Basado en 2 Crónicas 7:12-22 (Versión Reina Valera 1960)
Y apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio. Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar; porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre. Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, e hicieres todas las cosas que yo te he mandado, y guardares mis estatutos y mis decretos, yo confirmaré el trono de tu reino, como pacté con David tu padre, diciendo: No te faltará varón que gobierne en Israel. Mas si vosotros os volviereis, y dejareis mis estatutos y mandamientos que he puesto delante de vosotros, y fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis, yo os arrancaré de mi tierra que os he dado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la arrojaré de mi presencia, y la pondré por burla y escarnio de todos los pueblos. Y esta casa que es tan excelsa, será espanto a todo el que pasare, y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová a esta tierra y a esta casa? Y se responderá: Por cuanto dejaron a Jehová Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado a dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron; por eso él ha traído todo este mal sobre ellos.
John C. Maxwell dijo: Un hombre debe ser suficientemente grande para admitir sus errores, suficientemente inteligente para sacar provecho de ellos, y suficientemente fuerte para corregirlos. En el pasaje de hoy, leemos del increíble encuentro que un hombre tuvo con Dios. Leemos de la promesa que Dios le hizo a Salomón en respuesta a su sincera oración y sacrificios. Fue evidente que Salomón había encontrado el favor de Dios.
Mientras leemos de la vida de Salomón en la Biblia, podemos ver que Dios permitió que grandes cosas le sucedieran a él y a su pueblo. El reino de Israel alcanzo su cima durante el reinado de Salomón. Él fue conocido como el hombre más sabio que el mundo a conocido, y posiblemente también, el hombre más rico. Como testamento de la increíble prosperidad que Dios permitió que Israel disfrutara, Salomón hizo edificios con grandes cantidades de oro, plata, bronce, y distintas piedras preciosas. Pero, a pesar de todas las cosas que Dios permitió que sucedieran, algo fue mal. Aunque Salomón tuvo un glorioso comienzo, él no tuvo un buen final. Al envolverse con tantas mujeres (700 esposas y 300 concubinas), muchas de ellas eran paganas, él se olvidó exactamente de lo que Dios le había advertido. Salomón cedió al pecado de las distintas mujeres con que se envolvió. La Biblia dice que él finalmente adoro a otros dioses, siéndole infiel a Dios. Se olvidó de lo que justamente le había advertido Dios; algo que le dijo personalmente. Y no solo Salomón, pero también todo Israel y Judá después de él. ¿Qué paso?
Desafortunadamente, este es un problema común, aun hoy. Muchos o se acercan a personas que no debieran, o se pierden en la iniquidad que todavía está en su carne. Si queremos obtener y permanecer en el favor de Dios, hay cosas con las que debemos tener cuidado. John Maxwell nos da un mapa muy bueno (basado en enseñanzas Bíblicas) en la cita previa; para no solo cambiar nuestras vidas, sino también, para ayudar a cambiar el ambiente que nos rodea.
El primer paso es: admitir nuestros errores (o pecados). Y aquí esta uno de los problemas principales de hoy. Muchos son muy rápidos para justificar el pecado, o no quieren ver lo que está mal como malo. De acuerdo a la Biblia, está el bien y el mal. Y si nos distanciamos del estandarte, entonces ¿Qué se convierte en el estandarte? ¿Sabemos más que Dios para poder tener la habilidad de conocer completamente lo que es bueno y malo? Luce que hay muchos que no tienen un problema en decirle a Dios que está equivocado, o por lo menos, no tienen un problema en distorsionar el estandarte que enseña la Biblia. Sin admitir nuestro pecado y verlo por lo que es, es imposible ser restaurado delante de los ojos de Dios. Sin un completo arrepentimiento, no hay salvación, no hay restauración, no hay sanidad, y finalmente, no hay vida.
El segundo paso (si puedes pasar el primero) es donde ocurre el aprender. Dios quiere que aprendamos de nuestros pecados, poder entender lo que es bueno y malo. Si aprendemos de nuestros pecados, entonces podremos sacar provecho. Cuando aprendemos de nuestros errores es que entonces podemos evitar trampas similares en el futuro. El ciclo se rompe, y una nueva tendencia comienza. ¡El ciclo necesita ser roto!
El tercer paso es: cuando comenzamos a afectar nuestro ambiente, al corregir nuestros errores. La Biblia se refiere a esto a “frutos dignos de arrepentimiento”. Si podemos corregir el mal, restaurar lo roto, y recompensar al agraviado, ahí es donde las personas verán físicamente la manifestación de Dios. Dios está en el negocio de cambiar las vidas, e impactar las vidas de los demás a través de aquellos que Él ha cambiado. Aquí es donde se ha abusado de la gracia de Dios. Muchos maestros y predicadores errados enseñan que, si Dios te ha perdonado, no tienes que preocuparte de nada más. Eso está muy lejos de la Verdad. A través de las Escrituras, somos enseñados a corregir lo malo. Dentro de nuestros medios, tenemos que restaurar al agraviado. Esto es lo que trae sanidad a nuestras vidas, y a aquellos que hemos dañado. Esto es lo que le trae realmente gloria a Dios. La gracia de Dios necesita ser expresada en acción, y no solo en palabras. ¿Te imaginas como sería el mundo si cada persona que profesa creer en Cristo tratara de restaurar el daño que le ha hecho a los demas? ¡La sanidad que ocurriría seria increíble!
Somos enseñados a través de los ejemplos Bíblicos para que podamos aprender de los errores de los demás. Podemos encontrar el favor de Dios al sencillamente seguir a Cristo y a lo menos, tratar de hacer aquellas cosas que realmente complacen a Dios. Aquí está el tema principal de la Biblia: Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Hechos 3:19. Puedes encontrar el favor de Dios al venir a Cristo y completamente rendirte a Él, y al hacer lo que Él nos enseñó. ¿Tienes el favor de Dios hoy? ¡Qué el Señor les bendiga! John