Basado en Números 16:41-17:11 (Versión Reina Valera 1960)
El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová. Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová. Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión. Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros. Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado. Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo, y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad. Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré. Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado. Luego habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara. Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada jefe de familia de sus padres tendrá una vara. Y las pondrás en el tabernáculo de reunión delante del testimonio, donde yo me manifestaré a vosotros. Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar de delante de mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros. Y Moisés habló a los hijos de Israel, y todos los príncipes de ellos le dieron varas; cada príncipe por las casas de sus padres una vara, en total doce varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos. Y Moisés puso las varas delante de Jehová en el tabernáculo del testimonio. Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras. Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de Jehová a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara. Y Jehová dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de delante de mí, para que no mueran. E hizo Moisés como le mandó Jehová, así lo hizo.
La Palabra del Señor nos enseña aquí cosas que hay que tener en mente aún hoy, aunque éste escrito en los libros más antiguos de la Biblia, lo cual aclara un error, el error de pensar que estamos supuestamente solo concentrarnos en el Nuevo Testamento. La Palabra de Dios no solo consta del Nuevo Testamento, sino también del Antiguo Testamento, desde el Genesis hasta el Apocalipsis. Así es que lo ha inspirado el propio Espíritu Santo a través de los siglos de Su composición. Desde el Genesis hasta el Apocalipsis constituye todo el consejo divino para el hombre, y toda enseñanza Bíblica. Para que una doctrina sea legitima y tomada como santa enseñanza, debe concordar con la plenitud de las Escrituras, y no con un verso por allí y otro verso por allá. Esto siempre debemos recordar: No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:17-18. Y también dice: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17. Por lo tanto, se debe leer, estudiar, y aplicar todas las Escrituras en nuestras vidas, según como guie el Espíritu Santo.
Pensemos por un momento en todo lo que se pierde de la divina enseñanza si dejamos a un lado el Antiguo Testamento. ¿Cómo podríamos saber de la creación del mundo si no tuviésemos el Antiguo Testamento? Y ¿Cómo podríamos saber del padre de la fe, de Abraham, como lo menciona la Palabra, si no leyéramos los escritos de Moisés? Y, ¿Qué sabríamos de los diez mandamientos, los que todavía están más que vigentes delante de Dios? Y ¿Qué de las profecías que todavía están por cumplirse? Estos son solo algunos de las tantas cosas que encontramos en el Antiguo Testamento. Por lo tanto, no es Bíblico y va en contra de lo que el propio Espíritu Santo enseña, el asunto de ignorar algo tan valioso como el Antiguo Testamento. Y como tal, esto mismo enseñó el Señor: Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas. Mateo 13:52.
Ahora bien, ¿Qué podemos aprender de este pasaje que vimos hoy? Lo primero es que no debemos murmurar o reclamar. Esto era un severo problema antes, como lo es ahora. Dios no tolera los reclamos. Y vimos que el Señor hasta tomo la vida de aquellos que colmaron Su paciencia. Y no lo duden, también lo hará ahora. ¿Por qué? Porque todo se mueve según la voluntad de Dios, de alguna manera u otra. Y ¿qué insulto es a Su majestad que todo lo ve y lo sabe, que reclamemos de lo que hace? Porque finalmente, el reclamar de las circunstancias o de los designios divinos es protestar en contra de Dios mismo. Dios estableció a Moisés y Aaron para guiar al pueblo. Y a mucho del pueblo no le agrado esto porque le envidiaban, a pesar de que Dios había hecho increíbles señales y prodigios a favor del pueblo a través de estos hombres. Esto siempre debemos recordar: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mateo 7:21. ¿Cómo va a hacer la voluntad del Padre una persona que reclame contra lo que Dios desea llevar a cabo? ¿Ven el problema de murmurar? Si estás descontento o atribulado por tus circunstancias, ora por ello, pidiendo humildemente a Dios por ayuda, pero sin reclamar, por tu propio bien, siempre pidiendo por Su voluntad, porque es la única manera que obtendremos entrada en Su reino a través del Señor Jesús.
Lo otro que podemos ver es que Dios puede sacar vida de lo que se ve como seco o muerto, hasta para mostrar Su respuesta, Su voluntad. Nunca podemos pensar que ya esta todo perdido, y que no hay solución. Sino todo lo contrario, en la voluntad de Dios, Dios saca vida hasta de la muerte. Si Cristo no hubiera muerto por nuestros pecados, no tendríamos ni Su resurrección, ni la redención que obtenemos precisamente por el derramamiento de Su sangre. Así que, siempre debemos tener fe en las respuestas de Dios, y aceptar Su voluntad, aún cuando todo supuestamente se ve perdido y sin esperanza humana. Como está escrito: Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Hebreos 13:8. Por lo tanto, vivamos y esperemos en El como tal, como el Dios Eterno y Todopoderoso que es. Por lo tanto, busca de Su dirección en todo, hasta en las cosas cotidianas, para ver la manifestación de Su voluntad, pero siempre centrado en lo principal, pase lo que pase, estén las cosas como estén, que puedas crecer en amor para con el Señor, para que todo obre para bien en tu vida, como dice también la Palabra: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28. Así que, ¿estás siguiendo la dirección del Señor, amándole como se lo merece? ¡Qué el Señor les bendiga! John ¡Dios bendiga a Israel!