Basado en Juan 11:1-16 (Versión Reina Valera 1960)
Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos. Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá? Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; más voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; más vamos a él. Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.
¿Sabemos, o más bien, entendemos quien es realmente el Señor? ¿Entendemos quién es el Todopoderoso? Yo creo que, si realmente entendiéramos solo un poco, todo en nuestra vida seria muy distinto. Creo que nos comportaríamos de una manera muy distinta. Creo que haríamos mucho menos mal de lo que hacemos. Nuestras prioridades cambiarían totalmente. Nos preocuparíamos mucho menos de varios asuntos, y nos preocuparíamos mucho más de otras cosas. En fin, todo seria muy distinto.
Para ayudarnos un poco, Job tuvo una vez una conversación muy interesante con el Omnipotente, y aquí se nos abre una ventana muy pequeña para poder comenzar a entender quién es Dios, como está escrito: Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo: ¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría? Ahora ciñe como varón tus lomos; yo te preguntaré, y tú me contestarás. ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios? ¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba saliéndose de su seno, cuando puse yo nubes por vestidura suya, y por su faja oscuridad, y establecí sobre él mi decreto, le puse puertas y cerrojo, y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y ahí parará el orgullo de tus olas? ¿Has mandado tú a la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar, para que ocupe los fines de la tierra, y para que sean sacudidos de ella los impíos? Ella muda luego de aspecto como barro bajo el sello, y viene a estar como con vestidura; mas la luz de los impíos es quitada de ellos, y el brazo enaltecido es quebrantado. ¿Has entrado tú hasta las fuentes del mar, y has andado escudriñando el abismo? ¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte, y has visto las puertas de la sombra de muerte? ¿Has considerado tú hasta las anchuras de la tierra? Declara si sabes todo esto. ¿Por dónde va el camino a la habitación de la luz, y dónde está el lugar de las tinieblas, para que las lleves a sus límites, y entiendas las sendas de su casa? ¡Tú lo sabes! Pues entonces ya habías nacido, y es grande el número de tus días. Job 38:1-21.
Entonces, al comenzar a entender que existe un ser como el Dios del cual leímos, creo que nos debiera ayudar a comenzar a entender nuestros límites; y este es el gran problema del ser humano: no entiende la realidad de Dios y como nos comparamos a ella. Somos realmente pequeños e insignificantes, especialmente si comenzamos con comparaciones. Ni siquiera podríamos aspirar a ser microbios al ser comparados al planeta en el cual vivimos, y somos aún menos en comparación al Sistema Solar, y somos aún mucho menos, a la Vía Láctea (la galaxia que contiene el Sistema Solar). Y bueno, somos aún mucho menos que nada en comparación al universo. ¿Comienzan a entender un poco quien es Dios?
Dios creo todo lo que existe. Se dice fácil, pero ¿se entiende? Solo con el concepto de “crear” es algo increíble, porque “crear” significa: hacer algo de la nada. El hombre se cree muy “creador”, pero en realidad, solo manipula o juega con lo que ya existe. El hombre no puede crear nada, usando el verdadero significado de la palabra. El hombre también puede explicar ciertas cosas a través de la ciencia con números y cálculos, para poder entender como funcionan ciertas cosas cósmicas, pero ¿las puede replicar? ¿El hombre tuvo algo que ver con lo creado, hablando del planeta, y todo lo que en él hay, para comenzar? Algunos dicen que todo comenzó de una explosión espontanea. Vamos a suponer por un momento si eso fuere cierto (y de verdad que tenemos que usar mucho la creatividad para poder creer algo así). ¿Qué es entonces el hombre comparado a esa explosión? ¡El hombre es como la nada! Y no estoy tratando de ser insultante. ¡Es una realidad! ¿Qué en realidad somos?
Ahora bien, volvamos a la realidad de Dios (por mucho que algunos traten de tapar esta realidad tan cierta, Dios sí existe, y es mucho mas real que las fabulas a que se aferran). Si solo comenzamos a entender quien es Dios y el mundo que El creo, ¿podemos entonces venir a entender todo lo que pasa, y por qué pasa? Eso es muy imposible. Nuestros limites no nos permiten (y aquí es donde comienza a entrar el pasaje de hoy). El Señor tenia un plan con la muerte de Lázaro. En ese momento, nadie lo entendía, pero El sí sabía lo que estaba sucediendo, y entendía de tal punto ese solo hecho y momento en la historia, que también sabía que estaríamos hablando de esto hoy, en este mismo instante que tu estas leyendo este pensamiento. ¡Que increíble es la mente de Dios! Esto es lo que debemos entender de Dios: Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Isaías 55:8-9. El Señor es muy grande e infinito, y podremos entender ciertas cosas muy extremadamente limitadas, pero hay muchas otras cosas que no podremos entender hasta que seamos totalmente iluminados en la eternidad. Mientras tanto, todo es un misterio para nosotros, algo que tiene explicación pero que la misma nos elude por el momento. Entonces, a través de esto es que debiéramos entender que solo debiéramos confiar y obedecer, al saber que todo lo que el Señor hace será un misterio por el momento. Pero, lo bueno de todo esto es que, a través de los misterios del Señor, sabemos que Su amor por nosotros siempre está presente, aunque no se entiende en el mismo momento. Y Dios obra cosas mucho más grandes por nosotros a través de Sus misterios. Entonces, ¿estás aprendiendo a confiar en el Señor, al saber un poco más de quién es El, aunque todo te luce ser un misterio por ahora? ¡Qué el Señor les bendiga! John