Basado en Juan 11:17-27 (Versión Reina Valera 1960)

Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.

¿Las cosas se creen cuando se logran, o cuando se luchan por ellas, antes del éxito? Todo en esta vida se presenta de esta manera, que por todo hay que luchar para obtenerlo, pero siempre con una visión de lo que pueda ser. Todos nos levantamos en la mañana (a no ser que trabajes o estudies de noche), con una meta en mente. Tenemos una visión de algo. Para aquellos de nosotros que pensamos las cosas a corto plazo, pensamos en lo que estamos haciendo a comienzo de semana, o hasta, al comienzo del día, para poder obtener el resultado deseado. Por ejemplo, hay muchos que piensan en el pago semanal. Trabajas toda la semana con la idea de recibir un pago por tu esfuerzo al final de esa misma semana. Otros que piensan un poco mas a largo plazo, piensan en lo que se va a juntar ese mes, para hacer los pagos del mes. Otros piensan aun mas allá, y no solo piensan en la semana, sino en el mes, pero también, cuando se está juntando para poder comprar un mueble, un auto, o hasta una casa. Y bueno, hay otros que están pensando hasta en el retiro, ¿Cuánto puedo juntar para algún día poder retirarme? Pero, en todo eso, nadie recibe nada por adelantado, en lo que es pago de trabajo. Primero se trabaja, con la visión o la esperanza (porque así es), de que le paguen a uno al final de un periodo. Si, he sabido de algunas personas que han trabajado muy duro, y no le han pagado por su esfuerzo; los han estafado (y eso es una desgracia, pero pasa también). No obstante, siempre hay una visión, una esperanza, y un reto. Dios hace lo mismo.  

En este pasaje, leemos que Lázaro, el amigo del Señor, muere, y sus hermanas (Marta y Maria) lo están llorando. Lo primero que Marta le dice es: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto… Aunque le dice: Señor; lo reprende, sacándole en cara que Lázaro está muerto por Su culpa. Parece que todos tenemos pensamientos similares, y para distintas circunstancias; de que el Señor nunca se encuentra cuando se necesita. Aunque es Omnipresente, Dios parece siempre estar ausente, especialmente cuando más lo necesitamos. Juzgamos si Dios está o no está dependiendo de cómo salgan las cosas. Si salieron bien las cosas, como queríamos, entonces decimos: Dios estuvo presente. Y si salieron mal, decimos: Dios no estuvo, o me abandono, o no era Su voluntad, etc. El ser humano juzga a Dios dependiendo de cómo Dios actúa por nosotros. Y aquí hay un problema, o problemas.

El primer problema es que pensamos que Dios debe girar a nuestro alrededor (individualmente), estando pendiente de cada cosa, y claro, hacer las cosas como a nosotros nos parece. Si eso no es orgullo, no sé qué otra cosa será. El grave problema con esto es que tomamos el amor de Dios como si eso significara que nosotros debemos ser el centro del universo para el Señor. Esto es como pensar que el Sol gira alrededor del planeta Tierra, y no como lo que realmente sucede, que los planetas del sistema solar giran alrededor del Sol. El Señor nos ama, y grandemente, pero el mundo consta más de una persona (yo). Y el Señor ama a todo el mundo, no solo a una sola persona. Entonces, El vela por el bien y el propósito de cada ser humano en conjunto, a la misma vez.

El otro asunto es ver que tal determinación tiene nuestra fe, si es algo momentánea, o duradera; o superficial, o genuina. La mayoría de las personas se rinden enseguida, especialmente cuando no salen las cosas como quieren. El tiempo y las dificultades son las únicas cosas que revelan la fe de una persona; no a través de lo momentáneo, o mientras todo está bien. En la muerte de Lázaro hubo mucho propósito, y eso consta solamente verlo a través de la familia de Lázaro, a través de Marta. Parte del propósito en la muerte de Lázaro era ver cómo reaccionaría Marta, si Marta iba a seguir creyendo en El a pesar del tiempo que sufrió Lázaro por su enfermedad, al verle morir, y al estar en un sepulcro muerto por cuatro días, pero aún más, al ver que Su llegada demoro tanto. Si ven la reacción de Marta, Jesús fallo en: no estar, en dejarlo morir, y al demorarse tanto. En ese momento, Marta tiene que haber estado pensando que este Jesús a quien había seguido y servido le había fallado por todos lados. Y lo único lo que le quedaba era que su hermano resucitará en el día postrero. ¿Cuántos de nosotros pensamos así, de que Dios nos falla por todos lados (a nuestro parecer), y ahí más encima comienzan las dudas, o el comenzar a bajar de posición al Señor en nuestra vida? A veces se trata al Señor como las acciones en la bolsa de valores, que cuando todo va bien, la gente compra más con la idea que las acciones van a seguir subiendo. Pero cuando algo malo pasa con una compañía, algo que le mueve la confianza al consumidor, comienzan a vender sus acciones lo más rápido posible.

El asunto es que la fe es un reto, y es un reto que Dios permite a cada instante. El reto de fe siempre sucede cuando las circunstancias abruman, cuando las cosas no están saliendo bien, al ver demorar, o cuando nunca llega lo que tanto se ansia aquí en la tierra. Pero, ya que tenemos la ventaja de la Palabra de Dios, sabemos exactamente como todo va a terminar, aun mucho más, como van a ser las cosas mucho después que nosotros dejemos este planeta. Entonces, la pregunta siempre va a ser, especialmente mientras estemos aquí en la tierra, y durante nuestros peores momentos: ¿Crees en el Señor, de tal manera que transcienda hasta tus peores momentos, no importando cuanto duren esos malos momentos? Escrito esta: Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Juan 11:40. También está escrito: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6.

Entonces, ¿has aceptado el reto de fe? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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