Basado en Juan 16:1-4a (Versión Reina Valera 1960)
Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí. Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho.
El mensaje de hoy no es fácil, y va en contra de varias falsas doctrinas que se han compartido. La Biblia enseña que, sí vamos a tener problemas, y problemas bien grandes por causa de nuestra fe en el Señor. El que te diga lo contrario, o no entiende muchos pasajes escritos, o te esta diciendo algo que quieres escuchar para trasquilarte, como la oveja que eres. Pero la Palabra es muy clara en el asunto.
¿Por qué hay que pasar estos malos momentos, más tarde o más temprano? Esto no es necesariamente lo que desea el Señor, porque el Señor desea nuestro bien. El asunto es que él real culpable del problema es el pecado. Y seamos aún más claros, el pecado dentro de cada uno de nosotros es lo que provoca el problema. La única diferencia entre nosotros esta: en quienes son los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, y los que se dejan llevar por el mal que mora dentro de ellos. ¿A qué le haces más caso? Este es el centro del asunto.
Esto es lo que nos enseña la Palabra: Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. Juan 15:19-21. No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará. Mateo 10:34-39.
En los últimos tiempos, los cuales ya estamos viviendo, será tal la persecución como no la hubo antes. Porque también está escrito: Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo. Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre. Y esto os será ocasión para dar testimonio. Lucas 21:10-13. Entonces, el seguir al Señor va a ser muy difícil, realísticamente hablando, porque va en contra de todo lo que deseamos humanamente. A nadie le gusta sufrir, pero eso es lo que produce el pecado en esta tierra, y los problemas entre nosotros los seres humanos. Y el precio que el pecado llevará a muchos a pagar, inclusive hasta la muerte. Si vemos la información limitada que tenemos, Lifeway nos dice que aproximadamente 215 millones de cristianos viven persecución hoy. Analistas dicen que 1 de cada 12 cristianos viven en lugares donde su fe es: ilegal, prohibida, o castigada. En un reporte del 2018, se estima que 3,066 cristianos fueron muertos, 1,252 fueron secuestrados, 1,020 fueron violados o acosados sexualmente, y 793 iglesias fueron atacadas. El mundo se horrorizo con el ataque en Nueva Zelanda hace unos días, lo cual es entendible, porque nadie tiene el derecho de quitarle la vida a otro ser humano. Pero ¿Quién habla de los miles de cristianos que murieron en el 2018 solamente? ¿Dónde estuvo la prensa en todo esto? Y aún más alarmante, ¿Dónde estuvo la iglesia universal en todo esto? Se llamó para hacer una cadena de oración por las personas que fueron afectadas por el reciente ataque en Nueva Zelanda, pero ¿se llama para orar y apoyar a nuestra propia familia en Cristo? El Señor nos dijo la Verdad, que seguirle si tiene un precio, y un precio muy alto.
Pero entonces, ¿Cómo se sigue adelante en un mundo que más tarde o más temprano nos perseguirá (incluyendo nuestra familia en la carne), que hasta nos matarán a varios de nosotros por nuestra fe en Jesús? Lo único lo que supera todos los limites es: el amor. Y cuando hay amor, no hay temor (es así de sencillo). Porque escrito esta: En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 1 Juan 4:18-19. Este es la pregunta clave que cada cristiano se debiera hacer: ¿Crees de tal manera en el Señor y en lo que El ha hecho por ti, que te dirige a amarle tanto como El te ama? Cuando todo está bien y tranquilo, la compañía no falta. Pero, cuando las cosas se ponen duras, cuando ya no todo es dulzura, ni prosperidad, ni sanidades, ni milagros, ¿Quién permanece? Mientras Jesús hizo milagros, y prodigios, y alimentó a muchos, las multitudes lo siguieron, y no le dejaban ni siquiera descansar. Pero, cuando lo vendieron a sus enemigos, ¿Quién quedo con El? Estoy muy seguro de que muchos a quienes El ayudo y hasta sanó estuvieron en la turba de personas gritando: ¡Crucifíquenle, crucifíquenle! Hasta sus propios discípulos lo abandonaron. Y cuando estuvo en la cruz, pagando el precio del pecado por toda la humanidad (donde pago por mis pecados), solo estuvieron cinco a los pies de la cruz. Ya no estaban los miles.
Este es el real significado del amor: Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 1 Corintios 13:1-8. Nada se puede soportar sin amar al Señor. Si le buscas por conveniencia, para solo conseguir lo que quieres, o hasta por cumplir nada más, más tarde o más temprano abandonaras la fe. Pero, si le correspondes a Dios de la misma manera que El te amo, ni aún la muerte te apartara de El. Piensa en esto: Nadie ha hecho, ni hará por ti lo que el Señor ha hecho. Entonces, ¿tienes suficiente fe y amor para con el Señor para seguirle hasta en las peores de las circunstancias? ¡Qué el Señor les bendiga! John