Basado en 2 Reyes 1 (Versión Reina Valera 1960)
Después de la muerte de Acab, se rebeló Moab contra Israel. Y Ocozías cayó por la ventana de una sala de la casa que tenía en Samaria; y estando enfermo, envió mensajeros, y les dijo: Id y consultad a Baal-zebub dios de Ecrón, si he de sanar de esta mi enfermedad. Entonces el ángel de Jehová habló a Elías tisbita, diciendo: Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria, y diles: ¿No hay Dios en Israel, que vais a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón? Por tanto, así ha dicho Jehová: Del lecho en que estás no te levantarás, sino que ciertamente morirás. Y Elías se fue. Cuando los mensajeros se volvieron al rey, él les dijo: ¿Por qué os habéis vuelto? Ellos le respondieron: Encontramos a un varón que nos dijo: Id, y volveos al rey que os envió, y decidle: Así ha dicho Jehová: ¿No hay Dios en Israel, que tú envías a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón? Por tanto, del lecho en que estás no te levantarás; de cierto morirás. Entonces él les dijo: ¿Cómo era aquel varón que encontrasteis, y os dijo tales palabras? Y ellos le respondieron: Un varón que tenía vestido de pelo, y ceñía sus lomos con un cinturón de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tisbita. Luego envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a donde él estaba; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y el capitán le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas. Y Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta. Volvió el rey a enviar a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y le habló y dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho así: Desciende pronto. Y le respondió Elías y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta. Volvió a enviar al tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta; y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, se puso de rodillas delante de Elías y le rogó, diciendo: Varón de Dios, te ruego que sea de valor delante de tus ojos mi vida, y la vida de estos tus cincuenta siervos. He aquí ha descendido fuego del cielo, y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; sea estimada ahora mi vida delante de tus ojos. Entonces el ángel de Jehová dijo a Elías: Desciende con él; no tengas miedo de él. Y él se levantó, y descendió con él al rey. Y le dijo: Así ha dicho Jehová: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón, ¿no hay Dios en Israel para consultar en su palabra? No te levantarás, por tanto, del lecho en que estás, sino que de cierto morirás. Y murió conforme a la palabra de Jehová, que había hablado Elías. Reinó en su lugar Joram, en el segundo año de Joram hijo de Josafat, rey de Judá; porque Ocozías no tenía hijo. Los demás hechos de Ocozías, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
El problema que leímos con Ocozias existe y está muy latente hoy en el llamado pueblo de Dios, posiblemente ahora más que nunca. Y ese problema es: el buscar ayuda en otras cosas en vez que en el Señor. Y el problema ronda en el asunto, de que si realmente se cree en el Señor o no. Aunque muchos digan que creen en el Señor, ¿realmente lo hacen? Para comenzar, ¿se han dedicado a conocer al Dios de la Biblia? Y, ¿han podido entender que para que funcionen las cosas como deben funcionar, El tiene que ser el Señor de su vida, no solo un título? Estos son los problemas que revelan casos como el de Ocozias: que no se cree en el Señor como lo que El es, y aún mucho menos, no es el Señor de las vidas. Muchos caminan por la vida como si Dios no existiera, y por eso es que el Nombre de Dios es blasfemado. El mundo, el que desconoce al Señor no puede llegar a creer, y hasta blasfema gracias a aquellos que se llaman ser pueblo de Dios. Por estas razones es que cuando se le habla de Dios, creen que se le está hablando de un Ser como de fabulas, como Santa Claus.
¿Cómo es que podemos detectar este asunto en nuestras propias vidas? Hazte estas preguntas: ¿A quién es que recurres para la dirección de tu vida? Y ¿A quién vas primero cuando una situación sucede? Veamos a un más el asunto. Aunque digas que crees en el Señor, si no es a El y a Su Palabra a lo primero que recurres para poder hacer lo que necesitas hacer con tu vida, ahí hay un problema grave. Y bueno, si cuando surgen las circunstancias difíciles en tu vida, vas primero a lo humano y a lo terrenal, ahí también está el problema. Y estas son las razones porque el gran poder de Dios no se manifiesta, no porque Dios ha cambiado (porque El no cambia), sino porque hay un problema severo. Entonces, ¿cómo puede Dios manifestarse en la vida de una persona si ni siquiera le busca, ni sigue lo que El enseña? Puede decir mucho que cree en Dios, pero si no le busca, ni hace lo que El manda, ¿Qué es lo que realmente cree? El grave problema es que la gran mayoría de las personas que están en el pueblo de Dios hacen según lo que les parece. Como dice la Palabra: En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía. Si lo lleváramos a como están las cosas hoy, sería algo por el estilo: en estos días el pueblo vive como si no hubiera Dios, y cada uno hace lo que bien le parece. Y bueno, en conjunto con el problema de que no se busca la dirección del Señor, menos se recurre a El cuándo hay necesidades, porque cada uno busca arreglar el asunto como le parece.
Esto es lo que nos enseña la Palabra: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33. La gran mayoría de las veces, el mundo y las cosas del mundo se convierten en el dios de los supuestos creyentes. Baal-zebub tiene distintas caras y apariencias hoy en día, pero es el mismo. Definamos a Baal-zebub realmente: es todo lo que no es del Señor, o es del diablo, o está siendo utilizado por el diablo (porque hasta las bendiciones de Dios las convertimos en utensilios del enemigo si toman el lugar de Dios). Entonces, para arreglar los problemas, la mayoría recurren al dinero, o a la familia, o a las amistades, o a la iglesia, o al intelecto humano, etc. Hay a veces que Baal-zebub se presenta como temor, y es eso lo que dirige a una vida. Y la Palabra dice esto: En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 1 Juan 4:18. Nuestra fe solo debe estar en el Señor, como está escrito: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6. Debemos siempre primero buscar del Señor para guiar nuestras vidas, y para arreglar nuestros asuntos. Cuando hacemos estas cosas, entonces si estamos demostrando que hay un Dios en nuestras vidas y ahí es que Dios si quiere obrar y hacer cosas increíbles. Dios puede usar hasta las cosas difíciles para demostrar que El sí existe, y para que otros crean en El, como lo hizo con el Apóstol Pablo. A pesar de que fue el apóstol con la vida humana más difícil, es el que Dios ha usado para inspirar la fe más grande en el mundo entero. Muchos a través de los siglos, y hoy, creemos en el Señor en parte por el testimonio y arduo trabajo de este gran hombre de Dios. Y claro, vemos a el mismo Elías, que hizo caer fuego del cielo porque él sí creía y tenía a Dios en su vida.
Así que, ¿Hay Dios en tu vida? Y si por si acaso no estás seguro, arregla el problema hoy. ¡Decídete por El! ¡Qué el Señor les bendiga! John