Basado en Proverbios 1:20-33 (Versión Reina Valera 1960)
La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas; clama en los principales lugares de reunión; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones. ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán la ciencia? Volveos a mi reprensión; he aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras. Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, sino que desechasteis todo consejo mío y mi reprensión no quisisteis, también yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán de mañana, y no me hallarán. Por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jehová, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía, comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos. Porque el desvío de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder; mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
Con todo lo que está pasando, ¿estámos entendiendo lo que sucede cuando una sociedad que sí sabe de Dios y sabe lo que El ha hecho por ellos deciden desestimarlo e ignorarlo? ¿Quedará impune el pecado del hombre cuando decide tratar de abolir a Dios y a Su Verdad, a Su Palabra? Creo que es imposible, tal como lo estamos viendo. Muchos dirán, e inclusive, llamados creyentes, que Dios es amor y que es imposible creer que un Dios de amor permita tales cosas. Pero, el asunto es: que Dios si es amor, y que es lento para la ira y grande en misericordia, pero eso no hace que El niegue lo demás que El es también como: digno, soberano, santo, y Todopoderoso, y que más tarde o más temprano, o por tratar de seguir llamando al hombre al arrepentimiento o por castigo, El va a seguir permitiendo cosas que van a demostrar la futilidad del hombre, de que somos seres limitados, y que absolutamente nada bueno sucederá mientras se siga aborreciendo a Dios y Su conocimiento. La realidad del asunto es que mientras más se rebela la sociedad en contra de Dios, más mal vendrá, y más necio y avergonzado quedará el hombre enfrente de si mismo al ver sus fracasos y sus desvaríos.
Esto es lo que enseña la Palabra de Dios: Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Romanos 1:18-25. Toda persona debe darse cuenta de qué, sí existe Dios por todo lo que se ve en este mundo, y hasta la ciencia en su estado puro (no en las aberraciones que han fabricado para contradecir la existencia de Dios) demuestra la grandeza de este Dios creador. Pero, leímos que, cuando el hombre decide no glorificar a Dios, ni le da gracias, sino que se envanecen en sus razonamientos, nada bueno sucede después de eso. Y si no se arrepiente, el hombre seguirá su trayectoria hacia el abismo, y llegara a ese punto donde no hay más oportunidad, donde toda persona comparecerá ante el trono de Dios, independiente de lo quieran creer, porque finalmente, a la realidad no le importa la opinión del ser humano. Dios es Dios, lo quiera creer el hombre o no, y no hay nada que lo cambie, ni sus leyes, ni sus abominaciones, ni su llamada ciencia y tecnología, ni nada de lo que exista, ni por mucho que el mismo Satanás trate, Dios es Dios y Jesús es el Rey de reyes, y Señor de señores, y lo serán por los siglos de los siglos, Amén.
Aquí nos habla aún más la Palabra de Dios, como está escrito: Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden. Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán. Ciertamente hombre no contienda ni reprenda a hombre, porque tu pueblo es como los que resisten al sacerdote. Caerás por tanto en el día, y caerá también contigo el profeta de noche; y a tu madre destruiré. Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta. Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma. Y será el pueblo como el sacerdote; le castigaré por su conducta, y le pagaré conforme a sus obras. Comerán, pero no se saciarán; fornicarán, mas no se multiplicarán, porque dejaron de servir a Jehová. Oseas 4:1-10. Cuando los que conocen la Verdad desechan el conocimiento de Dios, nada bueno sucederá. Finalmente, el hombre recibirá solo la recompensa a lo que decide aferrarse. Si una persona decide aferrarse al dinero o a los bienes, ¿estos podrán darle la vida eterna? ¿Podrá el adulterio, la fornicación, o el desvío sexual darle la inmortalidad al ser humano? ¿Podrá la fama o el poder abrirles las puertas hacia el cielo de Dios? ¿Podrá la ciencia y la tecnología hacerle posible la eternidad a una persona? ¿Podrá otro ser humano darle la inmortalidad a otro semejante? No. Entonces, ¿vale la pena cambiar el conocimiento del Altísimo por cosas temporales como estás?
Este es asunto de lo que vimos hoy: Porque el desvío de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder; mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal. El único que tiene palabras de vida eterna es el Señor, tal como lo confeso el Apóstol Pedro. Y si buscamos vivir en la sabiduría del Altísimo, pase lo que pase, podremos habitar en El confiadamente y vivir tranquilos, sabiendo que nuestras almas están seguras en las manos de Aquel que vive por los siglos de los siglos. Podrás tener algo de satisfacción y deleite humano por un poco de tiempo, si decides por las cosas que van en contra de Dios, pero un día, tu fin llegará, y después de eso ¿Qué pasará contigo? Pero, solamente el amar al Señor, y seguirle fielmente es lo que nos garantiza la vida eterna y las recompensas que solo están en El. Así que, ¿Eres de los que desestiman al Señor, o de los que buscan vivir Su conocimiento para vida eterna? ¡Qué el Señor les bendiga! John