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¿Por qué Sigues a Jesús?

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Basado en Juan 12:12-19 (Versión Reina Valera 1960)

El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito: No temas, hija de Sion; he aquí tu Rey viene, montado sobre un pollino de asna. Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho. Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos. Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal. Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.

Una cita de Ravi Zacharias dice que: El amor es un compromiso que será probado en las áreas espirituales más vulnerables, un compromiso que te forzará a hacer algunas elecciones muy difíciles. Es un compromiso que demanda que tu lidies con tu concupiscencia, con tu avaricia, con tu orgullo, con tu poder, con tu deseo de controlar, con tu temperamento, con tu paciencia, y con toda área de tentación de las cuales claramente habla la Biblia. Demanda la calidad de compromiso que Jesús demuestra en su relación con nosotros.

Al leer este pasaje, me llevó a pensar algo: ¿Cuál era la razón por lo cual estas personas seguían a Jesús? Este fue el momento terrenal que Jesús fue tratado algo parecido o semejante (no totalmente) como debiera haber sido tratado siempre, como el unigénito Hijo de Dios. Algunos que piensan ser mas eruditos, al fijarse en el detalle de las palabras dirán: Se tenían que cumplir las Escrituras; por eso tuvo ese momento. Y claro, es verdad. Pero vayamos aun mas profundo, a lo personal. Aunque halla sido por el cumplimiento de las Escrituras, esta también el asunto personal. Como entendemos en las Escrituras, Dios esta en control de todo; todo pasa basado en la voluntad de Dios, pero dentro de las ruedas grandes (por decir) del poder y la voluntad de Dios existe la respuesta personal a lo que Dios esta haciendo.

Cavemos un poco mas profundo. A través de los Evangelios, vemos que las personas seguían o alababan al Señor porque el Señor les había hecho algo que ellos consideraban grande; puede haber sido una sanidad, el haber echado fuera a un demonio, el haber hecho una señal, el darles de comer, etc. En ese momento en particular, estas multitudes le seguían por la gran señal y milagro que había hecho, al levantar de entre los muertos a Lázaro, él cual ya llevaba cuatro días sepultado. Esto jamás había sucedido. Y, esta señal les significo a todas estas personas que había llegado alguien poderoso, grandioso, un ser que les mostraba el potencial de cambiarles todos sus problemas personales, un ser que levantaría a Israel de las ruinas en que se encontraba, un ser que pudiera a lo mejor ser tan poderoso que hasta podría lidiar con el Imperio Romano. En fin, este Jesús lucia como si fuera la respuesta a todo lo terrenal que ellos querían: transformar a Israel en un poder mundial donde ninguno de ellos tendría ningún tipo de necesidad; y porque no, que hasta fueran prósperos. El sería el Mesías que tanto deseaban (no necesariamente del cual fue escrito). El lograría establecerles una era dorada, aun mas grande que les dio el Rey David.

¿Porque digo lo que digo? El trascurrir después de las cosas demuestran lo que en realidad estaban en sus corazones. Y de nuevo, sabemos que todo se tiene que cumplir, pero siempre está la respuesta personal dentro del cumplimiento de las cosas. La Biblia (y la historia) nos demuestran que pocos días después, toda esta gran alabanza tendría un final muy rápido. Cuando el Señor fue arrestado, no hubo nadie que estuviera con El, ni siquiera sus discípulos mas fieles, porque escrito esta: Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron. Mateo 26:56b. A la hora de la verdad, absolutamente todos abandonaron al Señor. Lo dejaron solo. ¿Dónde estaban las grandes multitudes que alzaban sus voces diciendo ¡Hosanna!? ¿Dónde estaban todos aquellos con ramas de palmeras? ¿Qué paso hasta con los que habían dejado todo por seguirlo? Bueno, lo que paso fue que El dejo de lucir grande ante sus ojos. Ya no estaba haciendo las cosas que ellos considerarían grandes. Creo que todos, a lo mejor aún más, hasta sus discípulos esperaban otra gran señal, que aparecieran legiones de ángeles para protegerlo. Pero, no pasó nada de eso. Entonces, todo cambio en un momento. Los únicos que realmente le fueron fieles hasta la cruz fueron unos pocos, porque también está escrito: Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa. Juan 19:25-27. Así que, de las multitudes que le seguían, solo quedo con El cuatro personas a los pies de la cruz. Y lo más irónico de todo era que, en ese momento estaba haciendo la señal, la proeza, la demostración mas grande que Dios pudiera hacer por la humanidad. El estaba haciendo lo imposible posible: la salvación de la humanidad a través de Su muerte. Esto superaba todo lo que El había hecho antes. Y este hecho de morir en la cruz, y de derramar Su sangre nos dejaría un camino abierto al Dios del Universo, y a la vida eterna.

Hoy en día, muchas personas dicen creer en Jesús. Es más, las estadísticas dicen que aproximadamente 31,5% del mundo es de fe cristiana. O sea, de los 7,2 billones de habitantes del mundo, 2,268 billones profesan creer en el Señor. Ahora bien, si somos tantos, ¿Qué esta pasando? ¿Por qué hay tanta maldad, tanto pecado, tanto desorden? Entonces, uno tiene que pensar, ¿Por qué este tan gran numero de personas creen en Jesús? Tristemente, no mucho ha cambiado desde que el Señor estuvo en la cruz. Muchos creen en El por distintas razones, por las cuales solo ellos la saben. Pero, a la hora de la verdad, todo cambia; desde el momento que una persona decide no hacer lo que le place a Dios, y por eso que vemos lo que vemos hoy en día (el pecado, la maldad, el desorden, etc.). La Biblia habla de que el fin viene, y en ese entonces, se perseguirá la Iglesia de Cristo mundialmente, en cada rincón del planeta. ¿Cuántos quedaran en aquel entonces?  Y aquí es donde entra la cita de Ravi Zacharias. Lo único que es verdadero y que perdurará para siempre es el compromiso de “amar” al Señor. El amor (del cual habla la Biblia) es todo. Maria, su hermana, Maria mujer de Cleofás, Maria Magdalena, y Juan amaron al Señor. Todos los demás, e inclusive sus discípulos más cercanos le seguían por otras razones no perdurables. Y la Palabra dice que debemos amar al Señor, y que, solo los que aman al Señor tendrán vida eterna y recompensa eterna.

Ahora bien, y siempre yendo a lo personal, acudiendo al libre albedrio ¿Por qué sigues t­ú a Jesús? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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El Poder de la Elección

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Basado en Juan 12:1-11 (Versión Reina Valera 1960)

Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidará de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, más a mí no siempre me tendréis. Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí, y vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos. Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro, porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.

¿Qué es lo que finalmente dicta las decisiones y las acciones de una persona? En la ciencia, por mucho tiempo se ha discutido este tema: la naturaleza de una persona vs. la crianza de una persona. O sea, hay grupos de personas que piensan que estas hacen según lo que llevan dentro. Y también, hay personas que piensan que lo que dicta lo que una persona hace es su crianza, o sus influencias. Y bien, ¿Quién finalmente tiene la razón? Si lo vemos por las Escrituras, ambas perspectivas tienen cierto valor, pero hay algo más que añadir para que la respuesta sea completa.

Las Escrituras nos enseñan que hay tal cosa como la concupiscencia, y una persona nace con esto, o sea, esto forma parte de la naturaleza con la cual nació. Vemos esto: Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Santiago 1:12-18. Ahora bien, si entendemos lo que hemos leído, hay tal cosa como la naturaleza que uno lleva consigo. Pero, también vemos el poder de la elección. Leemos que hay una bienaventuranza para la persona que soporta la tentación, y resiste la prueba. Vemos también el mencionar de aquellos que le aman (refiriéndose a amar a Dios). Todas estas cosas son evidencia del poder de la elección.

Ahora bien, al ver el asunto de la elección, se entiende que las influencias también tienen algo que ver. Un ser humano no nace con intelecto, sino que se va adquiriendo en conjunto con el desarrollo. Pero, aunque las influencias y el intelecto tienen que ver con lo que una persona hace, no es el todo del asunto tampoco. Cada persona nace con un alma (lo cual es la semejanza principal que tenemos con Dios), y el alma es lo que conecta lo físico de este mundo, la naturaleza del ser humano, y el intelecto de una persona. En el alma se encuentra el raciocinio, lo cual nos separa de los animales. Los animales generalmente actúan por instinto. El ser humano tiene la capacidad de actuar por el raciocinio, y el raciocinio es lo que nos da el poder de la elección. Allí está la base de todo lo que hace la diferencia en una persona, lo que finalmente dicta el por qué una persona decide y hace. Y aquí lo encierra la Escritura: El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él. Ezequiel 18:20. Entonces, ni la naturaleza (lo que se hereda) es finalmente responsable, ni las influencias, sino más bien, el alma o el raciocinio de la persona es lo que finalmente dicta. El raciocinio de una persona actúa como una balanza imparcial dentro de uno mismo y pesa todas las cosas en conjunto, y finalmente, una persona decide lo que decide a través de ese raciocinio y eso es todo. Y esto es lo que hace el juicio de Dios posible, porque todos “decidimos” o buscar de Dios o rechazarlo, y no se le puede echar la culpa ni a la naturaleza, ni a las influencias. Son factores, pero no es el todo del asunto. Cada ser humano tiene esta capacidad de elegir.  

Entonces, esto es lo que nos siguen enseñando las Escrituras: Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Romanos 1:18-25. Todo se trata de la elección.

Marta decidió seguir y servir al Señor. Maria decidió seguir y adorar al Señor, no importándole lo que pensaran los demás. Judas Iscariote decidió seguir pensando en el dinero y en el robo. Muchos judíos decidieron creer en y buscar a Jesús. Pero también, los principales sacerdotes decidieron que no solamente Jesús era un problema para ellos, sino también, Lázaro, y por eso ambos tenían que ser muertos. Esto es lo que también nos muestra que la persecución de aquellos que deciden seguir a Cristo no va a ser un misterio, porque el mundo prefiere decidir por la maldad y el pecado, que por aquello que produce una real vida. Y nos aborrecerán y matarán por la Verdad del Señor.   

Entonces, este es el fin del asunto: ¿Qué es lo que finalmente elijes hacer con tu vida? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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¿Tienes Interés por la Verdad?

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Basado en Juan 11:45-57 (Versión Reina Valera 1960)

Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él. Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho. Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación. Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos. Así que, desde aquel día acordaron matarle. Por tanto, Jesús ya no andaba abiertamente entre los judíos, sino que se alejó de allí a la región contigua al desierto, a una ciudad llamada Efraín; y se quedó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua de los judíos; y muchos subieron de aquella región a Jerusalén antes de la pascua, para purificarse. Y buscaban a Jesús, y estando ellos en el templo, se preguntaban unos a otros: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta? Y los principales sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que si alguno supiese dónde estaba, lo manifestase, para que le prendiesen.

A través de los hechos del Señor y de cómo respondían las personas, vemos la verdad que existe en el corazón de cada persona. Lo mismo sucede hoy. En el pasaje de hoy, por ejemplo, vemos reacciones muy curiosas de distintas personas. Vemos a Maria, a los judíos que creyeron, y también a los que no solo no creyeron, sino más bien, solamente pensaron el mal contra el Señor. ¿Cómo se puede pensar hacerle mal a un Ser que solo hizo el bien, que hizo tantas maravillas, e inclusive, haber levantado hasta a alguien de entre los muertos, delante de sus propios ojos? Y la respuesta no es muy compleja. En realidad, es sencilla; tenían otros intereses que los absorbían más.

Hay personas que francamente no les importa ni lo que le digas, o les muestres; sencillamente no van a creer; no porque no pueden creer, sino más bien, porque están atraídos más por otras cosas. Se les puede presentar el Señor mismo delante de sus propios ojos (como a estos religiosos), y sencillamente no les interesa. Como Judas Iscariote, él vivió con el Señor por tres años, presenció y hasta a lo mejor hizo milagros el mismo por el poder de Dios, pero prefirió vender al Señor por treinta piezas de plata. La plata tuvo más valor que el Rey con el cual convivio día a día. Judas vió y escuchó todo del Señor, pero no le sirvió de nada.  

Estos religiosos tenían otros intereses, otras cosas que los estaban alimentando por dentro que los atraía mas que el Mesías. Aunque mencionan hipócritamente que estaban preocupados por el lugar santo y la nación, pero había un sentir mucho mas profundo que no mencionaban. Este sentir estaba guardado en el sepulcro de sus corazones. Hubo un ser, aparte del Señor, que sí sabía: Pilato. Porque escrito esta: Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen. Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás. Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? Porque sabía que por envidia le habían entregado. Mateo 27:15-18. Los religiosos envidiaban al Señor; nada más, ni nada menos. Ellos envidiaban al propio Dios. Envidiaban Sus obras, Su Palabra, todo lo que El representaba. Hubo un ser con estas características antes, y este fue Lucero, el cual es hoy conocido como Satanás (el Diablo). El Señor, como Dios, estaba muy claro con lo que estaba sucediendo, porque les dijo bien claro a los religiosos: ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. Juan 8:43-45.

Entonces, casi siempre, el problema que tienen las personas con el Señor no es un problema de entendimiento. No es un problema de fe. No es un problema intelectual. El problema es la falta de interés. Estos religiosos estaban mas interesados en su envidia, en su posición con el pueblo, en su orgullo, que en el cumplimiento de las Escrituras, que en la manifestación de Dios mismo, y hasta en su propia salvación. Otras personas también tienen este problema, pero también hay otras cosas con las cuales la gente son desviadas. Hay varios que tienen más inclinación por cumplir su voluntad que hacer lo que Dios dice, y por eso es que no escuchan. Otros creen mas en el supuesto poder del dinero, que en el poder del Altísimo. Hay otros que creen mas en sus relaciones carnales que en el Señor. Hay muchos que prefieren seguir pecando, disfrutando de aquello que produce la muerte antes que las Palabras de Vida del Unigénito Hijo de Dios. Y bueno, puede que hallan un sinfín de otras cosas que les interese más a las personas que Dios.  

El asunto es que aún viéndolo prácticamente (porque el creer y seguir a Dios es la noción más lógica que puede existir), nada debiera tomar el primer lugar que es de Dios porque nada ni nadie puede hacer lo que el Señor puede hacer. ¿Qué ganaban estos religiosos con darle tanta importancia a su envidia? ¿Su envidia los podía liberar del fuego eterno en el cual mas que seguro se encuentran hoy? ¿Las piezas de plata que recibió Judas Iscariote pudieron darle la felicidad que el buscaba? ¿No se ahorco Judas aún teniendo las piezas de plata en sus manos, habiendo logrado lo que el quería? ¿Puede acaso el ser humano salvarse por sí mismo si ni siquiera sabe lo que le va a suceder en los próximos cinco minutos? ¿Puede un ser humano darle vida eterna a otro si es igual de limitado? ¿Puede la práctica del pecado dar vida si dentro de sí mismo solo produce la muerte? Entonces, ¿vale la pena poner nuestra mira en otras cosas, dándole la preeminencia a lo que vale menos?   

Debes preguntarte (porque esta es la pregunta mas importante que te puedes hacer) ¿estas realmente interesado(a) en la Verdad de Dios, o hay otra cosa que te tiene entretenido(a), que tiene mucho menos valor? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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¿Estamos Realmente Convencidos Quien es Jesús?

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Basado en Juan 11:38-44 (Versión Reina Valera 1960)

Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

Una vez escuche este dicho: ¿Qué has hecho por mi… …últimamente? Muchas personas tratan así al Señor, en el sentido de que Su vida, Su muerte, y Su resurrección no es suficiente, a lo menos eso parece, sino piensan que su relación con el Señor esta basada en oraciones contestadas y en caprichos cumplidos. Vivimos en una era donde esta mentalidad se está propagando aún entre los niños y jóvenes, y las leyes también ahora en muchos países apoyan este tipo de crianza, porque en varios lugares, ya no se pueden disciplinar los hijos como antes. Entonces, casi siempre que voy a alguna tienda donde hay cosas para niños, sean dulces, o comida, o juguetes, se escucha el “dulce vibrar” de gritos y reclamos. Y bueno, los padres, gracias a muchas de nuestras leyes hoy en día, tienen que tratar de calmar a sus hijos de una manera muy apacible para que no los manden a la cárcel, y les quiten sus hijos por abuso.

Pero, aunque a muchos les desagrade lo que está pasando, lo practican con Dios. Muchos juzgan a Dios por cosas que no se les cumplen. Y esto varia entre cosas de poca importancia como: Dios no me contesto mi petición de que no lloviera hoy porque quería salir a dar un paseo; a cosas mucho mas serias como: Dios no contesto mi oración y perdí a un ser muy querido. El Señor y Su poder se pone en tela de juicio dependiendo de cómo cambian las circunstancias.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con el pasaje de hoy? Vemos a Marta, que a pesar de que ya había hecho confesión de su fe en el Señor anteriormente, todavía tenía dudas, y desconfía de tal manera que hasta cuestiona lo que el Señor esta haciendo. El asunto es que, a la hora de las acciones que son incomprensibles para nosotros, comienzan a salir las dudas a la superficie. Y claro, hay una falta de aceptación. Porque estos son los problemas: el Señor no es nuestro genio, que esta para cumplir nuestros deseos, y El sabe lo que está haciendo, aunque no lo entendamos nunca. Entonces, habiendo dicho esto, ¿estamos realmente convencidos quién es Jesús? El grave problema es, aunque haya algún tipo de confesión verbal de que, si se cree en el Señor, no hay tal fe. Escrito esta: Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado. Isaías 29:13. Hay demasiadas personas que creen en el Señor, pero superficialmente.

El asunto es que muchos todavía llevan innatamente un sentir pagano en sus corazones. Las creencias paganas finalmente enseñan que la función de la deidad o deidades es que les cumplan los deseos a sus seguidores si se les hacen regalos, o sacrificios, o homenaje. Entonces, al Señor se le trata como un ídolo común y corriente. Por eso es que las personas prefieren creer en un “Dios” porque “Dios” les significa algo o alguien que es Todopoderoso, pero para que cumplan sus peticiones. Pero, el problema viene cuando se trata de reconocer el señorío del Señor. Eso si que es un problema, y especialmente cuando se trata de un ser como Jesús, una persona que se vio humilde, atribulada, y pobre. ¿Cómo se puede aceptar como Señor a un ser como Jesús? Puede que no lo digan, pero esto es lo que sienten muy profundamente dentro de sus corazones, donde solamente el Señor puede ver muy claramente.

El otro asunto es que, si es que se cree en Jesús de alguna manera, se le trata como comenzamos hoy: ¿Qué has hecho por mi últimamente? No se aprecia lo que el Señor hizo por nosotros, y muy posiblemente sea porque no se tiene ni una idea de lo que es el infierno y el lago de fuego (porque son lugares reales que están reservados para los incrédulos de corazón). Si se entendiera bien, una eternidad no sería suficiente para agradecerle lo que El hizo, porque esos lugares envuelven un castigo eterno. Finalmente, el llamado pueblo del Señor caduca en su fe por ignorancia, porque ni entienden quién realmente es el Señor, ni tampoco entienden lo que El hizo por nosotros, ni entienden lo que Dios hace a diario. Lo que El hace es algo poco imaginable, donde hay innumerables series de reacciones e interacciones entre un ser humano y el otro, y de que cada interacción lleva a otra, y a otra, y ahora añádele el componente del tiempo. Me duele la cabeza solamente al comenzar a imaginar todo lo que el Señor tiene en Su mente en un instante. Entonces, con tanta cosa que El mantiene bajo Su control, buscando el beneficio más importante para todos (porque El sí es bueno y nos ama), ¿crees por ventura que tu petición, sea pequeña o grande, tiene en mente todo lo demás en lo que pueda afectar? No lo creo. Pero, Dios si sabe. Y como Dios y Señor, El sabe lo que esta haciendo. No quiero decir que no se debe orar por las cosas. Por supuesto que se debe pedir, y con fe, pero también, hay que pensar de que posiblemente no sea para el bien colectivo el conceder nuestra petición, porque puede afectar otras cosas negativamente, e inclusive, hasta a nosotros mismos. ¿Qué hubiera pasado si el Señor hubiera sanado a Lázaro en vez de resucitarlo? Yo si le he tenido que dar muchas gracias al Señor que El no ha cumplido muchas de mis peticiones porque no eran acertadas, porque lo pude ver con el tiempo.

Así que, lo principal, es que hay que creer en Jesús como Señor, lo que implica que El si es Todopoderoso, que sí tenemos vida eterna a través de El, que El vela por nuestro bien (aunque no lo entendamos en el mismo momento), y que Su voluntad debe ser cumplida, y no la nuestra, porque de esa manera, El esta obrando el bien mas grande para todos colectivamente, e inclusive el nuestro (aunque no lo veamos así). La fe en el Señor es indispensable, porque escrito esta: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6.

Entonces, ¿estas realmente convencido quién es Jesús? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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El Fundamento de la Gracia de Dios

Basado en Juan 11:28-37 (Versión Reina Valera 1960)

Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama. Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él. Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera?

Este es posiblemente el pasaje más profundo en toda la Biblia el cual nos muestra de una manera casi palpable el fundamento de la Gracia de Dios; la diferencia que existe entre nuestra fe y todas las demás otras creencias. Muchas veces se me ha preguntado: ¿Por qué hay tantas distintas creencias? Y la respuesta va en contra de todo lo que nuestra sociedad enseña (porque la sociedad en general no es guiada por Dios, sino por el príncipe de este mundo; por Satanás). No es posible que existan varias perfecciones, o si no, no hay tal cosa como la perfección. Hay una sola perfección, y ese es Dios, pero aún más exacto (ya que estamos hablando de perfección), el Dios cuyo unigénito Hijo es Jesús (el Mesías).

Cuando entendemos el real significado de lo que significa el pecado (el errarle al blanco), entendemos que el trabajo de Satanás es excesivamente sencillo. El solo tiene que causar muy pequeños desvíos para poder hacer a la gente errar, o pecar. Eso es todo. No tienen que ser ni grandes, ni complejas sus artimañas. En realidad, son muy sencillas, porque de nuevo, el trabajo de él es muy sencillo. Entonces, la razón por lo cual existe tantas opciones (por decir) en creencias y religiones es sencillamente la obra del enemigo para emplear sus desvíos de la Verdad. Tanto como no puede haber muchas perfecciones, también no pueden haber muchas verdades sino solo una Verdad, y esa es: la Verdad del Único y Supremo Dios cuya Palabra e instrucción se encuentra en la Santa Biblia. Lo siento, pero si se sigue otra cosa aparte de Jesús y de Su Palabra, no se está siguiendo la única Verdad y Perfección que existe en el universo.

Pero, volviendo al tema principal, no hay ninguno como nuestro Dios. Lo infinitamente increíble de la Gracia de Dios es que Dios se hizo carne, tomo nuestra baja semejanza siendo perfecto, siendo Santo, siendo todo lo que El es, con el propósito de pagar por nuestros pecados (no Sus pecados), pero también con otro propósito muy peculiar. El fundamento de la Gracia de Dios fue de proveerse a Sí Mismo como nuestro Sumo Sacerdote. La manera que Dios ahora sabe todo lo de uno no es solo porque El es Dios, sino porque lo vivió en carne propia (literalmente), porque El tomo nuestra forma, y la tomo con todas las debilidades, flaquezas, sentimientos, etc. El versículo mas corto de la Biblia que es: Jesús lloró, es el pasaje mas profundo de la Biblia. Dios, el Todopoderoso del Universo, tomo nuestra forma, y sintió lo que nosotros sentimos en lo más íntimo de nuestro ser: el dolor. Entonces, El sabe lo que se siente cuando algo nos duele profundamente. El se permitió tener nuestra condición para saber absolutamente todo lo que sentimos. Entonces, El nos entiende a plenitud. El es el perfecto Sumo Sacerdote, porque escrito esta: Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. Hebreos 2:16-18.

Entonces, es muy cierto saber que Dios sabe todo lo que tu sientes, especialmente tu dolor. El entiende completamente nuestro dolor, y lo siente. Y no solamente lo siente por sentirlo, sino para compadecerse de nosotros, para ayudarnos, para consolarnos, para darnos socorro. ¿Y cómo es la manera que más le necesitamos que nos socorra? Le necesitamos cuando estamos pasando el mal momento, intima y profundamente, y en nuestra soledad. Si hay un momento en nuestro dolor cuando necesitamos ayuda es cuando nos encontramos solos, sin nadie a nuestro lado.

Por ejemplo, cuando se pierde a un ser muy querido, queda un vacío con muchos sentimientos de dolor, de confusión, de ira, de nostalgia, etc. Y en conjunto con tantos sentimientos y el dolor, se forma un torbellino interior que no deja encontrar la paz. Hay muchas veces que, aunque uno tenga personas a su alrededor físicamente, también siente una soledad infinita, por la falta de esa persona. Pero aún más, cuando existen esos momentos que una persona si se encuentra sola, ahí es donde se siente aún más latente la perdida, el dolor, y todos los otros sentimientos. Nuestra mente se hace cargo de amplificar aún mas el dolor y el vacío que sentimos cuando perdemos a alguien. La muerte produce cosas que no se igualan a otros tipos de dolores.

Pero, el Señor desea y puede llenar todos los vacíos que deja la muerte. Y la manera que El lo hace, es al no solamente de estar a nuestro alrededor, sino dentro de nuestro corazón, en lo mas intimo de nuestro ser. Entonces, el fundamento de la Gracia de Dios es: que el Señor tomo nuestra semejanza para poder sentir todo lo que sentimos, y para que a través de la salvación que El solo da, viene a morar dentro de nuestro corazón por fe, para que nunca jamás estemos solo, sino con un compañero único que sabe lo que se siente, dispuesto a escucharnos, a entendernos, a consolarnos, a aconsejarnos, y ser todo lo que necesitamos en nuestros momentos de más tristeza. Porque escrito esta: Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7. El es el único que te puede dar una paz incomparable, aún en tus peores momentos.

Entonces, ¿está el fundamente de la Gracia de Dios (Jesús) en lo más profundo de tu ser para que experimentes lo que el Único y Verdadero Dios puede hacer en tu vida? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Reto de Fe

Basado en Juan 11:17-27 (Versión Reina Valera 1960)

Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.

¿Las cosas se creen cuando se logran, o cuando se luchan por ellas, antes del éxito? Todo en esta vida se presenta de esta manera, que por todo hay que luchar para obtenerlo, pero siempre con una visión de lo que pueda ser. Todos nos levantamos en la mañana (a no ser que trabajes o estudies de noche), con una meta en mente. Tenemos una visión de algo. Para aquellos de nosotros que pensamos las cosas a corto plazo, pensamos en lo que estamos haciendo a comienzo de semana, o hasta, al comienzo del día, para poder obtener el resultado deseado. Por ejemplo, hay muchos que piensan en el pago semanal. Trabajas toda la semana con la idea de recibir un pago por tu esfuerzo al final de esa misma semana. Otros que piensan un poco mas a largo plazo, piensan en lo que se va a juntar ese mes, para hacer los pagos del mes. Otros piensan aun mas allá, y no solo piensan en la semana, sino en el mes, pero también, cuando se está juntando para poder comprar un mueble, un auto, o hasta una casa. Y bueno, hay otros que están pensando hasta en el retiro, ¿Cuánto puedo juntar para algún día poder retirarme? Pero, en todo eso, nadie recibe nada por adelantado, en lo que es pago de trabajo. Primero se trabaja, con la visión o la esperanza (porque así es), de que le paguen a uno al final de un periodo. Si, he sabido de algunas personas que han trabajado muy duro, y no le han pagado por su esfuerzo; los han estafado (y eso es una desgracia, pero pasa también). No obstante, siempre hay una visión, una esperanza, y un reto. Dios hace lo mismo.  

En este pasaje, leemos que Lázaro, el amigo del Señor, muere, y sus hermanas (Marta y Maria) lo están llorando. Lo primero que Marta le dice es: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto… Aunque le dice: Señor; lo reprende, sacándole en cara que Lázaro está muerto por Su culpa. Parece que todos tenemos pensamientos similares, y para distintas circunstancias; de que el Señor nunca se encuentra cuando se necesita. Aunque es Omnipresente, Dios parece siempre estar ausente, especialmente cuando más lo necesitamos. Juzgamos si Dios está o no está dependiendo de cómo salgan las cosas. Si salieron bien las cosas, como queríamos, entonces decimos: Dios estuvo presente. Y si salieron mal, decimos: Dios no estuvo, o me abandono, o no era Su voluntad, etc. El ser humano juzga a Dios dependiendo de cómo Dios actúa por nosotros. Y aquí hay un problema, o problemas.

El primer problema es que pensamos que Dios debe girar a nuestro alrededor (individualmente), estando pendiente de cada cosa, y claro, hacer las cosas como a nosotros nos parece. Si eso no es orgullo, no sé qué otra cosa será. El grave problema con esto es que tomamos el amor de Dios como si eso significara que nosotros debemos ser el centro del universo para el Señor. Esto es como pensar que el Sol gira alrededor del planeta Tierra, y no como lo que realmente sucede, que los planetas del sistema solar giran alrededor del Sol. El Señor nos ama, y grandemente, pero el mundo consta más de una persona (yo). Y el Señor ama a todo el mundo, no solo a una sola persona. Entonces, El vela por el bien y el propósito de cada ser humano en conjunto, a la misma vez.

El otro asunto es ver que tal determinación tiene nuestra fe, si es algo momentánea, o duradera; o superficial, o genuina. La mayoría de las personas se rinden enseguida, especialmente cuando no salen las cosas como quieren. El tiempo y las dificultades son las únicas cosas que revelan la fe de una persona; no a través de lo momentáneo, o mientras todo está bien. En la muerte de Lázaro hubo mucho propósito, y eso consta solamente verlo a través de la familia de Lázaro, a través de Marta. Parte del propósito en la muerte de Lázaro era ver cómo reaccionaría Marta, si Marta iba a seguir creyendo en El a pesar del tiempo que sufrió Lázaro por su enfermedad, al verle morir, y al estar en un sepulcro muerto por cuatro días, pero aún más, al ver que Su llegada demoro tanto. Si ven la reacción de Marta, Jesús fallo en: no estar, en dejarlo morir, y al demorarse tanto. En ese momento, Marta tiene que haber estado pensando que este Jesús a quien había seguido y servido le había fallado por todos lados. Y lo único lo que le quedaba era que su hermano resucitará en el día postrero. ¿Cuántos de nosotros pensamos así, de que Dios nos falla por todos lados (a nuestro parecer), y ahí más encima comienzan las dudas, o el comenzar a bajar de posición al Señor en nuestra vida? A veces se trata al Señor como las acciones en la bolsa de valores, que cuando todo va bien, la gente compra más con la idea que las acciones van a seguir subiendo. Pero cuando algo malo pasa con una compañía, algo que le mueve la confianza al consumidor, comienzan a vender sus acciones lo más rápido posible.

El asunto es que la fe es un reto, y es un reto que Dios permite a cada instante. El reto de fe siempre sucede cuando las circunstancias abruman, cuando las cosas no están saliendo bien, al ver demorar, o cuando nunca llega lo que tanto se ansia aquí en la tierra. Pero, ya que tenemos la ventaja de la Palabra de Dios, sabemos exactamente como todo va a terminar, aun mucho más, como van a ser las cosas mucho después que nosotros dejemos este planeta. Entonces, la pregunta siempre va a ser, especialmente mientras estemos aquí en la tierra, y durante nuestros peores momentos: ¿Crees en el Señor, de tal manera que transcienda hasta tus peores momentos, no importando cuanto duren esos malos momentos? Escrito esta: Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Juan 11:40. También está escrito: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6.

Entonces, ¿has aceptado el reto de fe? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Los Misterios del Señor

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Basado en Juan 11:1-16 (Versión Reina Valera 1960)

Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos. Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá? Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; más voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; más vamos a él. Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.

¿Sabemos, o más bien, entendemos quien es realmente el Señor? ¿Entendemos quién es el Todopoderoso? Yo creo que, si realmente entendiéramos solo un poco, todo en nuestra vida seria muy distinto. Creo que nos comportaríamos de una manera muy distinta. Creo que haríamos mucho menos mal de lo que hacemos. Nuestras prioridades cambiarían totalmente. Nos preocuparíamos mucho menos de varios asuntos, y nos preocuparíamos mucho más de otras cosas. En fin, todo seria muy distinto.

Para ayudarnos un poco, Job tuvo una vez una conversación muy interesante con el Omnipotente, y aquí se nos abre una ventana muy pequeña para poder comenzar a entender quién es Dios, como está escrito: Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo: ¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría? Ahora ciñe como varón tus lomos; yo te preguntaré, y tú me contestarás. ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios? ¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba saliéndose de su seno, cuando puse yo nubes por vestidura suya, y por su faja oscuridad, y establecí sobre él mi decreto, le puse puertas y cerrojo, y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y ahí parará el orgullo de tus olas? ¿Has mandado tú a la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar, para que ocupe los fines de la tierra, y para que sean sacudidos de ella los impíos? Ella muda luego de aspecto como barro bajo el sello, y viene a estar como con vestidura; mas la luz de los impíos es quitada de ellos, y el brazo enaltecido es quebrantado. ¿Has entrado tú hasta las fuentes del mar, y has andado escudriñando el abismo? ¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte, y has visto las puertas de la sombra de muerte? ¿Has considerado tú hasta las anchuras de la tierra? Declara si sabes todo esto. ¿Por dónde va el camino a la habitación de la luz, y dónde está el lugar de las tinieblas, para que las lleves a sus límites, y entiendas las sendas de su casa? ¡Tú lo sabes! Pues entonces ya habías nacido, y es grande el número de tus días. Job 38:1-21.

Entonces, al comenzar a entender que existe un ser como el Dios del cual leímos, creo que nos debiera ayudar a comenzar a entender nuestros límites; y este es el gran problema del ser humano: no entiende la realidad de Dios y como nos comparamos a ella. Somos realmente pequeños e insignificantes, especialmente si comenzamos con comparaciones. Ni siquiera podríamos aspirar a ser microbios al ser comparados al planeta en el cual vivimos, y somos aún menos en comparación al Sistema Solar, y somos aún mucho menos, a la Vía Láctea (la galaxia que contiene el Sistema Solar). Y bueno, somos aún mucho menos que nada en comparación al universo. ¿Comienzan a entender un poco quien es Dios?

Dios creo todo lo que existe. Se dice fácil, pero ¿se entiende? Solo con el concepto de “crear” es algo increíble, porque “crear” significa: hacer algo de la nada. El hombre se cree muy “creador”, pero en realidad, solo manipula o juega con lo que ya existe. El hombre no puede crear nada, usando el verdadero significado de la palabra. El hombre también puede explicar ciertas cosas a través de la ciencia con números y cálculos, para poder entender como funcionan ciertas cosas cósmicas, pero ¿las puede replicar? ¿El hombre tuvo algo que ver con lo creado, hablando del planeta, y todo lo que en él hay, para comenzar? Algunos dicen que todo comenzó de una explosión espontanea. Vamos a suponer por un momento si eso fuere cierto (y de verdad que tenemos que usar mucho la creatividad para poder creer algo así). ¿Qué es entonces el hombre comparado a esa explosión? ¡El hombre es como la nada! Y no estoy tratando de ser insultante. ¡Es una realidad! ¿Qué en realidad somos?

Ahora bien, volvamos a la realidad de Dios (por mucho que algunos traten de tapar esta realidad tan cierta, Dios sí existe, y es mucho mas real que las fabulas a que se aferran). Si solo comenzamos a entender quien es Dios y el mundo que El creo, ¿podemos entonces venir a entender todo lo que pasa, y por qué pasa? Eso es muy imposible. Nuestros limites no nos permiten (y aquí es donde comienza a entrar el pasaje de hoy). El Señor tenia un plan con la muerte de Lázaro. En ese momento, nadie lo entendía, pero El sí sabía lo que estaba sucediendo, y entendía de tal punto ese solo hecho y momento en la historia, que también sabía que estaríamos hablando de esto hoy, en este mismo instante que tu estas leyendo este pensamiento. ¡Que increíble es la mente de Dios!  Esto es lo que debemos entender de Dios: Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Isaías 55:8-9. El Señor es muy grande e infinito, y podremos entender ciertas cosas muy extremadamente limitadas, pero hay muchas otras cosas que no podremos entender hasta que seamos totalmente iluminados en la eternidad. Mientras tanto, todo es un misterio para nosotros, algo que tiene explicación pero que la misma nos elude por el momento. Entonces, a través de esto es que debiéramos entender que solo debiéramos confiar y obedecer, al saber que todo lo que el Señor hace será un misterio por el momento. Pero, lo bueno de todo esto es que, a través de los misterios del Señor, sabemos que Su amor por nosotros siempre está presente, aunque no se entiende en el mismo momento. Y Dios obra cosas mucho más grandes por nosotros a través de Sus misterios. Entonces, ¿estás aprendiendo a confiar en el Señor, al saber un poco más de quién es El, aunque todo te luce ser un misterio por ahora? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Creyendo en el Señor

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Basado en Juan 10:40-42 (Versión Reina Valera 1960)

Y se fue de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde primero había estado bautizando Juan; y se quedó allí. Y muchos venían a él, y decían: Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan dijo de éste, era verdad. Y muchos creyeron en él allí.

En nuestros días, y en muchas partes del mundo “considerados desarrollados”, se cuestiona mucho la existencia de Dios. Hay muchos que se creen demasiado inteligentes para creer en el Dios de la Biblia, como si se hablara de una fábula. La fe cristiana, para muchos, se considera que es mas para los simples, para los de sin educación, o en fin, los supersticiosos y débiles. Muchos sencillamente se creen dioses, pero algún día verán que no son dioses, y espero que ese día venga cuando todavía tengan la oportunidad de creer bajo la gracia de Dios.

Recuerdo hace ya muchos años, cuando esta estudiando en la universidad, que escuche a mi profesor de biología (que era también unos de los principales doctores del estudio sobre el cáncer), pregonar delante de nuestro grupo (que éramos como 400 estudiantes en la clase) que el conocimiento del ser humano ha llegado a tal punto que hemos llegado a ser como Dios. Pero, otras pocas semanas después, cuando comenzó a hablar del cáncer, dijo tan humildemente, que el estudio del cáncer era uno de los fracasos más grandes de la ciencia. O sea, en un momento, éramos como Dios, pero en otro momento, éramos un fracaso. A pesar de su arrogancia en sus conocimientos, por lo menos admitió que había un límite, y un límite muy vergonzoso.

En rendidas cuentas, una de las maneras que el ser humano se tiene que dar cuenta que, si existe Dios, y que le necesita, es porque hay muchas cosas que no sabemos ni como trabajan, y como llegaron a existir; pero también, si somos sinceros, nos tenemos que dar cuenta que somos muy limitados en muchas maneras. Consta tanto con solo ver el universo y el gran orden que existe en donde no tuvimos nada que ver con la creación de aquello, como también de que la medicina es tan limitada que ni siquiera puede curar aún una sencilla gripe. Si amigos, podemos llegar a la luna y aún más allá, pero no podemos curar ni siquiera una gripe.

Pero yendo aun más profundo, supongamos que el ser humano pueda lograr muchas cosas más, nunca podrá curar lo que realmente importa: el vacío de su propio corazón y el poder vivir eternamente. No importa cuánto allá avanzado la ciencia y el conocimiento del mundo físico, las personas se suicidan hoy más que nunca (como ejemplo). El Washington Post (uno de los medios más liberales en EU) escribió un artículo en Junio de este año, que casi 45,000 suicidios ocurrieron en los EU en el 2016. Siguió declarando que era la segunda causa más grande de muerte entre las personas entre 15 y 34 años de edad. Y también declaro que, en la mayoría de los casos, estas personas no sufrían de trastornos o enfermedades mentales. Dijo finalmente en la entrevista Nadine Kaslow, la pasada presidenta de la Asociación de Psicología de América, que el suicidio era una crisis de la salud pública, y que los números siguen aumentando, que el mal esta en todas partes, y que saben que los números son aún más altos de lo que se declara.

¿Cuál será la causa? Y ¿Por qué no ha podido lidiar la ciencia con este mal? El hombre, en su ansia de hacer desaparecer a Dios de todo para hacer todo lo que le plazca, esta también quitándole cosas esenciales al ser humano: la fe y la esperanza. No existe una pastilla para la fe. No hay tratamiento que llene el hueco que tiene cada ser humano en su corazón. Ni el dinero, ni la fama, ni el conocimiento, ni siquiera las relaciones personales, ni hacer lo que le plazca a uno, le quitan el vacío o la falta de esperanza que tiene cada ser humano. Hace no mucho tiempo, supe de un suicidio que ocurrió en un joven como de 20 años que se quitó la vida, aún teniendo una familia que lo quería, sin ningún problema mental. Sin Dios, no hay fe ni esperanza; es tan sencillo como eso, porque Dios es la raíz de la fe y la esperanza. Esta es la razón principal por lo cual vino el Señor al mundo, para que tengamos fe, para que tengamos una esperanza viva y verdadera, que pueda vencer todo obstáculo, que puede superar cualquier circunstancia, que hasta en los momentos mas difíciles que pueda tener una persona, pueda sentir la paz que sobrepasa todo entendimiento; si solamente cree y le entrega su vida a El.

Leemos esto en la Biblia: Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Juan 20:24-29. Los que hemos creído en el Señor realmente, sabemos que no hay nada mas grandioso, y que el Señor lo es todo en la vida (y sí, somos muchos los que creemos, y somos educados, con mucho conocimiento humano). El ser humano que cree en Dios no le hace inferior, sino todo lo contrario, lo hace aun mas poderoso porque tiene algo que supera los limites de este mundo, y de todo lo que existe. Y logramos tener hasta la inmortalidad a través de Jesucristo.

En la Palabra de Dios encontramos todo el conocimiento que necesitamos para poder hallar al Señor que llena nuestra vacío y nos da la esperanza de la vida eterna. Porque también está escrito: Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. Juan 20:30-31. En fin, ¿has podido finalmente creer en el Señor realmente para que puedas vencer en todo en esta vida y tener la vida eterna? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Honrando al Señor

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Basado en Juan 10:31-39 (Versión Reina Valera 1960)

Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios. Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. Procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos.

Hoy en día, vivimos en un tiempo donde un gran grupo de personas no respetan ni las leyes, ni las autoridades, ni menos a sus semejantes. Aunque siempre ha existido este mal (como dijo el Predicador: …nada hay nuevo debajo del sol), la Palabra se está cumpliendo donde la maldad se multiplicará, lo que significa que ahora el porcentaje de aquellos que hacen el mal es mucho más alto que lo que era antes (tratando de poner esta perspectiva en números, para que se entienda). En otras palabras, hay un numeró mucho más grande de un grupo de personas que se atreven a faltarle el respeto a lo establecido. Básicamente, hay una anarquía creciente en nuestro mundo, y principalmente, en contra de Dios, e inclusive, entre aquellos que se llaman ser creyentes y seguidores de Cristo.

El desorden y la rebeldía en realidad no tiene lógica, como lo podemos ver en el pasaje de hoy. ¿Qué lógica tenía que los supuestos líderes religiosos, los que más conocían la Palabra de Dios, quisieran apedrear, y finalmente, matar al Señor? ¿Cuál fueron las malas obras del Señor? ¿Sanar a los enfermos, alimentar a las multitudes de gratis, liberar a los endemoniados, e inclusive, levantar hasta los muertos? ¿Estás fueron las malas obras del Señor, por las cuales tenía que pagar? ¿Fue Su maldad hacer cosas que jamás se habían visto en el mundo, mostrando a través de ellas el poder del Dios vivo? Porque ni Abraham, ni Moisés, ni Elías, ni David, ni nadie antes hizo lo que Jesús hizo. Entonces, ¿la verdadera justicia consta de matar al que hacía solo el bien? ¿Ven lo ilógico que es la rebeldía? No obstante, así es que está pensando el hombre hoy en día (más que antes).

El ser humano tiene un severo problema, que se cree mucho más de lo que realmente es. Muchos piensan que, porque no ven algo en el momento, sienten que salieron con la suya, o que son más poderosos; se aprovechan de la inmensa bondad de Dios. En el caso del Señor, mientras estuvo aquí en la tierra, vino en son de paz. El no vino para hacer caer fuego del cielo (como lo había hecho antes). Los religiosos (y la humanidad) en ese momento se aprovecharon de El porque vino como el Santo Cordero para el sacrificio, no para traer castigo. Aún sigue la dispensación de la gracia del Señor en estos tiempos. Y el ser humano sigue pensando que Dios no existe, o más bien, no le respeta porque no ve algo suceder por las maldades que hace. Pero, eso no siempre durará. El juicio de Dios viene, y para cada persona, sin excepciones. La misericordia de Dios cesará en algún momento, y ahí vera cada ser humano (personalmente) quien es Dios, al Señor que desprecian, ni respetan, ni honran. La Palabra de Dios dice esto: Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; más ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco. 1 Samuel 2:30.

Cuando el Señor regresé para lidiar con todo esto de una vez y por todas, vendrá así: Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos. Apocalipsis 19:11-21. Entonces, sí, ningún ejército, ni siquiera del que describe aquí, el cual será el ejército más poderoso que el ser humano tendrá con toda su tecnología y ciencia; ni siquiera Satanás y su deidad maligna podrá resistir al Señor, ¿Qué crees que podrá hacer cualquier otra persona en contra de Dios? ¿Quién podrá enfrentar al REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES en el día del juicio?

Y para aquellos de nosotros que hemos creído y aceptado al Señor, un día también compareceremos delante del tribunal de Cristo. Nosotros también tendremos que dar cuentas delante del Todopoderoso. No es tan sencillo como lo predican los que tratan de guiar mal al pueblo del Señor, predicando cosas que le agradan a las multitudes para quitarles cualquier sentido de responsabilidad con el don de la salvación, porque escrito esta: Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. Romanos 14:10-12. ¿Prefieres creer que el juicio para los creyentes solo será para repartir recompensas? Está bien, sigue tratando de convencerte a ti mismo, y vivirás después la dura realidad que uno si es responsable por lo que hace, si no se arrepiente y cambia.   

En fin, hay que honrar al Señor Jesús y Su Palabra, para nuestro propio bien. Dios es amor, pero también es fuego consumidor. Entonces, ¿le estas honrando lo mejor que puedes? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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¿Le Perteneces a Jesus?

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Basado en Juan 10:22-30 (Versión Reina Valera 1960)

Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón. Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.

¿Es malo hacerle preguntas al Señor? En muchos lugares se enseña que no se debe preguntarle nada a Dios, que uno solo debe aceptar. Pero, eso no es verdad. A Dios no le molestan las preguntas. Es más, El prefiere que le preguntemos todo, y esto lo vemos en distintos lugares en la Biblia. Por ejemplo, David le preguntaba muchas cosas al Señor, porque deseaba Su dirección, y El nunca le negó respuestas, como esta escrito: Después de esto aconteció que David consultó a Jehová, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y Jehová le respondió: Sube. David volvió a decir: ¿A dónde subiré? Y él le dijo: A Hebrón. 2 Samuel 2:1. Moisés también le hizo preguntas al Señor, al encontrarse con El, como también esta escrito: Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos. Éxodo 3:11-15. Y a través de la búsqueda y las preguntas de Moisés, no solo Dios le respondió, sino el Altísimo hasta converso con Moisés. Así que, a Dios no le molestan las preguntas.

Lo que determina si Dios puede que tenga un problema con alguna pregunta es la intención del corazón. La intención del corazón es todo en esta vida. Por ejemplo (y como vemos en el pasaje de introducción de hoy), hay personas que hacen preguntas, pero no de una manera genuina, sino más bien, con otros propósitos, o motivos alternativos. Hay ocasiones que las personas preguntan, pero con su cierto que, no porque necesariamente están buscando una respuesta, sino porque hay algo encubierto. Y aquí es donde Dios si tiene un problema.

Hay que mantener algo en mente. Dios es Dios, y es el Dios Todopoderoso y Soberano (estos son unos pocos de sus tantos distintivos). El hizo todo. El sabe todo. El todo lo puede, y no hay nadie mas alto que El. Entonces, si Dios es todo eso y tiene todas esas aptitudes, ¿No piensás que debemos tener a lo menos un cierto respeto? ¿Cómo se puede cuestionar a alguien así? ¿Puede un ser humano más que Dios, si ni siquiera sabes lo que va a suceder con tu vida en los próximos cinco minutos? ¿Puede uno saber más que Dios?

Lo otro es que la existencia de Dios no depende de nuestra fe o respeto. Dios es Dios, y El es y hace todo lo que hace independiente de lo que uno crea. Entonces, lo crea uno o no, Dios es Dios; El es una realidad. La realidad de que Jesús era (y es) el Hijo de Dios, pero a la misma vez también, Dios Todopoderoso; no dependía ni de los fariseos ni de los escribas, ni tampoco depende de nadie más. También hay que tener en mente, solo porque Dios es increíblemente misericordioso y amoroso, no parte a una persona con un rayo instantáneamente por su maldad y falta de respeto (que es una de las tantas maneras que Dios pudiera hacer algo, porque El puede hacer lo que quiere), esto no quiere decir que uno puede tomarlo livianamente. Porque escrito esta: Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies. El amenaza al mar, y lo hace secar, y agosta todos los ríos; Basán fue destruido, y el Carmelo, y la flor del Líbano fue destruida. Los montes tiemblan delante de él, y los collados se derriten; la tierra se conmueve a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan. ¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿y quién quedará en pie en el ardor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por él se hienden las peñas. Nahum 1:3-6. Así que, solo porque es “tardo para la ira” no quiere decir que nunca vendrá Su ira, si una persona desea permanecer en su maldad. Inevitablemente, cada persona, al final dará cuentas, o aquí en la tierra, o en el cielo delante de Su trono.

También hay otra cosa que meditar. Nadie que le ha entregado la vida a Dios puede ser arrebatado de Su mano, y también; Dios nunca abandona a nadie, pase lo que pase. El problema viene cuando la persona, bajo su propio criterio o voluntad, se separa de Dios (porque el Señor no fuerza a nadie; El no fuerza a Sus ovejas). Porque escrito esta: Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Juan 15:4-6. Entonces, la decisión de permanecer en El es plenamente de uno. El Señor puede tratar de ayudar a una persona a entender a través de la disciplina, para que pueda entrar en razón. Pero Dios no fuerza a nadie para que se quede con El, porque la base de todo es el amor, y el amor es una decisión. Dios desea que decidamos por El, y que deseemos seguir perteneciéndole, pase lo que pase, igual como nosotros deseamos que nos amen; no por interés ni por obligación, sino con un deseo bien intencionado.

Así que, ¿entiendes quien es Dios (Jesús)? Y si has entendido, ¿tus preguntas hacia El son genuinas? Y finalmente, ¿deseas pertenecerle al Señor, y seguir perteneciéndole, para corresponder a Su gran amor por ti? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Un Pastor sin Igual

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Basado en Juan 10:7-21 (Versión Reina Valera 1960)

Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras. Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?

A través de los siglos, ha habido un sinfín de dioses, deidades, ídolos, lideres, y guías espirituales; sean de la imaginación del hombre, o manifestaciones demoniacas y satánicas, o hombres que se han levantado a sí mismos, o hombres que han sido levantados por otras personas. Por ejemplo, ha habido tales como Amón, el dios principal de los egipcios; Asera, la diosa cananea; Astarot, la diosa de la guerra y de la fertilidad; Baal, un dios cananeo y fenicio de fertilidad y lluvia; Baal-zebub, una deidad popular de los filisteos; Bel o Marduk, la deidad principal de Babilonia; o el hijo de Marduk; Nebo, el dios de aprendizaje y escritura; Quemos, el dios principal de Moab; Dagón, una deidad adorada por los babilonios y filisteos; Moloc, la deidad principal de los amonitas; Tamuz, un dios babilonio de la fertilidad; Zeus, el dios principal de los griegos; Mercurio, un dios Romano; la diosa griega Artemis o Diana; Castor y Polox, los dos hijos de Zeus que son vistos como los guardianes de los marineros. Y ahora, en tiempos mas modernos, tenemos a Mahoma, el profeta principal de Alá; Buda, el maestro bueno hecho dios por muchos asiáticos, y bueno, hay una lista mucha mas larga. Y cada uno de estos tienen sus propias reglas religiosas y practicas paganas. Cada uno demanda distintos tipos de sacrificios y regalos para lograr tener su favor, o a lo menos, requieren una lealtad inconmovible. Cada uno de estos dioses o deidades enfatizan la decadencia o destrucción humana, desde aquellos que propagan la fornicación y el adulterio, hasta los que demandan que recién nacidos sean quemados vivos en un altar de piedra. Estos son parte de los pastores o guías que hablo el Señor.

También existen los falsos pastores (y maestros) dentro de los llamados creyentes en Cristo, los asalariados. Esta es la persona que supuestamente sirve a Dios, pero solo con el interés de dinero. Estos son los que usan el nombre de Dios para su propia conveniencia. Y aquí también hay una larga lista de personajes, y también existen muchos hoy en día; demasiados realmente (pero bendito sea Dios, que no son todos; que hay algunos fieles que sirven en el ministerio como corresponde). Hoy en día, muchos han convertido el ministerio en una máquina de dinero, aprovechándose de la ignorancia y la inocencia de los creyentes más nuevos e indoctos. Hay muchos de estos que en vez de conseguirse un empleo o obtener una carrera, y trabajar como muchos de nosotros lo hacemos, ven la oportunidad de aprovecharse de los demás y vivir a cuestas de la buena voluntad y el esfuerzo de otros. Esto es lo que enseña la Palabra acerca de los cuales buscan el dinero y el bienestar en el ministerio, para su propia conveniencia: Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1 Timoteo 6:3-10. Entonces, si vemos la avaricia y la mala enseñanza, hay que tomar distancia. Uno no puede quedarse al lado de algún asalariado, porque la piedad nunca puede convertirse en fuente de ganancia, y menos, ser apoyada como tal.

Ahora bien, volvamos a lo principal, al que lo hace todo distinto. ¡Quién es como nuestro Señor Jesucristo! Ninguna de las otras deidades se puede comparar a El. El es el Dios de amor, de consuelo, de misericordia, y de bondad. El que en vez de traer juicio sobre nuestras cabezas por todos nuestros pecados, hizo el mas grande sacrificio para pagar por todos nuestros pecados, en vez de dar castigo, El ofrece el perdón y la salvación eterna. El nunca te abandonará. El siempre estará contigo, si permaneces en El. Y la otra diferencia que El tiene con los demás es que El no solamente murió, sino que también, fue resucitado al tercer día de entre los muertos, y ahora está sentado a la Diestra del Trono de Dios, del único y verdadero Dios; a El sea toda gloria, poder, y majestad por los siglos de los siglos. Amen. Porque escrito esta: Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. Juan 11:25-26a. El Señor es el único que nos puede dar vida eterna porque es el único que venció la muerte.

Habiendo dicho todo esto, ¿dónde está tu fe realmente? ¿Crees más en otras cosas, en otras personas, en otras deidades, en las riquezas, en ti mismo, más que en Jesús? ¿El Señor es en realidad la figura principal dentro de tu vida, de tu corazón, sobre todas las cosas? ¿Le estás correspondiendo a Su amor fielmente? En rendidas cuentas, no solamente El es el único que vale la pena seguir, sino también, la fe y el amor inconmovible en El hace posible ver grandes cosas en nuestra vida y alrededor de nosotros. Porque escrito esta: Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Juan 11:40.

Así que, ¿realmente crees y sigues fielmente al Pastor que es distinto a todos lo demás? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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¿A Quien Estas Siguiendo?

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Basado en Juan 10:1-6 (Versión Reina Valera 1960)

De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.

Hoy en día, hay probablemente muchas más voces (por decir) que antes, en el sentido que hay todos tipos de medios que nos están bombardeando a cada momento. Hoy, gracias a la tecnología, tenemos material impreso como los libros, los periódicos, etc. Tenemos la radio donde se transmite la música, comentarios, opiniones, etc. Tenemos la televisión que no solamente hace lo que la radio hace, pero también, nos muestra visualmente sus distintos mensajes. Y claro, ahora tenemos el internet con millones de sitios web. De acuerdo a una encuesta de Netcraft hecha en enero del 2018, se estima que hay más de 1.8 billones de sitios web en el internet. Y a través del internet, uno tiene todo lo que el mundo impreso, la radio, y la televisión combinado pueden ofrecer, y aún más, a la punta de sus dedos. ¡Bienvenido al mundo de los medios y las comunicaciones! Y todos estos medios te están constantemente diciendo que debes hacer, como debes vivir la vida, un sinfín de consejos, opiniones, etc. La mayoría de los medios te tratan de controlar hasta lo que crees, lo que piensas, cual debiera ser tu preferencia sexual, por quien debes votar, lo que es una familia, etc., etc. ¡Hay mucha información que nos trata de penetrar por donde sea posible! Con tanta información, tanto como lo que se recibe personalmente o a través de los distintos medios, ¿Cómo poder descifrar lo que es verdad o no, lo que sirve o no sirve, y a lo que debo prestarle atención e ignorar?

Para poder enfocarnos un poco más, hay que asignarle el valor apropiado a lo que se debe buscar, lo que nos ayude a llegar y crecer en la Verdad de Dios. Hay muchas cosas que pueden que sean buenas e importantes, pero nada puede darte la vida eterna y la sabiduría para poder vivir esa vida que no tiene fin como la Verdad de Dios. La Verdad de Dios es lo único que nos ayuda a llegar a las cosas que en realidad llenan, que cambian nuestra vida, y que nos enseña a como tratar a nuestros semejantes. Pero de nuevo, con todo lo que existe, con todas las distintas fuentes de información, ¿Cómo uno sabe lo que realmente proviene de Dios? ¿Cómo uno puede saber si lo que está leyendo, o escuchando, o viendo es parte de la Verdad de Dios?

Ahora bien, ¿Dónde esta la Verdad de Dios? La Verdad de Dios se encuentra en la Santa Biblia, lo cual es la inerrante e infalible Palabra de Dios. Necesitamos tener un tiempo a solas con Su Palabra para poder leerla, meditarla, estudiarla, y dejar que el Señor nos hable a través de ella. Nosotros tenemos que cultivar nuestra propia relación directa con el Señor para poder entenderle y escucharle claramente. Cuando escuchamos, o leemos, o vemos a algo o alguien, uno tiene que verlo con cuidado, si es que concuerda con la Palabra de Dios o no. Las Escrituras nos da un ejemplo de como hacer las cosas, donde dice: Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Hechos 17:11. A pesar de que eran los mismos Apóstoles que le estaban ministrando, y con señales, milagros, y prodigios, hechas a través de la obra del Espíritu Santo, tuvieron el celo para poder discernir si lo que se les enseñaba estaba bien o no, si concordaba con las Escrituras o no. Es por eso que todo lo que yo mismo comparto siempre lo trato de hacer inspirado y basado en las Escrituras, y no usando las Escrituras para poder apoyar lo que yo quiero decir (como ejemplo). Todo se tiene que ver con mucho cuidado, porque hay de todo. No todo lo que se dice ser bueno, es bueno.

Lo otro lo que hay que tener en mente es que el enemigo de nuestra alma de disfraza con cosas que lucen ser bonitas, y agradables, y atrayentes, y hasta buenas. Satanás nunca se va acercar con su real apariencia, para tratar de tentarte a seguir algo falso. Todo lo que él usa para engañar suena como la verdad, parece verdad. Esto es lo que la Biblia dice al respecto: Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. 2 Corintios 11:14-15.

Tenemos que tener mucho cuidado a quien escuchamos. Desgraciadamente, hay mucha maldad, muchas personas que solo buscan aprovecharse de los demás, buscan su propia conveniencia o interés. Pero el Señor nos advirtió de los problemas que sucederían, y nos dio clave para poder cuidarnos de los tales, porque escrito esta: Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:15-23. Entonces, hay que sencillamente ver su conducta, su estilo de vida, por lo menos, cuando sea posible.  

Hay que tener mucho cuidado con la falta de conocimiento, porque también escrito esta: Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Oseas 4:6. La Palabra de Dios está al alcance de cada uno de nosotros. Pero si la desechamos, la consecuencia natural es que estaremos desechando lo único que nos puede guiar a todo lo que es bueno.

Entonces, ¿estás buscando del conocimiento y siguiendo fielmente al que murió por ti (a Jesús) para que pudieras tener vida, y tenerla en abundancia? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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¿Por que a veces Suceden Ciertas Cosas?

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Basado en Juan 9 (Versión Reina Valera 1960)

Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo. Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy. Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista. Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo: No sé. Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos. Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo. Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos. Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta. Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista, y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora? Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego; pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo. Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga. Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él. Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador. Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos. Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea. Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye. Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego. Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer. Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron. Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró. Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados. Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos? Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; más ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.

Todo lo malo que sucede en esta vida es, primero que nada, causado por algo. Aunque Dios permite absolutamente todas las cosas (porque El es Dios Soberano), el vehículo que produce todo lo malo en este mundo es el pecado. Por eso es que se tiene que entender que el pecado, sea grande o chiquito, es un problema. Por eso es que, aunque Dios permitió que existiera el pecado, para que pudiera haber un genuino libre albedrio; Dios lo detesta. Y si entendemos que el pecado es lo que produce todo lo malo; las enfermedades, el dolor, y finalmente la muerte, entonces debiéramos tener el mismo sentir que Dios tiene hacia él.

Aunque nosotros casi siempre somos la causa de nuestras propias desgracias (por nuestro propio pecado), hay situaciones que suceden que no sean la culpa de uno, y recién leímos de una instancia como esa, de la posibilidad de que algo malo pasó sin ser la culpa de nadie. Muchas veces, aún entre los “supuestos” más sabios y eruditos de las Escrituras (los religiosos, como hoy leímos), siempre apuntan con el dedo que si algo malo le paso a una persona, es porque hicieron algo malo. Y aún más, muchos asocian la prosperidad y el bienestar personal con la bendición de Dios, porque piensan que están haciendo bien las cosas. Y eso puede estar muy lejos de la verdad. No siempre le va bien al que hace bien las cosas, y también, no siempre le va mal al que hace mal las cosas, por el momento. El mismo pecado que existe en el mundo permite que haya este desbalance. Así que, hay que tener mucho cuidado con asumir demasiado. Cada uno finalmente conoce su propio cuento delante de Dios.

Ahora bien, todo lo que sucede, sea malo o sea bueno, tiene un propósito. Y claro, todo sucede de alguna forma con la venia de Dios. Todo lo que sucede envuelve el permiso de Dios, tanto en el afectado como en los que los rodean, y sucede por alguna razón. El primer propósito es que, si realmente entendemos que el pecado es malo, entonces el propósito del pecado es para que veamos lo que sucede, y acudamos al que nos puede librar del pecado; del pecado nuestro, y del pecado universal, para que busquemos de Dios, y poder ser librados eternamente. Y el segundo propósito es que, los efectos del pecado prueban la intención del corazón de cada persona en todo sentido. En este pasaje, vemos a un hombre totalmente abandonado y despreciado. Nadie se preocupó por él hasta que sucedió este milagro. Luce que hasta sus padres lo abandonaron, y le dejaron que viviera en la calle limosneando. Había una apatía increíble a todo su alrededor. ¡Estaba solo! El único que tuvo misericordia de él fue el Señor. Y esto es lo que dice la Palabra: Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá. Lucas 12:47-48. Dios permite todo en esta vida, para finalmente ver que hace cada ser humano; los afectados, y los espectadores, y esto es lo que hace posible el juicio de Dios, porque cada persona es responsable por sus hechos delante de los ojos de Dios.

Entonces, ¿Dónde te encuentras, y como estas reaccionando a tus propias circunstancias, y a las circunstancias de los que te rodean? Piénsalo bien, porque Dios está mirando, y algún día tendrás que dar cuenta de todo. ¡Qué el Señor les bendiga! John

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La Incredulidad del Hombre

Basado en Juan 8:48-59 (Versión Reina Valera 1960)

Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio? Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga. De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte. ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo? Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra. Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.

Para muchas personas, el Señor nunca puede hacer suficiente para que puedan creer en El cómo es necesario. Siempre desean algo más, que les muestre más señales, que les cumpla sus deseos, que les haga un milagro, pero parece que nunca es suficiente, aún para aquellos que dicen creer en El. Dentro de lo más íntimo de la mayoría de las personas, todavía existe la duda: ¿Será Jesús Dios?

Por desgracia, muchos siguen siendo como esos fariseos y religiosos, y aún como mucha gente que existió en ese tiempo. Porque escrito esta: Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando. Marcos 6:5-6. La gran mayoría de las personas no creían en el Señor como lo que El es, aún hasta sus propios discípulos. Porque también hubo un momento antes que fuese arrestado que también fue abandonado por sus discípulos, porque escrito esta: Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Juan 6:64-67. Cuando fue arrestado, todos los que quedaron también huyeron, dejándole totalmente solo. Y finalmente, cuando fue sepultado, nadie espero ver Su resurrección, por mucho que El les dijo lo que iba a suceder. Así que, hasta sus mas escogidos no creyeron totalmente, porque si hubieran creído, hubieran estado esperando al lado de Su tumba para poder verle resucitado al tercer día.  

Podemos comenzar a contemplar todas las distintas razones por lo cual les cuesta a las personas creer, pero el asunto es que: casi nadie cree en Jesús como lo que El es: Dios, Señor, y el Todopoderoso. Sea cual sea la razón, o las razones, la incredulidad del hombre lleva un precio: la perdición eterna. Digan lo digan, y hagan lo hagan, si no hay una real fe en el Señor, no hay salvación, porque a Dios no se le puede engañar. Porque escrito esta: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:21-23. El sabe hasta lo mas intimo del hombre; los pensamientos, los sentimientos, absolutamente todo. Porque también esta escrito: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. Jeremías 17:9-10. Entonces, no hay nada que se le esconda. Y una cosa es cierta, lo crean o no las personas, el poder del juicio esta en las manos del Señor, y esto es lo que más pendiente debieran tener todos. Porque también dice las Escrituras: Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Mateo 10:27-29.

Pero aquí se ve el gran amor de Dios (aunque muchos lo menosprecian porque no saben el valor que tiene), que si tu aún no crees como debes creer en El, si estas leyendo esto, El (y solamente El) todavía te está dando las fuerzas, la habilidad, y el intelecto para poder llegar a creer como es necesario. Si una persona sigue viva, es la manifestación del Todopoderoso en todo Su amor y esplendor que sigue dando oportunidad para poder creer, porque también está escrito: Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. 1 Timoteo 2:1-6. Aunque una persona no lo crea, El sigue dando oportunidades para que pueda creer. Esta es la verdadera manifestación de Su amor, Su poder, Su gloria, y de todo lo que le hace Digno, porque tal paciencia y bondad no sería posible de otra manera.

A lo mejor el mas grande problema que muchos tienen es que no tienen suficiente capacidad de darse cuenta que Dios realmente le está tratando de ayudar. Están ciegos a la realidad de que se van a perder, sino cambian y se arrepienten. El milagro mas grande de todo el universo es la salvación eterna de un alma. No hay nada mas que valga la pena. La eternidad si existe, e importa más que estos míseros y tristes años aquí en la tierra. Y si no lo entiendes, por amor a ti mismo, trata de llegar a entenderlo, antes que tu tiempo se termine, porque las oportunidades terminarán.  

Entonces, ¿hay algo que te detiene creer en el Señor como necesitas hacerlo? Si tienes algo que, si está interfiriendo, mi más excelente consejo es que lo deseches porque nada puede valer más que tu alma. La duda te mandará al infierno. La decisión de creer en el Señor como lo que es, y de todo corazón, es tu responsabilidad. ¡Qué el Señor les bendiga! John

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La Verdad y Las Afinidades

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Basado en Juan 8:31-47 (Versión Reina Valera 1960)

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre. Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais. Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.

¿Qué es lo que hace la verdad, una verdad? En la sociedad de hoy, se enseña que la verdad es relativa, o sea, que lo que es verdad para una persona no necesariamente puede ser verdad para otra persona; que la verdad esta basada desde un punto de vista. Esta idea claramente no es nada nuevo. Todos los grandes filósofos de la antigüedad creían algo parecido, los cuales proponían ciertas teorías sobre la verdad; porque ellos también no creían en una verdad absoluta.

También existe la idea de que todas las religiones llevan al mismo Dios, y hay muchas personas que creen esto. Por ejemplo, hay muchos que dirán que Ala, Jehová, y Buda son la misma deidad, y que distintas personas han sencillamente usado diferentes nombres para El.  Pero la idea es que, si seguimos a cualquiera de ellos fielmente, se llegara al mismo sitio porque total, es la misma persona.

Ahora, también se ha creado un relativismo religioso, o sea, personas que han juntado el asunto de como se define la verdad (como lo vimos hace un momento) con la idea de que todas las religiones llevan al mismo lugar. Por ejemplo, si eres una persona que crees en un dios, y eso te cae bien, entonces síguelo. Y si eres una persona que crees en muchos dioses, y eso te place, entonces también, sigue haciéndolo. En rendidas cuentas, si una persona se siente bien con lo que cree, entonces esa es su preferencia, y está bien, porque la realidad está definida por las creencias de una persona. Y bueno, hay muchas otras ideas para todos tipos de persona.

El asunto es que, si en realidad se define la verdad como verdad, entonces solo puede haber una sola verdad. Es igual como la idea de la perfección, que no puede haber muchas versiones de la misma perfección. El grave problema con las ideas que se mencionaron antes es que nuestra opinión no define la realidad. La realidad no es relativa porque la realidad es algo que no depende de nosotros. Por ejemplo, si yo decido creer que la gravedad no existe en este planeta, no quiere decir que la gravedad deja de existir. Entonces, si yo me lanzo de un avión, sin ningún tipo de paracaídas, puede que por el momento de mi descenso luzca como si estuviere volando. Pero, la realidad es que estoy cayendo a ración de aproximadamente 122 mi/h (195 km/h), y por mucho que yo piense que la gravedad no existe, me voy a dar cuenta bien rápido que si existe, cuando azote el piso a esa velocidad mi cuerpo. Y si ese momento sucediere, también podre confirmar rápido que Dios es real. Entonces, si la verdad es verdad, y es algo que esta mas allá de nosotros, que no depende de nosotros, sino de algo más grande, la lógica dictaría que nuestra opinión no puede definir la realidad. Hay que buscar algo o alguien que va más allá de nosotros.

Ahora bien, el Señor dijo que El era la Verdad, y que El nos hará libres. Sé que es algo ultra definido, lo cual a mucha gente no le gusta, o a lo menos, le cuesta creer, pero se debiera considerar la fuente. Una persona lógica debiera por lo menos pesar todo lo que el Señor hizo; sano enfermedades incurables, hizo milagros que nunca antes se habían visto, levanto hasta los muertos, etc., etc. Y como muestra de Su amor, murió por todos nosotros, para que pudiéramos tener vida eterna. Pero no solamente murió, sino también, fue resucitado de entre los muertos, porque Su tumba esta vacía. Hay hechos históricos irrefutables que hablan de esta verdad, o realidad. Nadie ha podido hacer las cosas que hizo el Señor aquí en la tierra.

El otro punto que debemos tener en mente es que, la realidad del Señor transciende los tiempos, o sea, que sigue siendo hoy una realidad. Y la manera que sigue siendo una realidad en nosotros (no porque nosotros lo definimos) es cuando se trata de seguir el camino que El trazo a través de Su Palabra. Si en realidad un grupo de personas tienen al Señor en sus vidas, y ese grupo de persona trata de seguir fielmente lo que El enseñó, habrá una unidad que traspasa las razas, los lenguajes, las distancias, y toda otra cosa que pueda existir. La Palabra nos enseña esto: ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? Amos 3:3. El Señor también dijo esto: Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:20-21. Entonces, si seguimos al mismo Señor, y tratamos de hacer las cosas que El enseño, habrá una unidad inalterable, porque existirá una afinidad entre nosotros basada en el Espíritu y la Palabra de Dios.

Jesús y Su Palabra son la Verdad. Entonces, ¿has conocido la Verdad de Dios que te hace libre y crea una afinidad inquebrantable con El y con los que le siguen fielmente? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Rendirse a Jesus

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Basado en Juan 8:21-30 (Versión Reina Valera 1960)

Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir. Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir? Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis. Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho. Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo. Pero no entendieron que les hablaba del Padre. Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo. Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada. Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.

Hay muchas personas que piensan que el creer nada mas en el Señor es suficiente, que esto es lo único que es necesario. Pero el asunto es que, un mero creer no es lo que transforma una vida, ni produce el fruto eterno del cual hablo Jesús. El creer solamente no es lo que llena la vida de una persona, ni cambia las cosas, ni consigue el perdón de Dios, ni aun menos, producir la vida eterna. Porque escrito esta: Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. Santiago 2:18-19. Entonces, vemos que no solamente los demonios creen, pero ellos van aún más allá que muchos que profesan creer en el Señor; que ellos creen y aun tiemblan ante la presencia del Altísimo. Y pienso que todos sabemos que los demonios, como los ángeles caídos que son, no tienen ningún tipo de posibilidad de salvación ni de redención. Entonces, ¿Qué es lo que realmente se necesita?

El primer asunto es que una persona tiene que entender claramente, sin ningún tipo de cuestionamiento, cuál es su real posición. Nuestra realidad era (o para algunos, todavía es) que estábamos completamente separados de Dios, perdidos en nuestros pecados. Porque escrito esta: por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Romanos 3:23. Hay tal cosa como el destino en el ser humano, cuando no ha llegado como corresponde al Señor, que su fin indudablemente es el infierno, y no hay nada que le pueda hacer por si mismo para cambiar ese rumbo. El pecado con el cual nacimos (He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. Salmo 51:5), y practicamos (allá sido poco o mucho) por nuestra propia voluntad era (o es) lo que trazó ese camino cuyo fin es la destrucción eterna. Si una persona no entiende claramente esa verdad, no puede haber salvación, porque el arrepentimiento y conversión a Cristo es lo que borra nuestros pecados (para comenzar), porque escrito esta: Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Hechos 3:19.

El otro asunto es que no solamente tiene que haber un creer, sino aún más, un completo convencimiento de quien es Jesús; que es Dios (como Hijo de Dios Padre que es), Señor, Salvador, que El lo es todo. Y cuando eso se entiende, tiene que suceder el creer y confesarle como Señor de nuestras vidas. Porque escrito esta: Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:8-10. El Señor tiene que convertirse en el Señor y Dueño de nuestras vidas. Después de todo, ¿Cómo le vendremos a pertenecer si nunca nos entregamos a El?

Y como resultado de ese arrepentimiento, conversión, y entrega al Señor, viene lo esencial también; el hacer la voluntad del Padre. La voluntad del Padre no consiste en ser un religioso, que solo observa las cosas de Dios como una práctica, cumpliendo una lista de quehaceres. Hay muchas personas que hacen las cosas correctas por las razones incorrectas. Hay muchas personas que imponen esta lista personalizada de que hacer o no hacer sobre otras personas, enseñando como esencial aquello que no es prioridad para Dios, y poniendo lo que, si es esencial para Dios como opcional, o ni siquiera lo mencionan, porque andan muy lejos de la voluntad de Dios. El propio Señor nos enseñó esto: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:21-23. Las buenas obras si son necesarias, pero cuando se hacen por las razones correctas, con este completo foco en su plenitud: Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Deuteronomio 6:5. El amor por Dios tiene que ser lo que produce el hacer lo correcto en nuestras vidas, y solo eso. La obra por si misma no es lo que nos define como reales.

Ahora bien, ya que se ha tratado de explicar de cómo poder llegar a tener una relación personal con el Señor (que va más allá del creer solamente), ¿A qué se llega a través de todo esto? Cuando uno realmente entrega su vida a Dios, de lleno y completamente, el milagro que sucede (porque es el milagro mas grande que un ser humano puede experimentar, aún mas allá de las sanidades, y el mover montañas, y de partir los mares) es que la presencia de Dios (el Padre y el Hijo) viene a morar dentro de nosotros. Esto es lo que transforma a una persona. Esto es lo que produce el milagro de la salvación, de la restauración, de la regeneración del alma. El Altísimo y Soberano Rey de Reyes y Señor de Señores, el Dios que hace lo imposible posible viene a morar en nuestros corazones, en el centro de nuestro ser. Porque: Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. Juan 14:23. ¡Esto es lo que cambia todo!

Entonces, ¿has podido no solamente creer, pero también rendirte completamente a Jesús para que Dios cambie y llene tu vida? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Luz Como Ninguna Otra

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Basado en Juan 8:12-20 (Versión Reina Valera 1960)

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero. Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre. Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí. Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais. Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

¿Qué tipo de luz es Jesús? Solo se puede entender cuando se entiende quién es el Señor (lo cual veremos un poco más adelante). Pero, para comenzar, la luz que emana del Señor tiene distintas formas, distintas dimensiones, y distintos aspectos; no hay un solo tipo de luz, o una forma de Su Luz, y veremos solamente algunas de ellas.

Un aspecto de la luz de Dios es que Dios hizo la luz física. Si podemos ver hoy físicamente las cosas, es porque Dios lo hizo. Porque escrito esta: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. Genesis 1:1-5. Entonces, si no fuere por el Señor, no tendríamos ningún tipo de luz física para poder ver lo que vemos a diario; los objetos, los colores, la naturaleza, el cielo, las estrellas, el firmamento, el mar, prácticamente todo lo que existe, todo lo que se puede contemplar con la vista.

Otro aspecto de la luz de Dios es la vida humana. Sin la luz de Dios, no puede existir el ser humano. Lo crean las personas o no, la luz de Dios es lo que permite que cada ser humano pueda vivir físicamente hablando. Porque escrito esta: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Juan 1:1-4. En Su luz, hay vida física. Sin todo lo creado, y que las cosas subsisten en El, sencillamente no puede haber vida para el hombre, porque escrito esta: Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan. Isaías 42:5. La luz de Dios es lo que permite que absolutamente todo tenga vida material.

El otro aspecto de la luz de Dios es la guía hacia las cosas eternas y también, la guía para poder tener una vida distinta aquí en la tierra. La Biblia nos enseña esto: Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmo 119:105. El Señor nos da la luz para poder llegar a la vida eterna. Sin Su guía, no podemos llegar a la eternidad. El es el que ilumina nuestro camino para entender el error y el pecado, para poder entender que tenemos que dejar atrás esas cosas, y que tenemos que invitarle a que sea el Dueño y Señor de nuestras vidas, porque Su Luz nos muestra que si no lo hacemos, permaneceremos en la oscuridad con un destino seguro hacia el infierno, donde la Biblia dice que solo existe el lloro y el crujir de dientes. Y en conjunto con eso, con la nueva vida del Señor que nos da a través de Su luz, también nos da la luz de la razón, de la sabiduría, de la visión, del conocimiento de Dios, para poder entender lo que conviene hacer y no conviene hacer aquí en la tierra, para que lo que hagamos aquí sea para nuestro bien y el bien de los demás ahora, y para que cuente en la eternidad, porque las buenas obras en Cristo si cuentan, y si tienen recompensa.

Pero hay algo que hace esta Luz lo grandioso que es, que le da un poder único e ilimitable, y es que, cuando uno acepta al Señor, uno acepta a la Trinidad Divina de Dios. Vimos en el pasaje de hoy que, si conocemos al Hijo, también conoceremos al Padre. Y la Palabra no solamente dice que le conoceremos a Ellos, pero pueden venir a morar en nuestras vidas, si amamos a Jesús y guardamos Su Palabra, porque está escrito: …El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. Juan 14:23b. La Biblia también nos enseña que los Tres son Uno, así que, al recibir a Jesús, también recibimos la plenitud de los Trinidad Divina, porque también está escrito: Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. 1 Juan 5:7. Entonces, al tener a Jesús en nuestra vida, recibimos toda la magnitud del Ser (Seres) más grandiosos del universo, lo cual puede cambiar absolutamente todo en nuestro ser. Nada se puede comparar a la presencia de Ellos. Por eso que los grandes de la fe entregaron todo lo que tenían, hasta sus propias vidas por esta fe, por la realidad de experimentar al Altísimo en su ser, tales como Abraham, Moisés, David, Daniel, Pablo, Juan, Pedro, y tantos otros mas que nos precedieron. Porque, en fin, si verdaderamente creemos y recibimos la luz del Señor, veremos grandes cosas aquí y en la eternidad, porque escrito esta: Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Juan 11:40.

En resumen y a través de todo esto, entendemos que la luz del Señor ha hecho y sostiene todo lo creado, e inclusive, le da hasta la vida física al hombre, tanto como al creyente y al incrédulo. Y también entendemos que Su Luz nos da la vida eterna y todo el conocimiento para poder vivir la vida aquí. Entonces, ¿entiendes lo que realmente significa la luz que el Señor ofrece? Y si lo entiendes, ¿hás logrado entregarle tu vida de tal manera que puedas experimentar una luz como ninguna otra, la luz de Jesús? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Nadie Sabe Mas Que Dios

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Basado en Juan 8:1-11 (Versión Reina Valera 1960)

Y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Puede que sea difícil para muchos entender que existe un ser que todo lo sabe y lo ve, sin ningún tipo de limite. Y creo que la razón por lo cual les cuesta a muchas personas entender esto es por sus propias limitaciones. El asunto es que, crean las personas o no, sí existe un Ser que todo lo sabe, y ese es Dios. Y claro, ya que Jesús era (y es Dios), por supuesto que El tenia esta misma capacidad, de saberlo todo, sin ningún tipo de limite. Y en conjunto con el poder saberlo todo, Su conocimiento también era ilimitado. No hay nadie que sepa mas que Dios.

Para comenzar, el Señor sabia que ya algo estaba mal cuando trajeron solo a la mujer adúltera para ser apedreada. Primero que nada, una persona no puede adulterar por si misma (porque la sorprendieron en el acto mismo). Tiene que haber estado otra persona con ella. Así que, si legítimamente estaban tratando de probarle con la ley de Moisés (finalmente la ley de Dios, porque Dios se la dio a Moisés), debieran haber traído a dos personas para ser apedreadas, tanto como la mujer y el hombre, porque esto es lo que realmente mandaba la ley: Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. Levítico 20:10. Así que, tanto el adultero y la adultera, ambos tenían que ser muertos. Entonces, ¿Dónde estaba la otra persona? Nadie podía tener mas conocimiento de la Palabra de Dios que Dios mismo (y Jesús es Dios, también conocido como Jehová en el Antiguo Testamento). Cuando Moisés estaba recibiendo la ley de Jehová, era Jesús mismo el que se la estaba dictando. Entonces, ¿Cómo puede tratar un ser humano probar al propio autor con Su mismo conocimiento? Absurdo, ¿no?

El otro asunto es que nadie podía saber (hablando de las habilidades de poder ver todo, y hasta antes que sucedieran) más que el Señor. Antes que vinieran con la mujer para probarle, El ya sabía lo que iba a suceder, la via por la cual iban a caminar para llegar a donde El estaba, y hasta la ropa que tenían puesta en ese momento. Esto es lo que se entiende del Señor; que El sabe todas las cosas porque las puede ver antes que suceden, y mientras están sucediendo. Físicamente, El no tiene límites, porque escrito esta: Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos. Proverbios 15:3. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. Hebreos 4:13. Entonces, físicamente, El puede ver antes que las cosas sucedan, y mientras están sucediendo. El puede ver todo en todo sitio, sin ningún tipo de limite.

El otro aspecto de su omnisciencia es que El sabia el porque lo estaban haciendo. Entonces, El no solamente sabía físicamente todo lo que iba a suceder, pero también entendía todas las razones, hasta los pensamientos mas íntimos de ellos, del porque lo hacían. La Palabra nos explica esto: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. Jeremiah 17:9-10. El Señor conoce hasta lo mas intimo de cada persona; sus intenciones, sus pensamientos, y hasta sus sentimientos. El Rey David conocía bien el poder y las habilidades del Altísimo, y lo explico de esta manera: Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Salmo 139:1-4.

Ahora bien, ya que entendemos que el Señor todo lo sabe, El también sabia que la mujer si cometió adulterio. A pesar de que era una trampa, el hecho si ocurrió. No sabemos que era lo que Señor escribió en la tierra mientras todo esto estaba sucediendo, pero si vemos lo que hizo. Aunque si hubo pecado, y El sabiendo todo lo que El sabia, teniendo todo el derecho y la potestad de castigar como el Dios Santo que es, El actuó en misericordia. Y aquí es donde se ve el gran amor de Dios, la misericordia de Dios, la dispensación de Su gracia. En vez de ejecutar justicia sobre todos ellos; sobre la mujer adúltera y hasta sobre los religiosos malos, cada uno pudo salir caminando con vida de esa escena. Escrito esta: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. Juan 3:16-17.

Pero, para poder recibir la gran misericordia de Dios, hay que confesar los pecados delante de El: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9, y también hay que creer en el Señor con todo el corazón: El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. John 3:18. Y como el mismo Señor le dijo a la mujer: …Ni yo te condeno; vete, y no peques más; algo que muchos no enseñan: tiene que haber un arrepentimiento y una conversión completa de la vida pasada, del pecado, para que pueda haber vida eterna. Dios perdona y desea enterrar todo nuestro pecado, hasta en lo mas profundo del mar; pero uno también tiene que dejarlo enterrado, sin volver atrás.

Entonces, ¿vives tu vida de tal manera, con la certeza de que Dios lo sabe todo, hasta lo más íntimo de tu corazón? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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La Fe con el Conocimiento Biblico Produce Verdadera Vida

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Basado en Juan 7:37-53 (Versión Reina Valera 1960)

En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado. Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta. Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo? Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él. Y algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano. Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído? Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados? ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es. Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos: ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho? Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta. Cada uno se fue a su casa.

La fe es algo esencial para poder vivir la vida. Nada se puede hacer sin fe, especialmente nada de gran valor. Todo en esta vida depende de la fe, y estoy hablando, para comenzar, de la fe común (nada espiritual, a lo menos, todavía no). Todos los grandes aciertos, descubrimientos, grandes logros, etc. se han logrado con fe, en el creer sin todavía ver el producto de esa creencia. La fe es sinónima a la visión, el poder imaginar y luchar por el resultado de algo muy esperado hasta que se cumple. Ha habido muchas personas a través de la historia que han demostrado gran fe. Y a través de esa gran fe, han podido conseguir lo que creían, y también le han abierto la oportunidad a otros para poder lograr grandes cosas a través de sus hazañas. Recuerdo por ejemplo a Cristóbal Colón, que aunque fue por accidente, si no hubiera determinado en sí mismo que había otra manera mejor de llegar a su destino, enfrentando lo desconocido de aquel entonces, no hubiera descubierto a America (aunque fueron los asiáticos primeros, y después los vikingos que redescubrieron, pero ambos no tenían ni idea lo que estaban haciendo; y esto también tiene un punto muy importante que ver después). Y si Cristóbal Colón no hubiera descubierto America, no tendríamos el mundo que conocemos hoy. ¿Cuántos otros grandes aciertos se han logrado en la ciencia, en la medicina, y en tantas otras cosas que han cambiado la faz de este planeta, hecho por personas que han tenido algo de fe? La fe produce lucha, esmero, el tomar grandes riesgos, el enfrentar grandes oposiciones, etc. La fe es algo poderoso. Sin fe, nada se puede hacer.

Ahora bien, ¿Qué hacemos con la habilidad de la fe que fue introducida en nuestro ser (porque cada persona tiene esta habilidad)? El poder tener fe es parte de la semejanza que cada ser humano tiene con Dios, como los seres creados que somos (y aquí es donde comienza a entrar nuestro pasaje de hoy). Toda persona implementa su fe en distintas cosas, y eso es una elección. Uno elige donde poner su fe, y exactamente como poner su fe. Por ejemplo, veamos cuando una persona implementa su fe en cosas seculares, y no en Dios. La gran mayoría de las personas usan su fe solamente para cosas perdurables, limitadas, o superficiales. Ponen toda su fe para poder lograr tener cosas materiales, carreras, logros, éxito, la fama, planes, relaciones personales, buen físico, poder, etc. No es que estas cosas sean necesariamente malas, pero si eso es todo para lo que uno usa la fe, entonces no va ha recibir nada duradero. Probablemente recibirá lo que desea, pero esas cosas terminan cuando esta vida terrenal termina, o cuando esta misma vida cambie las cosas de alguna manera, porque todo aquí es muy incierto. La Biblia nos enseña una realidad de mucho valor a través de este pasaje: Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? Marcos 8:36. Las cosas materiales se pueden ir en un momento. La carrera solamente dura mientras uno tiene sus facultades mentales, buena salud, o aptitudes necesarias. Los logros y el éxito ya no son recordados en el lecho de la muerte. Y todas esas personas que erase una vez lo rodeaban a uno cuando era respetado o conocido, ya no están, porque lo han abandonado. Los planes de uno pueden cambiar en un momento, con un accidente o por cualquier circunstancia inesperada. Las relaciones personales e intimas pueden deshacerse también por un accidente, por cambios de actitud, o hasta sencillamente por el ambiente y lo que esta misma vida puede traer. El bienestar físico y las apariencias se desvanecen por una enfermedad, por el tiempo, etc. La ciencia tiene sus límites. Y bueno, el poder también se puede ir en un momento. Y hay que pensar también, ¿Qué es el poder humano contra las fuerzas de la naturaleza, o contra una enfermedad incurable? Todos morimos, hasta los más grandes.

Ahora, ¿cómo exactamente decidimos emplear nuestra fe en Dios (porque esto también es muy importante)? Hay muchas personas que creen tener puesta su fe en Dios, e inclusive, piensan que hasta mueven montañas con su fe, pero ¿cómo exactamente están usando su fe? Hay muchas personas que usan su fe en Dios para tratar de conseguir lo perdurable, las mismas cosas escritas antes. Muchos creyentes usan su fe para tratar de usar a Dios, y ellos seguir siendo el señor de sus vidas. La gran mayoría de las personas quieren seguir haciendo lo que bien le parece. Esto no es nada nuevo, porque escrito esta: …cada uno hacía lo que bien le parecía. Jueces 21:25b. Muchos quieren seguir siendo su propio dueño, y hacer todo lo que desean nada más. Y bueno, en algún momento de necesidad, humillarse al Señor para conseguir ayuda. Pero cuando pasa el susto, tratan de volver a que Dios sea el siervo, y ellos el señor. Y no necesito explicar por qué esto está mal, ¿verdad?

Pero, cuando se usa la fe legítimamente para con el Señor, no solamente poniendo nuestra fe en el Señor, sino también, enfocándola en Su voluntad como corresponde (lo cual solo se encuentra en el buen uso de la Palabra de Dios), entonces nuestra sed va ha ser saciada, y correrán ríos de agua viva de nuestro interior, no importando cuales sean nuestras circunstancias. Porque el Señor mismo dijo: Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Juan 11:40. La Gloria de Dios supera cualquier cosa creada, cualquier emoción o sentimiento; supera la muerte misma, trayendo vida, y vida en abundancia, porque es la combinación de la fe en Dios con el conocimiento de Su Santa Palabra. Porque si estos mismos eruditos de la ley y de las Escrituras hubieran escudriñado bien, el Señor sí vino del linaje de David, y de la aldea de Belén. Toda profecía escrita del Mesías se cumplió a la perfección en Jesús. Pero, sencillamente, no querían creer, hiciera lo que hiciera el Señor. Igual son muchas personas hoy. Usan su fe para distintas cosas; y algunos, ponen su fe en Dios, pero tanto el incrédulo y muchos supuestos creyentes usan su fe solo para lograr cosas terrenales o cumplir su voluntad humana. Uno no puede cometer el error de los asiáticos y vikingos (lo que mencione antes), que no tenían el conocimiento de lo que estaban haciendo. La fe no sirve para mucho sin el acertado uso del conocimiento de Dios, lo cual conlleva a la voluntad y autoridad del Señor. Entonces, ¿has puesto tu fe en Jesús y en Su Palabra para que puedan correr aguas de vida en tu ser? ¡Qué el Señor les bendiga! John

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Venciendo el Pecado Interno Para Desear a Jesus

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Basado en Juan 7:25-36 (Versión Reina Valera 1960)

Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es éste a quien buscan para matarle? Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que éste es el Cristo? Pero éste, sabemos de dónde es; más cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea. Jesús entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis. Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió. Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora. Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace? Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen. Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió. Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir. Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá éste, que no le hallemos? ¿Se irá a los dispersos entre los griegos, y enseñará a los griegos? ¿Qué significa esto que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir?

Recuerdo que tuve una etapa durante mi niñez que comía muy poco, y especialmente comía muy poca comida saludable. Detestaba comer vegetales, y otras comidas que eran saludables. ¡Yo era pésimo para comer! Mis padres intentaron hacerme comer por las buenas, y también por las malas, y nada trabajaba. Creo que lo único lo que les falto hacer era ponerme anestesia para dormirme, y tratar de alimentarme por suero. Al pasar unos pocos años, y por debilidad, y al haberme expuesto a un frio muy inesperado, me enferme gravemente. Y a raíz de eso, casi me costó la vida. Sino fuera por el poder divino del Señor sobre mi vida, no estaría contando esta historia hoy.

¿Cuál fue mi problema? ¿Por qué no escogí comer lo que debiera mientras aún todo estaba bien, y pudiera haber evitado la desgracia? Se me explico miles de veces que tenia que comer, que era bueno para mí, para poder crecer y evitar enfermedades. Aunque era un niño, yo tenía suficiente edad para entender lo que se me explicaba. No era cuestión de falta de intelecto. No era que se me decía hacer algo que no estuviera a mi alcance físico, porque mis padres siempre encontraron la manera de darme buena comida todos los días. No era que me faltaban las aptitudes o habilidades para poder hacerlo, porque tenía mis manos, tenía mi boca, tenía muy buenos dientes (porque a veces mordía a mi hermana cuando a peleábamos. Ella les dirá que yo tenía dientes excelentes). Podía ver lo que estaba delante de mí, y a veces para convencerme de comer, me adornaban la comida para que luciera más bonita y apetecible. ¿Cuál era mi problema? No me gustaba el sabor y las sensaciones que me daban muchas comidas. Sencillamente, era pura obstinación. No me gustaba, y nadie me iba a forzar hacer algo que no me gustara, ni por las buenas, ni menos por las malas. Y esa tonta obstinación casi me lleva a la tumba siendo aún muy pequeño. ¿Qué tiene que ver esto con el pasaje de hoy?

Leemos que muchos se preguntaban que, si Jesús era el Cristo, el Mesías. Vemos que algunos le buscaban para matarle. Otros que estaban indecisos. Otros que puede que si creían, pero no hasta el punto de dejarlo todo para seguirlo, sin una entrega plena. Y similar al problema que yo tenia con la comida, el no poder aceptarle como el Mesías no era un problema de aprendizaje, o un problema de poder entender, o un problema de no tener la capacidad de poder creer. Nada físicamente o mentalmente les impedía el poder creer como corresponde. No había impedimentos mecánicos, por decir. Porque el mismo Señor lo declaro: A mi me conocéis, y sabeis de donde soy… Si el Señor lo dijo, entonces era así. Dios no se equivoca. El problema era uno solo: el pecado. Es el pecado que esta dentro de uno mismo que interfiere con el creer como es debido. Ahora, hay que hacer una distincion dentro del mismo mal que existe, hay que diseccionar el pecado, por decir. Porque hay que entender algo. Dentro de nuestro ser, hay tal cosa como la decisión, el poder razonar y tomar decisiones a pesar de lo que podamos sentir o querer. El pecado que no permite tomar esa decisión de creer es: el orgullo. Aunque uno sabe que algo es bueno, rehúsa hacerlo o creerlo sencillamente, porque siente que tiene la potestad de poder hacerlo. Así que, no son necesariamente otros pecados que limitan la fe. El orgullo hacia Dios es el mas destructivo de todos los pecados. Es cuando una persona dice dentro de sí mismo: no quiero creer porque no me da la gana creer; no me voy a rendir al Señor porque quiero hacer como a mí me place. El pecado del orgullo es sinónimo al de la rebelión. Y si se pregunta la razón, si fueren sinceros, dirían: porque a mí me place, y nada más.

La Biblia nos enseña de que cuando el Señor realmente ama, pero tiene que lidiar con el pecado del orgullo, entonces trata de quebrar ese orgullo. No es porque Dios desea quebrar, porque Dios es amor, sino mas bien, porque el nivel de orgullo que la persona tiene lo determina. Esto nos cuenta las Escrituras del pecado de Su llamado pueblo: Sacerdotes, oíd esto, y estad atentos, casa de Israel, y casa del rey, escuchad; porque para vosotros es el juicio, pues habéis sido lazo en Mizpa, y red tendida sobre Tabor. Y haciendo víctimas han bajado hasta lo profundo; por tanto, yo castigaré a todos ellos. Yo conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque ahora, oh Efraín, te has prostituido, y se ha contaminado Israel. No piensan en convertirse a su Dios, porque espíritu de fornicación está en medio de ellos, y no conocen a Jehová. La soberbia de Israel le desmentirá en su cara; Israel y Efraín tropezarán en su pecado, y Judá tropezará también con ellos. Con sus ovejas y con sus vacas andarán buscando a Jehová, y no le hallarán; se apartó de ellos. Contra Jehová prevaricaron, porque han engendrado hijos extraños; ahora en un solo mes serán consumidos ellos y sus heredades. Tocad bocina en Gabaa, trompeta en Ramá: sonad alarma en Bet-avén; tiembla, oh Benjamín. Efraín será asolado en el día del castigo; en las tribus de Israel hice conocer la verdad. Los príncipes de Judá fueron como los que traspasan los linderos; derramaré sobre ellos como agua mi ira. Efraín es vejado, quebrantado en juicio, porque quiso andar en pos de vanidades. Yo, pues, seré como polilla a Efraín, y como carcoma a la casa de Judá. Y verá Efraín su enfermedad, y Judá su llaga; irá entonces Efraín a Asiria, y enviará al rey Jareb; mas él no os podrá sanar, ni os curará la llaga. Porque yo seré como león a Efraín, y como cachorro de león a la casa de Judá; yo, yo arrebataré, y me iré; tomaré, y no habrá quien liberte. Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán. Oseas 5. El Señor da oportunidad, pero también advierte que hay un límite, y hay que buscarle mientras de esa oportunidad. Porque escrito esta: Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Isaías 55:6. Puede que llegue el momento que si hay un orgullo impenetrable dentro de un ser humano, el llamado del Señor puede terminar. ¿Cuándo sucede eso? Solo Dios lo sabe. Así que, ¿Estas tratando de vencer el pecado del orgullo dentro de ti mismo para poder desear a Jesús, como es necesario? ¡Qué el Señor les bendiga! John

 

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