Basado en Daniel 2:1-30 (Versión Reina Valera 1960)  

En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño. Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey. Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño. Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea: Rey, para siempre vive; di el sueño a tus siervos, y te mostraremos la interpretación. Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo olvidé; si no me mostráis el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán convertidas en muladares. Y si me mostrareis el sueño y su interpretación, recibiréis de mí dones y favores y gran honra. Decidme, pues, el sueño y su interpretación. Respondieron por segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le mostraremos la interpretación. El rey respondió y dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el asunto se me ha ido. Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia hay para vosotros. Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo. Decidme, pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su interpretación. Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo. Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne. Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia. Y se publicó el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos. Entonces Daniel habló sabia y prudentemente a Arioc, capitán de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia. Habló y dijo a Arioc capitán del rey: ¿Cuál es la causa de que este edicto se publique de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc hizo saber a Daniel lo que había. Y Daniel entró y pidió al rey que le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación al rey. Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros, para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia. Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo. Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. Él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz. A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey. Después de esto fue Daniel a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a los sabios de Babilonia, y le dijo así: No mates a los sabios de Babilonia; llévame a la presencia del rey, y yo le mostraré la interpretación. Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo así: He hallado un varón de los deportados de Judá, el cual dará al rey la interpretación. Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación? Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama: Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser. Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón.

Este rey Nabucodonosor fue una persona real, y su reino fue entre 605 y 562 AC. Y tal fue su reino que no ha habido otro igual como él, no solo porque dominó al mundo conocido, sino por su increíble orden y estructura durante su reinado. Era un reino que estaba 100% sujeto a su rey, y que los mandatos del rey eran respetados por todos, tanto por el más grande como por el pequeño. Lo que el rey decía, eso se hacía, sin cuestionar y apremiantemente. Era algo sin precedentes, y algo totalmente imposible para hoy. El rey Nabucodonosor no solo gobernaba y era obedecido por ser el rey, por su poderío humano, sino porque había un profundo respeto en la gente que gobernaba. Y eso no era un accidente, sino porque era sabio y no débil, y porque no era hipócrita, ni tenía agendas alternativas (muy distinto a lo presente).

Pero este Nabucodonosor era una persona muy singular, a pesar de que venía de una nación pagana. Y su valor espiritual fue revelado al trascurrir el tiempo mientras Dios trataba con su vida. El comenzó de una manera, pero lo que estaba en lo más profundo de su ser no se desarrolló hasta después. Puede que digan los que tienen ciertos conocimientos de Nabucodonosor que él fue un hombre malo y perverso porque destruyó a la nación de Israel y a los pocos sobrevivientes que permitió vivir fueron tomados esclavos o entre los más pobres, dejados en la tierra para labrarla para su reino. Se podría decir esto, pero sería un grave error. Dios permitió que Nabucodonosor destruyese a todo Israel y Judá porque pecaron contra Dios hasta sobrepasar Su misericordia (Su misericordia es muy grande, pero no ilimitada). Dios le mando a Su pueblo sacerdotes y profetas por muchos años para que se volviesen de sus malos caminos, pero persistieron en su rebelión. Por lo tanto, esto sucedió, como está escrito: Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis oído mis palabras, he aquí enviaré y tomaré a todas las tribus del norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus moradores, y contra todas estas naciones en derredor; y los destruiré, y los pondré por escarnio y por burla y en desolación perpetua. Jeremías 25:8-9.

¿Como podemos ver que Dios veía algo más en este rey? Su visión fue revelada no solo porque Daniel y sus amigos buscaron de Dios por su respuesta, sino que lo declaro Daniel: …para que entiendas los pensamientos de tu corazón. Dios le dió esa visión porque Nabucodonosor fue siempre sensible a Dios, aún cuando estaba en su paganismo. No era un hombre que estaba preocupado de deleites y de las vanidades de este mundo. Quería entender que pasaría en el futuro, y Dios se lo concedió, como también Dios lidio con él hasta que llegara su conversión, como él mismo lo declaró: Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia. Daniel 4:37. Así que, ¿Eres sensible a Dios, o buscas solamente satisfacer tus deseos en este mundo? ¡Qué el Señor les bendiga! John ¡Dios bendiga a Israel!

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