Basado en Hebreos 12:1-4 (Versión Reina Valera 1960)
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado.
¿Por cuales cosas luchan la gran mayoría de las personas? Muchos luchan por obtener bienes materiales, y sacrifican todo lo necesario para poder obtener lo que desean. Otros luchan por una carrera o un empleo, y también sacrifican tiempo y hasta relaciones para poder lograr objetivos y triunfos, y posiblemente hasta por causas nobles. Muchos también pasan su tiempo tratando de encontrar pareja, buscando tener una relación o un matrimonio. De la misma manera, hay personas que luchan por tener y criar hijos, y así sacrificándose para poder construir hogares. Hay personas que se esmeran en poder tener distintas experiencias en la vida, para tratar de vivir cada momento a plenitud. Y también, hay personas que luchan por ser saludables y fuertes, tratando de mantener su condición física al máximo. Y bueno, hay un sinfín de muchas otras cosas por las cuales se luchan, con el fin de lograr lo que tanto se espera. Pero ¿son todas estas cosas malas? Dentro de sí mismo, ningunas de estas cosas no son necesariamente malas. Posiblemente pueden ser hasta bendiciones, pero hay que ahondar un poco más para llegar al punto. Dios nos puede bendecir de distintas maneras y con distintas cosas, y especialmente si se consiguen haciendo las cosas bien, no con maldad. Nada dentro de lo mencionado en sí mismo es malo. Pero, la pregunta debiera ser: ¿Cuánto se debe luchar por estas cosas? Y ¿Qué prioridad debieran tener?
Esto es lo que se debe considerar. Todas las cosas que se han mencionado y aún cosas similares, no son malas, pero, por virtud de que el existir de cada una de ellas están sujetas a este mundo, tampoco son perfectas, por lo tanto, no son eternas. Todo esto es vanidad, como lo define la Biblia. O sea, la vanidad consta o es definida por su existencia, que todas estas cosas, aunque no sean malas, son temporales. Así que, se puede concluir que la vanidad es igual a lo temporal. Y esto es lo que advierte la Palabra de Dios: Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad. Eclesiastés 12:1-8. Todo lo que vemos hoy algún día fallará, terminará, se acabará, etc., y no hay nada que se pueda hacer al respecto. Es lo que es. El dinero y las riquezas son inciertas. Una carrera o un empleo más tarde o temprano terminará, y nuestras facultades nos acompañarán hasta cierto punto nada más. Nosotros como seres humanos fallamos queramos o no, porque somos seres falibles, hasta cuando se tienen buenas intenciones. Muchas personas usan a los demás, o somos considerados como algo bueno hasta que algo no salga bien. Como dice el dicho: Eres solo tan bueno como tu ultimo error. Los matrimonios y las familias se pueden romper por un sinfín de razones. La salud puede cambiar en un instante. Y bueno, con relación a las experiencias, todo se ve como lindo al primer instante. A todos nos agrada la novedad y las sensaciones, pero todo eso es temporal también. Todo en este mundo comienza y termina. Y por favor, no tomen esto como un desahogo de un amargado, sino más bien, un llamado a la realidad. Esta es la realidad, que absolutamente todo en este mundo termina, por las buenas o por las malas, y esto es lo que la Biblia nos insta a siempre tener en mente mientras transitamos a través de este espejismo o ilusión que llamamos la vida.
La Palabra de Dios nos aconseja, a que no nos enfoquemos tanto ni en este mundo, ni en las cosas que hay en ellas, porque es muy fácil perder de vista lo que realmente importa. Como a si mismo está escrito: Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. Mateo 16:24-27. No es sabio poner como meta o como razón de nuestro existir cosas que son vanidad, o temporales. Por lo tanto, sé responsable con tus bienes, pero que no sean el todo de tu vida. Cumple con tu carrera o empleo, pero que no consuma tu alma. Si deseas tener un buen matrimonio e hijos, cuídalo y cumple como debes, pero no debe ser la meta o la definición de tu vida, porque puedes vivir o muchas disoluciones, o confiar que algo va a durar y sencillamente no es así el asunto, y así sucesivamente. Puedes ganar todo el mundo, pero si te enfocas tanto en el mundo, puedes perder tu alma en el proceso, porque todas tus prioridades están equivocadas, aunque sean cosas que no necesariamente son malas. Esto también dice la Escrituras: Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 1 Corintios 15:12-20.
Esto hay que tener en mente siempre: Hay resurrección para aquellos que aman a Cristo, no podemos poner nuestra esperanza en la vanidad o en lo temporal, ni aún menos, usar las cosas de Dios para justificar deseos temporales, porque el Padre pagará a cada uno conforme a sus obras. Y aunque haya una grande nube de testigos, hay un solo Testigo que nos debe importar, y ese es: Dios. Hay que resistir hasta la sangre para poder combatir en contra del pecado, porque todo lo que tome el primer lugar que le corresponde a Dios se vuelve en pecado, aún las bendiciones de Dios. Entonces, ¿Cuál es la razón de tu existencia? ¡Qué el Señor les bendiga! John