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Considera el Costo

Basado en Mateo 5:27-30 (Versión Reina Valera 1960)

Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

El Señor dijo: Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. Mateo 7:13-14. En la sociedad de hoy, el hacer lo que complace a Dios no es muy popular. Desde el punto de vista de ayudar a las personas, creo que a todos les gusta ese aspecto; lo cual es el centro del cristianismo. Pero también, como cristianos, hay ciertas cosas que Dios no quiere que hagamos por las consecuencias destructivas que traen. Y esta parte es la que no es popular. El mundo dice que está bien hacer lo que se te antoje. 

La primera parte que tenemos que entender es que Jesús murió en la cruz para salvarnos del pecado. Él no murió en la cruz para que continuáramos haciendo aquellas cosas que nos hacen daño, o no son provechosas; no importa lo atractivo que sean; y no importa cuánto queramos caber en el mundo. El pecado es malo, y es destructivo, no porque Dios sencillamente dice que es, o que trata de evitar que vivamos “felices” o “entretenidos”. Él nos trata de ayudar a entender para que nos alejemos y evitemos las consecuencias naturales del pecado. 

La Biblia dice lo siguiente: Porque la paga del pecado es muerte… Romanos 6:23ª. Lo que esto quiere decir es que la consecuencia natural del pecado es la muerte. No es necesariamente que Dios te castigue por aquello (aunque en Su santidad, eso se decidirá en el futuro). El asunto con el pecado es que causa la muerte en nosotros. Puede ser destructivo en el futuro inmediato y en la eternidad (donde tiene su peor efecto). La Biblia enseña de esto porque es un hecho establecido; no una opinión. Es una ley natural del universo. El pecado te matara aquí y en el futuro. Muchos piensan que pecan y todo está bien. Y si, puede que luzca así… …por ahora; pero en el futuro, sus consecuencias serán muy evidentes. 

El pecado es como el cáncer. Hay cosas en nuestro ambiente, o que hacemos, o que ingerimos que causan el cáncer (no sabemos que exactamente provoca el cáncer en muchas maneras). Y antes que aparezca, todo se ve bien y normal. Parece que lo que estemos haciendo no nos afecta en lo absoluto. Pero después de un tiempo, algo comienza a aparecer. Comenzamos a sentir ciertos síntomas; aunque en algunos casos, no hay casi nada notable hasta que es muy tarde. Las personas confunden los síntomas con otros asuntos. Hay dolores de cabeza extraños, o dolores del cuerpo, ciertas otras anormalidades que son confundidos con otras enfermedades, y el cáncer mismo se descarta. Pero entonces, cuando se recibe los exámenes de sangre, o se hacen scans, entonces la verdadera enfermedad se revela. 

El pecado es igual. Mientras lo hacemos, todo luce que está bien. Por eso es que muchos no lo toman en serio; porque no ven ningún problema inmediato. Los años pasan y todo parece todavía muy normal; pero, ignoran la enfermedad del pecado y como los está consumiendo poco a poco a ellos, y todo lo que rodea. Y por supuesto, si no se busca del perdón de Dios a través del arrepentimiento y de la fe completa en Jesucristo (la única manera de ser libre de las consecuencias del pecado), la plena consecuencia se revela en un tiempo donde ya no hay pie atrás. Cuando ya estas parado delante del trono de Dios sin ser perdonado y sanado de la enfermedad del pecado, entonces la muerte eterna está a las puertas. No puedes convencer a nadie. No puedes decir que no sabías. No puedes pedir por la medicina porque ya no está al alcance. No lidiaste con el pecado durante el tiempo que debiera haber sido tratado. 

Lo que es importante entender como creyentes en Cristo es que el pecado puede continuar afectando tu vida; especialmente si lo continúas haciendo a propósito. Las consecuencias no cambian. Todavía causa la muerte. Es como un sobreviviente de cáncer del pulmón que continúa fumando cigarros. ¡Qué ridículo suena eso! ¿Por qué un sobreviviente del cáncer al pulmón volvería a hacer lo que casi le costó su vida? Aunque suene extraño, espiritualmente, eso sucede a diario. Hay muchos maestros, predicadores, y teólogos Bíblicos que enseñan que está bien seguir la vida sin arrepentimiento porque Dios lo perdona todo. Está bien pecar porque Dios es amor. Está bien pecar porque Dios ha perdonado tus pecados: pasado, presente, y futuro. Pero este tipo de enseñanza contradice los verdaderos principios Bíblicos. Dios si perdona el pecado, ahora y después. Dios es misericordioso. Dios es amor. Pero las consecuencias naturales del pecado pueden tener su efecto si se dejan sin revisar.  

Así que, si quieres caber en el mundo y seguir lo que los demás hacen, estas invitando las consecuencias del pecado a tu vida. Si hay cosas que no puedes dejar; o que francamente; puede que no quieras dejar, entonces están trayendo sobre ti las consecuencias del pecado. A lo mejor sigues a familiares o amigos porque no quieres que se sientan extraños. A veces es porque no quieres perder una relación y por eso es que haces lo que haces. A lo mejor lo disfrutas nada más. Hay muchas razones, pero todos ponen en peligro tu bienestar espiritual y físico. 

Lo maravilloso en Cristo es que puedes escapar del horrible precio del pecado, y puedes derrotar esas cosas que solo traen destrucción a tu vida; pero es tu elección. Dios hizo todo para que puedas ser salvo, sano, restaurado, etc., pero depende de ti si quieres aprovechar la maravillosa oportunidad que tenemos todos a través de Jesucristo, y poder comenzar de nuevo y limpio, y permanecer limpio por toda la eternidad. Y si te tropiezas y caes, vuelve a Dios para que puedas ser sano y hecho nuevo. No seremos perfectos aquí en la tierra, pero Dios quiere cambiar nuestras vidas, día a día, para que podamos dejar atrás aquellas cosas que solo traen sufrimiento y dolor aquí, y lo peor de todo, en la eternidad. El comprometerse o ser débil al pecado no te hará ningún bien aquí ni después.   

Así que, ¿estas considerando el costo de permitir que el pecado todavía sea parte de tu vida? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Temiendo a Dios

Basado en Eclesiastés 7:15-18, 8:10-13 (Versión Reina Valera 1960)

 Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días. No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; ¿por qué habrás de destruirte? No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo? Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque aquel que a Dios teme, saldrá bien en todo.

Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; más los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad. Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia; y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios.

Creo que ha habido muchas personas que han observado que aquellos que hacen el mal no son juzgados rápidamente. Como hecho, creo que muchos se han preguntado si algo les va a pasar a aquellos que hacen maldad. A veces, parece que todo les trabaja a los que hacen el mal. Se ven felices, y son capaces de lograr sus metas casi sin esfuerzo. Parece que la vida le es mejor para aquellos que hacen el mal, que para aquellos que tratan de hacer el bien. El escritor de Eclesiastés (el rey Salomón) observa esto en el pasaje de hoy. ¿Por qué es así?

Dios es misericordioso y le da a todos una oportunidad para arrepentirse, aun aquellos que parecen ser muy malos. Dios sabe lo horrible que es el precio del pecado y les da esa oportunidad para que puedan ver la luz y volverse de sus malos caminos. Dios es amor. 

Sin embargo, por esta “aparente” injusticia, muchos pierden la esperanza en hacer lo correcto. Muchos se apartan de Dios pensando que pierden mucho en la vida al tratar de seguirle. Muchos cristianos también viven una vida comprometiendo los valores Bíblicos de Dios, escogiendo entre una y otra cosa lo que quieren hacer. Creen que la vida es un balance entre el bien y el pecado, y que pueden tener lo mejor de ambos mundos. Creen que pueden conseguir lo que quieren aquí en la tierra al evitar los inconvenientes desafíos que vienen con seguir demasiado de cerca a Dios; y a la misma vez, que Dios va a ser tan amoroso, bueno, y perdonador, y que ellos entraran al cielo de la misma manera. Esto es un problema. 

Aunque Dios es amor (Él es maravilloso e increíblemente amoroso); Dios también es Santo. Y como tal, y aunque lo primero que debemos aprender es amar a Dios con todo lo que somos, también debemos temerle a Dios. El amor y el temor van mano en mano cuando se lidia con el Todopoderoso y Eterno Dios del universo. Dios no puede olvidar quien es, especialmente cuando las personas piensan que pueden manipularlo. La Biblia enseña lo siguiente: Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! Hebreos 10:26-31. 

El Señor mismo nos enseñó lo siguiente: Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed. Lucas 12:4-5. El único que tiene el poder y la potestad de matar y de echar al infierno es Dios; no Satanás. Satanás solo te puede tentar, y tratar de implantar pensamientos e ideas en tu vida para que puedes caer, pero no tiene poder ni autoridad sobre ti. Aquí es donde entra el poder de la decisión. Podemos escoger caer en las tentaciones de Satanás y ceder al pecado, o volvernos. ¡Eso es asunto tuyo! El Señor también explico lo siguiente: Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.Juan 5:19-29. Así que, es el Hijo del Hombre (el Señor Jesús) quien juzgará. Pablo también nos dió una clara advertencia como cristianos (él mismo incluido) de lo que sucederá en el futuro (así que, no te dejes engañar por malas enseñanzas). Porque escrito esta: Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. 2 Corintios 5:9-10. Todos daremos cuenta por lo que hicimos aquí en la tierra; tanto cristianos como incrédulos.

Así que, si le tememos a Dios, podremos “saber” cómo complacerle y escapar del presente y futuro juicio. Porque también está escrito: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Proverbios 1:7. ¿Le temes a Dios? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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El Camino Hacia la Grandeza

Basado en Deuteronomio 6 (Versión Reina Valera 1960)

 

Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies, cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás. No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos; porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la tierra. No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah. Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios y sus estatutos que te ha mandado. Y haz lo recto y bueno ante los ojos de Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que Jehová juró a tus padres; para que él arroje a tus enemigos de delante de ti, como Jehová ha dicho. Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mandó? entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano poderosa. Jehová hizo señales y milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos; y nos sacó de allá, para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres. Y nos mandó Jehová que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy. Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha mandado.

 

Billy Graham dijo una vez: El más grande legado que uno puede dejar a sus hijos y nietos no es el dinero u otras cosas materiales acumuladas en su vida, sino más bien, un legado de carácter y fe. Creo que todo ser humano quisiera ser conocido como una gran persona, o le gustaría dejar un legado de grandeza. Y por supuesto, el concepto de grandeza es que las bendiciones y buenas cosas son asociadas con aquello; que el resultado de la grandeza trae grandes cosas. Finalmente, la idea es, de que si eres grande entonces grandes cosas te sucederán a ti y a tu alrededor. Así que, ¿Cómo lo alcanzas? ¿Cómo una persona se puede convertir en alguien grande? Bueno, ¡estás en suerte!

 

El primer paso hacia la grandeza es el poder apreciar la verdadera grandeza. ¿Qué es real grandeza? ¡Dios! Si profesas creer en Dios, entonces necesitas realmente entender lo que Él ha hecho por ti, y lo que todavía hace por ti. Pero lo que es esencial es tomar una real decisión de creer en Él. No trabaja si crees que Dios es algo inferior de lo que Él realmente es. A la misma vez, no puedes escoger creer en Dios en un momento, y creer más en otra cosa en otro momento. Necesitas (por tu propio bien) tomar una decisión de creer realmente en Dios; o no creer en Dios; pero la fe mediocre tiene que parar. Así que, si crees realmente en el Dios de la Biblia, entonces sabes (no solo piensas) que Él creo los cielos y la tierra. Él creo cada cosa en el universo. Él creo al hombre a Su imagen y semejanza. Él nos dió a cada uno vida. Todos estamos ahora, en este mismo instante; viviendo, respirando, viendo, leyendo, y pensando porque Él lo ha permitido. Nos levantamos en la mañana para ir al trabajo, o a la escuela, o lo que sea que hagamos, porque Él lo permite. Puedo ver y experimentar un bello día soleado ahora mismo porque Él lo permite. Tenemos comida, ropa, y un techo porque Él lo ha proveído de alguna manera. Mientras aún lees esto, tienes un computador o un teléfono inteligente, acceso al internet, electricidad, etc. para poder leer este mensaje. Y por Dios, tienes una oportunidad para vivir eternamente a través del sacrificio de Su Hijo Unigénito, Jesucristo, a quien sea toda la gloria y alabanza por siempre. Reconociendo y buscando a tu Creador es el primer paso hacia la grandeza. Nunca serás grande si no sabes cómo apreciar y respetar la grandeza real; la grandeza de Dios.

 

El segundo paso hacia la grandeza es hacer la persona más grande a quien tú le debes todo (a Dios) el Dueño (el Señor) de tu vida. Sin amar y pertenecerle al ser más grande que allá conocido la humanidad, no puedes ni aun acercarte a cualquier tipo de grandeza. Después de todo, ¿quieres real grandeza, o algo que “luce” como grandeza? El dinero, el poder, y la fama en este planeta solo dura un poco. Y después te mueres, y todo se va, o va hacia las manos de alguien más (a alguien que tu no querías dárselo). La real grandeza perdura por todas las edades y hacia la eternidad. Es inmovible, inalterable, y nunca se te puede quitar.

 

El tercer paso es seguir a Dios, no solo creer en Él. Necesitas aprender y aplicar los principios de Dios (Su Palabra) a tu vida. Las consecuencias naturales de aplicar la Palabra de Dios a tu vida es la grandeza. Aprendes a como amar y respetar a Dios. Aprendes a como amar y respetar a los demás, comenzando por tus seres queridos. Todo lo que emprendas saldrá bien. Dios honra a los que lo honran. Así es como Moisés logro sacar a Israel de Egipto. Así es como el rey David gano sus batallas. Así es como los apóstoles alcanzaron al mundo, hasta ahora. Así es como nació los Estados Unidos. Así es como un sencillo niño de Carolina del Norte como Billy Graham pudo alcanzar a millones y millones de personas por décadas alrededor del mundo, y sentarse con presidentes y primeros ministros. Así es como el Presidente Reagan pudo lograr ganar como amigo al enemigo más temido de EU (al USSR). Así es como un hombre que nació sin brazos y piernas como Nick Vujicic puede hacer cosas increíbles, y tocar las vidas de millones alrededor del mundo. ¿Deseas real grandeza? ¡Ama y sigue a Cristo siempre! ¡Qué el Señor les bendiga! John

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La Sabiduría Eterna

Basado en 1 Corintios 3:18-20 (Versión Reina Valera 1960)
 
Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.
 
Leí esta cita de David Spade y pensé que era entretenida y pertinente: Yo era inteligente en la escuela primaria, pero no tenía amistades; en la secundaria, dejé de ser inteligente y comencé a tener amistades. Hay algunos paralelos que pueden ser enlazados entre el pasaje y la cita de hoy. Pero antes de eso, ¿Qué es la sabiduría? ¿Qué califica a algo como sabio o sabiduría? De acuerdo a diccionario.com (traducido), la sabiduría es definida como: el conocimiento de lo que es verdad o correcto, combinado con el justo juicio como acción; sagacidad, discernimiento, o percepción. Así que, la definición incita más preguntas como: ¿Qué es la verdad? o ¿Qué es correcto? o ¿Qué es un justo juicio?
 
Lo que estamos encontrando es que la sabiduría puede ser bien subjetiva. Parece que la sabiduría es como el arte. Por ejemplo: como el arte, una imagen, o una pintura, o una escultura puede ser cautivantemente bella a una persona; pero a otra, puede ser horrible. Hay cosas que una persona puede decir o hacer que pueden parecer casi divinas para algunos; pero para otros, pueden parecer muy estúpidas. ¿Cómo podemos calificar algo tan subjetivo entonces? 
 
Una manera para juzgar algo como sabio es la prueba del tiempo. Después de todo, si algo es realmente sabio, entonces debiera ser un concepto o pensamiento que trabajo antes, trabaja ahora, y por supuesto, debiera trabajar en el futuro. ¿Cómo puede ser algo sabio o considerado como sabiduría si solo trabaja a veces? Si no puedes contar con aquello de estar bien siempre, entonces, ¿debiera ser considerado sabio?
                                                                                                                                    
La segunda manera de como juzgar algo como sabio es al poder entender si rindió resultados buenos y duraderos. Así que, si algo rindió un beneficio temporal, en vez de duradero, ¿debiera ser considerado sabio? ¿Cuál era el beneficio? Por ejemplo, el ahorrar algo de dinero siempre es una buena idea, especialmente si estas tratando de juntar para un momento de necesidad. Si lo haces, ¿no ayudaría eso, estar listo para ese momento impredecible cuando algo va mal? Y si nunca lo usas, ¿no sería una buena idea sencillamente guardarlo hasta el tiempo de retiro? El ahorrar un poco puede ayudarte en el futuro inmediato, y en el futuro distante. Es una práctica “sabia” si lo puedes hacer. 
 
La tercera prueba puede ser el considerar la fuente de donde viene la información. Por ejemplo, hay todo tipos de personas con todo tipo de pensamientos, sugerencias, y opiniones. Les daré dos ejemplos con aspectos muy seculares. La primera puede envolver a alguien que te da consejo sobre estar en buena forma física. ¿escucharías el consejo de alguien que tiene problemas de peso o que no se ve saludable? El segundo ejemplo es: ¿escucharías consejo de invertir o de asuntos financieros de personas que están en banca rota, son pobres, o han ido a la cárcel por alguna “creatividad financiera”? (Espero que estas cosas te estén haciendo pensar un poco. Es saludable cuestionar un poco las cosas).
 
Continuando con el punto de considerar la fuente, sería una buena idea considerar sus “limitaciones”. Lo que quiero decir con “limitaciones” es: ¿Qué confiable es la fuente de donde proviene la información? Comenzare con esto. No tengo ningún problema con la ciencia pura. Pero, hay algunas “ciencias” que aventuran en lo teórico. A la misma vez, es importante de entender las limitaciones de las personas. Si, como personas, somos muy limitados. La ciencia trata de explicar ciertas cosas, pero no debiera ser percibida como la verdad absoluta por la sencilla razón que las personas que la han compuesto son muy limitadas, con habilidades limitadas. Conociendo nuestras limitaciones es lo que debiera ayudarnos a entender que necesitamos asirnos a algo, o a Alguien que es más grande que nosotros mismos. 
 
Por ejemplo, si un científico puede explicar las leyes de la gravedad en la tierra, ¿son capaces de poder recrearla “físicamente” por el planeta entero? Pueden tratar de explicarlo, pero ¿lo pueden hacer? ¿Pueden crear algo? Recuerda, el “crear” algo envuelve el hacer algo de la “nada”. Ningún ser humano tiene la capacidad de hacer manifestarse algo que no existe hacia la existencia sin comenzar con algo. Y no importa cuánto puedan explicar ciertas cosas, ellos no pueden recrear esas mismas cosas que explican. Aun mas, mientras más “evolucionamos”, más grandes se hacen nuestros problemas. A la misma vez, no podemos ni aun arreglar los problemas viejos que todavía permanecen. Parece que tomamos un paso adelante, y dos para atrás. La ciencia de la medicina tiene esta misma limitación; lo cual lo he experimentado personalmente. 
 
Así que, por las distintas pruebas explicadas, ¿Qué es real sabiduría? Si tienes la habilidad de razonar, espero que puedas entender que la sabiduría terrenal es muy limitada por su origen humano y limitaciones. No es “sabio” ver algo como suprema verdad y basar tu vida sobre ello si fue generado por una fuente que es limitada, falible, y pasante. La lógica dictaría que necesitamos buscar algo o a Alguien que ha pasado la prueba del tiempo, rendido resultados duraderos, y que tiene la habilidad y la capacidad de la eternidad. 
 
Aquí está el último punto, y como se relaciona a nuestro pasaje y cita de alguna manera. La sabiduría celestial no es popular en la tierra. La mayoría son atraídos a cosas vanas, superficiales, y temporales. Pero lo que te debiera ayudar a valorar la sabiduría divina es lo que te ofrece. Dios te ofrece sabiduría que te ayudara ahora (hoy), y en la eternidad. La sabiduría divina ha levantado a personas humildes a lugares muy altos, y a derribado la arrogancia de grandes imperios y ejércitos. Así que, ¿preferirías depender en la sabiduría humana, aunque popular, puede darte resultados pobres ahora y en el futuro? O ¿preferirías buscar la sabiduría divina que te puede ayudar ahora y beneficiarte en la eternidad, después que todo esto se allá terminado? Mantén esto en mente: si Dios existe y Él es eterno, nadie puede saber más que Él. ¡Qué el Señor les bendiga! John

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¿DE QUIÉN ES LA OPINIÓN QUE TE IMPORTA?

Basado en Hechos 25:1-12 (Versión Reina Valera 1960)

 

Llegado, pues, Festo a la provincia, subió de Cesarea a Jerusalén tres días después. Y los principales sacerdotes y los más influyentes de los judíos se presentaron ante él contra Pablo, y le rogaron, pidiendo contra él, como gracia, que le hiciese traer a Jerusalén; preparando ellos una celada para matarle en el camino. Pero Festo respondió que Pablo estaba custodiado en Cesarea, adonde él mismo partiría en breve. Los que de vosotros puedan, dijo, desciendan conmigo, y si hay algún crimen en este hombre, acúsenle. Y deteniéndose entre ellos no más de ocho o diez días, venido a Cesarea, al siguiente día se sentó en el tribunal, y mandó que fuese traído Pablo. Cuando éste llegó, lo rodearon los judíos que habían venido de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones, las cuales no podían probar; alegando Pablo en su defensa: Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada. Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, respondiendo a Pablo dijo: ¿Quieres subir a Jerusalén, y allá ser juzgado de estas cosas delante de mí? Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde debo ser juzgado. A los judíos no les he hecho ningún agravio, como tú sabes muy bien. Porque si algún agravio, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehúso morir; pero si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. A César apelo. Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo, respondió: A César has apelado; a César irás.

 

Todos buscan por la aprobación de alguien con lo que hacen. Cuando somos muy jóvenes, nuestra tendencia es valorar la aprobación de nuestros padres, o la aprobación de familia cercana. Cuando uno crece un poco, comienza a importarle la opinión de sus amistades. Cuando se pasan por los años académicos como estudiantes, es parte del sistema de tener algún tipo de aprobación de los que enseñan. Si no haces lo que dicen, no vas a ir muy lejos. Si se envuelven con deportes o actividades extras, entonces las opiniones del liderazgo o del equipo comienza a importar. Si una persona va a la universidad o comienza un trabajo, entonces buscan la aprobación de sus compañeros, profesores, empleadores, etc. Si una persona decide entrar en una relación, entonces la opinión de la otra persona importa. Mientras más éxito queremos, más personas tenemos que complacer por la cantidad de relaciones que uno desea conservar. Hay relaciones familiares, de trabajo, de carrera, etc. Queramos admitirlo o no, darnos cuenta o no, todos estamos sujetos a la aprobación de alguien; o más bien, sujetos a un grupo grande de personas y a su aprobación. Puede ser una red interminable de opiniones y aprobaciones que necesitamos mantener solamente para subsistir en la vida.

 

Por ejemplo, los Estados Unidos está en medio de su proceso de elecciones para su próximo presidente. No envidio la posición de los aspirantes. No importa como lo veas, tienen que ganar los corazones de millones de personas con distintos intereses, metas, objetivos, y preocupaciones. Junto con esos millones, están también bajo el escrutinio de interminables cantidades de reporteros, estaciones de televisión y radio, los medios sociales, etc. Cada palabra que sale de sus bocas; cada gesto que hacen; cada cosa que hagan saldrán en las noticias nacionales. Y serán juzgados por millones; incluyendo amistades y enemigos. Lo que hagan o digan los ayudará o los destruirá. Serán odiados, amados, o inspirarán algún tipo de sentimiento en el medio. Y junto con eso, tienen que también mantener todas sus relaciones cercanas, incluyendo a sus familiares. Es realmente increíble cuando lo piensas.

 

Habiendo dicho todo esto, ¿Dónde cabe Dios? Para algunos, Dios no entra en sus mentas. Para otros, Dios tiene algo de importancia. Y realísticamente hablando, hay solo unos pocos que realmente le interesa lo que Dios tiene que decir. Dentro de todo lo mencionado, la mayoría buscan complacer o se preocupan de la opinión de las personas, o de su propia opinión auto formulada de sí mismo. ¿No lo crees? Solo observa.

 

El Señor enseño esto a aquellos que intentan seguirle realmente: He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán; y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles. Más cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros. El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre. El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa? Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. Mateo 10:16-33.

 

La prioridad de Pablo era complacer a Dios. Pablo estaba más preocupado de la opinión y aprobación de Dios que de los políticos, religiosos, familia, etc. Pablo finalmente murió por su fe; importándole más lo que Dios pensaba de él que lo que las personas pensaban de él. El precio por el favor de Dios fue grande (le costó su vida). Pero él creyó que era mejor complacer a Dios que a los demás.

 

Así que, ¿te preocupas más por la opinión que la gente tendrán de ti, por aquellos que son tan limitados como tú? O, ¿estas más preocupado de lo que Dios piensa de ti y de Su aprobación, aunque eso te haga impopular y aún indeseable a muchos? ¿De quién tu deseas recompensa? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Algo Sucederá

Basado en 2 Tesalonicenses 1 (Versión Reina Valera 1960)

 

Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis. Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros). Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

 

Zig Ziglar dijo: Fue el carácter el que nos sacó de la cama, el compromiso que nos movió hacia la acción, y la disciplina que nos posibilitó para completarlo. Nuestro pasaje de hoy y esta cita tiene mucho que ver el uno con el otro. Vivimos en un mundo que no para por nada. El tiempo no se detiene. A veces, luce que el tiempo va progresando más rápido que antes. Ya que la realidad de que el tiempo no se detiene, es bueno tomar un momento y pensar que exactamente estamos haciendo aquí y ahora. ¿Qué está sucediendo en tu vida?

 

Ya que el tiempo no se detiene, algo siempre está sucediendo. El universo y nuestro mundo continuamente cambia. Las cosas y las personas van y vienen. Y por esto, una cosa es cierta; el tiempo seguirá moviéndose hacia adelante y tus decisiones y acciones te llevaran algún lado; a uno u a otro lugar. Sencillamente porque tú piensas que no estas tomando decisiones que cambien tu vida, o de que tu vida luce igual, no quiere decir que las cosas paran de cambiar. Y no importa lo inmovible que te creas ser, la realidad es que estas flotando en medio de una corriente muy fuerte, como una hoja en torrentes rápidos. Por lo tanto, decidiendo y llevando a cabo una decisión te llevara a algún lado; no importa cuál es la decisión. Y, el no tomar una decisión también te llevara a algún lado.

 

En nuestra cita de hoy, leemos de tres elementos: el carácter, el compromiso, y la disciplina. Basado en estos tres, algo te saca de la cama, algo de empuja hacia la acción, y algo te impulsa hacia adelante; hacia algo. Y aunque tu trates de no hacer algo; como quedarte en cama, o no tomar ninguna acción significativa, o no seguir hacia adelante con algo; la corriente te llevara de todas maneras a algún lado. La pregunta es: ¿Dónde te están llevando tus decisiones? ¿Dónde te lleva tu falta de acción?

 

Así que, nuestras primeras preguntas podrían ser: ¿Qué compone tu carácter, tu compromiso, y tu disciplina? ¿Con qué has formado tu carácter? ¿A qué estas comprometido? ¿De dónde viene tu disciplina? En el pasaje de hoy, leemos a Pablo expresar gran gozo y satisfacción con la conducta de los tesalonicenses. El reconoce las cosas que han vivido, y como continúan siguiendo hacia adelante, no importándole las cosas. Y con eso, el menciona que Dios hará aún más en sus vidas si continúan siguiendo hacia adelante. Pablo también expresa que lo opuesto le sucederá a aquellos que no desean seguir a Dios, ni quieren obedecer al Evangelio de Jesucristo.

 

La corriente de la realidad impulsa a cada uno de nosotros hacia lo inevitable; hacia el final de nuestra existencia humana. Y dependiendo de lo que hacemos con nuestras vidas, de las decisiones que tomamos, es lo que determinará lo que sucederá aquí y en la eternidad. Por cada acción, hay una reacción. Por cada causa, hay un efecto. La mayoría del tiempo, las personas piensan que el pecado no tiene ningún efecto en ellos. Piensan que, porque no ven algo suceder enseguida, que todo está bien. Esto no es el caso. Los más grandes errores cometidos son aquellos que no se ven efectos inmediatos. A veces toman años para que las cosas salgan a luz; pero saldrán. Las personas creen que todo salió bien porque no se ve algo malo en seguida; pero saldrá mal. Y lo peor de esto es que cuando las ramificaciones si se presentan, no hay más vuelta. Las ramificaciones te afectaran personalmente, y a tus seres queridos, y a todo lo que tocas. Pero las peores de todas las circunstancias, es cuando te das cuenta que has hecho mal y estas parado delante del Trono de Dios, y no hay nada que te salve. No puedes volver y pedir otra oportunidad; se te acabo el tiempo.         

 

No importa cuánto las personas traten de sacar a Dios, y a Su Palabra; no hay nada que pueda cambiar lo inevitable. Muchos aprenderán de una forma dura, desafortunadamente; que el universo y la eternidad no están basados en su opinión. El dinero no puede cambiar lo inevitable. Cualquier tipo de poder físico es inútil. Y la fama no te ganara favores especiales. Puedes hacer lo que quieras y ser lo que quieres ser, pero debes saber que todo tiene consecuencias. Dios es Dios. Jesucristo es el único camino hacia la salvación eterna. Y seguirle a Él como el Señor y Salvador de tu vida es lo único que va a cambiar tus circunstancias aquí y en la eternidad, donde realmente importa. Fuera de eso, estas solo.

 

Así que, ya que algo va a pasar contigo, tengas voz en ello o no; ¿no sería mejor confiarle tu vida y estilo de vida a un Dios que te ama, y vela por ti? ¿No debieras confiar en Alguien que tiene el poder para darte vida eterna y aun mas, antes de continuar haciendo las cosas a tu manera, o lejos de Dios donde no tienes ningún tipo de poder para hacer algo o cambiar algo? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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La Razón por lo Cual Murió Cristo

Basado en 1 Corintios 2:9 (Versión Reina Valera 1960)

Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.

Mi padre, Juan R. Mena, a partido para estar con el Señor este sábado, 18 de junio 2016, a las 12:50pm. Es muy difícil lidiar con este dolor, pero a la misma vez, tengo el consuelo de que mi padre está ahora disfrutando lo que he predicado y compartido con tantas personas por tantos años. Esto es finalmente la razón por lo cual Dios mando a Su Hijo Unigénito, a Jesucristo, para morir por nosotros, para que podamos tener la esperanza de la vida eterna; si nos arrepentimos de todos nuestros pecados, aceptamos a Jesús como el Señor de nuestras vidas, y le seguimos. Por lo tanto, a pesar del dolor temporal, también tengo el gozo de que mi padre esta con el Señor porque él si tomo esa decisión por Cristo. Y gracias a eso, tengo la firme e inmovible esperanza de que lo veré de nuevo algún día en la presencia de Dios.

El Señor murió en la cruz para que podamos ser salvos de la penalidad de nuestros pecados. Él no necesariamente murió para arreglar nuestros problemas temporales aquí en la tierra, o para darnos mejores finanzas, o para cumplir las vanidades de nuestra carne. Dios ha reservado un futuro maravilloso para aquellos que le aman; no para aquellos que lo tratan de usar. Así que, cualquiera que sea tu situación, busca amar al Señor para que puedas alcanzar aquellas cosas que Dios ha reservado para aquellos que le aman. ¿Estás listo para cuando venga tu tiempo? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Hacer lo Mejor Que Puedes Con lo que Tienes

Basado en Josué 16 (Versión Reina Valera 1960)

Tocó en suerte a los hijos de José desde el Jordán de Jericó hasta las aguas de Jericó hacia el oriente, hacia el desierto que sube de Jericó por las montañas de Bet-el. Y de Bet-el sale a Luz, y pasa a lo largo del territorio de los arquitas hasta Atarot, y baja hacia el occidente al territorio de los jafletitas, hasta el límite de Bet-horón la de abajo, y hasta Gezer; y sale al mar. Recibieron, pues, su heredad los hijos de José, Manasés y Efraín. Y en cuanto al territorio de los hijos de Efraín por sus familias, el límite de su heredad al lado del oriente fue desde Atarot-adar hasta Bet-horón la de arriba. Continúa el límite hasta el mar, y hasta Micmetat al norte, y da vuelta hacia el oriente hasta Taanat-silo, y de aquí pasa a Janoa. De Janoa desciende a Atarot y a Naarat, y toca Jericó y sale al Jordán. Y de Tapúa se vuelve hacia el mar, al arroyo de Caná, y sale al mar. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Efraín por sus familias. Hubo también ciudades que se apartaron para los hijos de Efraín en medio de la heredad de los hijos de Manasés, todas ciudades con sus aldeas. Pero no arrojaron al cananeo que habitaba en Gezer; antes quedó el cananeo en medio de Efraín, hasta hoy, y fue tributario.

 

Nick Vujicic dijo: Muchas veces sentimos como si no podemos hacer la diferencia en el mundo, o sentimos que nada lo va a cambiar de todas maneras; y la verdad es que tú puedes cambiarle el día a alguien, puedes cambiarle la vida a alguien; pero tienes que hacerte presente y hacer lo que tienes que hacer para poder ver algún tipo de fruto. Nick Vujicic es alguien quien Dios usa mucho en mi vida para recordarme que no hay nada imposible para Él; que Dios puede hacer grandes e increíbles cosas a través de una persona que confía y le es fiel. Dios lo usa también para recordarme que mis desafíos personales no son tan grandes en comparación. ¿Por qué? Nick es una persona que nació sin brazos y sin piernas. A pesar de este trágico y obviamente difícil desafío que Nick enfrenta diariamente, el hace mas cosas que muchos (inclusive que aquellos que si tienen brazos y piernas). Él le predica del amor de Dios a miles de personas alrededor del mundo, y que nada es imposible para Él, si crees y le obedeces. Esto es para la gloria de Dios por supuesto, y esta relacionado al pasaje de hoy. ¡Piensa! Si un hombre como Nick pudo encontrar esperanza en Dios, compartir el Evangelio con cientos de miles de personas, lograr una carrera universitaria, tener su vida en orden para ayudar a otros, etc., ¿Qué es lo que retiene a tantas otras personas que tienen mas que él (humanamente hablando)?

 

Leemos hoy de los hijos de Jose y de Efrain que les toco recibir tierras en suerte. Estas tierras eran parte de la promesa que Dios cumplió después de liberar a los hijos de Israel de Egipto. Estas tierras no fueron gratis. Se necesito la Poderosa Mano de Dios a través de las numerosas batallas que el pueblo de Israel peleo para conquistarlas. La Biblia nos enseña que estas tierras tenían habitantes poderosos, aun gigantes de estatura. Las conquistas no fueron fáciles, y como leemos, no fueron completas tampoco (el pueblo no obedeció completamente). No obstante, estas tierras fue lo que Dios les dio para que hicieran algo con ellas; vivir y prosperar con ellas. Ellas fueron y son una posesión con un potencial increíble.

 

Dios nos da a todos algo o algunas cosas. Todos tenemos algún tipo de habilidad o cosas que podemos darle buen uso. Lo que necesitamos entender es que se nos dio con un propósito. Hay una razón de porque las tenemos. Todo lo que tenemos finalmente debiera ser usado para el propósito por lo cual Dios lo otorgo. Dios esta en el negocio de producir cosas increíbles a través de las cosas mas sencillas; pero deben ser puestas a su disposición. Todos tenemos algo para dar.

 

El Señor compartió esto: Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Mateo 25:14-30.

 

La manera que podemos hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos es al ser más qué religiosos. Tenemos que obedecerle; seguir Su Palabra. Se trata de basar tu vida en la Verdad de Dios y no en tu propia opinión o en la de la sociedad. Porque escrito esta: Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto. Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien. Jeremías 7:22-23. Así que, ¿estás haciendo lo mejor posible con lo que tienes al permitirle que Cristo sea el Señor de tu vida, y obedeciendo Su Palabra, no importe lo que pase? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Caminando en el Espíritu

Basado en Romanos 8:1-18 (Versión Reina Valera 1960)
 
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
 
Abraham Lincoln dijo: Al final, no se trata de los años de tu vida que cuentan; sino es la vida en tus años. Hay un profundo malentendido en muchos cristianos acerca de la gracia que Dios le ha dado al hombre a través de Jesucristo. Muchos han convertido la gracia de Dios, de algo bello en algo distorsionado. El amor de Dios se ve más como una oportunidad para pecar, o de ser usado como excusa para pecar, en vez como la oportunidad que realmente ofrece. He escuchado algunos decir: Dios es amor y Él perdona todo. Y he escuchado algunos predicadores decir: ¿Cómo podemos mantener la salvación cuando no pudimos obtenerla por nosotros mismos? Aquí es donde las personas tienen que tener cuidado. Las más peligrosas mentiras son las que parecen verdad, y que son dadas suave y convincentemente.
 
Una de las mentiras grandes que suena como la verdad es que Dios es amor, pero Él perdonara todo. Sí, hay perdón en Dios. Dios es increíblemente misericordioso; especialmente cuando no conoces lo correcto. El problema es cuando tratas de aprovecharte del amor de Dios y lo conviertes en una licencia para pecar. Esto no es nuevo. Pablo había amonestado a los creyentes en Roma acerca de esto, cuando escribió lo siguiente: ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? Romanos 6:1-2. Con el conocimiento de la Verdad viene la responsabilidad. Cuando una persona conoce lo correcto y decide no hacerlo es pecado. Aún más, cuando se busca hacer algo malo sabiendo que es malo, es definido en la Biblia como el pecado de rebelión. Es la actitud de que una persona sabe lo que es malo y lo busca a sabiendas, asumiendo que Dios perdonara. Esto es claramente contrario al intento del perdón de Dios.
 
Con respecto a que una persona pierde o no su salvación por el pecado en su vida, esto ha sido un asunto de mucho debate. Hay aquellos que creen que no importa lo que haga una persona, que todo estará bien. Y hay aquellos que creen que la salvación es frágil. En lo más mínimo, la Biblia es explicita acerca de los pecados que no llevan a la muerte (cuando una persona peca después de venir al conocimiento de la salvación a través de Jesucristo). Porque escrito esta: Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida. Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte. 1 Juan 5:16-17. Así que, la salvación no es tan frágil. Hay lugar para nuestra imperfección. Por el otro lado, Dios es amor, pero también es un Dios santo. Él no puede olvidarse de su Santidad por Su amor. Ambas son características de Dios que son interdependiente. Dios tiene un problema con la práctica del pecado (cuando se comete a sabiendas, haciéndose un estilo de vida). En lo más mínimo, un creyente profesante que practica el pecado deliberadamente se pone en un lugar de peligro. Porque también está escrito: ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 1 Corintios 6:9-10. El propósito de Dios era de remover el pecado con la idea de apartarlo para siempre.
 
Aquí está la Verdad que se debe considerar. Dios es amor, y hay increíble perdón en Él. Pero Él esta intensamente interesado en hacer las cosas nuevas y diferentes para cada persona que le da a Él la debida oportunidad. Dios nos dió vida terrenal, donde Él permite que existamos; de vivir, respirar, razonar, etc. Dios dio a Su hijo unigénito, a Jesucristo, para morir por toda la humanidad, para que podamos tener la oportunidad de ser salvos; de nacer de nuevo con un nuevo comienzo. Él nos ha dado Su Espíritu Santo y Su Palabra para que podamos siempre tener Su divina compañía, guía, e instrucción. A través de Su Espíritu Santo y la Palabra, tenemos acceso a todo el conocimiento que necesitamos para crecer y hacer cosas increíbles, para Su honra y gloria. Habiendo dicho esto, ¿Por qué tantas personas quieren darle lugar en sus vidas a lo que justo causa la muerte eterna y la destrucción terrenal? ¿Por qué usar el nuevo comienzo que tenemos en Él para continuar haciendo esas cosas que no traen ningún beneficio? Si tenemos acceso a la respuesta a la vida misma, ¿Por qué buscar la muerte? ¿Por qué?
 
Mi más excelente consejo es: aprovecha todo lo que Dios está dando a través de Su Hijo Jesucristo, y continúa deshaciéndote del pecado que todavía queda. ¡Usa tu real libertad en Cristo para el bien! Si caminas en el Espíritu, siguiendo a Cristo, en vez de seguir al mundo, tu vida verdaderamente cambiara y verás la gloria de Dios. ¡Hace tus momentos aquí contar hacia la eternidad! ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Viviendo la Vida Sabiamente

Basado en Eclesiastés 12 (Versión Reina Valera 1960)

 

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad. Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios. Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escribir rectamente palabras de verdad. Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor. Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne. El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.

 

John C. Maxwell dijo: Hay dos tipos de orgullo: del bueno y el malo. El ‘buen orgullo’ representa nuestra dignidad y el amor propio. El ‘orgullo malo’ es el pecado mortal de la superioridad que hiede de engreimiento y de arrogancia. Una de las cosas que me ayuda más a mantenerme enfocado en la realidad, aparte de las noticias, es el ir a los hospitales. Voy al hospital a visitar a los demás o a mi familia cuando lo necesita. Todo lo anterior me ayuda a recordar que cualquier cosa le puede pasar a cualquiera en cualquier momento. Es necedad que una persona piense que no son susceptibles a los desafíos de la vida. Es necedad que piensen que nada les sucederá. Aquí es donde entra el orgullo malo. 

 

Hay personas que piensan que, si tienen ciertas cosas o hacen ciertas cosas, que nunca nada le sucederá. Por ejemplo, algunos piensan que un buen trabajo, o una buena carrera los mantendrán seguros; que la estabilidad financiera es la vara mágica que hará que todo esté bien, o arreglara todo lo que se necesite arreglar. Ese tipo de orgullo trata de ponerle una venda sobre los ojos a las personas, haciéndole pensar que están más allá del alcance de las feas realidades de este mundo. Algunos ven las noticias y ven los desastres que suceden en otras partes y piensan: bueno, son pobres, y por eso que les paso eso. Recuerdo escuchar a un comediante una vez reírse de las personas en el África y de porque no se mudaban porque nada crece en la arena. Creo que lo harían si pudieran. Los sirios se escaparon del desastre que estaban viviendo, y mira lo bien que les ha ido. La ironía es que los sirios que huyeron de Siria no eran pobres. En realidad, algunos eran de dinero. Pero, hay algunos que piensan que esas cosas solamente suceden en esa parte del planeta, y que nunca les sucederá a ellos. Se sienten seguros, lejos de cualquier daño.

 

Hay personas que piensan que, al mantenerse saludables, convirtiéndose en gurús de dieta y ejercicio, creen que eso apartara los problemas. Así que, se apiñan en los gimnasios, o adoptan cualquier tipo de programa de ejercicio. Toman todo tipo de pastillas o consumen productos ‘naturales’. Son religiosos en revisarse seguidamente, para asegurarse que no hallan problemas. Se aseguran en comprar frutas o vegetales ‘orgánicos’, y probablemente no consumen productos de carne para alejarse de las ‘toxinas’. Recuerdo haber escuchado en el carro, hace unas semanas, en las noticias una historia de un hombre que recién había corrido una maratón. El corredor (un atleta muy fuerte de acuerdo al reporte), sintió algo de molestias en la espalda el día después de la carrera. Fue al médico y le hicieron unos exámenes. El doctor fue sorprendido al encontrar en su paciente un tumor canceroso del tamaño de una pelota de golf en uno de sus pulmones. El corredor le dijo al médico que no sintió ninguna molestia antes.

 

¿Es malo tener una carrera, un buen trabajo, dinero, o cuidarte físicamente? Claro que no. En realidad, son cosas buenas. El problema es cuando las personas ponen su fe y confianza en aquellas cosas, y piensan que son intocables. Creen que son especiales. Con todo respeto, es profundamente necio que una persona se deje engañar por su propio ‘mal orgullo’. Una buena carrera o mucho dinero en el banco no te da un escudo mágico en contra de las circunstancias que pueden aparecer de repente y sin aviso. El tratar de mantener una salud perfecta no te asegura estar libre de la enfermedad u otros problemas. Cosas malas no necesariamente les pasan a personas que no son suficientemente ricas, o mejores, o sabias, o saludables, etc. que los demás. Dios dice esto, acerca del ‘orgullo malo’: ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. Santiago 4:13-17. Con suficiente tiempo, todos enfrentaremos nuestro fin; de una manera u otra. Porque escrito esta: Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Génesis 3:19.

 

En nuestro pasaje de hoy, leemos que debiéramos acordarnos de nuestro Creador antes que sea muy tarde. Debiéramos recordar que Dios traerá “toda obra a juicio”. También está escrito: No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gálatas 6:7-8. Él también dice: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. Jeremías 17:9-10. Así que, ¿te estas permitiendo ser engañado con tu propio orgullo necio? O ¿Estás viviendo sabiamente, buscando a tu Creador, sembrando para el Espíritu mientras todavía hay tiempo? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Sigue Adelante

Basado en Hebreos 2 (Versión Reina Valera 1960)

 

Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad. Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando; pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre, para que le visites? Le hiciste un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de tus manos; todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré. Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de nuevo: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio. Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

 

Ronald Reagan dijo: Nunca seremos derrotados a no ser nos rindamos con Dios. El rendirse es una de las cosas que las personas usualmente son tentadas a hacer cuando se ponen difíciles las cosas. Muchos se rinden en bajar de peso porque les cuesta mucho, o porque no ven resultados inmediatos. Muchos abandonan carreras porque se les puso difícil, o porque sintieron que no podían más. Muchos dejan sus empleos porque no les gusta su jefe, o porque se complicaron las cosas, o porque ya no les gusto. Muchos se rinden con sus matrimonios por muchas razones. Y muchos abandonan su fe en Cristo porque sintieron que era muy difícil, o porque sintieron que Dios les fallo de alguna manera. ¡Hay mucha rendición en este mundo! El problema es que se están rindiendo por muchas cosas que son buenas.

 

Hay abandono que no es malo. Como hecho, el abandonar algo, puede ser bueno si una persona deja aquello que le daña. Es bueno dejar de fumar. Es bueno dejar toda droga, inclusive las legales. Es bueno dejar de beber, o a lo menos, reducir el volumen. Es bueno terminar con relaciones toxicas. Es bueno dejar de tener sexo antes de casarse. Es bueno dejar de engañar a tu esposo o esposa. Es bueno dejar de robar. Es bueno dejar de hacer aquellas cosas que solo te traen destrucción temporal y eterna. Entiendes la idea, ¿no?

 

Así que, sea que envuelva cosas malas o buenas, la implicación de terminar con algo envuelve decisión. Puedes escoger dejar de hacer algo, o continuar haciéndolo; cualquier cosa que sea. ¿Está ya todo determinado? ¿Hay tal cosa como destino (o la predestinación; un término más teológico)? La respuesta es: no. La idea del poder escoger esta por toda la Escritura; desde Génesis hasta el Apocalipsis. Ahora, las cosas mayores y universales si están determinadas. Nada podemos hacer con eso. Por ejemplo, el mundo va hacia su final, y no hay nada que lo detenga. Pero, las cosas no están determinadas al nivel individual. Cada persona tiene la opción de escoger. Aun en un callejón sin salida, una persona puede escoger con enfrenta esa situación. Y ¿Quién puede decir que es un callejón sin salida? Dios levanto a Lázaro de los muertos después de estar enterrado algunos días. Y si fuéremos a morir como cristianos, ese es solo el comienzo de nuestra existencia espiritual. Aquí está la importancia de la decisión y lo que hacemos con ella; sea que escojamos persistir en nuestra fe, o rendirnos.

 

Algunos dirán: ¿Y qué de aquellos que nunca escucharon la Verdad de Dios? Y la respuesta es: Tú no sabes lo que paso o no paso con ellos. Y, ¡preocúpate más de ti mismo! Después de todo, ¿No deberíamos estar más preocupados de que exactamente nos va a suceder personalmente? Sería lógico, ¿No? El Señor mismo siempre lleva las cosas a un nivel personal. Porque aun Él le dijo a Pedro que estuviera más preocupado por el mismo que por Juan. Porque escrito esta: Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Juan 21:20-22.

 

 

A través de toda la Biblia, incluyendo el pasaje de hoy, somos instados a continuar siguiendo a Cristo, a siempre seguir adelante. Eso es una elección. Y con la elección, eso es personal. No te preocupes por lo que los demás hacen o no hacen. La Biblia nos exhorta repetidamente a permanecer y seguir; así que es imperativo no parar. Habiendo dicho esto, no se trata de llegar a Cristo y eso es todo. De acuerdo a la Palabra de Dios, y para poder recibir las promesas eternas, tienes que correr, vencer, permanecer, etc. hasta el final. Esa es tu parte. Si te rindes a medio camino, entonces no lo lograrás. ¡Mantén el curso considerando lo que Cristo hizo por ti individualmente! ¡No descuides tu salvación! Porque escrito esta: Más el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Hebreos 10:38.Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Juan 15:5-6. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Apocalipsis 21:7. Él te ama y te quiere ayudar, pero es tu decisión el seguir adelante. Así que, ¿no te debiera ser suficiente el amor que Dios te ha demostrado a través de Jesucristo para ayudarte a seguir hasta el final? O, ¿no es suficiente para ti? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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El Propósito por lo Cual Suceden las Cosas

Basado en Jueces 6:1-16 (Versión Reina Valera 1960)

 

Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años. Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para devastarla. De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová. Y cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los madianitas, Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre. Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra; y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz. Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.

 

Albert Einstein dijo: No podemos resolver nuestros problemas usando el mismo modo de pensar que usamos cuando los creamos. Muchas veces, cuando las cosas nos salen mal, tendemos a culpar a los demás o victimizarnos. Típicamente adoptamos la actitud del “pobre yo”, o el “porque Dios permitió que esto pasara” (tipo de reacción). Nuestro orgullo nos impulsa a pensar que no hicimos nada malo, y que lo que está saliendo mal no es nuestra culpa. Ahora, ¡ten cuidado! Hay personas que piensan que todo les va bien porque son tan buenos y perfectos, y eso no tampoco es el caso. Como hecho, si todo va bien y hay problemas fundamentales en tu vida, ten aún más cuidado. Eso puede significar que Dios no esta tan preocupado por donde tu termines. Porque escrito esta: Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Hebreos 12:8 Desafortunadamente, hay personas que tienen corazones tan duros que Dios no está realmente interesados en ellos; y Él no permite que la presión ocurra para que cambien. Dios ama absolutamente a todos, pero también conoce “íntimamente” quién es quién, y de lo que es capaz, para mejor o para peor. Así que, este mensaje es para aquellos de nosotros que no les va bien en todo, y para poder entender porque no salen bien las cosas, en general.

 

Usualmente (no siempre 100%), pero usualmente, las cosas no salen bien porque hicimos algo mal, o tomamos alguna mala decisión en el camino. Lo que es crítico poder entender es que no todas las malas decisiones rinden sus consecuencias enseguida. Una decisión equivocada, o los malos hábitos rinden consecuencias con el tiempo. Así que, no pienses que, porque algo malo no sucedió enseguida, que todo esta bien.

 

Les daré un ejemplo. De acuerdo al Centro de Control de Enfermedades y Prevención (en EUA): El uso del tabaco sigue siendo la primordial causa de muerte y enfermedad en EUA que es prevenible. El fumar cigarros mata a más de 480.000 norte americanos cada año, y más de 41.000 de aquellas muertes han sido por ser expuestos al humo de segunda mano. Aún más, las enfermedades relacionadas al fumar en EUA cuestan más de $300 billones al año, incluyendo casi $170 billones en cuidados médicos directos para adultos; y $156 billones en perdida de productividad. Puede que no haya problemas de salud después de fumar por un mes, pero si persistes y lo sigues por años, las cifras muestran que puede suceder algo. Lo desafortunado del fumar es que sus efectos siguen contigo (y con los demás), aun después que terminas. Tu cuerpo puede que no sane después de su uso extendido. Ahora, hay cosas aún peores que el fumar, que pueden lucir más inofensivas a las personas.

 

Así que, el sentido común (un poderoso aliado para el Espíritu Santo) dictaría que cuando algo sale mal, debiera haber algún tipo de inspección personal. Lo que es cómico es que hacemos eso con casi todo en la vida, pero no lo queremos hacer con nuestras vidas personales. ¡Investigamos más con una tostadora cuando no trabaja que con un mal episodio en nuestras vidas! Somos rápidos en cubrir errores; racionalizar equivocaciones; y justificar malas decisiones. Eso es orgullo. Pero, ¿Se arreglará algo si no vemos lo que esta mal? Albert Einstein también dijo: La definición de la locura es hacer lo mismo vez tras vez y esperar resultados distintos. El orgullo hace a muchas personas cometer locuras; vez, tras vez, y tras vez.

 

¿Cuál es la razón principal de porque Dios permite que las cosas salgan mal, especialmente cuando es nuestra culpa? Porque escrito esta:No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues de su corrección; porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere. Proverbios 3:11-12. Por difícil que luzca, Dios realmente te ama cuando Él permite que no salgan bien las cosas. O Él te está tratándote como hijo o hija donde se debe aprender una lección; o Él está muy interesado en permitir que las presiones vengan a tu vida para que puedas buscarlo y convertirte en Su hijo o hija. De cualquier manera, el propósito es para que los problemas te acerquen a Él, para que puedas aprender hacer lo correcto. Dios te está mostrando Su amor cuando no salen bien las cosas. Y cuando te vuelves a Él con todo tu corazón, Él estará contigo.

 

Así que, ¿has estado “sintiendo” algo del amor de Dios últimamente? y ¿te estas acercando a Él? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Vendrá el Día

Basado en Malaquías 3 (Versión Reina Valera 1960)

 

He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos. Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos. Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos. Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti? Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos? Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon. Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.

 

Tomas Edison dijo: La función principal del cuerpo es para llevar al cerebro por doquier. La Biblia explica que Cristo es la cabeza de la iglesia, lo cual significa que somos el cuerpo. Porque escrito esta: Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Colosenses 1:18a. Pero, ¿para qué sirve el cuerpo si no está haciendo lo que debiera, o está lleno de partes enfermas? ¿Qué tipo de problema tendría una persona si el cerebro está mandando señales para mover el brazo de cierta manera, y nunca responde, o hace algo totalmente distinto? ¿No se le llamaría eso una anormalidad y que necesitaría atención medica inmediatamente? ¿Qué pasaría si una parte del cuerpo se estaría descomponiendo, y está llena de gangrena? ¿No se amputaría esa parte para poder salvar lo que lo rodea? ¿A dónde voy con estas preguntas?

 

Uno de los asuntos que existe hoy en la doctrina cristiana de algunos es de ignorar el hecho de que todos tenemos un propósito. ¿Somos salvo por gracia? ¡Absolutamente, 100%! Pero la gracia tiene un claro propósito. Dios nos ama y Él dio a Su Hijo para que pudiéramos tener vida eterna. Todo lo que Él hace es por amor. Pero el amor no debiera ignorar la expectativa del propósito. Dios nos salvó con un propósito; no para que viviéramos flotando por la vida, o seguir haciendo lo que queramos, o sin dirección. La gracia de Dios tiene la intención especifica de producir una regeneración en una vida a través del Espíritu Santo, para que pueda ser transformada y hecha para mejores cosas. Ese es el propósito de las Escrituras también. Porque escrito esta: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17.

 

Así que, ¿hay tal cosa como alguien perdiendo el favor ante los ojos de Dios porque no está haciendo lo que debiera? En el pasaje de hoy, leemos que Dios es un afinador, un limpiador, y que es un pronto testigo en contra de lo que le es abominable. ¿Aplica esto hoy, aun ahora que estamos viviendo la era de la dispensación de la gracia de Dios? ¡Si! Porque escrito esta: No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Gálatas 6:7-9. Esto sigue el principio que lo que hagas se te devolverá. Si una parte del cuerpo de Cristo está enfermo, gangrenoso, o no está haciendo lo que debiera, ¿Qué crees que sucederá? Bueno, déjame ponértelo de esta manera. Si te sucediera lo mismo con tu cuerpo, ¿Qué harías tú?

 

Leemos que Dios tiene un problema con aquellos que no hacen lo que están supuestos hacer y también cuando están haciendo algo que está drásticamente mal. Y la gracia puede que no excuse el pecado intencional. Dios tiene un problema con Su pueblo cuando no está usando sus recursos bien, o haciendo cosas malas, y reclamando por cosas que hacen por Él. ¿Te gustaría que alguien mostrara aburrimiento o desagrado cuando pasan tiempo contigo? ¿Te gustaría que alguien reclame de las cosas que hace por ti, considerándolo un gasto de tiempo? No te gustaría, ¿no? Entonces ¿por qué Dios, el Creador de los Cielos y de la Tierra, el Todopoderoso Dios, quien era, quien es, y quien viene, tiene que tolerarlo? ¿Por qué Él tiene que tolerar algo que tú no puedes tolerar?

 

El otro lado es este: Para aquellos que si temen y aman al Señor; siéntanse asegurados que Él también está viéndolos y escuchándolos. Y a su tiempo, si permaneces fiel hasta el fin, Él te recompensará con cosas que tú nunca pensaste posible. Así que, un consejo al sabio: aprovecha la oportunidad mientras todavía tienes tiempo de dejar atrás aquellas cosas que desagradan a Dios. Lo que sea necesario hacer para que vuelvas al camino correcto con Dios, ¡hazlo enseguida; y síguelo haciendo siempre! Cada uno estará delante de Dios algún día. ¿Sabes cuándo vendrá tu día? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Estamos Supuestos a Sobresalir por las Razones Correctas

Basado en Lucas 14 (Versión Reina Valera 1960)

 

Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban. Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico. Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió. Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo? Y no le podían replicar a estas cosas. Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles: Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar. Más cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa. Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido. Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. Más cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos. Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Vé pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. Dijo el señor al siervo: Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena. Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Buena es la sal; más si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará? Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.

 

Edwin Louis Cole dijo: Las ilusiones de grandiosidad no son lo mismo que las visiones de grandeza. ¿Qué es la grandeza? ¿Cuál es el estándar? ¿Quién dicta lo que es y no es grande? Te puedo decir algo; que lo que el Señor nos enseñó (lo que Él cree que es grande) es muy distinto a lo que la sociedad enseña que es grande. Y, si escoges hacer lo que Dios dice que debieras hacer, vas a tener serios problemas aquí en el mundo. Hay varias vistas en el pasaje de hoy, y podemos ver los tipos de problemas que pudiéramos tener cuando hacemos lo que Dios dice que hagamos.

 

El primer ejemplo es con aquellos que se llaman “seguidores de Dios”, aquellos que han vuelto las cosas de Dios en una religión sin valor, sin vida, y auto sirviente. Puedes ver la ironía en esto, porque los fariseos pensaron que estaban bien, pero ellos fueron lo que le hicieron la vida más difícil al Hijo de Dios aquí en la tierra, inclusive ocasionándole la muerte. Si sus corazones y enseñanzas hubieran estado correctas ante Dios, ellos hubieran sido el apoyo más grande de Cristo. Así que, Dios puede que te haga hacer cosas que van más allá de las reglas religiosas.

 

El segundo ejemplo es en la humildad. La mayoría de las personas quieren ser conocidas, veneradas, y queridas; aunque traten de encubrir el deseo de serlo. Quieren ser importantes, y quieren asociarse con los que lucen serlo. ¿Qué hace a una persona grande? ¿Es el dinero, la fama, el poder…? El estatus social siempre está asociado con uno de los tres. Muchos creyentes usan el estatus social también como estandarte.

 

El tercer ejemplo (combina diferentes secciones del pasaje de hoy), tiene que ver con las personas que atiendes. No significa que sea malo hacerle atenciones a las personas que amas. Y bueno, acerca de los negocios, siempre hay un almuerzo por ahí y una comida por allá por negocios. Pero, necesitamos enfocar nuestra atención en aquellos que no tienen a nadie; aquellos que tienen verdaderas necesidades; y que hagamos las cosas desinteresadamente. Esto es contrario al estándar social. La sociedad nos enseña a enfocarnos en nuestra familia, amistades, círculo social, y por supuesto, los negocios. Y la sociedad también enseña, que, si tienes la oportunidad, tírale unas migajas a los necesitados, si quieres hacerte sentir bien. Lo que es aún más lamentable es que algunos creyentes ni siquiera comparten las migajas. ¡que tristeza!   

 

Después de enseñar estas cosas, el Señor nos ayuda a entender que el seguirle tiene un precio. Y el costo más caro es el aspecto social.Afectará todas tus relaciones sociales, especialmente las religiosas. Solo piensa, estas supuesto a ir en contra de prácticas religiosas establecidas, ser humilde, buscar hacer más por personas desconocidas, quienes tienen grandes necesidades (marginados sociales), y darle más prioridad a Dios y a lo que Él enseña que a tu familia. Si tu familia no entiende a Dios, ellos no te van a querer mucho tampoco, ¡garantizado!

 

La última parte es: el ser realmente distinto para Dios nos hace “tener sabor” ante Dios y al mundo que nos rodea (el mundo necesita personas que se preocupen). Así que, ¿estas sobresaliendo por las razones correctas, para que Dios te considere una gran persona? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Sigue Hacia Adelante

Basado en Deuteronomio 4:23-40 (Versión Reina Valera 1960)

 

Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido. Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso. Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo; yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar posesión de ella; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos. Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová. Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres. Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella. ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer? ¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores como todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos? A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él. Desde los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego. Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder, para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como hoy. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.

 

Pat Riley dijo una vez: Cuando un gran equipo pierde por complacencia, buscará constantemente por nuevas y complicadas explicaciones para explicar la derrota. Otro término para la complacencia (bíblicamente hablando) es el ser tibio. No hay reacciones cuando las cosas están tibias; y en la actualidad, la tibieza es lo que buscamos como parte de nuestra comodidad humana. No creo que nadie quiere darse una ducha con agua casi congelada. A la misma vez, nadie quiere que lo quemen sus sopas. La mayoría de las personas normales les gusta estar cálidos y cómodos. No podemos dormir si sentimos frio o calor. No podemos pensar claramente cuando somos expuestos a temperaturas extremas. Así que, ¿es malo querer sentirse cómodo? Para ciertas cosas, no. Para otras, especialmente en la manera en que vivimos y nuestro caminar espiritual, no es bueno.

 

Tengo que admitir que esta semana ha sido “desafiante” para mí, como compartí con una cajera quien me pregunto muy respetuosamente como estaba hoy en la mañana. Yo brevemente le mencione mi asunto de salud familiar, y aun que casi murió un trabajador en un sitio de nuestra construcción. Ella dijo: Yo usaría una palabra más fuerte que “desafiante” para lo que tu estas atravesando. Yo le dije con una sonrisa: Creo que tienes razón, pero el Señor es bueno. Mientras decía las palabras, recordé el pasaje de hoy (el cual fue lo que medite más temprano hoy).

 

Las cosas pasan por alguna razón, o por muchas razones. Esta vida es complicada por sí misma, y puede ser aún más desafiante cuando Dios se envuelve en ella. Dios permite (¡si! Dios) que vengan las presiones de la vida para provocar reacciones en nuestras vidas. Aquí es donde entra lo frio y lo caliente. Cuando algo esta tibio, hay un sentido de comodidad y tranquilidad. No nos movemos o no reaccionamos. Al contrario, nos relajamos. Cuando hay algo tan frio que se siente como que quema, produce una reacción en nosotros. Te mueves, ajustas, corres, lo que sea, pero hay una reacción. A la misma vez, cuando algo esta tan caliente, que sientes que te quemas; reaccionas similarmente. No te quedas quieto. Te mueves, te agitas, etc. Temperaturas extremas causan acción y movimiento. La calidez te mantiene cómodo. No te vas a mover. ¡Dios nos quiere mantener en movimiento!

 

En el pasaje de hoy, leemos de una advertencia al pueblo de Dios, de lo que les sucedería si apartaban sus ojos de Dios. Desafortunadamente, esta advertencia fue una profecía cumplida en contra del pueblo de Israel. Fueron azotados por sus enemigos; muchos fueron muertos y tomados cautivos por sus enemigos, y esparcidos por todo el mundo conocido (tal como fue escrito). Cuando se les advirtió, Dios les pidió que mantuvieran en mente las grandes cosas que Él hizo por ellos, pero se olvidaron. Se volvieron complacientes. Comenzaron a mezclar su adoración a Dios con otros ídolos y dioses. Y finalmente, se olvidaron completamente de Dios e hicieron cosas impensables. Así que, Dios permite que las pruebas, las tribulaciones, y las “correcciones” sucedan para traernos a la acción, para seguir tras Él. La destrucción sucede cuando hemos cometido errores pecaminosos, malas decisiones; y los desafíos suceden para mantenernos enfocados en Él.  

 

Así que, esto es lo que tenemos para ayudarnos a seguir mirando hacia Dios (más que señales y maravillas), recordando lo que Él ha hecho por todos nosotros: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16. Cualquier cosa que toma el lugar legitimo (el primero) de Dios en nuestra vida es un ídolo. Puede ser el dinero, el poder, la fama, la familia, nuestras propias habilidades, el entretenimiento, etc. Si somos desviados por los ídolos, la destrucción sucederá. Los desafios vendrán tambien para mantenernos enfocados. Es el propósito de Dios de que tengamos presiones para mantenernos en movimiento hacia adelante, para hacernos sentir incomodos en este mundo caído y pecaminoso, al poner nuestros ojos en Él, quien permanece para siempre; no sobre estas cosas temporales que tenemos aquí. Así que, ¿te quedaste estancado en alguna parte sintiéndote cálido, cómodamente mezclando el pecado en tu vida? O ¿te estas moviendo hacia adelante, hacia Él? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Supliendo Necesidades

Basado en Santiago 2:1-17 (Versión Reina Valera 1960)

 

Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros? Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley. Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio. Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

 

Sholem Aleichem dijo: La vida es; un sueño para el sabio, un juego para el necio, una comedia para el rico, una tragedia para el pobre. En el pasaje de hoy, se nos enseña un fundamento cristiano muy básico, que debiéramos tratar a todos de la misma manera, y que debiéramos ser más atentos con los necesitados que con los que tienen. No significa que hay que olvidarse totalmente de los ricos (porque también tienen necesidad espiritual), pero debemos concentrarnos en lo muy obvio. Lo obvio es que la vida es mucho más difícil para aquellos que les faltan las cosas básicas que a aquellos que ya lo tienen. Si alguien piensa que solo se trata de ayuda espiritual, entonces tiene que estudiar la Biblia un poco más, y entender lo que Dios quiere que hagamos. Si no lo entienden todavía, entonces necesitan experimentar una semana sin comida, ropa, y techo (para comenzar).

 

La Palabra de Dios es muy clara; que necesitamos ayudar. Como cristianos, es parte de nuestro caminar espiritual. Si el dar no es parte de nuestra vida, nuestra espiritualidad no le significa mucho a Dios. Juan el Bautista dijo: Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.Lucas 3:7-11.

 

Algunos dirán: Bueno, yo no soy rico. Y tendría que decir que eso es lo que dicen los ricos usualmente, cuando están inconsciente al mundo que los rodea. La riqueza obvia es cuando tienes dos de algo cuando necesitas solo uno. Por ejemplo, si tienes dos casas cuando solo necesitas una, eres rico. Cuando tienes dos carros cuando solo necesitas uno, (y en realidad hay personas que usan el transporte público, y no son pobres tampoco), entonces eres rico. Cuando tienes un closet lleno de ropa y más zapatos que días de la semana; entonces sí también eres muy rico. Cuando estas preocupado de aumentar de peso (o ya estás de sobrepeso) porque comes mucho, entonces eso significa que tienes mucho acceso a la comida, y sí, eso dice que eres rico. Y la riqueza tiene distintas formas; no solo el dinero y las posesiones. Así que, cuando te comparas a alguien que no tiene nada, entonces te comienzas a dar cuenta de la gran diferencia. Estas entendiendo, ¿verdad?

 

Dios nos enseñó principios valerosos a través de las parábolas. Él nos enseñó lo siguiente con respecto a la responsabilidad y el tener mucho: Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes. Más si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles. Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá. Lucas 12:42-48. Así que, es la expectativa de Dios de que, si se nos dió mucho, tenemos que compartir mucho. El comer y beber, y el tratar al prójimo injustamente no lo tolera Dios, especialmente cuando te ha encomendado mucho. No significa que no puedes disfrutar lo que trabajas, pero no puedes vivir solo para la próxima entretención, sin ningún cuidado por las necesidades de tu prójimo. ¡Es pecado, y con razón! Es cruel el engordarse (por decir) sin tener ningún cuidado por los demás.

 

Finalmente, necesitamos ser sabios de la manera que ayudamos, y de cómo administrar lo que tenemos. Dios desea darnos toda la sabiduría que necesitamos para saber cómo ayudar, y también poder disfrutarlo a la misma vez. Porque dice: Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5. Si tu corazón está en el lugar correcto, y estas buscando la sabiduría de Dios, Él te guiara a quien tienes que ayudar y cómo ayudarle. Pero al final del día, puede que no importe a quién ayudes, porque debiéramos hacerlo todo por Él. Después de todo, ¿No es Dios el que permite que tengas todo lo que tienes? Así que, ¿estas supliendo sabiamente las necesidades, administrando la riqueza que Dios te ha dado? O, ¿Necesitas que Dios te lo quite para que aprendas a apreciar lo que Él te da? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Comprometiendo Tu Relación con Dios

Basado en Apocalipsis 2:12-17 (Versión Reina Valera 1960)

 

Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

 

Alguien dijo una vez: No importa como comienzas, sino como terminas es lo que cuenta. Hay un malentendido general en muchos creyentes, que lo único que importa es llegar a Cristo, y que todo lo demás ya está hecho. Eso no está completamente correcto. Si fuere así el caso, entonces tendríamos que ignorar muchos de los pasajes en la Biblia, particularmente en el Nuevo Testamento. ¿Por qué Dios insistiría que tendríamos que pedir por sabiduría? ¿Por qué se nos animaría a estudiar la Biblia? ¿Para que tener cuidado de las cosas? Después de todo, si está todo listo después de aceptar a Cristo como tu Señor y Salvador, ¿Para qué hacer algo más?

 

Hay algo crucial que se debe entender. La Palabra de Dios es infalible, y nunca se puede contradecir. Si fuere así, entonces no se podría confiar en ella. La respuesta es que no se contradice. Así que, si una enseñanza o doctrina no concuerda con otros pasajes en las Escrituras, entonces debe ser desechada, o entendida como incompleta. Cuando un concepto espiritual está de acuerdo con varias partes de la Escrituras, entonces tienes una enseñanza sana y sólida. La respuesta es: aunque alguien haya venido a Cristo, y haya nacido de nuevo a través de Él, ese es solo el comienzo. Ahora hay un camino puesto por delante donde tienen que escoger seguirlo o no. Como hecho, por eso que hay un castigo más grande para aquellos que han sido expuestos a la Verdad de Dios y se devuelven; porque tienen todo lo que necesitan para seguir el Camino, triunfar sobre las debilidades de su carne, y hacer grandes cosas para la gloria de Dios. Una persona, a través de Cristo, gana un nuevo comienzo, y completo acceso y entendimiento de la Palabra de Dios a través del Espíritu Santo. El Espíritu Santo, mientras una persona estudia y aplica la Palabra de Dios a su vida, comienza a equiparla para cada experiencia con que se encuentre en su caminar con el Señor. Y por supuesto, la Palabra de Dios dice: Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros? Romanos 8:31. Entonces, ¿Qué está pasando con tantos que dicen creer en Dios?

 

Un problema es que comprometen su relación con Dios (porque todo todavía depende de la decisión, aun después de venir a Cristo). Algunos pueden que hallan llamado a Jesús el Señor de sus vidas, pero puede que no sea una realidad. Algo mas esta dominando su vida. En el pasaje de hoy, Dios advierte a través de Su ángel a una iglesia (no a inconversos), y de cómo han comprometido su fe. Se han permitido ser influenciados, y están siendo advertidos de que tienen que cambiar y vencer (no todo está determinado en cada vida). Las personas tienen que dejar que Dios tome el control completo de sus vidas, al dejar ir el pecado que todavía los influencia. Cada día que pasa, tiene que haber un rendirse, y dejar ir todo lo que produce muerte.

 

En el pasaje de hoy, uno de los compromisos está relacionado al amar más el dinero y las cosas que vienen con él, que mantenerse fiel a Dios, a pesar del ambiente que los rodea. Lo vemos a través de la doctrina de Balaam, un profeta que se permitió ser seducido por Balak (rey de los moabitas) para maldecir al pueblo de Dios para su propia ganancia y beneficio, y ser débil ante una persona en una posición de poder. Dios no estaba mandando en la vida del profeta. El miedo y la avaricia si lo estaba, y casi le costó la vida. No es muy distinto hoy. Muchos creyentes desafortunadamente piensan más en el mundo material y en el no tener problemas con las personas que los rodean, en vez de Dios. Muchos prefieren “mantener la paz” con su familia, sus amistades, sus compañeros de trabajo, etc. y comprometer su relación con Dios, que pararse firme. Ceden más a los distintos estilos de vida y a ser influenciados por Satanás en sus propias vidas. Así que, no solo viven cerca del mal, sino también comienzan a ser absorbidos y adoptan lo que hacen los demás porque quieren caber. No quieren ser diferentes.

 

El otro asunto es la doctrina de los Nicolaitas, aquellos que se consideran ser líderes religiosos e imponen su voluntad sobre los débiles, enseñoreándose sobre ellos, mientras mesclan la Palabra de Dios con conceptos carnales y humanos. En vez de enseñar la “pura” Palabra de Dios, o una “doctrina sana”, imponen su evangelio oscuro que esta entretejido con cosas que no le pertenecen a Dios. Son personas que ejercitan algún tipo de poder percibido sobre los más débiles, similares a los fariseos. Los fariseos eran la autoridad religiosa durante el tiempo de Jesús, los cuales echaban a las personas de las sinagogas si no hacían lo que ellos decían, enseñando reglas humanas como si fueran mandamientos de Dios. El Señor fue muy claro de mantener las cosas separadas como leemos: Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Mateo 22:21.

 

Así que, debemos temerle más a Dios que al hombre. Debemos ser más celosos de las cosas de Dios que de ceder al pecado que todavía nos puede destruir, si lo dejamos. Porque escrito esta: Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! Hebreos 10:26-31.

Así que, ¿estas comprometiendo tu relación con Dios? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Entendiendo Quien Es El Señor

Basado en Mateo 20:1-16 (Versión Reina Valera 1960)

 

Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, más pocos escogidos.

 

La vida está llena de labor. La mayoría de nosotros comenzamos con algún tipo de trabajo cuando éramos muy pequeños; como gateando, y después caminando; y después ir a la escuela, hacer tareas; quehaceres de la casa, etc. Todo esto demandaba algún esfuerzo. Y antes o después de graduarnos de la escuela, las personas consiguen empleos o carreras. Eso por supuesto también toma algún esfuerzo. Aun cuando quieres tener un pasatiempo, aun por diversión, también requiere trabajo. Una relación requiere trabajo. Los hijos requieren trabajo. Aun el retiro requiere trabajo porque hay que planearlo y trabajar hacia esa etapa de la vida. Nacimos en un mundo de trabajo y lo dejaremos haciendo algo; cualquier cosa; pero demandará esfuerzo. El trabajo nunca para. Fuimos creados finalmente para el trabajo; por lo menos eso parece.

 

El caminar espiritual no es muy distinto. Como hecho, el término “caminar” implica acción, el moverse hacia adelante. Y no se iría a ninguna parte si no se camina. Y aquí es donde hay uno de los malentendidos de la gracia. Muchos teólogos y ministros enseñan que todo está basado en la gracia; que uno no puede ganarse la salvación. Eso es verdad, bíblicamente hablando. Nunca puedes ganarte la salvación. Solo se puede alcanzar la salvación a través de la gracia que encontramos en Cristo, al convertirnos de todos nuestros pecados, y aceptando a Jesús como el Señor de nuestras vidas. Pero, eso no significa que no debiera haber trabajo después de rendir nuestras vidas a Cristo. No puedes ser salvo por obras, pero tu fe en Cristo no significa nada si no hay un producto visible ante los ojos de Dios y los hombres. Gloria a Dios que los Apóstoles entendieron esto, o si no, nunca hubiéramos escuchado de Cristo. Porque escrito esta: Hermanos míos, ¿de que aprovechara si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.Santiago 2:14, 17. El Señor elaboró más, en que debiera haber un producto en la vida del creyente; algo “debe” salir de nuestra vida o si no, Él nos removera. Porque escrito esta: Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitara; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiara, para que lleve más fruto. Juan 15:2

 

Dios nos creó a cada uno de nosotros con un propósito. Es la razón por lo cual existimos: estamos aquí para hacer lo que tenemos que hacer. Y no haciéndolo es un problema, especialmente cuando la Palabra de Dios nos ha sido compartida. Jesús explico la siguiente parábola: Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero estos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. La que cayó entre espinos, estos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. Más la que cayó en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia. Lucas 8:11-15. Así que, el sembrador siembra la semilla con el propósito y la meta de recibir un producto. De otra manera, ¿para qué sembrar las semillas? No creo que a ninguno de nosotros nos gusta trabajar por nada, ¿no? Para nosotros que tenemos un empleo, esperamos ese día especial cuando recibimos algún pago por nuestra labor. Así es como pagamos las cuentas, compramos comida, etc. Esperamos que algo resulte de cualquier cosa que hacemos.

 

Así que, ¿Cuál es el fruto que Dios espera que tengamos como resultado de nuestra salvación? Él nos enseña esto: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5:22-23. Y este fruto del Espíritu rinde una acción visible, algo que Dios y el hombre puede ver tangiblemente. Tiene que haber un producto. Todos trabajamos. Todos hacemos algo. La pregunta es: ¿Qué es lo que estamos haciendo? ¿Estamos obrando para algo significativo que transcienda este mundo? Porque la Biblia también nos enseña: No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde este vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mateo 6:19-21

 

El último punto es este: No te preocupes lo que los demás hacen o no hacen. Solo preocúpate por lo que tú eres responsable. Cuando comenzamos a mirar lo que hacen los demás, y lo que están recibiendo (no importa lo que sea), ahí la codicia comienza. Y se nos enseñó esto: No codiciaras la casa de tu prójimo, no codiciaras la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. Éxodo 20:17.

 

Así que, el Señor es el Señor, y como tal, Él hace lo que quiere y espera algo de nosotros. Y no tenemos derecho de decir algo. Finalmente, Él es el Señor. Las buenas noticias es que Él es un Buen y Amante Señor, deseando derramar Su gracia sobre aquellos que le buscan, y hacen lo que Él dice; para bien nuestro y de los demás. ¿Es Él tu Señor? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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No Te Rindas

Basado en 1 Pedro 3:13-18 (Versión Reina Valera 1960)

 

¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal. Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

 

Nick Vujicic (uno de mis héroes en la fe) dijo: Muchas veces me preguntan cómo puedo mantenerme contento a pesar de no tener brazos y piernas; la respuesta rápida es que tengo una elección, puedo escoger tener rabia por no tener extremidades, o puedo sentir agradecimiento que tenga un propósito; escojo sentir agradecimiento. Muchas veces, las personas les cuesta mantener su fe en Dios porque algo salió mal, o porque ciertas oraciones no fueron contestadas, o porque se cansan de hacer lo bueno y no ven recompensa.

 

He escuchado a muchos que no pueden llegar a creer en Dios porque algo trágico paso en sus vidas. Puede que envuelva la muerte inesperada o fuera de tiempo de algún ser querido; y sintieron que Dios debiera haber intervenido de alguna manera. He escuchado historias como: Yo perdí a un padre por enfermedad cuando era joven, y Dios no escucho mi oración para sanarlo. Otros juzgan a Dios con las ocurrencias globales como el hambre, la enfermedad, las guerras, etc. Y preguntan: Si Dios existe, y Él es supuestamente bueno, ¿Por qué permite que estas tragedias ocurran? Recuerdo hablar con un compañero de trabajo de origen hebreo que me dijo: ¿Dónde estaba Dios en el Holocausto? Y ¿Cómo Él pudo permitir que millones, incluyendo a mujeres y niños, fueran torturados y muertos por los Nazis? Los creyentes luchan con su fe en Dios también cuando no todo va bien. A veces las oraciones quedan sin contestar. Las oraciones no son escuchadas, y mucho sufrimiento ocurre por la falta de respuesta. Y por supuesto, sienten que sus oraciones debieran haber sido contestadas, porque pidieron por cosas necesarias. Los creyentes juzgan a Dios porque “Él dejo” que alguien muriera, o “Él no proveyó” para la necesidad, o “Él no ayudo” a tiempo. Le atribuyen a Dios la falla. Otros se rinden en tener una fe ferviente porque no ven la recompensa. Algunos levantan las manos después de un tiempo y dicen: ¡Me rindo! Piensan: ¿Qué he ganado con vivir de una manera distinta, tratando de agradar a Dios, si estoy peor que los demás, y no tengo lo que necesito? Así que, seden con ciertas cosas pensando que el transigir les permitirá tener lo que necesitan. Como ejemplo, algunos creyentes se casan con incrédulos o practican el pecado, pensando que lograran lo que quieren. Se justifican basados en que Dios no les proveyó, y que tuvieron que arreglar el asunto con sus propias manos.

 

Creo que, si hicieran una encuesta del desempeño de Dios, no creo que vaya muy bien. Creo que muchos dirían que Su desempeño es en lo más mínimo, por debajo del estándar; que Él claramente no es todo lo que debiera ser. Unos de los asuntos que causan este modo de pensar es: lo que consideramos éxito. El éxito es basado en poder tener todo lo que una persona debería tener en esta vida, aquí y ahora. El éxito se ve en que todo vaya bien: en la familia, la salud, las riquezas y posesiones, el poder, la carrera, la fama, en el poder hacer lo que quieres, conseguir lo que quieras o necesites, etc. Y si no logras tener una “buena cantidad” de cualquiera de esas cosas, entonces no eres considerado ser exitoso. Y por supuesto, cualquier dios es juzgado sobre los méritos de cómo te ayudo alcanzar cierto nivel de éxito. Así que, las personas usan este estándar no mencionado, pero muy real con Dios: Si Tu (Dios) no me puedes ayudar lograr lo que yo creo que es el éxito, entonces no seré tan devoto o no tendré ninguna devoción a ti. Hay muchas cosas que no se dicen; pero los hechos articulan muy bien las intenciones del corazón.

 

Y ahora, donde nuestro pasaje de hoy se refiera más claramente (pero enlaza con lo previo), ¿Qué pasaría si sufrimos por hacer el bien? Esto va más allá de que le cueste creer en Dios, tener dificultad en seguir a Dios porque Él no hace lo que necesitas, o no ser tan fiel con Él porque al hacer el bien no se logró un resultado esperado. Este pasaje tiene que ver con un seguidor que le es fiel a Dios, y ser castigado o perseguido por hacer el bien. Básicamente, ser castigado por hacer el bien. ¿Qué entonces? ¿Esto no es aún más traumatizante, de ser tratado como un criminal por tratar de llevar a otros a Cristo, o sufrir el mal por hacer lo que le place a Dios?

 

La respuesta para todos debiera rondar alrededor de una cosa: el amor. Aparte de todas las cosas que pueden salir mal, cosas que remecen tu fe, preguntas que quedan sin respuestas, o el sufrir por hacer el bien; el amor de Dios a través de Jesucristo debiera ser el solo hecho que nos ayuda a entender lo que realmente importa. Dios existe. Establezcamos eso por lo menos. Y la historia nos dice que hubo un Jesús de Nazaret que hizo increíbles milagros, pero aún más importante, que murió por la humanidad, para que pudiéramos ser salvos. El no murió en la cruz para que tuvieramos éxito a nivel humano aquí en la tierra, sino más bien, para que pudiéramos vivir eternamente, salvos de nuestros pecados. Y lo hizo mientras tenía la opción de no hacerlo. El Señor pudiera haber desistido y no pasar el horrendo sacrificio de la cruz. Y sin eso, lo único que te quedaría es este mundo muy temporal y realmente imperfecto, lleno de todas las cosas que hace la vida desagradable. Y después de todo, ir al infierno, a un lugar eternamente separado de Dios. Pero gloria a Dios que Cristo siguió hacia la cruz. Así que, nos animan de esta manera: Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Hebreos 12:1-3.

 

Así que, cuando las cosas se ponen duras, recuerda lo que Cristo hizo por ti. No te rindas, porque Él no se rindió por ti. A través de Su sacrificio, Él te dio mucho más de lo que pensarías que necesitabas. ¿No es el amor de Dios mucho más que suficiente para seguir adelante; un amor que abrió la puerta para la eternidad para ti y para mí? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Encontrándose con Dios

Basado en Amos 4 (Versión Reina Valera 1960)

 

Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos. Jehová el Señor juró por su santidad: He aquí, vienen sobre vosotras días en que os llevarán con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescador; y saldréis por las brechas una tras otra, y seréis echadas del palacio, dice Jehová. Id a Bet-el, y prevaricad; aumentad en Gilgal la rebelión, y traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres días. Y ofreced sacrificio de alabanza con pan leudado, y proclamad, publicad ofrendas voluntarias, pues que así lo queréis, hijos de Israel, dice Jehová el Señor. Os hice estar a diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. También os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió, se secó. Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os herí con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová. Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, con cautiverio de vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os trastorné como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel. Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y anuncia al hombre su pensamiento; el que hace de las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová Dios de los ejércitos es su nombre.

 

El pasaje de hoy provee amplia advertencia para aquellos que se consideran creyentes, pero que no siguen o buscan de Dios como debieran. El mensaje de hoy es para aquellos que profesan conocer a Dios y haber estados expuestos a la Verdad de Dios para la salvación de sus almas. Luce que muchos no se dan cuenta que son responsables por la Verdad. De acuerdo a la Biblia, cuando una persona ha sido expuesta a la Verdad, son responsables por ella. En otras palabras, si conoces el bien, pero decides no hacerlo o seguirlo, entonces traerás sobre ti mismo las consecuencias que esas acciones acarrean. Hago énfasis en la palabra “Verdad” porque las personas están asentadas en la idea de que su opinión es la verdad. Y como lo he compartido antes, la opinión no tiene ningún efecto sobre la realidad, a no ser que esté basada en la Verdad. Así que, las personas se pueden lavar el cerebro, y escuchar a predicadores mentirosos todo lo que quieran; la Verdad es incambiable. La Palabra de Dios es suprema Verdad, y nunca se contradice a sí misma. Muchos predicadores selectivamente escogen y usan pasajes para enseñar lo que quieren, y finalmente decirles a las personas lo que quieren escuchar; no necesariamente compartiendo la Verdad de Dios.

 

Un problema grande doctrinal que se ha infiltrado en la iglesia universal de hoy es el concepto de la “seguridad eterna”, en el sentido que Dios no toma en cuenta lo que haces después de ser salvo; y que puedes seguir haciendo lo que quieras sin preocuparte de tus acciones, porque Dios te ama y perdonara todo. El problema con ese concepto es que a Dios si le importa lo que haces después de llegar a Cristo. Estamos eternamente seguros en Cristo, si seguimos fielmente a Dios, haciendo lo que le agrada. Pero si las personas escogen practicar el pecado (no solo cometer pecado: hacer algo sin intención, o algo que no se vuelva en costumbre o estilo de vida), entonces Dios sí tiene un gran problema con eso. Porque escrito esta (en el NUEVO TESTAMENTO):Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!Hebreos 10:26-31. También enseña (en el NUEVO TESTAMENTO): Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5:19-21.

 

Algunos dirán: Bueno, John, entonces estoy bien porque yo no practico esas cosas. Y eso es grandioso si es el caso. ¡Gloria a Dios! Pero aquí hay uno que atrapa a muchos, y de una manera muy sutil: el amor al dinero (idolatría). El dinero por sí mismo no es malo. Pero aquí está el problema:

Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1 Timoteo 6:9-10. Aquí está la prueba: ¿Cuántos dirían que solo necesitan un poco más para estar bien? Creo que, si son sinceros, muchos dirían que este es el caso. El problema con eso es la falta de contentamiento. El querer siempre “un poco más” es una señal. Hay algunos que dirán: Tengo deudas y por eso que necesito el dinero. Bueno, piensa como llegaste a ese punto. ¿Cuál fue la verdadera razón porque llegaste a eso? Algunos jóvenes se meten en deudas por la universidad, lo cual está perfectamente bien. Pero, ¿Cuál fue la meta para tener la carrera? ¿La meta final era para lograr algo que te permitiera tener mucho dinero? Si el idealismo o la pasión no era la motivación principal, entonces el amor al dinero fue lo que motivo el sacrificio. ¿Cómo sabes? ¿Estas realmente contento haciendo lo que haces; no solo contento por el dinero que ganas para comprar o hacer cosas que siempre quisiste hacer? ¿Quieres probar? Piensa, ¿pudieras hacer tu trabajo de gratis? ¿Podrías todavía estar contento hacer tu trabajo sin recibir pago? La idolatría tiene distintas caras.

 

La verdad es que todos daremos cuenta por lo que hacemos, especialmente los creyentes. Así que, la pregunta es: ¿Estás dispuesto a encontrarte con Dios ahora, volviéndote de lo que estés haciendo para que Él sane tu vida eternamente? O ¿Seguirás haciendo lo que haces para encontrarte con Dios en un futuro cercano ante un trono de juicio, aprendiendo por ti mismo, “a las malas”, que Dios si juzgara a Su pueblo? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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