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Caminando en el Espíritu

Basado en Romanos 8:1-18 (Versión Reina Valera 1960)
 
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
 
Abraham Lincoln dijo: Al final, no se trata de los años de tu vida que cuentan; sino es la vida en tus años. Hay un profundo malentendido en muchos cristianos acerca de la gracia que Dios le ha dado al hombre a través de Jesucristo. Muchos han convertido la gracia de Dios, de algo bello en algo distorsionado. El amor de Dios se ve más como una oportunidad para pecar, o de ser usado como excusa para pecar, en vez como la oportunidad que realmente ofrece. He escuchado algunos decir: Dios es amor y Él perdona todo. Y he escuchado algunos predicadores decir: ¿Cómo podemos mantener la salvación cuando no pudimos obtenerla por nosotros mismos? Aquí es donde las personas tienen que tener cuidado. Las más peligrosas mentiras son las que parecen verdad, y que son dadas suave y convincentemente.
 
Una de las mentiras grandes que suena como la verdad es que Dios es amor, pero Él perdonara todo. Sí, hay perdón en Dios. Dios es increíblemente misericordioso; especialmente cuando no conoces lo correcto. El problema es cuando tratas de aprovecharte del amor de Dios y lo conviertes en una licencia para pecar. Esto no es nuevo. Pablo había amonestado a los creyentes en Roma acerca de esto, cuando escribió lo siguiente: ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? Romanos 6:1-2. Con el conocimiento de la Verdad viene la responsabilidad. Cuando una persona conoce lo correcto y decide no hacerlo es pecado. Aún más, cuando se busca hacer algo malo sabiendo que es malo, es definido en la Biblia como el pecado de rebelión. Es la actitud de que una persona sabe lo que es malo y lo busca a sabiendas, asumiendo que Dios perdonara. Esto es claramente contrario al intento del perdón de Dios.
 
Con respecto a que una persona pierde o no su salvación por el pecado en su vida, esto ha sido un asunto de mucho debate. Hay aquellos que creen que no importa lo que haga una persona, que todo estará bien. Y hay aquellos que creen que la salvación es frágil. En lo más mínimo, la Biblia es explicita acerca de los pecados que no llevan a la muerte (cuando una persona peca después de venir al conocimiento de la salvación a través de Jesucristo). Porque escrito esta: Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida. Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte. 1 Juan 5:16-17. Así que, la salvación no es tan frágil. Hay lugar para nuestra imperfección. Por el otro lado, Dios es amor, pero también es un Dios santo. Él no puede olvidarse de su Santidad por Su amor. Ambas son características de Dios que son interdependiente. Dios tiene un problema con la práctica del pecado (cuando se comete a sabiendas, haciéndose un estilo de vida). En lo más mínimo, un creyente profesante que practica el pecado deliberadamente se pone en un lugar de peligro. Porque también está escrito: ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 1 Corintios 6:9-10. El propósito de Dios era de remover el pecado con la idea de apartarlo para siempre.
 
Aquí está la Verdad que se debe considerar. Dios es amor, y hay increíble perdón en Él. Pero Él esta intensamente interesado en hacer las cosas nuevas y diferentes para cada persona que le da a Él la debida oportunidad. Dios nos dió vida terrenal, donde Él permite que existamos; de vivir, respirar, razonar, etc. Dios dio a Su hijo unigénito, a Jesucristo, para morir por toda la humanidad, para que podamos tener la oportunidad de ser salvos; de nacer de nuevo con un nuevo comienzo. Él nos ha dado Su Espíritu Santo y Su Palabra para que podamos siempre tener Su divina compañía, guía, e instrucción. A través de Su Espíritu Santo y la Palabra, tenemos acceso a todo el conocimiento que necesitamos para crecer y hacer cosas increíbles, para Su honra y gloria. Habiendo dicho esto, ¿Por qué tantas personas quieren darle lugar en sus vidas a lo que justo causa la muerte eterna y la destrucción terrenal? ¿Por qué usar el nuevo comienzo que tenemos en Él para continuar haciendo esas cosas que no traen ningún beneficio? Si tenemos acceso a la respuesta a la vida misma, ¿Por qué buscar la muerte? ¿Por qué?
 
Mi más excelente consejo es: aprovecha todo lo que Dios está dando a través de Su Hijo Jesucristo, y continúa deshaciéndote del pecado que todavía queda. ¡Usa tu real libertad en Cristo para el bien! Si caminas en el Espíritu, siguiendo a Cristo, en vez de seguir al mundo, tu vida verdaderamente cambiara y verás la gloria de Dios. ¡Hace tus momentos aquí contar hacia la eternidad! ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Viviendo la Vida Sabiamente

Basado en Eclesiastés 12 (Versión Reina Valera 1960)

 

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad. Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios. Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escribir rectamente palabras de verdad. Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor. Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne. El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.

 

John C. Maxwell dijo: Hay dos tipos de orgullo: del bueno y el malo. El ‘buen orgullo’ representa nuestra dignidad y el amor propio. El ‘orgullo malo’ es el pecado mortal de la superioridad que hiede de engreimiento y de arrogancia. Una de las cosas que me ayuda más a mantenerme enfocado en la realidad, aparte de las noticias, es el ir a los hospitales. Voy al hospital a visitar a los demás o a mi familia cuando lo necesita. Todo lo anterior me ayuda a recordar que cualquier cosa le puede pasar a cualquiera en cualquier momento. Es necedad que una persona piense que no son susceptibles a los desafíos de la vida. Es necedad que piensen que nada les sucederá. Aquí es donde entra el orgullo malo. 

 

Hay personas que piensan que, si tienen ciertas cosas o hacen ciertas cosas, que nunca nada le sucederá. Por ejemplo, algunos piensan que un buen trabajo, o una buena carrera los mantendrán seguros; que la estabilidad financiera es la vara mágica que hará que todo esté bien, o arreglara todo lo que se necesite arreglar. Ese tipo de orgullo trata de ponerle una venda sobre los ojos a las personas, haciéndole pensar que están más allá del alcance de las feas realidades de este mundo. Algunos ven las noticias y ven los desastres que suceden en otras partes y piensan: bueno, son pobres, y por eso que les paso eso. Recuerdo escuchar a un comediante una vez reírse de las personas en el África y de porque no se mudaban porque nada crece en la arena. Creo que lo harían si pudieran. Los sirios se escaparon del desastre que estaban viviendo, y mira lo bien que les ha ido. La ironía es que los sirios que huyeron de Siria no eran pobres. En realidad, algunos eran de dinero. Pero, hay algunos que piensan que esas cosas solamente suceden en esa parte del planeta, y que nunca les sucederá a ellos. Se sienten seguros, lejos de cualquier daño.

 

Hay personas que piensan que, al mantenerse saludables, convirtiéndose en gurús de dieta y ejercicio, creen que eso apartara los problemas. Así que, se apiñan en los gimnasios, o adoptan cualquier tipo de programa de ejercicio. Toman todo tipo de pastillas o consumen productos ‘naturales’. Son religiosos en revisarse seguidamente, para asegurarse que no hallan problemas. Se aseguran en comprar frutas o vegetales ‘orgánicos’, y probablemente no consumen productos de carne para alejarse de las ‘toxinas’. Recuerdo haber escuchado en el carro, hace unas semanas, en las noticias una historia de un hombre que recién había corrido una maratón. El corredor (un atleta muy fuerte de acuerdo al reporte), sintió algo de molestias en la espalda el día después de la carrera. Fue al médico y le hicieron unos exámenes. El doctor fue sorprendido al encontrar en su paciente un tumor canceroso del tamaño de una pelota de golf en uno de sus pulmones. El corredor le dijo al médico que no sintió ninguna molestia antes.

 

¿Es malo tener una carrera, un buen trabajo, dinero, o cuidarte físicamente? Claro que no. En realidad, son cosas buenas. El problema es cuando las personas ponen su fe y confianza en aquellas cosas, y piensan que son intocables. Creen que son especiales. Con todo respeto, es profundamente necio que una persona se deje engañar por su propio ‘mal orgullo’. Una buena carrera o mucho dinero en el banco no te da un escudo mágico en contra de las circunstancias que pueden aparecer de repente y sin aviso. El tratar de mantener una salud perfecta no te asegura estar libre de la enfermedad u otros problemas. Cosas malas no necesariamente les pasan a personas que no son suficientemente ricas, o mejores, o sabias, o saludables, etc. que los demás. Dios dice esto, acerca del ‘orgullo malo’: ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. Santiago 4:13-17. Con suficiente tiempo, todos enfrentaremos nuestro fin; de una manera u otra. Porque escrito esta: Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Génesis 3:19.

 

En nuestro pasaje de hoy, leemos que debiéramos acordarnos de nuestro Creador antes que sea muy tarde. Debiéramos recordar que Dios traerá “toda obra a juicio”. También está escrito: No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gálatas 6:7-8. Él también dice: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. Jeremías 17:9-10. Así que, ¿te estas permitiendo ser engañado con tu propio orgullo necio? O ¿Estás viviendo sabiamente, buscando a tu Creador, sembrando para el Espíritu mientras todavía hay tiempo? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Sigue Adelante

Basado en Hebreos 2 (Versión Reina Valera 1960)

 

Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad. Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando; pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre, para que le visites? Le hiciste un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de tus manos; todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré. Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de nuevo: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio. Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

 

Ronald Reagan dijo: Nunca seremos derrotados a no ser nos rindamos con Dios. El rendirse es una de las cosas que las personas usualmente son tentadas a hacer cuando se ponen difíciles las cosas. Muchos se rinden en bajar de peso porque les cuesta mucho, o porque no ven resultados inmediatos. Muchos abandonan carreras porque se les puso difícil, o porque sintieron que no podían más. Muchos dejan sus empleos porque no les gusta su jefe, o porque se complicaron las cosas, o porque ya no les gusto. Muchos se rinden con sus matrimonios por muchas razones. Y muchos abandonan su fe en Cristo porque sintieron que era muy difícil, o porque sintieron que Dios les fallo de alguna manera. ¡Hay mucha rendición en este mundo! El problema es que se están rindiendo por muchas cosas que son buenas.

 

Hay abandono que no es malo. Como hecho, el abandonar algo, puede ser bueno si una persona deja aquello que le daña. Es bueno dejar de fumar. Es bueno dejar toda droga, inclusive las legales. Es bueno dejar de beber, o a lo menos, reducir el volumen. Es bueno terminar con relaciones toxicas. Es bueno dejar de tener sexo antes de casarse. Es bueno dejar de engañar a tu esposo o esposa. Es bueno dejar de robar. Es bueno dejar de hacer aquellas cosas que solo te traen destrucción temporal y eterna. Entiendes la idea, ¿no?

 

Así que, sea que envuelva cosas malas o buenas, la implicación de terminar con algo envuelve decisión. Puedes escoger dejar de hacer algo, o continuar haciéndolo; cualquier cosa que sea. ¿Está ya todo determinado? ¿Hay tal cosa como destino (o la predestinación; un término más teológico)? La respuesta es: no. La idea del poder escoger esta por toda la Escritura; desde Génesis hasta el Apocalipsis. Ahora, las cosas mayores y universales si están determinadas. Nada podemos hacer con eso. Por ejemplo, el mundo va hacia su final, y no hay nada que lo detenga. Pero, las cosas no están determinadas al nivel individual. Cada persona tiene la opción de escoger. Aun en un callejón sin salida, una persona puede escoger con enfrenta esa situación. Y ¿Quién puede decir que es un callejón sin salida? Dios levanto a Lázaro de los muertos después de estar enterrado algunos días. Y si fuéremos a morir como cristianos, ese es solo el comienzo de nuestra existencia espiritual. Aquí está la importancia de la decisión y lo que hacemos con ella; sea que escojamos persistir en nuestra fe, o rendirnos.

 

Algunos dirán: ¿Y qué de aquellos que nunca escucharon la Verdad de Dios? Y la respuesta es: Tú no sabes lo que paso o no paso con ellos. Y, ¡preocúpate más de ti mismo! Después de todo, ¿No deberíamos estar más preocupados de que exactamente nos va a suceder personalmente? Sería lógico, ¿No? El Señor mismo siempre lleva las cosas a un nivel personal. Porque aun Él le dijo a Pedro que estuviera más preocupado por el mismo que por Juan. Porque escrito esta: Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Juan 21:20-22.

 

 

A través de toda la Biblia, incluyendo el pasaje de hoy, somos instados a continuar siguiendo a Cristo, a siempre seguir adelante. Eso es una elección. Y con la elección, eso es personal. No te preocupes por lo que los demás hacen o no hacen. La Biblia nos exhorta repetidamente a permanecer y seguir; así que es imperativo no parar. Habiendo dicho esto, no se trata de llegar a Cristo y eso es todo. De acuerdo a la Palabra de Dios, y para poder recibir las promesas eternas, tienes que correr, vencer, permanecer, etc. hasta el final. Esa es tu parte. Si te rindes a medio camino, entonces no lo lograrás. ¡Mantén el curso considerando lo que Cristo hizo por ti individualmente! ¡No descuides tu salvación! Porque escrito esta: Más el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Hebreos 10:38.Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Juan 15:5-6. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Apocalipsis 21:7. Él te ama y te quiere ayudar, pero es tu decisión el seguir adelante. Así que, ¿no te debiera ser suficiente el amor que Dios te ha demostrado a través de Jesucristo para ayudarte a seguir hasta el final? O, ¿no es suficiente para ti? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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El Propósito por lo Cual Suceden las Cosas

Basado en Jueces 6:1-16 (Versión Reina Valera 1960)

 

Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años. Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para devastarla. De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová. Y cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los madianitas, Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre. Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra; y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz. Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.

 

Albert Einstein dijo: No podemos resolver nuestros problemas usando el mismo modo de pensar que usamos cuando los creamos. Muchas veces, cuando las cosas nos salen mal, tendemos a culpar a los demás o victimizarnos. Típicamente adoptamos la actitud del “pobre yo”, o el “porque Dios permitió que esto pasara” (tipo de reacción). Nuestro orgullo nos impulsa a pensar que no hicimos nada malo, y que lo que está saliendo mal no es nuestra culpa. Ahora, ¡ten cuidado! Hay personas que piensan que todo les va bien porque son tan buenos y perfectos, y eso no tampoco es el caso. Como hecho, si todo va bien y hay problemas fundamentales en tu vida, ten aún más cuidado. Eso puede significar que Dios no esta tan preocupado por donde tu termines. Porque escrito esta: Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Hebreos 12:8 Desafortunadamente, hay personas que tienen corazones tan duros que Dios no está realmente interesados en ellos; y Él no permite que la presión ocurra para que cambien. Dios ama absolutamente a todos, pero también conoce “íntimamente” quién es quién, y de lo que es capaz, para mejor o para peor. Así que, este mensaje es para aquellos de nosotros que no les va bien en todo, y para poder entender porque no salen bien las cosas, en general.

 

Usualmente (no siempre 100%), pero usualmente, las cosas no salen bien porque hicimos algo mal, o tomamos alguna mala decisión en el camino. Lo que es crítico poder entender es que no todas las malas decisiones rinden sus consecuencias enseguida. Una decisión equivocada, o los malos hábitos rinden consecuencias con el tiempo. Así que, no pienses que, porque algo malo no sucedió enseguida, que todo esta bien.

 

Les daré un ejemplo. De acuerdo al Centro de Control de Enfermedades y Prevención (en EUA): El uso del tabaco sigue siendo la primordial causa de muerte y enfermedad en EUA que es prevenible. El fumar cigarros mata a más de 480.000 norte americanos cada año, y más de 41.000 de aquellas muertes han sido por ser expuestos al humo de segunda mano. Aún más, las enfermedades relacionadas al fumar en EUA cuestan más de $300 billones al año, incluyendo casi $170 billones en cuidados médicos directos para adultos; y $156 billones en perdida de productividad. Puede que no haya problemas de salud después de fumar por un mes, pero si persistes y lo sigues por años, las cifras muestran que puede suceder algo. Lo desafortunado del fumar es que sus efectos siguen contigo (y con los demás), aun después que terminas. Tu cuerpo puede que no sane después de su uso extendido. Ahora, hay cosas aún peores que el fumar, que pueden lucir más inofensivas a las personas.

 

Así que, el sentido común (un poderoso aliado para el Espíritu Santo) dictaría que cuando algo sale mal, debiera haber algún tipo de inspección personal. Lo que es cómico es que hacemos eso con casi todo en la vida, pero no lo queremos hacer con nuestras vidas personales. ¡Investigamos más con una tostadora cuando no trabaja que con un mal episodio en nuestras vidas! Somos rápidos en cubrir errores; racionalizar equivocaciones; y justificar malas decisiones. Eso es orgullo. Pero, ¿Se arreglará algo si no vemos lo que esta mal? Albert Einstein también dijo: La definición de la locura es hacer lo mismo vez tras vez y esperar resultados distintos. El orgullo hace a muchas personas cometer locuras; vez, tras vez, y tras vez.

 

¿Cuál es la razón principal de porque Dios permite que las cosas salgan mal, especialmente cuando es nuestra culpa? Porque escrito esta:No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues de su corrección; porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere. Proverbios 3:11-12. Por difícil que luzca, Dios realmente te ama cuando Él permite que no salgan bien las cosas. O Él te está tratándote como hijo o hija donde se debe aprender una lección; o Él está muy interesado en permitir que las presiones vengan a tu vida para que puedas buscarlo y convertirte en Su hijo o hija. De cualquier manera, el propósito es para que los problemas te acerquen a Él, para que puedas aprender hacer lo correcto. Dios te está mostrando Su amor cuando no salen bien las cosas. Y cuando te vuelves a Él con todo tu corazón, Él estará contigo.

 

Así que, ¿has estado “sintiendo” algo del amor de Dios últimamente? y ¿te estas acercando a Él? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Vendrá el Día

Basado en Malaquías 3 (Versión Reina Valera 1960)

 

He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos. Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos. Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos. Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti? Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos? Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon. Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.

 

Tomas Edison dijo: La función principal del cuerpo es para llevar al cerebro por doquier. La Biblia explica que Cristo es la cabeza de la iglesia, lo cual significa que somos el cuerpo. Porque escrito esta: Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Colosenses 1:18a. Pero, ¿para qué sirve el cuerpo si no está haciendo lo que debiera, o está lleno de partes enfermas? ¿Qué tipo de problema tendría una persona si el cerebro está mandando señales para mover el brazo de cierta manera, y nunca responde, o hace algo totalmente distinto? ¿No se le llamaría eso una anormalidad y que necesitaría atención medica inmediatamente? ¿Qué pasaría si una parte del cuerpo se estaría descomponiendo, y está llena de gangrena? ¿No se amputaría esa parte para poder salvar lo que lo rodea? ¿A dónde voy con estas preguntas?

 

Uno de los asuntos que existe hoy en la doctrina cristiana de algunos es de ignorar el hecho de que todos tenemos un propósito. ¿Somos salvo por gracia? ¡Absolutamente, 100%! Pero la gracia tiene un claro propósito. Dios nos ama y Él dio a Su Hijo para que pudiéramos tener vida eterna. Todo lo que Él hace es por amor. Pero el amor no debiera ignorar la expectativa del propósito. Dios nos salvó con un propósito; no para que viviéramos flotando por la vida, o seguir haciendo lo que queramos, o sin dirección. La gracia de Dios tiene la intención especifica de producir una regeneración en una vida a través del Espíritu Santo, para que pueda ser transformada y hecha para mejores cosas. Ese es el propósito de las Escrituras también. Porque escrito esta: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17.

 

Así que, ¿hay tal cosa como alguien perdiendo el favor ante los ojos de Dios porque no está haciendo lo que debiera? En el pasaje de hoy, leemos que Dios es un afinador, un limpiador, y que es un pronto testigo en contra de lo que le es abominable. ¿Aplica esto hoy, aun ahora que estamos viviendo la era de la dispensación de la gracia de Dios? ¡Si! Porque escrito esta: No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Gálatas 6:7-9. Esto sigue el principio que lo que hagas se te devolverá. Si una parte del cuerpo de Cristo está enfermo, gangrenoso, o no está haciendo lo que debiera, ¿Qué crees que sucederá? Bueno, déjame ponértelo de esta manera. Si te sucediera lo mismo con tu cuerpo, ¿Qué harías tú?

 

Leemos que Dios tiene un problema con aquellos que no hacen lo que están supuestos hacer y también cuando están haciendo algo que está drásticamente mal. Y la gracia puede que no excuse el pecado intencional. Dios tiene un problema con Su pueblo cuando no está usando sus recursos bien, o haciendo cosas malas, y reclamando por cosas que hacen por Él. ¿Te gustaría que alguien mostrara aburrimiento o desagrado cuando pasan tiempo contigo? ¿Te gustaría que alguien reclame de las cosas que hace por ti, considerándolo un gasto de tiempo? No te gustaría, ¿no? Entonces ¿por qué Dios, el Creador de los Cielos y de la Tierra, el Todopoderoso Dios, quien era, quien es, y quien viene, tiene que tolerarlo? ¿Por qué Él tiene que tolerar algo que tú no puedes tolerar?

 

El otro lado es este: Para aquellos que si temen y aman al Señor; siéntanse asegurados que Él también está viéndolos y escuchándolos. Y a su tiempo, si permaneces fiel hasta el fin, Él te recompensará con cosas que tú nunca pensaste posible. Así que, un consejo al sabio: aprovecha la oportunidad mientras todavía tienes tiempo de dejar atrás aquellas cosas que desagradan a Dios. Lo que sea necesario hacer para que vuelvas al camino correcto con Dios, ¡hazlo enseguida; y síguelo haciendo siempre! Cada uno estará delante de Dios algún día. ¿Sabes cuándo vendrá tu día? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Estamos Supuestos a Sobresalir por las Razones Correctas

Basado en Lucas 14 (Versión Reina Valera 1960)

 

Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban. Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico. Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió. Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo? Y no le podían replicar a estas cosas. Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles: Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar. Más cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa. Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido. Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. Más cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos. Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Vé pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. Dijo el señor al siervo: Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena. Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Buena es la sal; más si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará? Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.

 

Edwin Louis Cole dijo: Las ilusiones de grandiosidad no son lo mismo que las visiones de grandeza. ¿Qué es la grandeza? ¿Cuál es el estándar? ¿Quién dicta lo que es y no es grande? Te puedo decir algo; que lo que el Señor nos enseñó (lo que Él cree que es grande) es muy distinto a lo que la sociedad enseña que es grande. Y, si escoges hacer lo que Dios dice que debieras hacer, vas a tener serios problemas aquí en el mundo. Hay varias vistas en el pasaje de hoy, y podemos ver los tipos de problemas que pudiéramos tener cuando hacemos lo que Dios dice que hagamos.

 

El primer ejemplo es con aquellos que se llaman “seguidores de Dios”, aquellos que han vuelto las cosas de Dios en una religión sin valor, sin vida, y auto sirviente. Puedes ver la ironía en esto, porque los fariseos pensaron que estaban bien, pero ellos fueron lo que le hicieron la vida más difícil al Hijo de Dios aquí en la tierra, inclusive ocasionándole la muerte. Si sus corazones y enseñanzas hubieran estado correctas ante Dios, ellos hubieran sido el apoyo más grande de Cristo. Así que, Dios puede que te haga hacer cosas que van más allá de las reglas religiosas.

 

El segundo ejemplo es en la humildad. La mayoría de las personas quieren ser conocidas, veneradas, y queridas; aunque traten de encubrir el deseo de serlo. Quieren ser importantes, y quieren asociarse con los que lucen serlo. ¿Qué hace a una persona grande? ¿Es el dinero, la fama, el poder…? El estatus social siempre está asociado con uno de los tres. Muchos creyentes usan el estatus social también como estandarte.

 

El tercer ejemplo (combina diferentes secciones del pasaje de hoy), tiene que ver con las personas que atiendes. No significa que sea malo hacerle atenciones a las personas que amas. Y bueno, acerca de los negocios, siempre hay un almuerzo por ahí y una comida por allá por negocios. Pero, necesitamos enfocar nuestra atención en aquellos que no tienen a nadie; aquellos que tienen verdaderas necesidades; y que hagamos las cosas desinteresadamente. Esto es contrario al estándar social. La sociedad nos enseña a enfocarnos en nuestra familia, amistades, círculo social, y por supuesto, los negocios. Y la sociedad también enseña, que, si tienes la oportunidad, tírale unas migajas a los necesitados, si quieres hacerte sentir bien. Lo que es aún más lamentable es que algunos creyentes ni siquiera comparten las migajas. ¡que tristeza!   

 

Después de enseñar estas cosas, el Señor nos ayuda a entender que el seguirle tiene un precio. Y el costo más caro es el aspecto social.Afectará todas tus relaciones sociales, especialmente las religiosas. Solo piensa, estas supuesto a ir en contra de prácticas religiosas establecidas, ser humilde, buscar hacer más por personas desconocidas, quienes tienen grandes necesidades (marginados sociales), y darle más prioridad a Dios y a lo que Él enseña que a tu familia. Si tu familia no entiende a Dios, ellos no te van a querer mucho tampoco, ¡garantizado!

 

La última parte es: el ser realmente distinto para Dios nos hace “tener sabor” ante Dios y al mundo que nos rodea (el mundo necesita personas que se preocupen). Así que, ¿estas sobresaliendo por las razones correctas, para que Dios te considere una gran persona? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Sigue Hacia Adelante

Basado en Deuteronomio 4:23-40 (Versión Reina Valera 1960)

 

Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido. Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso. Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo; yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar posesión de ella; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos. Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová. Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres. Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella. ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer? ¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores como todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos? A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él. Desde los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego. Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder, para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como hoy. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.

 

Pat Riley dijo una vez: Cuando un gran equipo pierde por complacencia, buscará constantemente por nuevas y complicadas explicaciones para explicar la derrota. Otro término para la complacencia (bíblicamente hablando) es el ser tibio. No hay reacciones cuando las cosas están tibias; y en la actualidad, la tibieza es lo que buscamos como parte de nuestra comodidad humana. No creo que nadie quiere darse una ducha con agua casi congelada. A la misma vez, nadie quiere que lo quemen sus sopas. La mayoría de las personas normales les gusta estar cálidos y cómodos. No podemos dormir si sentimos frio o calor. No podemos pensar claramente cuando somos expuestos a temperaturas extremas. Así que, ¿es malo querer sentirse cómodo? Para ciertas cosas, no. Para otras, especialmente en la manera en que vivimos y nuestro caminar espiritual, no es bueno.

 

Tengo que admitir que esta semana ha sido “desafiante” para mí, como compartí con una cajera quien me pregunto muy respetuosamente como estaba hoy en la mañana. Yo brevemente le mencione mi asunto de salud familiar, y aun que casi murió un trabajador en un sitio de nuestra construcción. Ella dijo: Yo usaría una palabra más fuerte que “desafiante” para lo que tu estas atravesando. Yo le dije con una sonrisa: Creo que tienes razón, pero el Señor es bueno. Mientras decía las palabras, recordé el pasaje de hoy (el cual fue lo que medite más temprano hoy).

 

Las cosas pasan por alguna razón, o por muchas razones. Esta vida es complicada por sí misma, y puede ser aún más desafiante cuando Dios se envuelve en ella. Dios permite (¡si! Dios) que vengan las presiones de la vida para provocar reacciones en nuestras vidas. Aquí es donde entra lo frio y lo caliente. Cuando algo esta tibio, hay un sentido de comodidad y tranquilidad. No nos movemos o no reaccionamos. Al contrario, nos relajamos. Cuando hay algo tan frio que se siente como que quema, produce una reacción en nosotros. Te mueves, ajustas, corres, lo que sea, pero hay una reacción. A la misma vez, cuando algo esta tan caliente, que sientes que te quemas; reaccionas similarmente. No te quedas quieto. Te mueves, te agitas, etc. Temperaturas extremas causan acción y movimiento. La calidez te mantiene cómodo. No te vas a mover. ¡Dios nos quiere mantener en movimiento!

 

En el pasaje de hoy, leemos de una advertencia al pueblo de Dios, de lo que les sucedería si apartaban sus ojos de Dios. Desafortunadamente, esta advertencia fue una profecía cumplida en contra del pueblo de Israel. Fueron azotados por sus enemigos; muchos fueron muertos y tomados cautivos por sus enemigos, y esparcidos por todo el mundo conocido (tal como fue escrito). Cuando se les advirtió, Dios les pidió que mantuvieran en mente las grandes cosas que Él hizo por ellos, pero se olvidaron. Se volvieron complacientes. Comenzaron a mezclar su adoración a Dios con otros ídolos y dioses. Y finalmente, se olvidaron completamente de Dios e hicieron cosas impensables. Así que, Dios permite que las pruebas, las tribulaciones, y las “correcciones” sucedan para traernos a la acción, para seguir tras Él. La destrucción sucede cuando hemos cometido errores pecaminosos, malas decisiones; y los desafíos suceden para mantenernos enfocados en Él.  

 

Así que, esto es lo que tenemos para ayudarnos a seguir mirando hacia Dios (más que señales y maravillas), recordando lo que Él ha hecho por todos nosotros: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16. Cualquier cosa que toma el lugar legitimo (el primero) de Dios en nuestra vida es un ídolo. Puede ser el dinero, el poder, la fama, la familia, nuestras propias habilidades, el entretenimiento, etc. Si somos desviados por los ídolos, la destrucción sucederá. Los desafios vendrán tambien para mantenernos enfocados. Es el propósito de Dios de que tengamos presiones para mantenernos en movimiento hacia adelante, para hacernos sentir incomodos en este mundo caído y pecaminoso, al poner nuestros ojos en Él, quien permanece para siempre; no sobre estas cosas temporales que tenemos aquí. Así que, ¿te quedaste estancado en alguna parte sintiéndote cálido, cómodamente mezclando el pecado en tu vida? O ¿te estas moviendo hacia adelante, hacia Él? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Supliendo Necesidades

Basado en Santiago 2:1-17 (Versión Reina Valera 1960)

 

Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros? Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley. Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio. Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

 

Sholem Aleichem dijo: La vida es; un sueño para el sabio, un juego para el necio, una comedia para el rico, una tragedia para el pobre. En el pasaje de hoy, se nos enseña un fundamento cristiano muy básico, que debiéramos tratar a todos de la misma manera, y que debiéramos ser más atentos con los necesitados que con los que tienen. No significa que hay que olvidarse totalmente de los ricos (porque también tienen necesidad espiritual), pero debemos concentrarnos en lo muy obvio. Lo obvio es que la vida es mucho más difícil para aquellos que les faltan las cosas básicas que a aquellos que ya lo tienen. Si alguien piensa que solo se trata de ayuda espiritual, entonces tiene que estudiar la Biblia un poco más, y entender lo que Dios quiere que hagamos. Si no lo entienden todavía, entonces necesitan experimentar una semana sin comida, ropa, y techo (para comenzar).

 

La Palabra de Dios es muy clara; que necesitamos ayudar. Como cristianos, es parte de nuestro caminar espiritual. Si el dar no es parte de nuestra vida, nuestra espiritualidad no le significa mucho a Dios. Juan el Bautista dijo: Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.Lucas 3:7-11.

 

Algunos dirán: Bueno, yo no soy rico. Y tendría que decir que eso es lo que dicen los ricos usualmente, cuando están inconsciente al mundo que los rodea. La riqueza obvia es cuando tienes dos de algo cuando necesitas solo uno. Por ejemplo, si tienes dos casas cuando solo necesitas una, eres rico. Cuando tienes dos carros cuando solo necesitas uno, (y en realidad hay personas que usan el transporte público, y no son pobres tampoco), entonces eres rico. Cuando tienes un closet lleno de ropa y más zapatos que días de la semana; entonces sí también eres muy rico. Cuando estas preocupado de aumentar de peso (o ya estás de sobrepeso) porque comes mucho, entonces eso significa que tienes mucho acceso a la comida, y sí, eso dice que eres rico. Y la riqueza tiene distintas formas; no solo el dinero y las posesiones. Así que, cuando te comparas a alguien que no tiene nada, entonces te comienzas a dar cuenta de la gran diferencia. Estas entendiendo, ¿verdad?

 

Dios nos enseñó principios valerosos a través de las parábolas. Él nos enseñó lo siguiente con respecto a la responsabilidad y el tener mucho: Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes. Más si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles. Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá. Lucas 12:42-48. Así que, es la expectativa de Dios de que, si se nos dió mucho, tenemos que compartir mucho. El comer y beber, y el tratar al prójimo injustamente no lo tolera Dios, especialmente cuando te ha encomendado mucho. No significa que no puedes disfrutar lo que trabajas, pero no puedes vivir solo para la próxima entretención, sin ningún cuidado por las necesidades de tu prójimo. ¡Es pecado, y con razón! Es cruel el engordarse (por decir) sin tener ningún cuidado por los demás.

 

Finalmente, necesitamos ser sabios de la manera que ayudamos, y de cómo administrar lo que tenemos. Dios desea darnos toda la sabiduría que necesitamos para saber cómo ayudar, y también poder disfrutarlo a la misma vez. Porque dice: Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5. Si tu corazón está en el lugar correcto, y estas buscando la sabiduría de Dios, Él te guiara a quien tienes que ayudar y cómo ayudarle. Pero al final del día, puede que no importe a quién ayudes, porque debiéramos hacerlo todo por Él. Después de todo, ¿No es Dios el que permite que tengas todo lo que tienes? Así que, ¿estas supliendo sabiamente las necesidades, administrando la riqueza que Dios te ha dado? O, ¿Necesitas que Dios te lo quite para que aprendas a apreciar lo que Él te da? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Comprometiendo Tu Relación con Dios

Basado en Apocalipsis 2:12-17 (Versión Reina Valera 1960)

 

Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

 

Alguien dijo una vez: No importa como comienzas, sino como terminas es lo que cuenta. Hay un malentendido general en muchos creyentes, que lo único que importa es llegar a Cristo, y que todo lo demás ya está hecho. Eso no está completamente correcto. Si fuere así el caso, entonces tendríamos que ignorar muchos de los pasajes en la Biblia, particularmente en el Nuevo Testamento. ¿Por qué Dios insistiría que tendríamos que pedir por sabiduría? ¿Por qué se nos animaría a estudiar la Biblia? ¿Para que tener cuidado de las cosas? Después de todo, si está todo listo después de aceptar a Cristo como tu Señor y Salvador, ¿Para qué hacer algo más?

 

Hay algo crucial que se debe entender. La Palabra de Dios es infalible, y nunca se puede contradecir. Si fuere así, entonces no se podría confiar en ella. La respuesta es que no se contradice. Así que, si una enseñanza o doctrina no concuerda con otros pasajes en las Escrituras, entonces debe ser desechada, o entendida como incompleta. Cuando un concepto espiritual está de acuerdo con varias partes de la Escrituras, entonces tienes una enseñanza sana y sólida. La respuesta es: aunque alguien haya venido a Cristo, y haya nacido de nuevo a través de Él, ese es solo el comienzo. Ahora hay un camino puesto por delante donde tienen que escoger seguirlo o no. Como hecho, por eso que hay un castigo más grande para aquellos que han sido expuestos a la Verdad de Dios y se devuelven; porque tienen todo lo que necesitan para seguir el Camino, triunfar sobre las debilidades de su carne, y hacer grandes cosas para la gloria de Dios. Una persona, a través de Cristo, gana un nuevo comienzo, y completo acceso y entendimiento de la Palabra de Dios a través del Espíritu Santo. El Espíritu Santo, mientras una persona estudia y aplica la Palabra de Dios a su vida, comienza a equiparla para cada experiencia con que se encuentre en su caminar con el Señor. Y por supuesto, la Palabra de Dios dice: Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros? Romanos 8:31. Entonces, ¿Qué está pasando con tantos que dicen creer en Dios?

 

Un problema es que comprometen su relación con Dios (porque todo todavía depende de la decisión, aun después de venir a Cristo). Algunos pueden que hallan llamado a Jesús el Señor de sus vidas, pero puede que no sea una realidad. Algo mas esta dominando su vida. En el pasaje de hoy, Dios advierte a través de Su ángel a una iglesia (no a inconversos), y de cómo han comprometido su fe. Se han permitido ser influenciados, y están siendo advertidos de que tienen que cambiar y vencer (no todo está determinado en cada vida). Las personas tienen que dejar que Dios tome el control completo de sus vidas, al dejar ir el pecado que todavía los influencia. Cada día que pasa, tiene que haber un rendirse, y dejar ir todo lo que produce muerte.

 

En el pasaje de hoy, uno de los compromisos está relacionado al amar más el dinero y las cosas que vienen con él, que mantenerse fiel a Dios, a pesar del ambiente que los rodea. Lo vemos a través de la doctrina de Balaam, un profeta que se permitió ser seducido por Balak (rey de los moabitas) para maldecir al pueblo de Dios para su propia ganancia y beneficio, y ser débil ante una persona en una posición de poder. Dios no estaba mandando en la vida del profeta. El miedo y la avaricia si lo estaba, y casi le costó la vida. No es muy distinto hoy. Muchos creyentes desafortunadamente piensan más en el mundo material y en el no tener problemas con las personas que los rodean, en vez de Dios. Muchos prefieren “mantener la paz” con su familia, sus amistades, sus compañeros de trabajo, etc. y comprometer su relación con Dios, que pararse firme. Ceden más a los distintos estilos de vida y a ser influenciados por Satanás en sus propias vidas. Así que, no solo viven cerca del mal, sino también comienzan a ser absorbidos y adoptan lo que hacen los demás porque quieren caber. No quieren ser diferentes.

 

El otro asunto es la doctrina de los Nicolaitas, aquellos que se consideran ser líderes religiosos e imponen su voluntad sobre los débiles, enseñoreándose sobre ellos, mientras mesclan la Palabra de Dios con conceptos carnales y humanos. En vez de enseñar la “pura” Palabra de Dios, o una “doctrina sana”, imponen su evangelio oscuro que esta entretejido con cosas que no le pertenecen a Dios. Son personas que ejercitan algún tipo de poder percibido sobre los más débiles, similares a los fariseos. Los fariseos eran la autoridad religiosa durante el tiempo de Jesús, los cuales echaban a las personas de las sinagogas si no hacían lo que ellos decían, enseñando reglas humanas como si fueran mandamientos de Dios. El Señor fue muy claro de mantener las cosas separadas como leemos: Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Mateo 22:21.

 

Así que, debemos temerle más a Dios que al hombre. Debemos ser más celosos de las cosas de Dios que de ceder al pecado que todavía nos puede destruir, si lo dejamos. Porque escrito esta: Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! Hebreos 10:26-31.

Así que, ¿estas comprometiendo tu relación con Dios? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Entendiendo Quien Es El Señor

Basado en Mateo 20:1-16 (Versión Reina Valera 1960)

 

Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, más pocos escogidos.

 

La vida está llena de labor. La mayoría de nosotros comenzamos con algún tipo de trabajo cuando éramos muy pequeños; como gateando, y después caminando; y después ir a la escuela, hacer tareas; quehaceres de la casa, etc. Todo esto demandaba algún esfuerzo. Y antes o después de graduarnos de la escuela, las personas consiguen empleos o carreras. Eso por supuesto también toma algún esfuerzo. Aun cuando quieres tener un pasatiempo, aun por diversión, también requiere trabajo. Una relación requiere trabajo. Los hijos requieren trabajo. Aun el retiro requiere trabajo porque hay que planearlo y trabajar hacia esa etapa de la vida. Nacimos en un mundo de trabajo y lo dejaremos haciendo algo; cualquier cosa; pero demandará esfuerzo. El trabajo nunca para. Fuimos creados finalmente para el trabajo; por lo menos eso parece.

 

El caminar espiritual no es muy distinto. Como hecho, el término “caminar” implica acción, el moverse hacia adelante. Y no se iría a ninguna parte si no se camina. Y aquí es donde hay uno de los malentendidos de la gracia. Muchos teólogos y ministros enseñan que todo está basado en la gracia; que uno no puede ganarse la salvación. Eso es verdad, bíblicamente hablando. Nunca puedes ganarte la salvación. Solo se puede alcanzar la salvación a través de la gracia que encontramos en Cristo, al convertirnos de todos nuestros pecados, y aceptando a Jesús como el Señor de nuestras vidas. Pero, eso no significa que no debiera haber trabajo después de rendir nuestras vidas a Cristo. No puedes ser salvo por obras, pero tu fe en Cristo no significa nada si no hay un producto visible ante los ojos de Dios y los hombres. Gloria a Dios que los Apóstoles entendieron esto, o si no, nunca hubiéramos escuchado de Cristo. Porque escrito esta: Hermanos míos, ¿de que aprovechara si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.Santiago 2:14, 17. El Señor elaboró más, en que debiera haber un producto en la vida del creyente; algo “debe” salir de nuestra vida o si no, Él nos removera. Porque escrito esta: Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitara; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiara, para que lleve más fruto. Juan 15:2

 

Dios nos creó a cada uno de nosotros con un propósito. Es la razón por lo cual existimos: estamos aquí para hacer lo que tenemos que hacer. Y no haciéndolo es un problema, especialmente cuando la Palabra de Dios nos ha sido compartida. Jesús explico la siguiente parábola: Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero estos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. La que cayó entre espinos, estos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. Más la que cayó en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia. Lucas 8:11-15. Así que, el sembrador siembra la semilla con el propósito y la meta de recibir un producto. De otra manera, ¿para qué sembrar las semillas? No creo que a ninguno de nosotros nos gusta trabajar por nada, ¿no? Para nosotros que tenemos un empleo, esperamos ese día especial cuando recibimos algún pago por nuestra labor. Así es como pagamos las cuentas, compramos comida, etc. Esperamos que algo resulte de cualquier cosa que hacemos.

 

Así que, ¿Cuál es el fruto que Dios espera que tengamos como resultado de nuestra salvación? Él nos enseña esto: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5:22-23. Y este fruto del Espíritu rinde una acción visible, algo que Dios y el hombre puede ver tangiblemente. Tiene que haber un producto. Todos trabajamos. Todos hacemos algo. La pregunta es: ¿Qué es lo que estamos haciendo? ¿Estamos obrando para algo significativo que transcienda este mundo? Porque la Biblia también nos enseña: No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde este vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mateo 6:19-21

 

El último punto es este: No te preocupes lo que los demás hacen o no hacen. Solo preocúpate por lo que tú eres responsable. Cuando comenzamos a mirar lo que hacen los demás, y lo que están recibiendo (no importa lo que sea), ahí la codicia comienza. Y se nos enseñó esto: No codiciaras la casa de tu prójimo, no codiciaras la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. Éxodo 20:17.

 

Así que, el Señor es el Señor, y como tal, Él hace lo que quiere y espera algo de nosotros. Y no tenemos derecho de decir algo. Finalmente, Él es el Señor. Las buenas noticias es que Él es un Buen y Amante Señor, deseando derramar Su gracia sobre aquellos que le buscan, y hacen lo que Él dice; para bien nuestro y de los demás. ¿Es Él tu Señor? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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No Te Rindas

Basado en 1 Pedro 3:13-18 (Versión Reina Valera 1960)

 

¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal. Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

 

Nick Vujicic (uno de mis héroes en la fe) dijo: Muchas veces me preguntan cómo puedo mantenerme contento a pesar de no tener brazos y piernas; la respuesta rápida es que tengo una elección, puedo escoger tener rabia por no tener extremidades, o puedo sentir agradecimiento que tenga un propósito; escojo sentir agradecimiento. Muchas veces, las personas les cuesta mantener su fe en Dios porque algo salió mal, o porque ciertas oraciones no fueron contestadas, o porque se cansan de hacer lo bueno y no ven recompensa.

 

He escuchado a muchos que no pueden llegar a creer en Dios porque algo trágico paso en sus vidas. Puede que envuelva la muerte inesperada o fuera de tiempo de algún ser querido; y sintieron que Dios debiera haber intervenido de alguna manera. He escuchado historias como: Yo perdí a un padre por enfermedad cuando era joven, y Dios no escucho mi oración para sanarlo. Otros juzgan a Dios con las ocurrencias globales como el hambre, la enfermedad, las guerras, etc. Y preguntan: Si Dios existe, y Él es supuestamente bueno, ¿Por qué permite que estas tragedias ocurran? Recuerdo hablar con un compañero de trabajo de origen hebreo que me dijo: ¿Dónde estaba Dios en el Holocausto? Y ¿Cómo Él pudo permitir que millones, incluyendo a mujeres y niños, fueran torturados y muertos por los Nazis? Los creyentes luchan con su fe en Dios también cuando no todo va bien. A veces las oraciones quedan sin contestar. Las oraciones no son escuchadas, y mucho sufrimiento ocurre por la falta de respuesta. Y por supuesto, sienten que sus oraciones debieran haber sido contestadas, porque pidieron por cosas necesarias. Los creyentes juzgan a Dios porque “Él dejo” que alguien muriera, o “Él no proveyó” para la necesidad, o “Él no ayudo” a tiempo. Le atribuyen a Dios la falla. Otros se rinden en tener una fe ferviente porque no ven la recompensa. Algunos levantan las manos después de un tiempo y dicen: ¡Me rindo! Piensan: ¿Qué he ganado con vivir de una manera distinta, tratando de agradar a Dios, si estoy peor que los demás, y no tengo lo que necesito? Así que, seden con ciertas cosas pensando que el transigir les permitirá tener lo que necesitan. Como ejemplo, algunos creyentes se casan con incrédulos o practican el pecado, pensando que lograran lo que quieren. Se justifican basados en que Dios no les proveyó, y que tuvieron que arreglar el asunto con sus propias manos.

 

Creo que, si hicieran una encuesta del desempeño de Dios, no creo que vaya muy bien. Creo que muchos dirían que Su desempeño es en lo más mínimo, por debajo del estándar; que Él claramente no es todo lo que debiera ser. Unos de los asuntos que causan este modo de pensar es: lo que consideramos éxito. El éxito es basado en poder tener todo lo que una persona debería tener en esta vida, aquí y ahora. El éxito se ve en que todo vaya bien: en la familia, la salud, las riquezas y posesiones, el poder, la carrera, la fama, en el poder hacer lo que quieres, conseguir lo que quieras o necesites, etc. Y si no logras tener una “buena cantidad” de cualquiera de esas cosas, entonces no eres considerado ser exitoso. Y por supuesto, cualquier dios es juzgado sobre los méritos de cómo te ayudo alcanzar cierto nivel de éxito. Así que, las personas usan este estándar no mencionado, pero muy real con Dios: Si Tu (Dios) no me puedes ayudar lograr lo que yo creo que es el éxito, entonces no seré tan devoto o no tendré ninguna devoción a ti. Hay muchas cosas que no se dicen; pero los hechos articulan muy bien las intenciones del corazón.

 

Y ahora, donde nuestro pasaje de hoy se refiera más claramente (pero enlaza con lo previo), ¿Qué pasaría si sufrimos por hacer el bien? Esto va más allá de que le cueste creer en Dios, tener dificultad en seguir a Dios porque Él no hace lo que necesitas, o no ser tan fiel con Él porque al hacer el bien no se logró un resultado esperado. Este pasaje tiene que ver con un seguidor que le es fiel a Dios, y ser castigado o perseguido por hacer el bien. Básicamente, ser castigado por hacer el bien. ¿Qué entonces? ¿Esto no es aún más traumatizante, de ser tratado como un criminal por tratar de llevar a otros a Cristo, o sufrir el mal por hacer lo que le place a Dios?

 

La respuesta para todos debiera rondar alrededor de una cosa: el amor. Aparte de todas las cosas que pueden salir mal, cosas que remecen tu fe, preguntas que quedan sin respuestas, o el sufrir por hacer el bien; el amor de Dios a través de Jesucristo debiera ser el solo hecho que nos ayuda a entender lo que realmente importa. Dios existe. Establezcamos eso por lo menos. Y la historia nos dice que hubo un Jesús de Nazaret que hizo increíbles milagros, pero aún más importante, que murió por la humanidad, para que pudiéramos ser salvos. El no murió en la cruz para que tuvieramos éxito a nivel humano aquí en la tierra, sino más bien, para que pudiéramos vivir eternamente, salvos de nuestros pecados. Y lo hizo mientras tenía la opción de no hacerlo. El Señor pudiera haber desistido y no pasar el horrendo sacrificio de la cruz. Y sin eso, lo único que te quedaría es este mundo muy temporal y realmente imperfecto, lleno de todas las cosas que hace la vida desagradable. Y después de todo, ir al infierno, a un lugar eternamente separado de Dios. Pero gloria a Dios que Cristo siguió hacia la cruz. Así que, nos animan de esta manera: Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Hebreos 12:1-3.

 

Así que, cuando las cosas se ponen duras, recuerda lo que Cristo hizo por ti. No te rindas, porque Él no se rindió por ti. A través de Su sacrificio, Él te dio mucho más de lo que pensarías que necesitabas. ¿No es el amor de Dios mucho más que suficiente para seguir adelante; un amor que abrió la puerta para la eternidad para ti y para mí? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Encontrándose con Dios

Basado en Amos 4 (Versión Reina Valera 1960)

 

Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos. Jehová el Señor juró por su santidad: He aquí, vienen sobre vosotras días en que os llevarán con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescador; y saldréis por las brechas una tras otra, y seréis echadas del palacio, dice Jehová. Id a Bet-el, y prevaricad; aumentad en Gilgal la rebelión, y traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres días. Y ofreced sacrificio de alabanza con pan leudado, y proclamad, publicad ofrendas voluntarias, pues que así lo queréis, hijos de Israel, dice Jehová el Señor. Os hice estar a diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. También os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió, se secó. Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os herí con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová. Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, con cautiverio de vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os trastorné como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel. Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y anuncia al hombre su pensamiento; el que hace de las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová Dios de los ejércitos es su nombre.

 

El pasaje de hoy provee amplia advertencia para aquellos que se consideran creyentes, pero que no siguen o buscan de Dios como debieran. El mensaje de hoy es para aquellos que profesan conocer a Dios y haber estados expuestos a la Verdad de Dios para la salvación de sus almas. Luce que muchos no se dan cuenta que son responsables por la Verdad. De acuerdo a la Biblia, cuando una persona ha sido expuesta a la Verdad, son responsables por ella. En otras palabras, si conoces el bien, pero decides no hacerlo o seguirlo, entonces traerás sobre ti mismo las consecuencias que esas acciones acarrean. Hago énfasis en la palabra “Verdad” porque las personas están asentadas en la idea de que su opinión es la verdad. Y como lo he compartido antes, la opinión no tiene ningún efecto sobre la realidad, a no ser que esté basada en la Verdad. Así que, las personas se pueden lavar el cerebro, y escuchar a predicadores mentirosos todo lo que quieran; la Verdad es incambiable. La Palabra de Dios es suprema Verdad, y nunca se contradice a sí misma. Muchos predicadores selectivamente escogen y usan pasajes para enseñar lo que quieren, y finalmente decirles a las personas lo que quieren escuchar; no necesariamente compartiendo la Verdad de Dios.

 

Un problema grande doctrinal que se ha infiltrado en la iglesia universal de hoy es el concepto de la “seguridad eterna”, en el sentido que Dios no toma en cuenta lo que haces después de ser salvo; y que puedes seguir haciendo lo que quieras sin preocuparte de tus acciones, porque Dios te ama y perdonara todo. El problema con ese concepto es que a Dios si le importa lo que haces después de llegar a Cristo. Estamos eternamente seguros en Cristo, si seguimos fielmente a Dios, haciendo lo que le agrada. Pero si las personas escogen practicar el pecado (no solo cometer pecado: hacer algo sin intención, o algo que no se vuelva en costumbre o estilo de vida), entonces Dios sí tiene un gran problema con eso. Porque escrito esta (en el NUEVO TESTAMENTO):Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!Hebreos 10:26-31. También enseña (en el NUEVO TESTAMENTO): Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5:19-21.

 

Algunos dirán: Bueno, John, entonces estoy bien porque yo no practico esas cosas. Y eso es grandioso si es el caso. ¡Gloria a Dios! Pero aquí hay uno que atrapa a muchos, y de una manera muy sutil: el amor al dinero (idolatría). El dinero por sí mismo no es malo. Pero aquí está el problema:

Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1 Timoteo 6:9-10. Aquí está la prueba: ¿Cuántos dirían que solo necesitan un poco más para estar bien? Creo que, si son sinceros, muchos dirían que este es el caso. El problema con eso es la falta de contentamiento. El querer siempre “un poco más” es una señal. Hay algunos que dirán: Tengo deudas y por eso que necesito el dinero. Bueno, piensa como llegaste a ese punto. ¿Cuál fue la verdadera razón porque llegaste a eso? Algunos jóvenes se meten en deudas por la universidad, lo cual está perfectamente bien. Pero, ¿Cuál fue la meta para tener la carrera? ¿La meta final era para lograr algo que te permitiera tener mucho dinero? Si el idealismo o la pasión no era la motivación principal, entonces el amor al dinero fue lo que motivo el sacrificio. ¿Cómo sabes? ¿Estas realmente contento haciendo lo que haces; no solo contento por el dinero que ganas para comprar o hacer cosas que siempre quisiste hacer? ¿Quieres probar? Piensa, ¿pudieras hacer tu trabajo de gratis? ¿Podrías todavía estar contento hacer tu trabajo sin recibir pago? La idolatría tiene distintas caras.

 

La verdad es que todos daremos cuenta por lo que hacemos, especialmente los creyentes. Así que, la pregunta es: ¿Estás dispuesto a encontrarte con Dios ahora, volviéndote de lo que estés haciendo para que Él sane tu vida eternamente? O ¿Seguirás haciendo lo que haces para encontrarte con Dios en un futuro cercano ante un trono de juicio, aprendiendo por ti mismo, “a las malas”, que Dios si juzgara a Su pueblo? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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El Orgullo Aparta la Sabiduría

Basado en Proverbios 16 (Versión Reina Valera 1960)

 

Del hombre son las disposiciones del corazón; mas de Jehová es la respuesta de la lengua. Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Jehová pesa los espíritus. Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados. Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo. Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; ciertamente no quedará impune. Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal. Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él. Mejor es lo poco con justicia que la muchedumbre de frutos sin derecho. El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos. Oráculo hay en los labios del rey; en juicio no prevaricará su boca. Peso y balanzas justas son de Jehová; obra suya son todas las pesas de la bolsa. Abominación es a los reyes hacer impiedad, porque con justicia será afirmado el trono. Los labios justos son el contentamiento de los reyes, y éstos aman al que habla lo recto. La ira del rey es mensajero de muerte; mas el hombre sabio la evitará. En la alegría del rostro del rey está la vida, y su benevolencia es como nube de lluvia tardía. Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata. El camino de los rectos se aparta del mal; su vida guarda el que guarda su camino. Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu. Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos con los soberbios. El entendido en la palabra hallará el bien, y el que confía en Jehová es bienaventurado. El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber. Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; más la erudición de los necios es necedad. El corazón del sabio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos. Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte. El alma del que trabaja, trabaja para sí, porque su boca le estimula. El hombre perverso cava en busca del mal, y en sus labios hay como llama de fuego. El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos. El hombre malo lisonjea a su prójimo, y le hace andar por camino no bueno. Cierra sus ojos para pensar perversidades; mueve sus labios, efectúa el mal. Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de justicia. Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad. La suerte se echa en el regazo; mas de Jehová es la decisión de ella.

 

Un poco de temor es saludable, especialmente si se usa adecuadamente. Muchas veces, las personas piensan que son invencibles y que su voluntad y habilidades son lo convierten sus deseos e intereses en realidad. Algunos, aquellos que profesan tener fe en Dios, creen que no se le debe temer a Dios. Hay aquellos que también creen que no le temen a nada. Y por supuesto, hay aquellos que no se preocupan de nada y solo flotan en la vida dependiendo de los demás, siguiendo sus propios pensamientos. ¿Qué es lo que todos tienen en común? Todos tienen orgullo. El orgullo es lo principal que hace caer a todo ser. Eso fue lo que produjo la caída de Satanás. Él pensó que podía ser como Dios (y todavía lo piensa). Un tercio de los ángeles (los cuales son ahora demonios por su estado caído) también pensaron que podían desafiar a Dios junto con Satanás; porque pensaron que unidos en su orgullo, podían dominar al mismo Todopoderoso. Y como lo he mencionado muchas veces antes, la opinión no puede contra la realidad. Satanás y sus seguidores tenían una opinión más alta de sus habilidades que lo que debieran haber tenido y cayeron vencidos hasta el mismísimo abismo. Y la realidad continuara teniendo su efecto cuando Dios mande a Satanás, y a aquellos que siguen su camino, a la perdición eterna, al Lago de Fuego. Es solo cuestión de tiempo. El orgullo niebla el sano juicio y no permite que haya esa sana medida de temor que debiera existir en cada ser humano. Es el orgullo que hace sentirse invencibles a las personas, que su voluntad y habilidades los hace exitoso. Es el orgullo que le dice a aquellos que profesan creer en Dios que no le deben temer. Es el orgullo que hace que ciertas personas sientan que no le teman a nada. Es el orgullo que hace a algunos confiar más en los demás, y aun de aprovecharse de los demás, para poder alcanzar lo que quieren. Es finalmente el orgullo lo preciso que hace que las personas piensen que su opinión es más fuerte que la realidad.

 

La opinión es algo que todos podemos y debiéramos tener. Pero al final del día, una opinión “debiera” estar basada en algún hecho inmovible, en algo que está bien sitiado y sustanciado; especialmente si queremos que nuestra opinión tenga algún valor. El problema es que la opinión de muchos no está bien fundamentada. Piensan que, porque creen algo, que su creencia lo hace real. Es como la persona que dice creer en Dios, y que Dios es lo más importante para ellos, pero, no obstante, solo hacen lo que quieren, y desechan todo lo demás porque “en su opinión”, eso es lo que importa. Los fariseos tenían el mismo problema. Estaban más preocupados de “respetar el día de reposo” que respetar al propio Hijo de Dios que estaba parado delante de ellos mismos, haciendo increíbles milagros y compartiendo la Verdad de Dios. Estaban tan ciegos por su orgullo que le estaban diciendo a Dios mismo (en Su cara) que Él no era Dios y que estaba mal. Algunos dirán: Bueno, si yo hubiera existido en aquel entonces, yo no hubiera hecho lo que hicieron los fariseos. Bueno, si Dios te dice que hagas algo que es importante para Él, porque escrito esta, ¿Por qué no le obedeces? Para muchos, no se trata de que se haga la voluntad de Dios, sino que “su voluntad” sea hecha. ¡Eso es orgullo!

 

¿Crees que mi perspectiva no está clara? ¿Cuántos profesan creer, y aun dicen que siguen a Dios, pero no hacen lo que el realmente desea? ¿Por qué hay tanto dolor en el mundo sin atención? ¿Por qué las personas están más interesadas de disfrutar lo que tienen en vez de ayudar a los que no tienen nada? ¿Por qué no estamos ayudando el sufrimiento ajeno, sin esperar nada a cambio? ¿De dónde sale tanto crimen? La maldad que existe en el mundo no se lleva a cabo por un grupo pequeño de personas. El dolor que existe no está siendo atendido tampoco por las masas. Así que, ¿Por qué están las cosas como están?  Porque no hay temor de Dios. Porque escrito esta: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Proverbios 1:7. Cuando no le tememos a Dios (mucho más que un respeto profundo), no puedes recibe sabiduría. Cuando tememos a Dios, la sabiduría comienza a crecer en nuestras vidas y podemos comenzar a entender lo que realmente importa, y que nuestra opinión debe ser establecida en Dios y en Sus principios. ¿Por qué? Porque no hay nadie más poderoso que Dios; y sí, todos daremos cuentas por nuestras acciones. Aquí hay una realidad cierta: El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala. Eclesiastés 12:13-14. Así que, ¿te está apartando el orgullo de la sabiduría de Dios? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Escucha lo que Dices y Mira lo que Haces

Basado en Santiago 3 (Versión Reina Valera 1960)

 

Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce. ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.

 

Las cosas más básicas de la vida finalmente nos ayudan a definirnos como persona, como lo que decimos o hacemos. No importa cuánto sigan evolucionando las cosas, todo puede ser llevado a lo más sencillo. Hay personas que tienen mucho (tanto que no saben qué hacer con ello) y hay algunos que tienen algo. Y por supuesto, hay aquellos que no tienen nada. No obstante, si sacas todo lo material, lo único que queda es una persona. De la misma manera, hay aquellos que son muy educados, otros más o menos, y algunos que apenas saben leer. Pero, si le sacas todo eso, solo queda una persona. Lo que ayuda a traer las cosas a cierta perspectiva es cuando una persona llega a su fin. He visto a personas muy ricas y bien conocidas que llegan a sus últimos días, y muy pocas personas se acuerdan de ellos y apenas piensan en ellas. Sus títulos o riquezas no pueden quitar la realidad de que volverán al mismo sitio de donde salieron, más tarde o más temprano: del polvo salimos y al polvo volveremos. En el gran esquema, somos sencillamente personas; carne y sangre; nada más y nada menos. Así que, ¿Qué estamos supuestos de hacer? Lo que importa es lo que decimos y hacemos, no importando cual sea nuestra situación o estatus.

 

En el pasaje de hoy, leemos de ambos conceptos. El primero se trata de lo que decimos. Algunos puede que digan que las palabras no importan, o que dijeron algo en una discusión que no quisieron decir. Si algo sale de tu boca en un momento dado, estas revelando algo que está dentro de tu corazón. Porque escrito esta: El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.Lucas 6:45. Las palabras significan algo. En realidad, significan mucho. No todo sale porque si nada más. Algunos dirán cosas hasta en chiste para que no se tome tan duramente. A otros no les importa nada y dicen lo que sea. El mensaje interior se trasmite de distintas maneras. Pero lo importante de tener en mente es, que debemos prestarle atención a lo que decimos; no solo porque puede dañar a alguien; pero igual de importante, tenemos que entender por nuestro propio bien lo que tenemos dentro del corazón. Porque la raíz del problema no es necesariamente el pequeño órgano llamado lengua. Lo que el pasaje está tratando de ayudarnos a meditar, que este pequeño elemento en nuestra boca está trasmitiendo algo que se encuentra mucho más profundo dentro de nosotros. Porque escrito esta también: Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre. Mateo 15:18-20. Muchos no le prestan atención a lo que dicen y puede que hallan muchas razones. A algunos no les importa, así que, eso revela arrogancia y orgullo. Otros lo hacen deliberadamente. Otros lo hacen “accidentalmente”, pero causa daño igual, así que, eso demuestra irresponsabilidad; o, sencillamente no pudieron frenar sus malos pensamientos porque hay demasiado desborde. A pesar de la situación, si hay un desborde de algo malo que está saliendo de tu boca, no lo debieras tomar tan livianamente. Está revelando un problema profundo del que estas inconsciente.

 

Por el otro lado, hay algunos que son fantásticos con sus palabras. Saben decir lo preciso para poder tratar de convencer y controlar las situaciones para su beneficio. Tienen mucha labia. Hay personas que tratan de ser tan astutos con sus palabras que trataran de hacerte sentir culpable por algo que ellos hicieron mal. ¿Conoces a alguien así? El mundo está lleno de “victimas” y de “intrigantes” desafortunadamente. Y con eso, tenemos que prestarles atención a sus acciones. Porque escrito esta: Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Santiago 2:14,17. Así que, si una persona tiene facilidad de palabras, la única manera de identificarlos es a través de sus acciones. Debiéramos considerar también lo que estamos “haciendo”. Y no solo lo que estemos haciendo, sino el porque lo estamos haciendo. El intento es tan importante como la acción misma.

 

Donde grandes cosas pueden suceder es cuando podemos cambiar las cosas malas que decimos y hacemos; al permitirle a Dios que nos transforme de adentro hacia afuera. Eso sucede cuando nos rendimos completamente a Él, sin reservas; permitiéndole al Espíritu Santo y a Su Palabra a que trabaje en nosotros. Cuando eso suceda, nuestras palabras y acciones le traen gloria a Dios, y ayudamos a aquellos que realmente buscan de la vida y la esperanza. La Verdad en nuestras vidas puede que no sea atrayente a todos, pero no importa. Lo que importa es que Dios sabe todo, y aquellos que realmente quieren vivir (los que ven más allá de este mundo físico y caído) encontraran vida a través de aquellos que escogen escuchar, obedecer, y seguir a Cristo. Así que, ¿es el intento de tu corazón traer gloria a Dios a través de lo que “dices” y “haces”? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Siempre Sigue Hacia Adelante

Basado en Hebreos 12:1-3 (Versión Reina Valera 1960)

 

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

 

Vince Lombardi (considerado por muchos como uno de los entrenadores más exitosos del futbol americano) dijo: Yo firmemente creo que la mejor hora del hombre, la realización más grande de todo lo que más valora, es el momento cuando ha luchado con todo su corazón por una buena causa, y yace exhausto en el campo de batalla: victorioso. Aún mas de Vince haber sido un entrenador exitoso, él era un hombre muy religioso con una fe muy fuerte en Dios. Así que, su cita no solo envuelve el futbol, sino aún más que eso.

 

Eso es también lo que el escritor de Hebreos nos está recordando; de que hay algo delante de aquellos que han escogido seguir a Cristo. Él nos recuerda de que tenemos una gran nube de testigos; algunos son testigos humanos, y por supuesto, hay un grupo aún más grande y más importante, los testigos del mundo espiritual. Dios ve todo lo que hacemos. Y no solo Dios, pero también los ángeles; y desgraciadamente, Satanás y los demonios también ven. Hay un mundo que no podemos ver que es mucho más grande de lo que imaginamos. Así que, para mejor o para peor, nunca estas solo. Siempre hay alguien mirando. Pero el escritor de Hebreos trata de inculcar en nosotros que hay cosas que necesitamos hacer para poder seguir hacia adelante, y esto es lo que muchos olvidan en el camino. Cuando venimos a Cristo, y nacemos de nuevo en Él (si el milagro realmente ha sucedido), siempre debe haber una progresión en la vida de la persona; un progreso “espiritual”. Aquí él explica que es una carrera. Y por supuesto, en cada carrera, hay un comienzo y hay un fin.

 

Nuestro principal ejemplo es Jesucristo. Jesucristo, aunque era el unigénito Hijo de Dios, nació en este mundo con el propósito de tomar nuestra forma y semejanza, y hacer el sacrificio supremo, por nuestros pecados. Porque la Biblia explica que la remisión de pecados solo es posible a través del derramamiento de sangre inocente. Así que, la única manera de que nuestros pecados hayan sido eternamente lavados es a través del derramamiento de sangre inocente y divina. Esta fue la única manera para que hubiera salvación eterna. De otra manera, si el sacrificio hubiera sido hecho por una persona común (aunque si fuera posible, de que una persona no tuviera pecado), eso hubiera durado un momento nada más. Dios (el Eterno y Santo) tuvo que derramar Su sangre para que pudiéramos ser perdonados y nuestros pecados lavados por toda la eternidad.

 

Volviendo al ejemplo de Cristo; Él nació. Él creció y aprendió. Él se convirtió en Hombre. Él obedeció aun hasta ser bautizado como adulto, antes de comenzar Su ministerio publico. Y después de eso, Él aun sufrió la tentación. Él caminó predicando el Evangelio y haciendo distintos milagros, yendo de lugar en lugar, nunca deteniéndose mucho tiempo. Siempre moviéndose hacia adelante. Su tiempo se cumplió, y fue traicionado. Él fue golpeado, herido, y por supuesto; crucificado. Aunque Él tenía el poder para liberarse, no lo hizo. Él siguió hacia adelante con el plan. Él fue colgado en una cruz; clavado. Y sufrió un dolor agonizante hasta que su cuerpo humano no pudo soportar más. Y antes de Su último suspiro, Él dijo: Consumado es. El nunca paró. Siempre siguió adelante, hasta su cruel final carnal. El derramo hasta la última gota de sangre y agua de Su cuerpo por ti y por mí. ¿Qué hubiera sucedido si Él se hubiera detenido, y solo hubiera seguido predicando y haciendo milagros?

 

Así que, lo que esto nos enseña es que siempre tenemos que seguir adelante; no importa el costo; no importa lo obstáculos o desafíos que encontremos en el camino; no importa si tenemos apoyo de los demás, o si estamos completamente solos. Si Él no paró por amor a nosotros, ¿Es justo que nosotros seamos complacientes, y que nos quedemos en nuestro lugar de comodidad? La Biblia nos enseña: Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7. Así que, la cobardía no es una opción. También está escrito: En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado. Juan 7:37-39. Como lo ríos fluyen, así también debe fluir Dios a través de nosotros; nunca deteniéndose; siempre moviéndose; nunca estancándose.

 

El Apóstol Pablo tuvo esto que decir también: Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa. Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. Filipenses 3:1-20.

 

Así que, ¿sigues adelante en Él, con todo lo que tienes? o ¿te quedaste estancado en algúna parte, siguiendo otra cosa? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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¿En Que Dependes?

Basado en Salmo 28 (Versión Reina Valera 1960)

 

A ti clamaré, oh Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí, para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden al sepulcro. Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo. No me arrebates juntamente con los malos, y con los que hacen iniquidad, los cuales hablan paz con sus prójimos, pero la maldad está en su corazón. Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos; dales su merecido conforme a la obra de sus manos. Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová, ni a la obra de sus manos, Él los derribará, y no los edificará. Bendito sea Jehová, que oyó la voz de mis ruegos. Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré. Jehová es la fortaleza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido. Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréales y susténtales para siempre.

 

El mensaje de hoy es muy sencillo, pero, espero que se vuelva en uno introspectivo. ¿En qué dependes? ¿Dónde está tu confianza? De acuerdo a un artículo que escribió Judith Sills en Psychology Today (anotado 25/2/2016), ella dijo: Básicamente confiamos por quienes somos y como aprendimos a recibir el mundo, una orientación establecida mucho antes que conociéramos al jefe desconfiable o el compañero de trabajo dudoso; las experiencias con la traición ciertamente remodelan ciertas expectativas, pero siempre buscamos el confiar; o desconfiamos de todo. Como lo creyó Eric Erickson: la confianza se establece durante la etapa del desarrollo antes del segundo cumpleaños; de acuerdo a esa línea de razonamiento, mi propia madre era tan confiable con un biberón y un toque amor de que no puedo pensar mal, no importa cuánto me decepcione una relación o un icono. Entonces, con respecto a la interacción humana, los profesionales miran hacia nuestra infancia.

 

Después de esas etapas tempranas, cuando comenzamos a ver cómo trabaja el mundo, y la educación comienza, muchos puede que hayan comenzado a establecer más confianza en las cosas y conceptos; o por su disposición personal, por la experiencia con la gente, o ambas. Este es la vieja controversia de la naturaleza vs. la crianza. La naturaleza; porque algunos creen que nacimos de cierta manera. Y la crianza; porque algunos creen que somos el producto de nuestro ambiente. Yo personalmente subscribo a la idea de que la respuesta está en el medio de ambas. Si has vivido suficiente, te habrás dado cuenta que la verdad está en el medio, cuando se trata de estas cosas. Pero por supuesto, nunca quitando de en medio el concepto de la responsabilidad personal. Todo se trata de la elección al final del día, a pesar de muchos factores exteriores.

 

Durante esas primeras etapas, cuando las personas dejan de ser niños y se vuelven adultos, muchos comienzan a poner su confianza en el dinero, o en el poder, o en una educación o carrera, o en otras personas, etc. Las personas comienzan a volverse a esas cosas con la impresión de que en el “mundo real”, esas cosas son las únicas que ofrecen seguridad. Honestamente hablando, no es malo tener esas cosas. Como hecho, puede ser parte de la bendición de Dios para una vida cuando desarrollan relaciones saludables con distintas personas, o son exitosos en una carrera o con un negocio, o aún, si ejercen mucho poder. Abraham fue una persona rica. José fue vendido por sus hermanos como esclavo, pero se convirtió en la autoridad suprema de un poder global. David comenzó como un pastorcillo, pero después fue rey sobre Israel. Daniel comenzó como esclavo y después fue el segundo en autoridad en uno de los reinos más poderosos que hayan existido. Así que, el dinero, y el poder, y una carrera o educación, o relaciones, etc. no son cosas malas dentro de ellas mismas. ¿Cuándo se convierte en un problema?

 

El problema viene cuando esas cosas comienzan a tomar el lugar de Dios; cuando se pone a Dios en segundo lugar. Ahora, veámoslo de una manera práctica, de porque no es una buena idea poner otras cosas antes que Dios. Después de todo, la lógica es una gran aliada cuando está fundada sobre una cierta realidad. ¿Cómo podemos depender más en cosas que tienen tantas limitaciones que en Dios que lo creo todo? El dinero no existió antes de la creación. Las personas no existieron tampoco. Y como tal, el poder y la autoridad humana tampoco no tiene existencia previa. De una manera similar, el conocimiento humano tampoco existía. Dios es el Creador de los Cielos y la Tierra. Él es eterno. Él estaba al comienzo. Él está aquí en el presente (no importa cuánto las personas hagan como si no existiera). Y Él estará en la eternidad. Nuestras realidades no afectan Su existencia. Él es el YO SOY. Así que, sana lógica nos lleva a depender más de Dios, que lo que este en el mundo.  

 

Y aquí está la bella realidad que tenemos en Dios; Su amor para con nosotros. Él es este Inmovible y Todopoderoso Ser que quiere ser nuestro todo personal. Aquí hay algunos pasajes que nos asegura acerca del amor de Dios y Su cuidado por nosotros. Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá Él que guarda a Israel. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. Salmo 121. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:35-39. Y aquí nos enseña una cierta realidad: Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Jeremías 17:5-8.

 

Así que, ¿En quién realmente dependes? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Buenos Consejos

Basado en Hebreos 13 (Versión Reina Valera 1960)

 

Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo. Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios. Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas. Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo. Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta. Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio; porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso. Orad por nosotros; pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo. Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea restituido más pronto. Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación, pues os he escrito brevemente. Sabed que está en libertad nuestro hermano Timoteo, con el cual, si viniere pronto, iré a veros. Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os saludan. La gracia sea con todos vosotros. Amén.

 

Francis Bacon dijo: Aquel que da buen consejo, edifica con una mano; aquel que da buen consejo y ejemplo, edifica con dos manos; pero aquel que da buena amonestación y un mal ejemplo, edifica con una mano, pero deshace con la otra. Creo que la mayoría de las personas buscan consejo porque sienten que necesitan algún tipo de guía. Puede que hallan aquellos que piensan que no necesitan el consejo de nadie porque lo pueden resolver por ellos mismos. Ese tipo de proceso de pensamiento muestra un poco de arrogancia y orgullo; pero, no obstante, es válido porque el raciocinio detrás de eso, es que buscan por consejo dentro de ellos mismos. La realidad es que nadie nació sabiéndolo todo, así que, aunque busquen por consejo dentro de sí, ellos aprendieron lo que aprendieron de otro lugar (el orgullo es ilógico). Así que, si las personas buscan consejo fuera de ellos o dentro de ellos mismos, al final, todos necesitan consejo. Habiendo dicho esto, trataré de dar algo de consejo no solicitado, lo cual espero que ayude. Después de todo, eso es todo el propósito por lo cual escribo estos cortos mensajes. Trato de ser un conducto del no solicitado consejo de Dios, así que, mi fuente es Su Palabra.

 

Lo primero que todos debieran establecer es “cual” es la fuente de su consejo. Creo que es importante entender de donde viene. Recuerdo haber tenido una conversación amistosa con un alto funcionario del Estado un día acerca del internet. Él decía que las personas no tienen cuidado y que creen todo lo que está en el internet; porque, si algo en el internet les dice hacer algo, llegan y lo hacen nada mas o lo toman como verdad. Y él estaba 100% correcto. La mayoría de las personas toman las cosas del internet como verdades innegables. La verdad del asunto es que todo tipo de personas ponen todo tipo de cosas en el internet, y puede que sean o no sean personas responsables. El internet, como ejemplo, es una plataforma emisora para cualquiera con unos pocos dólares que pueden comprar un dominio y tener la capacidad de jugar con un poco de software. Eso es todo. El punto que estoy haciendo no es de destruir el internet (porque tiene su valor), sino más bien, como ejemplo de que tenemos que ser cuidadosos en donde conseguimos consejo.

 

De una manera similar, debiéramos considerar de donde conseguimos consejo al lidiar con las personas. ¿A quién estamos escuchando? ¿Qué los motiva? ¿Son personas que dan buen consejo, pero no se la creen ni ellos mismos? ¿Qué tipo de consejo están dando? ¿Cuál es la fuente de donde están generando su consejo? ¿Cuál es la motivación de su consejo para ti? Sé que todo esto suena penetrante e investigativo, pero es importante. ¿Por qué? Porque lo que haces con el consejo que recibes finalmente formara tu existencia; para bien o de otra forma. Y creo que tu vida y lo que pasa con ella es importante, ¿verdad?

 

Dios a través del escritor de Hebreos nos está dando mucho consejo en este pasaje; que hacer, y que no hacer, y con qué tener cuidado. ¿Por qué debiéramos escuchar? Bueno, considera la fuente. La Biblia en su plenitud no es solo un libro con hechos históricos, poesías, biografías, y proclamaciones proféticas. La Biblia es la Palabra de Dios, y toda; desde el Génesis hasta el Apocalipsis es el consejo de Dios para la humanidad. Y quien mejor puede darnos consejo que Aquel que creo todo, incluyendo a nosotros mismos. Y yendo más profundo; Él es el que nos amó de tal manera que sacrifico a Su Hijo en la cruz para que la humanidad pueda ser salva. Él no solo nos dice que nos ama; sino que lo demostró a través del impresionante ejemplo de la cruz. Dios es el eterno ser que era, que es, y el que ha de venir; el que reina por la eternidad. Él es el Anciano de Días, como es mencionado en el libro de Daniel. Como tal, nadie sabe más que Dios.

 

Si Dios tiene todas estas calificaciones, seria sabio buscar de Su consejo. Así que, ¿de dónde adquieres tu consejo? ¿Es Dios esa fuente, o algo mucho menos calificado? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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¿Cómo Lidias con Tus Desafíos?

Basado en 2 Reyes 19:1-20, 32-37 (Versión Reina Valera 1960)

 

Cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestidos y se cubrió de cilicio, y entró en la casa de Jehová. Y envió a Eliaquim mayordomo, a Sebna escriba y a los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaías hijo de Amoz, para que le dijesen: Así ha dicho Ezequías: Este día es día de angustia, de reprensión y de blasfemia; porque los hijos están a punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas. Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras del Rabsaces, a quien el rey de los asirios su señor ha enviado para blasfemar al Dios viviente, y para vituperar con palabras, las cuales Jehová tu Dios ha oído; por tanto, eleva oración por el remanente que aún queda. Vinieron, pues, los siervos del rey Ezequías a Isaías. E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así ha dicho Jehová: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria. He aquí pondré yo en él un espíritu, y oirá rumor, y volverá a su tierra; y haré que en su tierra caiga a espada. Y regresando el Rabsaces, halló al rey de Asiria combatiendo contra Libna; porque oyó que se había ido de Laquis. Y oyó decir que Tirhaca rey de Etiopía había salido para hacerle guerra. Entonces volvió él y envió embajadores a Ezequías, diciendo: Así diréis a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, para decir: Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria. He aquí tú has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las tierras, destruyéndolas; ¿y escaparás tú? ¿Acaso libraron sus dioses a las naciones que mis padres destruyeron, esto es, Gozán, Harán, Resef, y los hijos de Edén que estaban en Telasar? ¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, y el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena y de Iva? Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías delante de Jehová. Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra. Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente. Es verdad, oh Jehová, que los reyes de Asiria han destruido las naciones y sus tierras; y que echaron al fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y por eso los destruyeron. Ahora, pues, oh Jehová Dios nuestro, sálvanos, te ruego, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Jehová, eres Dios. Entonces Isaías hijo de Amoz envió a decir a Ezequías: Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Lo que me pediste acerca de Senaquerib rey de Asiria, he oído.

 

Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo. Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos. Entonces Senaquerib rey de Asiria se fue, y volvió a Nínive, donde se quedó. Y aconteció que mientras él adoraba en el templo de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer sus hijos lo hirieron a espada, y huyeron a tierra de Ararat. Y reinó en su lugar Esar-hadón su hijo.

 

La vida está llena de desafíos. Y aún cuando confiamos y seguimos al Señor con todo nuestro corazón, los desafíos vendrán igual. A veces, los desafíos pueden ser más difíciles, especialmente cuando tratas de hacer aquellas cosas que complacen a Dios. Cuando escogemos por Cristo, estamos yendo en contra del príncipe de este mundo (Satanás) y su influencia que está sobre las distintas personas que le pertenecen (las personas que no han nacido de nuevo en Cristo, al rendir completamente sus vidas a Él. Están todavía bajo la influencia de Satanás y completamente susceptible a los malos deseos de su carne. Y a veces, si no seguimos cuidadosamente al Señor como creyentes, Satanás puede aún influenciar y tentar a aquellos que si tratan de seguir a Cristo; por eso que tenemos que seguirle de cerca. Porque Jesús tuvo que reprender a Pedro en algún punto porque estaba escuchando más el deseo de Satanás que seguir los designios de Dios).

 

El mundo te enseña que necesitas desarrollar maneras de cómo lidiar con el stress y los desafíos. La sociedad tiene distintas maneras de cómo lidiar con la dificultad diaria. Y en toda actualidad, aquellos que se ven como “intelectuales” te dirán que tú eres suficientemente fuerte para enfrentar solo cualquier cosa; y que el creer en Dios es una muestra de debilidad y de falta de educación. Es como si el poner tu fe en Dios te hace menos como persona, o supersticioso. Las personas pueden encontrar maneras de cómo lidiar con circunstancias difíciles, pero hasta cierto punto. Al final del día, hay distintas soluciones para distintos problemas, pero no significa que son la mejor solución. ¿Cómo puedes lidiar con un desafío que está totalmente fuera de tu control? Personas muy ricas y afluentes mueren a diario porque el dinero tiene su límite. Personas con un poder humano o militar se encuentran indefensos en distintas circunstancias. La ciencia, aunque haya avanzado mucho, todavía tiene sus limitaciones. ¿Dónde puede la tecnología encontrar la respuesta a la vida eterna? A mí me gustan las computadoras y los teléfonos inteligentes, pero los circuitos y la conectividad inalámbrica te llevan hasta cierto punto. Si somos realistas, necesitamos entender que somos realmente limitados. La vida humana es frágil. Solo conocemos detalles insignificantes del universo. Puede que haya una ecuación matemática que atenta explicar cómo los planetas sostienen sus posiciones, o un algoritmo que le da a un objeto inanimado el semblante de la vida y de inteligencia; pero somos realmente impotentes.

 

El rey Ezequías nos da un patrón para seguir cuando se tiene que lidiar con grandes desafíos. Él se enfrentó con la amenaza de ser totalmente aniquilado por un poder militar que había conquistado mucho del mundo conocido. Pero en vez de confiar en su propio conocimiento, en su ejército, en sus riquezas como rey, en otros dioses o reyes, o sencillamente rendirse; el tomo la decisión de humillarse y buscar del Señor Dios Todopoderoso, el Creador de los Cielos y la Tierra. Y a través de esa decisión de buscar por el Señor, honrándole sobre todas las cosas, el rey Ezequías presencio un milagro. Y ni siquiera tuvo que mover un dedo. Dios nunca te fallará cuando te sometes a Él; le sigues; le obedeces; y confías en El.

 

Así que, ¿Estás viviendo de una manera que estas dejando que Dios lidie con tus desafíos? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Viviendo Una Verdadera Fe

Basado en 3 John (Versión Reina Valera 1960)

 

El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad. Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje. Porque ellos salieron por amor del nombre de Él, sin aceptar nada de los gentiles. Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad. Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia. Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios. Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la verdad misma; y también nosotros damos testimonio, y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero. Yo tenía muchas cosas que escribirte, pero no quiero escribírtelas con tinta y pluma, porque espero verte en breve, y hablaremos cara a cara. La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda tú a los amigos, a cada uno en particular.

 

¿Qué es el bien y el mal? Yo recuerdo cuando llevaba poco tiempo en la universidad, que tome algo de filosofía. Recuerdo que nuestro profesor comenzó a desafiarnos (no de una manera atacante, para ser justo) para que nos preguntáramos de donde es que los humanos sacan la moral. El hacía preguntas muy difíciles, tratando de hacer contemplar de donde sacábamos nuestras propias ideas y por qué. Un día, él hizo una pregunta muy difícil. El pregunto: Si hubiese cinco personas distintas en una situación aislada donde tu solo puedes salvar a uno de ellos, ¿Cómo escogerías a quien salvar y por qué? Se entiende que muchos no sabían que decir. ¿Qué es el bien y el mal? Esa es una pregunta difícil en nuestra sociedad hoy. En su esencia, es muy subjetivo. Todos tiene muchas opiniones distintas, y creo que ahí comienza el desafío: en la opinión. Por supuesto, todos tienen derecho a opinar. Esa es la belleza de la libertad. El poder tener una opinión es un derecho precioso, pero no al costo de la realidad; y ahí es que una multitud de asuntos suben a la superficie. Todos tienen una opinión distinta de la realidad. Entre aquellos que se creen más científicos, su opinión descansa sobre lo que se puede probar físicamente, y así es como determinan lo bueno y lo malo. Otros estructuran su opinión sobre sus ambientes, sus circunstancias, o sus sentimientos. Por ejemplo, la opinión de una persona puede ser afectada por la manera que un ser querido es afectado; así que, asumen como correcto lo que hace el ser querido, a pesar de que esté haciendo muy mal. El mal es justificado a través del “amor”. ¿Qué está bien o mal? Para nivelar el campo, establezcamos que Dios es real; que Él es una realidad.

 

El primer punto es entender que una persona debe poder verse a sí misma lo que cree, por el modo que vive su vida. Uno de los problemas más grandes que enfrentamos como personas, es que no contemplamos nuestras acciones, y porque hacemos lo que hacemos individualmente. Parece ridículo, pero es verdad. Ese es el gran valor que adquirí con mi breve encuentro con la filosofía. No me hizo titubear en mi fe; sino me hizo pensar en el “porque”. Escuché esto una vez: El lograr entender el porque es poder. Sin tener una respuesta válida para el “porque”, una persona está viviendo, nada más, pero no hay vida en su vivir. Así que, la Palabra de Dios dice: Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. Mateo 7:16-20. No importa cuánto una persona diga que cree algo; lo que importa es lo que hace; sus acciones.

 

Dios desafía al hombre a entender el porque por su propio bien. Y como Dios, Él trata de traer el “porque” a la luz; para mejor o para peor. Así que el bien y el mal es una pregunta aún más profunda de lo que muchos creen que es. El Señor expuso esta verdad: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:21-23. Las buenas y malas acciones no son el todo para Dios. Lo que Dios busca es el “intento del corazón”; el porque. Porque aún haciendo lo “correcto” se puede hacer por la razón equivocada, y eso invalida la buena acción delante de los ojos de Dios. Dios explica que el bien y el mal está más centrado en el vivir una realidad con Él; viviendo una relación genuina y personal con Él, al no solamente creer en Él (porque lo demonios creen y tiemblan ante Él; algo que muchas personas no hacen, aún aquellos que profesan creer en Dios), sino también al desear agradarle al seguir Su Palabra. Y como el Padre amante que es, lo que Él nos enseña a través de Su Palabra es para nuestro bien, para que podamos convertirnos en la pieza maestra que Él desea que seamos; y que podamos resistir cualquier cosa que nos venga. Porque escrito esta:Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Mateo 7:24-27.

 

Así que, el bien y el mal está centrado en amar a Dios y hacer lo que nos enseña. Y la manera de como determinar eso es, al observarte cara a cara; y observar a los demás; cara a cara. Porque escrito esta: Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. Él que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. 1 Juan 2:3-6. Así que, ¿Estás viviendo una fe verdadera en Cristo, realmente haciendo lo que Él enseño? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Antes, Durante, y Después

Basado en 2 Samuel 24 (Versión Reina Valera 1960)

Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá. Y dijo el rey a Joab, general del ejército que estaba con él: Recorre ahora todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo, para que yo sepa el número de la gente. Joab respondió al rey: Añada Jehová tu Dios al pueblo cien veces tanto como son, y que lo vea mi señor el rey; mas ¿por qué se complace en esto mi señor el rey? Pero la palabra del rey prevaleció sobre Joab y sobre los capitanes del ejército. Salió, pues, Joab, con los capitanes del ejército, de delante del rey, para hacer el censo del pueblo de Israel. Y pasando el Jordán acamparon en Aroer, al sur de la ciudad que está en medio del valle de Gad y junto a Jazer. Después fueron a Galaad y a la tierra baja de Hodsi; y de allí a Danjaán y a los alrededores de Sidón. Fueron luego a la fortaleza de Tiro, y a todas las ciudades de los heveos y de los cananeos, y salieron al Neguev de Judá en Beerseba. Después que hubieron recorrido toda la tierra, volvieron a Jerusalén al cabo de nueve meses y veinte días. Y Joab dio el censo del pueblo al rey; y fueron los de Israel ochocientos mil hombres fuertes que sacaban espada, y los de Judá quinientos mil hombres. Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente. Y por la mañana, cuando David se hubo levantado, vino palabra de Jehová al profeta Gad, vidente de David, diciendo: Ve y di a David: Así ha dicho Jehová: Tres cosas te ofrezco; tú escogerás una de ellas, para que yo la haga. Vino, pues, Gad a David, y se lo hizo saber, y le dijo: ¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿o que huyas tres meses delante de tus enemigos y que ellos te persigan? ¿o que tres días haya peste en tu tierra? Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado. Entonces David dijo a Gad: En grande angustia estoy; caigamos ahora en mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas, mas no caiga yo en manos de hombres. Y Jehová envió la peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres. Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto a la era de Arauna jebuseo. Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que destruía al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre. Y Gad vino a David aquel día, y le dijo: Sube, y levanta un altar a Jehová en la era de Arauna jebuseo. Subió David, conforme al dicho de Gad, según había mandado Jehová; y Arauna miró, y vio al rey y a sus siervos que venían hacia él. Saliendo entonces Arauna, se inclinó delante del rey, rostro a tierra. Y Arauna dijo: ¿Por qué viene mi señor el rey a su siervo? Y David respondió: Para comprar de ti la era, a fin de edificar un altar a Jehová, para que cese la mortandad del pueblo. Y Arauna dijo a David: Tome y ofrezca mi señor el rey lo que bien le pareciere; he aquí bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para leña. Todo esto, oh rey, Arauna lo da al rey. Luego dijo Arauna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio. Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata. Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos y ofrendas de paz; y Jehová oyó las súplicas de la tierra, y cesó la plaga en Israel.

El pasaje de hoy es un poco largo, pero muestra la completa vista de cómo finalmente debiéramos vivir nuestra vida; si queremos evitar los asuntos que surgen con las malas decisiones; o, aprender cómo lidiar con las cosas cuando hemos hecho el mal ante la vista de Dios. La primera parte es que grandes tragedias ocurren no solo por la mala decisión de un hombre, sino porque Dios también tenía problemas con un grupo grande de personas. Podemos reclamar de nuestros líderes todo lo que queramos, pero Dios permite que lideres cuestionables suban cuando un grande grupo de personas se desvían de Él, especialmente un grupo que debieran saber la diferencia entre el bien y el mal. Algunos dirán: Bueno, el mundo es un lugar malo, pero el fin está cerca, y estas cosas tienen que suceder. Es verdad, pero nunca quisieras ser parte de las masas o de su influencia porque te conviertes en parte del problema. Cuando sigues las masas, te vuelves tan culpable como el grupo. Porque escrito esta: ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! Mateo 18:7.

En referencia al “antes”, un problema puede ser evitado personalmente si permaneces cerca de Dios, al permitirle trabajar en tu vida, obedeciéndole. Después de todo, si crees que eres un creyente y seguidor de Cristo, creo que sería una buena idea también “hacer” lo que nos enseña hacer ¿no? Siendo solo oidores de la Palabra no ayuda en nada. Experimentamos la realidad de Dios en nuestras vidas cuando “hacemos” Su voluntad. Cuando vives tu fe en Cristo al seguirle cercanamente, siendo guiado por Su Palabra y el Espíritu Santo, en obediencia, Dios hará un camino que te mantendrá a salvo de todas esas cosas que te pueden destruir o dejar consecuencias duraderas. Tenemos que mantener en mente que Dios perdona cuando le pedimos perdón, pero el pecado siempre dejará algún tipo de consecuencia. Así que ¡evita la situación!

Ahora, si has pasado el punto de no volver, donde estás viviendo las consecuencias del pecado (el durante y después); el arrepentimiento es algo maravilloso. Debiera pesarte lo que has hecho mal. Aprende de él. Velo como lo que es: una mala decisión. Deja el orgullo. El orgullo solo trae dolor; nunca ayuda. Y por supuesto, vuélvete de aquello. David tenía un corazón como el de Dios no porque era perfecto, sino porque sabía cuándo había hecho algo malo, y se volvía de aquello con todo su corazón. David volvía en si cuando había hecho algo muy mal y “solo” dependía de la gracia y misericordia de Dios. Ese es el significado de su decisión cuando se enfrentó a tres opciones para el castigo; cuando prefirió caer en mano de Jehová. Cuando nos volvemos completamente de nuestras maldades, Dios puede traer restauración.

Así que, aquí hay algunas preguntas. ¿Estas formando parte de la ola del mundo, absorbido por su mala influencia? Y ¿Estas apoyándote en la misericordia de Dios, al volverte completamente de tu mal pasado, viviendo una vida de arrepentimiento para que Dios pueda restaurar? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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