Basado en Josué 2 (Versión Reina Valera 1960)

Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí. Y fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche para espiar la tierra. Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra. Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran. Y cuando se iba a cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres se salieron, y no sé a dónde han ido; seguidlos aprisa, y los alcanzaréis. Mas ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los manojos de lino que tenía puestos en el terrado. Y los hombres fueron tras ellos por el camino del Jordán, hasta los vados; y la puerta fue cerrada después que salieron los perseguidores. Antes que ellos se durmiesen, ella subió al terrado, y les dijo: Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido. Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura; y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte. Ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciareis este asunto nuestro; y cuando Jehová nos haya dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad. Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana; porque su casa estaba en el muro de la ciudad, y ella vivía en el muro. Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino. Y ellos le dijeron: Nosotros quedaremos libres de este juramento con que nos has juramentado. He aquí, cuando nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste; y reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre. Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa. Mas cualquiera que se estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano le tocare. Y si tú denunciares este nuestro asunto, nosotros quedaremos libres de este tu juramento con que nos has juramentado. Ella respondió: Sea así como habéis dicho. Luego los despidió, y se fueron; y ella ató el cordón de grana a la ventana. Y caminando ellos, llegaron al monte y estuvieron allí tres días, hasta que volvieron los que los perseguían; y los que los persiguieron buscaron por todo el camino, pero no los hallaron. Entonces volvieron los dos hombres; descendieron del monte, y pasaron, y vinieron a Josué hijo de Nun, y le contaron todas las cosas que les habían acontecido. Y dijeron a Josué: Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y también todos los moradores del país desmayan delante de nosotros.

En este pasaje, vemos una fe que logra grandes cosas, donde se cumplieron los propósitos de Dios, pero porque hubo muchas personas de acuerdo en la misma fe. Vemos la fe de Josué que mandó a los espías en obediencia a Dios, porque Dios le prometió que conquistaría estas tierras. Vemos la fe de los espías que arriesgaron sus vidas por las ordenes de Josué, porque hicieron algo que era la voluntad de Dios. Y también vemos la fe de Rahab la ramera, que había escuchado lo que Jehová había hecho con otros pueblos, y que Jehová estaba con Israel, y ella quería estar de parte de Jehová. Y ella, por su fe, arriesgo su vida y la vida de su familia al ayudar a los espías. Todas estas personas actuaron y hasta arriesgaron sus vidas por su fe en el Señor, porque creyeron.  

Pero, es necesario entender algo aquí muy claramente, lo que la fe no es, porque muchos malentienden hoy en día lo que es la fe. La fe en Dios no se trata de buscar cumplir nuestros deseos carnales, ni aún menos, lograr triunfos en cosas mundanas. La fe no tiene nada que ver con la carne. Y sé que esto desagradará a muchos, porque la razón principal por lo cual se malentiende la fe es porque la gran mayoría de las personas desean cumplir su voluntad en vez de la voluntad de Dios, y ven a Dios como un vehículo, como una herramienta para conseguir lo que quieren, y eso va totalmente en contra de todo principio Bíblico. Esto sonará feo, pero todo lo basado en la carne es pecado, y conllevará a la muerte.

Ahora, algunos dirán: pero Dios me escucha a mí, y me tiene de lo mejor. Y si, podrá lucir de esa manera, pero también hay que tener mucho cuidado con pedir lo que quieres, porque sí se te puede conceder. Pero o una de dos, o Dios permite que se te conceda aún no siendo Su voluntad, o te lo concede algo o alguien que no proviene de Dios. No porque consigues algo, quiere decir que sucedió porque Dios te lo dió, o porque era algo que estaba a fines con El.  Si uno desea realmente lo que es la voluntad de Dios, entonces tiene que estar de acuerdo con Dios. Y la única manera que este de acuerdo con Dios es, si es Dios el que te está guiando. Este es un principio Bíblico irrefutable: Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gálatas 6:8. Entonces, si tus oraciones y tus deseos están fundamentados sobre la carne, y tratas de usar a Dios, empleando una supuesta fe, sea lo que sea, vas a segar corrupción, y la corrupción conlleva a la muerte. Y lo opuesto es aún tan cierto, que, si tus oraciones y tus deseos están fundamentado en el Espíritu (en Dios), entonces tus oraciones y tus deseos van a producir vida eterna.

Entonces ¿Cómo vemos esto aplicativamente? ¿Era la idea de Josué conquistar la tierra prometida o era de Dios? ¿Los espías hicieron su voluntad, o porque seguían designios divinos? ¿Rahab la ramera hizo lo que hizo porque lo había planeado, o porque vió al Dios Todopoderoso envuelto en lo que estaba pasando y escogió estar de parte de Dios? La razón por lo cual todos estos hicieron lo que hicieron era porque querían seguir o estar envueltos con Dios. Dios era su foco, y no sus deseos carnales o sus ideas mundanas. Y este es el error que comete la gran mayoría, que creen que Dios está para que les sirva, en vez de lo opuesto. Esto fue lo que el propio Hijo de Dios enseñó: Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mateo 6:9-10. Mientras una persona siga buscando hacer su propia voluntad, no importa lo que crea, sigue hacia la perdición. Porque escrito esta: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mateo 7:21. Así que, ¿vives una fe que salva? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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