, pero El no va a forzar a nadie. Si una persona no quiere estar con Dios, ¿Cómo Dios la va a forzar a estar con El por toda una eternidad?
Ahora bien, el asunto para el cristiano también es muy sencillo, pero se ha confundido mucho porque Satanás se ha infiltrado en la iglesia con el fin de borrar el asunto del juicio y de la responsabilidad. Cuando venimos a Cristo, y nacemos de nuevo en Cristo, se nos da un nuevo comienzo, somos redimidos. Ahí viene el perdón de pecados y la redención. Pero ¿qué hacemos con ese nuevo comienzo, con ese perdón de pecados y la redención? Y aquí identificamos lo que está mal. Se enseña mucho que ya no hay nada mas de que preocuparse, que ya no tienes más que hacer, o que hagas lo que hagas, tienes el perdón pasado, presente, y futuro de todos tus pecados. Y el asunto es un sí y un no. Sí, tenemos perdón, pero no hemos recibido una licencia para practicar el pecado, como también, la fe sin obras está muerta. La Biblia es muy clara en que el pueblo de Dios también será juzgado y dará cuentas por lo que hacen bien y mal, como está escrito: Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. 2 Corintios 5:9-10. También enseña esto: Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! Hebreos 10:26-31. Y finalmente: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:21-23.
Cada persona es responsable por sus acciones. Así que, ¿Qué estás haciendo con tu libre albedrio? ¡Qué el Señor les bendiga! John