Basado en 1 Crónicas 1:1-27 (Versión Reina Valera 1960)

Adán, Set, Enós, Cainán, Mahalaleel, Jared, Enoc, Matusalén, Lamec, Noé, Sem, Cam y Jafet. Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras. Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma. Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim. Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán. Los hijos de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán. Cus engendró a Nimrod; este llegó a ser poderoso en la tierra. Mizraim engendró a Ludim, Anamim, Lehabim, Naftuhim, Patrusim y Casluhim; de estos salieron los filisteos y los caftoreos. Canaán engendró a Sidón su primogénito, y a Het, al jebuseo, al amorreo, al gergeseo, al heveo, al araceo, al sineo, al arvadeo, al zemareo y al hamateo. Los hijos de Sem: Elam, Asur, Arfaxad, Lud, Aram, Uz, Hul, Geter y Mesec. Arfaxad engendró a Sela, y Sela engendró a Heber. Y a Heber nacieron dos hijos; el nombre del uno fue Peleg, por cuanto en sus días fue dividida la tierra; y el nombre de su hermano fue Joctán. Joctán engendró a Almodad, Selef, Hazar-mavet y Jera. A Adoram también, a Uzal, Dicla, Ebal, Abimael, Seba, Ofir, Havila y Jobab; todos hijos de Joctán. Sem, Arfaxad, Sela, Heber, Peleg, Reu, Serug, Nacor, Taré, y Abram, el cual es Abraham.

Hay libros en la Biblia que tienen dentro de si largas listas de nombres, como el que leímos hoy. Recuerdo cuando era niño, estando en clases de Biblia, que a veces nos tocaba leer estas largas listas de nombres. A la mayoría de nosotros, nos costaba mucho leerlas porque hablando sinceramente, muchos de los nombres eran difíciles de pronunciar. Y también, donde eran nombres de personas en un lenguaje totalmente distinto al de nosotros, no entendíamos tampoco casi nada. Lucia mas bien un ejercicio difícil de lectura que creo que a muchos no les interesaba. Y hay personas que muchas veces hasta se saltan estos pasajes para no complicarse, porque pueden que piensen: ¿Qué enseñanza se puede aprender en ver tantos nombres escritos en la Biblia? Y la realidad es que mucho se debe aprender, porque tiene un significado muy grande que, sí nos incumbe muy profundamente, como lo veremos al seguir.

Para Dios, cada persona es importante. Es un alma, un ser vivo. Y aún más que eso, es un ser que hizo algo durante su existencia en esta vida. Nuestros nombres no son simples trabalenguas, por decir para Dios. Algún día, posiblemente no muy lejano de hoy, Dios va a abrir esos libros y un libro con muchos nombres escritos en ellos, y nuestros nombres, el tuyo y el mío estarán escritos en uno de ellos dependiendo de lo que hicimos durante esta vida. Ahora el asunto va cobrando mucho mas valor, ¿no? La realidad es que absolutamente nadie pasa desapercibido en este mundo, especialmente delante de los ojos de Dios. Cada ser, desde que comenzó la existencia del hombre (el cual nos importa a ti y a mi), ha sido visto por muchos testigos, por Dios, y por todo lo que le rodea, por el mundo visible, y aún más importante, por el reino invisible. Esto dice la Palabra: Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Hebreos 12:1. Hay un sinfín de testigos a nuestro alrededor, pero principalmente Dios, que vé y sabe todo lo que hacemos, y hasta lo que pensamos, y culminativamente, conoce hasta lo mas profundo de nuestro ser, a cada instante. Dios sabe quien eres tú y quien soy yo realmente, y nos conoce por nombre. Y en este mismo instante, todos nuestros hechos están siendo escritos en alguna parte.

La Biblia nos enseña que habrá un juicio, y que habrán libros abiertos y un libro de la vida, donde se verán los nombres de todo ser que ha existido, y todos sus hechos, y que dependiendo de lo que hallamos hecho, es que será determinado nuestro futuro eterno. Esto dice la Palabra: Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 20:11-15. ¿Quiénes serán los que estarán escritos en el libro de la vida? Aquellos de nosotros que no solamente nos hemos arrepentido y convertido de todos nuestros pecados, y creído y aceptado a Jesús como el Señor de nuestras vidas, sino que también hemos permanecido fieles a El, haciendo la voluntad del Padre hasta que respiremos nuestro último aliento. Ahora, no puedo dar solamente parte de Su divino consejo, sino lo más completo posible. La Palabra da lado a que sí pueda borrarse el nombre de una persona del libro de la vida, como esta escrito: El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Apocalipsis 3:5-6. Por lo tanto, es apremiante instar a permanecer, a vencer, a proseguir hacia la meta como lo dijo Pablo, hasta el fin. Cuando nacemos de nuevo en Cristo, es solo el comienzo. Hay que vivir por Cristo, día a día, y también llegará el momento de morir por Cristo. El tiene que ser nuestro comienzo, nuestro progreso, y nuestro final.

Ahora, cualquiera pudiera preguntar: ¿Qué puede hacer que yo corra el riesgo de que mi nombre pueda ser borrado? Y esto dice la Palabra: Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5:19-21. Por eso que el Espíritu a través del Apóstol Pablo escribió esto: Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor. Filipenses 2:12. Y también: Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados? 2 Corintios 13:5. Porque finalmente, estos son los que no solamente llegan a ser escritos en el libro de la vida, sino que permanecerán escritos por toda la eternidad: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mateo 7:21. ¿Cuál es la voluntad del Padre? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Mateo 22:37-40.

Así que, cuando llegues al juicio de Dios, ¿Dónde estará escrito tu nombre? Y, ¿Cuál será tu historia? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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