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Basado en Marcos 6:14-28 (Versión Reina Valera 1960)

Oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas. Al oír esto Herodes, dijo: Este es Juan, el que yo decapité, que ha resucitado de los muertos. Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. Pero Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía; porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana. Pero venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos y a los principales de Galilea, entrando la hija de Herodías, danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré. Y le juró: Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino. Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista. Entonces ella entró prontamente al rey, y pidió diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla. Y en seguida el rey, enviando a uno de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan. El guarda fue, le decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre.

Cuando una persona no tiene a Dios en primer lugar en su vida, grandes y fatales errores se cometen. Y desgraciadamente, este es un problema muy común. El asunto de que Dios tiene que ser primero no es un capricho de Dios. Si entendemos como las cosas fueron hechas realmente, y como realmente funcionan en el universo, podremos entender que no es un capricho o algo así. El asunto es que todo fue creado y hecho de una manera, y cada cosa funciona como está establecida. Por eso que la Verdad no es relativa, o dependiente de la perspectiva de una persona. El universo es un lugar mucho más grande que nosotros, y el universo no se acomoda a lo que nosotros pensamos. Y claro, el argumento que siempre haré (con la gracia de Dios) mientras yo viva, es que el Unico que sabe cómo funcionan las cosas, y al que tenemos que prestarle atención, es a Dios, y Su instrucción solo la encontraremos dentro de la Santa Biblia, la Palabra de Dios. Y es por eso que El tiene que ser el primero, si en realidad deseamos lo mejor aquí, pero principalmente, en la eternidad. Y una persona sensata y lógica entiende esto; ni siquiera es cosa de sentimientos, aunque tenemos motivos sobre contundentes, si entendemos el amor de Dios, y lo que El ha hecho por nosotros.

Así que, el consejo de Dios, lo que está escrito, nos explica lo que tiene que suceder para que trabajen las cosas para bien en nuestras vidas. La Biblia nos enseña esto: No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. Éxodo 20:3-6. El mandamiento fue dado para nuestro bien, para que evitemos los desastres que vienen como resultado de la desobediencia. Y claro, Dios lo explica con razones de amor y consecuencias porque es el Padre Celestial y Dios Todopoderoso. Dios tiene que usar el concepto de mandamiento para que se entienda que es apremiante, esencial, y crucial; que no es algo que se puede pasar por alto, porque de nuevo, hacer lo contrario sería desastroso; no para Dios, sino para el hombre. Entonces, no podemos poner nada ni como prioridad antes que Dios, ni nada más que estorbe nuestra relación directa con El.

Ahora bien, ¿Qué más podemos entender de porqué es tan crítico poner a Dios en primer lugar? El asunto es que tanto como existe Dios, también existe Satanás, y Satanás no descansa en su trabajo de desviarnos. Si no entendemos eso, entonces fracasaremos grandemente y ni siquiera nos daremos cuenta cuando estemos totalmente fuera del camino del Señor, en camino de muerte. La Biblia nos cuenta esto: Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Genesis 3:1-5. Satanás continuamente trata de desviarnos, a cada momento, y a través de distintas cosas, cosas muy sutiles, que hasta lucen como buenas. Por eso que hay que tener tanto cuidado. Si Adán y Eva hubieran tenido a Dios en primer lugar, no le hubieran hecho caso a Satanás, y no estaríamos donde estamos todos hoy. Pero no seamos tan duros con ellos, porque todos nosotros podemos hacer tanto o peor. Por eso que estamos teniendo esta discusión.

¿Cuál es el cuidado principal que debemos tener? Si no tenemos a Dios en primer lugar en nuestra vida, entonces le estaremos obedeciendo al pecado y a Satanás mismo, y esto pasa demasiado y a menudo. Esto es lo que vemos en la Palabra: Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Mateo 16:21-23. Cuando no ponemos a Dios en primer lugar, vamos a llevar a cabo la voluntad de Satanás. Ese es el grave peligro, y por eso que es tan desastroso, porque Satanás nunca, jamás te llevará a hacer algo bueno para ti. No hay lugar para grises porque no hay un entremedio. Y por eso que Dios también nos aconseja de la siguiente manera: No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 2 Corintios 6:14-16. Herodes se metió con alguien de mal (Herodías). Entonces, nos tenemos que rodear con personas que nos ayuden a mantener al Señor en primer lugar.

Así que, ¿entiendes que es imperativo poner al Señor en primer lugar, por tu propio bien? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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